19 octubre 2007

Myanmar es como Cuba - Qualquer barbárie é mera sem elhança

Por Rivadávia Rosa

A Imprensa tem se referido como 'junta militar' - a ditadura sanguinária e genocida da Birmânia / Myanmar - sem a denominação correta que é comunista-socialista. Com isso é dissimulada a verdadeira face do regime comunista - que em êssencia é totalitario e violento.

Hoje os socialista-comunistas se apresentam descaradamente como politicamente corretos em mais uma fraude, falsificação, deformação histórica, insidiosamente introduzida pela patologia lingüística pela novilíngua (GEORGE ORWELL) e pela estratégica gramcista (Antonio Gramsci) de dominação do Estado para tentar novamente mudar o impossível – A NATUREZA HUMANA.

O certo é que onde o socialismo/comunismo foi imposto, o foi de forma dissimulada em república democrática popular - e as estruturas jurídicas foram suspensas (direitos fundamentais e humanos), movida pelo permanente estado de exceção, para justificar a barbárie; não simples barbárie atávica, mas a barbárie cruel, sanguinária, demoníaca e de forma organizada, sistemática contra todos os valores espirituais, culturais, racionais e morais. Além disso, Moscou, China e Havana financiaram a subversão através dos partidos comunistas comandados por Moscou, no mundo todo, inclusive no Brasil. É o Estado e o partido, a serviço de políticas e práticas criminosas, em nome de uma política de hegemonia ideológica, do messianismo socialista, cuja doutrina, fundamento 'lógico' e necessário do sistema ‘autojustificou’ o massacre dezenas de milhões de inocentes sem que nenhum delito possa lhes ser atribuído, a menos que se reconheça que era criminoso ser nobre, burguês, kulak (camponês russo), ucraniano, ou mesmo trabalhador ou ..., homens e mulheres honestos, ‘devotados ao Partido, à Revolução, à causa leninista da edificação do socialismo e do comunismo’.

Porém - UMA das 'formas de consciência social' que não admite o conceito de superestrutura econômica marxista - é justamente a RELIGIÃO (ópio do povo) e justamente por isso ela é atacada com essa violência desmesurada na BIRMÂNIA, enquanto em Cuba mesmo com a Religião dócil continua a repressão pela 'lógica' da conspiração permanente.

Confira a identidade do DNA totalitário.


Myanmar es como Cuba

Por Gabriel C. Salvia*

La Nación

Jueves 11 de octubre de 2007 | Edición impresa

El pasado 2 de octubre el Consejo de Derechos Humanos de la ONU deploró, en términos enérgicos, la violenta represión de manifestantes pacíficos en Myanmar, adoptando por consenso una resolución que pide al gobierno de ese país que actúe con mesura y libere a todos los prisioneros políticos. Asimismo, urgía al gobierno birmano a “asegurar el total respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales”, y a “enjuiciar a los perpetradores de violaciones” de esos derechos.

Aparentemente, la dictadura cubana, que curiosamente integra desde su constitución el Consejo de DDHH de la ONU, participó de ese consenso, y contradijo, así, lo expresado hace quince días por su propio canciller y, especialmente, a sus propias políticas internas, las cuales coinciden con las que se aplican en Myanmar.

En el país también conocido como Birmania y como Burma, no existe prácticamente ninguna libertad individual y el gobierno se dedica activamente a impedir buena parte de ellas. Allí, como en Cuba, es ilegal cualquier reunión de cierta cantidad de personas, así como cualquier expresión de oposición al Gobierno. No es posible acceder libremente a la telefonía o a Internet y es constante el encarcelamiento de periodistas, artistas o ciudadanos comunes por la expresión de opiniones disidentes o el consumo de noticias prohibidas por el régimen. La líder del principal partido disidente del país, electa primera ministra, permanece en detención domiciliaria desde 1990. Aung San Suu Kyi es la única ganadora del Premio Nobel de la Paz detenida por un gobierno.

En materia económica, como en Cuba, Myanmar controla a su discreción los precios, el comercio exterior, la propiedad, las inversiones extranjeras y el mercado en general, por lo cual no extraña que, de acuerdo con Transparency Internacional, Myanmar sea el país más corrupto del mundo junto con Somalia.

Lo interesante es que, una semana antes que trascendiera la sangrienta represión de la dictadura militar de Myanmar contra opositores en ese país, incluyendo a monjes budistas, el 18 de septiembre de 2007, habían sostenido una entrevista en La Habana U. Nyan Win, canciller de la nación asiática y el canciller cubano, Felipe Pérez Roque. En dicha ocasión, de acuerdo con lo publicado por uno de los órganos de propaganda oficial de la dictadura cubana, Juventud Rebelde, el funcionario de Myanmar “agradeció el apoyo de Cuba a su país” y Pérez Roque afirmó que “Myanmar es como Cuba, un país libre que tiene que enfrentar un mundo injusto y desigual, en el que se hace muy difícil para nuestros países acceder al desarrollo económico y social”.

Simultáneamente a lo que sucedía en Myanmar, en Cuba fueron arrestados más de cuarenta disidentes por protestar por las condiciones en las que se encuentran los presos políticos en ese país. En realidad, lo que se le hace difícil a las dictaduras militares de Cuba y Myanmar es perder sus privilegios, acceder a la democracia y dejar de perseguir, encarcelar y matar a quienes piensan distinto.

* El autor es presidente del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (Cadal).

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Exprésate libremente.
En este blog no se permiten comentarios de personas anónimas.