La pluma liberal invita a reflexionar sobre la función docente, al tenor de las siguientes consideraciones.
Por Miguel Ángel Cornejo
- Necesitamos maestros auténticos, no simples instructores
- Instructor es aquél que solamente proporciona información.
- Maestro es aquél que forja la inteligencia y la voluntad, que hace que surja la obra maestra que existe en cada uno de sus alumnos.
- El instructor enseña una técnica y da una instrucción precisa.
- El Maestro no se limita a enseñar lo que el otro no sabe, sino que hace que surja en el otro lo que debe llegar a ser.
- Maestro es el que siembra ambiciones superiores, éticas y progresistas.
- Maestro es el que forja voluntades de triunfadores y optimismo de lograr la cumbre a pesar de las adversidades.
- Maestro es quien ha encontrado en la enseñanza su auténtica vocación y goza con la realización de cada uno de sus alumnos.
- Maestro es quien enseña con su ejemplo, señalando la ruta a seguir para lograr la plena realización.
- Maestro es aquél que da sentido positivo y aprendizaje a todas las adversidades.
- Maestro es aquél que en cada clase que imparte, se emplea a fondo y es la mejor que ha dado en su vida.
- Maestro es aquél que en cada jornada de trabajo, lanza el corazón y enseña con tal pasión como no lo ha hecho nunca.
- Maestro es el que conjuga la realidad del presente con el sueño de lograr un mundo superior en el futuro.
- Maestro es aquél que hace soñar a sus alumnos en hacer posible lo imposible.
- Maestro es el inconforme de su tiempo que siembra ideales para luchar por la Justicia, la Generosidad y el Amor.
- Si le teme es simple instructor, si se le ama es un auténtico Maestro.
- Maestro es aquél idealista que se ha ofrecido para ser ayudante de Dios en su creación.
Fuente: Enciclopedia de la Excelencia. Metáforas y Pergaminos de la Excelencia. Tomo IV, pag. 1480.
Cortesía de José Alberto Medina Molero
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