Un trabajo de Pedro Eizaguirre Massé para el GRUPO DE TRABAJO DE EDUCACIÓN AMBIENTAL PARA LA PARTICIPACIÓN (Madrid. 2002)
· LA IMPORTANCIA DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN LOS PROCESOS DE EDUCACIÓN AMBIENTAL.
· EL PASADO RECIENTE.
· EL PRESENTE: LOGROS Y CARENCIAS.
· PENSANDO EN EL FUTURO: RETOS Y OPORTUNIDADES.
· LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y LA PARTICIPACIÓN AMBIENTAL.
· CONCLUSIONES.
· BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA.
· AUTORES CITADOS.
· ANEXO.
LA IMPORTANCIA DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN LOS PROCESOS DE EDUCACIÓN AMBIENTAL
“El papel de la comunicación como modelador de actitudes en este cambio de milenio, es cada vez más indiscutible.
Las estrategias de comunicación ambiental constituyen uno de los referentes centrales de la educación ambiental para el desarrollo sostenible.”
Ricardo de Castro.
Psicólogo social. Asesor de la Comisión de Educación y Comunicación de la UICN.
“Podríamos decir que la comunicación es el aceite que necesitan las estrategias ambientales para lograr sus objetivos.
Cuanto más queremos avanzar hacia la sostenibilidad, más necesaria es la comunicación.”
Frits Hesselink.
Presidente de la Comisión de Educación y Comunicación de la UICN.
“La información ambiental es insustituible para asegurar la participación pública en el proceso de toma de decisiones.”
Nicolás M. Sosa.
Catedrático de Ética Ecológica de La Universidad de Salamanca.
“A excepción del saber estrictamente profesional, la casi totalidad de los conocimientos de que disponen nuestros contemporáneos proceden de los medios de comunicación.
Para un gran porcentaje de la población, los periódicos, la radio o la televisión son la única fuente de instrucción postescolar a la que tienen acceso.”
José María Montero Sandoval.
Periodista especializado en Información ambiental.
“Y es cierto que lo que no tiene imagen no existe. Si su problema no aparece en los medios, no hay problema.”
Margarita Rivière.
Escritora y periodista.
“La información y la divulgación son instrumentos básicos de una estrategia de educación ambiental en el medio social. Los medios de comunicación son agentes de información y formación social y, desde ese papel, contribuyen también a la educación ambiental. Los periodistas especializados realizan una labor muy diferente a la del educador ambiental; sin embargo, pueden apoyar o reforzar su acción. De hecho, los medios de comunicación han tenido una gran influencia en la extensión de la conciencia ambiental, algo comprensible si se tiene en cuenta que llegan a amplios sectores de la población para los que constituyen prácticamente la única fuente de información. A pesar de esta realidad, el tratamiento de las cuestiones ambientales en los medios es todavía insuficiente y, en general, presenta deficiencias importantes.”
Libro Blanco de la Educación Ambiental en España.
EL PASADO RECIENTE (“Periodismo ambiental en España”)
La importancia del periodismo ambiental en los medios de comunicación tiene mucho que ver con la relevancia de sus protagonistas. Si los orígenes históricos de esta nueva especialidad están vinculados en gran medida al ecologismo militante, que todavía hoy se mueve por los arrabales del sistema, la imagen se ha proyectado inevitable y mecánicamente a los periodistas y a los propios contenidos informativos.
Desde finales de la década de los ochenta, en nuestro país, los temas ambientales comenzaron a tener una difusión regular, insólita hasta el momento, tanto en informativos como en los magazines tradicionales de la radio y mucho menos en la televisión.
Los programas especializados no abundan en las parrillas de programación de las radios y las televisiones (los medios locales y regionales son más receptivos) donde suelen ocupar horarios marginales.
Prácticamente en todas las redacciones y en todos los medios escritos o audiovisuales, la información ambiental es un apartado más en las secciones de sociedad, bajo el epígrafe de ecología casi siempre, en vez de medio ambiente. Pero se trata de un coto cerrado. Situar acá o allá una noticia tan solo depende, a veces, de los caprichos de un director o de la apuesta personal de un periodista.
El catastrofismo de la información ambiental tiene su equivalente en el sensacionalismo o el amarillismo del resto de la actualidad. Digámoslo de otra manera: el periodismo ambiental también gusta de las malas noticias. Son las que más venden, las preferidas por un público hipócrita que luego se lamenta para lavar su mala conciencia.
El catastrofismo reincidente del periodismo ambiental se explica también como respuesta a su propia situación marginal en los medios se comunicación. Si la noticia ambiental no se convierte en grito de alarma, difícilmente encontrará su hueco.
La información ambiental de estos últimos años no ha estado esencialmente mediatizada por intereses o presiones de organismos, empresas o particulares, debido quizás a la creencia de que su impacto social es más bien escaso.
En contra de los tópicos al uso la ecología no es nada popular. Por un lado, la gente parece reacia al inevitable sistema de austeridad que supondría la asunción seria de un desarrollo más ecológico. Por otro, existe un temor a lo desconocido (¿a dónde nos lleva el ecologismo?) y también un rechazo visceral al discurso del miedo, un pánico irrefrenable a la amenaza apocalíptica.
Esconder la cabeza bajo tierra es una salida comprensible cuando se intuye que la tarea puede sobrepasar nuestros límites y nuestros intereses inmediatos.
Esta circunstancia me hizo evolucionar hacia posturas más constructivas y lúdicas, acercándome a los problemas de la naturaleza no solo desde la perspectiva apocalíptica sino destacando también los aspectos gozosos y estéticos.
El periodismo ambiental es un territorio vastísimo, un cajón de sastre desordenado e inabarcable en el que caben demasiadas cosas que convendría ir demarcando para su mejor comprensión.
“Periodismo Ambiental en España” (1995)
Joaquín Fernández Sánchez.
Periodista especializado en temas de medio ambiente.
EL PRESENTE: LOGROS Y CARENCIAS
A finales de 1994 se funda APIA (Asociación de Periodistas de Información Ambiental) En 1999 más de un centenar de periodistas de radio, televisión, diarios, agencias, gabinetes de comunicación de toda España participan en dicho proyecto.
La información ambiental se ha asentado en los medios, (especialmente a partir de la cumbre de Río, 1992) contribuyendo a crear una creciente conciencia social sobre la necesidad de cuidar nuestro planeta.
No obstante, es un hecho que las empresas informativas siguen considerando las cuestiones ambientales como una información de segunda categoría y que siempre y cuando no se produzca una tragedia, reservan un espacio mínimo en los medios para estas cuestiones (En los últimos años se ha producido un descenso considerable de la información ambiental)
Por otro lado, los programas de comunicación ambiental adolecen de graves deficiencias e importantes rémoras en su concepción y en su desarrollo, que impiden un impacto social más extendido y consistente.
EL CATASTROFISMO sigue estando presente de forma significativa en el tratamiento de los problemas ambientales.
El temor y la angustia ante conflictos irremediables y de difícil, sino imposible, solución, no son elementos favorecedores de la participación ambiental.
El catastrofismo sin alternativas facilita la desmovilización de la audiencia.
Quizás lo más preocupante en el tratamiento de la información ambiental sea la atención desmesurada a los sucesos y el olvido sistemático de los procesos. Dicho de otra manera: es frecuente una clara tendencia a LA SUPERFICIALIDAD a la hora de tratar informaciones de tipo ambiental, reduciéndolas, a veces, a meras anécdotas.
Este tipo de información superficial, si bien puede impactar en el receptor, no favorece en él la formación de actitudes positivas hacia el medio ambiente, no lo implica en los problemas ambientales y, por consiguiente, no le motiva para que participe activamente en su resolución.
La reiteración automática de campañas centradas en días emblemáticos o singulares, los discursos puramente estéticos y descaradamente antropocéntricos, así como las campañas basadas únicamente en despertar la afectividad hacia un animal, entran dentro de la categoría de TÓPICOS.
La tendencia a tratar aspectos muy generales de los problemas ambientales, o cuestiones que se desarrollan lejos del entorno próximo del receptor, dificultan que este identifique como “medio ambiente” todo aquello que le rodea de forma cotidiana.
EL TECNICISMO es otro problema con el que nos encontramos con demasiada frecuencia. Dar por sentado que la gran mayoría de la población entiende conceptos como biodiversidad o desarrollo sostenible, es un grave error de comunicación.
LA FALTA DE REALISMO es otro error de muchas intervenciones comunicativas que piden a la población una actuación de la que no es responsable, o para la que no dispone de la infraestructura necesaria.
Con demasiada frecuencia las acciones comunicativas se diseñan con CARÁCTER UNIDIRECCIONAL, sin tener en cuenta a los actores de referencia de las mismas, con una perspectiva poco participativa y sin permitir un intercambio de informaciones y argumentos y un diálogo abierto entre emisores y receptores de la comunicación.
MANIPULACIÓN/PROPAGANDA/PUBLICIDAD... Hay que tener en cuenta que los problemas ambientales son deudores, en su práctica totalidad, de unos modelos de desarrollo económico poco respetuoso con la conservación de los recursos naturales y, lógicamente, de las corrientes políticas y económicas que los propician. Por tanto, estos poderes fácticos de la degradación ambiental (que también lo son, en algunos casos, de los medios de comunicación) pueden enturbiarnos la visión de la realidad a través de la presencia que sus tesis obtienen en algunos mass media.
Debemos tener en cuenta que si la característica de la mundualización de los mercados es la concentración del poder, el sistema de información tiene las mismas características.
No es por casualidad que muchos de los mensajes cotidianos que recibimos van en contra de los valores que promueve la educación ambiental ( solidaridad, equidad, participación, actitud crítica ) La máquina del consumo funciona sin parar. Día y noche devora recursos que transforma en “bienes de consumo”. Para engrasar los engranajes utiliza la publicidad con sus mensajes. La gran máquina también incorpora el mensaje “verde”.
Otra de las claves de la información ambiental es el origen de la información, LAS FUENTES DE LA NOTICIA AMBIENTAL.
Conviene no olvidar que, en muchos casos, la información ambiental se estructura en torno a un conflicto, que en no pocas ocasiones trata de hurtarse al conocimiento público.
La productividad es un valor a tener en cuenta. Las fuentes son valiosas si concentran una gran densidad de información y salvan tiempo y esfuerzo a los periodistas.
Si hablamos de medio ambiente, el primer sitio al que suelen acudir son las asociaciones ecologistas, o son ellas las que acuden a los periodistas.
El segundo escenario al que suelen acudir en busca de información es el de la administración. Gran parte de las fuentes de información que manejan los periodistas proceden de gabinetes de prensa y, en gran parte de los casos, se reproducen tal cual, sin contrastarlas ni complementarlas con otros matices.
La fuente ideal dentro de la administración son sus técnicos, pero desgraciadamente estos suelen estar sometidos a la férrea disciplina comunicativa del organismo en cuestión.
El mundo científico está poco comprometido con la divulgación. Este comportamiento es particularmente grave en el caso de la universidad.
ES EVIDENTE QUE EL TRATAMIENTO DE LAS CUESTIONES AMBIENTALES EN LOS MEDIOS ES INSUFICIENTE Y PRESENTA DEFICIENCIAS IMPORTANTES
En lo que se refiere a LA PRENSA, hay que señalar que ningún periódico de ámbito estatal mantiene una sección específica y permanente de información ambiental.
La experiencia de “Crónica en Verde”, sección semanal dedicada a analizar cuestiones ambientales en la edición andaluza de El País, es de especial interés como ejemplo de un tratamiento correcto de las cuestiones ambientales en la prensa.
Respecto a LA TELEVISIÓN, hay que señalar la importancia de los modelos y pautas que se difunden en la mayoría de programas y series, dado que los mecanismos psicológicos de identificación desempeñan un papel básico en la adopción de actitudes y comportamientos considerados como deseables por la sociedad. En este particular, el diagnóstico es preocupante y desalentador.
Señalar también la experiencia de “Espacio Protegido”, informativo semanal de medio ambiente que emite Canal 2 Andalucía, con una duración de media hora, y en la franja de máxima audiencia (martes, 9 de la noche), como ejemplo de un tratamiento correcto de las cuestiones ambientales en la televisión.
En cuanto a LA RADIO, existen algunos programas de periodicidad semanal, siendo muy raros los diarios. Estos programas realizan dos tareas básicas: de información sobre los problemas ambientales y de fomento de la participación a través de secciones en las que los ciudadanos expresan sus opiniones, inquietudes y propuestas, sobre todo en los canales de ámbito regional.
LAS REVISTAS especializadas en educación y comunicación ambiental son un medio fundamental de reflexión conjunta e intercambio para el colectivo de los educadores ambientales.
INTERNET se usa poco en el campo de la educación ambiental y, mayoritariamente, en forma de “escaparate” de programas educativos ofrecidos a grupos escolares. Punto y aparte merece el tema de las revistas y boletines. Quizás sea este el campo más desarrollado.
EL TEATRO también se está utilizando como instrumento de comunicación ambiental. El montaje “Gaia” de FUNGESMA, la compañía Sol y Tierra, y la unidad didáctica “El mensaje de los indios” de Teatro Intrépido, son algunos ejemplos de ello.
PENSANDO EN EL FUTURO: RETOS Y OPORTUNIDADES
Cara al futuro habría que plantearse no caer en ALGUNOS ERRORES FRECUENTES en los que, según Frits Hesselink, incurre la comunicación sobre la conservación de la Naturaleza.
A menudo los conservacionistas comunican de tal manera que no inciden sobre el auténtico problema de comunicación planteado. Saltan a los medios sin una adecuada definición del problema o sin identificar el tipo de gente a la que deberían comunicar. Y sin comprender qué papel puede jugar la comunicación en la situación planteada.
Debemos darnos cuenta de que, para un tema dado –incluyendo la naturaleza- habrá siempre más gente sin interés en el tema que gente interesada.
Para reducir el riesgo de no llegar a nuestros destinatarios y para ser realmente eficaces deberíamos verlos como agentes clave para el cambio y tratarlos de esa forma en nuestra comunicación.
Debemos comprender que la gente necesita obtener beneficios, sociales, económicos o de otro tipo, del cambio de comportamiento.
Relacionado con el error de formular un objetivo demasiado ambicioso, está el hecho de que a menudo no nos damos cuenta, de que un objetivo es un objetivo sólo si contiene un resultado.
A la hora de fijar objetivos –en el caso de que existan barreras internas o externas para el cambio de comportamiento- debemos darnos cuenta de que no es realista pensar que la mera comunicación puede funcionar.
Muy a menudo estamos emprendiendo ejercicios de comunicación sin establecer marcos temporales realistas.
El presupuesto de una campaña de comunicación debe ser realista. La gente se irritará si las cosas se abandonan a medias.
A la hora de definir los objetivos de comunicación, es muy importante formular indicadores apropiados para la evaluación.
De la educación solo podemos esperar gente mejor preparada para tomar decisiones. No podemos esperar de la educación (a menos que sea adoctrinamiento) que la gente tomará las decisiones (que para nosotros son) adecuadas. Las personas toman decisiones después de sopesar los costes y beneficios que tienen para ellas.
Qué herramienta de comunicación resulta apropiada, es algo que puede variar enormemente de una situación a otra. De hecho, a menudo olvidamos que la herramienta más poderosa es la comunicación cara a cara.
Antes de proporcionar simplemente información, deberíamos darnos cuenta de que “lo que decimos no es necesariamente escuchado; lo que se escucha no es necesariamente comprendido y lo que se comprende no es necesariamente traducido en acciones y lo que se hace no es necesariamente repetido.”
Frits Hesselink
Una de las grandes apuestas de futuro en relación con el tratamiento de las cuestiones ambientales en los medios, es la de tratar de eliminar las “secciones estancas” dedicadas específicamente a los temas ambientales, e incorporar este tipo de contenidos a todos los órdenes informativos. Es decir, dejar que todas las secciones se impregnen de este tipo de discurso y hacerse un hueco en ellas cuando las características de la noticia así lo precisen. Se evita de esta manera la consideración de la información ambiental como materia reservada a hincados o un simple “recreo” informativo. Lógicamente, ello no impide la existencia de apartados dedicados exclusivamente a tratar estaos temas, pero no como noticia, en sentido estricto, sino para analizar en profundidad cuestiones, más o menos atemporales, que así lo requieren.
Para ello habrá que superar la falta de sensibilidad de los directivos de los medios hacia la problemática ambiental.
También es importante considerar que en los medios de comunicación sobran problemas y faltan explicaciones y, sobre todo, soluciones. Soluciones en las que se sugieran y provoquen vías de participación pública. Abundan los “callejones sin salida” y se echan en falta las “puertas” por donde es posible escapar al “desastre”.
Mostrar en los medios la contribución de personas y colectivos que ponen en marcha experiencias alternativas, que crean ámbitos de reflexión, contraste y acción; que trabajan por cerrar, desde su vida cotidiana, la brecha abierta entre nosotros y el resto de la naturaleza, es una estrategia necesaria, ya que resulta sumamente difícil convencer a alguien, en particular a los jóvenes, de la bondad y necesidad de los cambios que plantea la educación ambiental, cuando escasean modelos y referencias en la realidad cercana.
LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN DE MASAS tienen una importancia fundamental en la formación de la opinión pública y como vehículo, en muchos casos, de las relaciones que configuran la sociosfera, tanto desde el punto de vista de la perpetuación de mensajes y valores adquiridos, como en el de los procesos de cambio de las sociedades.
La imagen de la tierra en movimiento, nuestro planeta azul visto desde el espacio... Esta imagen era imposible hace tan solo unas décadas. Ahora sabemos y sobre todo VEMOS, que la Tierra es inmensa y azul, pero a la vez vulnerable y solitaria. LA TELEVISIÓN ha permitido que esta imagen se haya convertido en patrimonio intelectual de la humanidad.
En los últimos años los medios de comunicación audiovisuales, y concretamente la televisión, han experimentado un auge espectacular; igualmente el número de horas que cualquier espectador pasa ante la televisión se ha incrementado en gran medida. Además, es bien conocida la capacidad que presentan dichos medios a la hora de formar la opinión de la audiencia.
En los medios audiovisuales priman más los temas que afectan a las emociones de la gente, los temas que afectan a situaciones de cada día, básicamente porque la televisión, sobre todo, además de información, o quizá por encima de la información, son emociones.
El poder de la televisión para transmitir lemas y consignas y remover las conciencias es muy grande, pero la actitud de la mayoría de los telespectadores es lúdica; cuando se sienta delante del televisor no va a clase. La televisión interesa a todo el mundo, pero llega con especial eficacia sobre todo a personas de nivel cultural medio bajo, lo que significa la mayoría de la población mundial.
El mundo que actualmente se desarrolla vive en y por la imagen.
Una buena parte de los conocimientos de las nuevas generaciones no provienen de la realidad, sino de lo contemplado en la pequeña pantalla.
Vivimos permanentemente entre dos mundos. Vivimos, desde hace mucho tiempo, un mundo real y el mundo de la imagen.
La existencia real y palpable de la virtualidad influye en nosotros. Nosotros vemos la televisión, que es algo virtual, y eso nos influye. La existencia de la virtualidad permite, además, la aniquilación impune de la realidad.
Nos están vendiendo, con demasiada frecuencia, un planeta virtual, un planeta en el que todo es controlado por el hombre. Es decir, que así como en el planeta real el hombre es una parte y la naturaleza manda y nosotros no podemos controlar, del todo, la naturaleza; en el virtual, sí.
Nos están diciendo que estamos destruyendo la Tierra pero que no importa, porque estamos entrando en un nuevo espacio, en el espacio virtual, un lugar en el que, al fin, todo será y estará controlado por los hombres.
Estamos escindidos, tenemos que aprender a vivir escindidos entre lo real y lo virtual. Aprender a vivir escindidos y a no confundir lo uno con lo otro.
LA PRESENCIA DE LO AMBIENTAL EN LA PROGRAMACIÓN DE LA TELEVISIÓN ESPAÑOLA está tratada, en general, desde un punto de vista puramente informativo, o desde un punto de vista más divulgativo y cercano a lo didáctico.
En los INFORMATIVOS GENERALES, existe una primera valoración del interés de la noticia, atendiendo a un orden de prioridad que prima el valor de la catástrofe por encima de aquellos valores positivos de conservación.
Un ejemplo significativo de cómo se desaprovecha la oportunidad educativa de los informativos, es el de los espacios dedicados al tiempo.
Se han hecho intentos por incorporar, dentro de algunos espacios informativos, suplementos dedicados al medio ambiente, en forma de microespacios, con contenidos muy variados.
Una forma de salvar las limitaciones de tiempo de los informativos es a través de SUPLEMENTOS MONOGRÁFICOS (como “Línea 900”)
Además existen MAGAZINES informativos que han planteado una especialización en contenidos medioambientales (como “Jara y Sedal” y, más específicamente, “El escarabajo Verde”)
Las CAMPAÑAS PUBLICITARIAS han servido también para conseguir que la población mejore, al menos puntualmente, determinados hábitos y conductas relacionadas con el medio ambiente.
Diferentes productoras han alcanzado gran prestigio por la calidad de su producción de DOCUMENTALES sobre naturaleza y medio ambiente (como “Grandes Documentales”)
El medio ambiente se ha tratado repetidas veces dentro de los contenidos de los PROGRAMAS EDUCATIVOS que se han venido produciendo, tanto en las cadenas nacionales como autonómicas (como “La aventura del Saber” de TV2)
“Ponte Verde” fue un programa de Telemadrid que formó parte de una campaña educativa denominada Hábitat, destinada fundamentalmente a los escolares de la Comunidad de Madrid.
Existen otros géneros de programas que tienen una relación más o menos directa con el medio ambiente y la naturaleza. En este sentido habría que citar los programas BASADOS EN LA AVENTURA HUMANA como “Al filo de lo imposible” o “La Ruta de los Exploradores”, así como los DE CARÁCTER ETNOGRÁFICO, como “Otros pueblos” y “El País en la Mochila”.
Al margen del tipo de programa en que se encuentre, UN BUÉN COMUNICADOR puede ser de gran valor a la hora de transmitir valores y hábitos saludables. Los comentarios de Carlos Arguiñano sobre el consumo de alimentos de “calidad”, la selección de residuos en origen, etc., llegan, con eficacia, a un gran número de personas.
LAS SERIES y los culebrones, dado los mecanismos psicológicos de identificación que generan, podrían ser de gran importancia a la hora de difundir modelos y pautas medioambientalmente saludables.
También merece la pena señalar algunos títulos de PELÍCULAS que desarrollan, como base argumental, contenidos y conflictos estrechamente relacionados con el medio ambiente: “Dersu Uzala”, “La Selva Esmeralda”, “Bailando con Lobos” o “El Último Paraíso” son solo algunos ejemplos.
Un primer diagnóstico de la producción televisiva sobre medio ambiente nos lleva a las siguientes consideraciones:
- Los tratamientos sobre contenidos medioambientales en televisión resultan irregulares y su presencia en las parrillas de programación puede ser considerada como dispersa y fragmentaria. Un primer objetivo de programación llevaría a dar una presencia más adecuada de este tipo de programas, desde una visión más totalizadora y global.
- En buena parte, los espacios relacionados con el medio ambiente tienden a primar el espectáculo de la naturaleza. Sería positivo abordar el medio ambiente desde planteamientos más cercanos y cotidianos.
- La presencia de lo ambiental en las televisiones parece estar sujeta a modas coyunturales. Frente a este peligro evidente, resulta conveniente planificar, con tiempo, un orden de prioridad que pueda ayudar a programar estrategias que afecten a los contenidos y al tratamiento de los diferentes formatos de programas.
- Uno de los principales problemas en la creación de políticas de programación sobre contenidos ambientales afecta a la falta de coordinación entre instituciones y televisiones. Sería conveniente tender a una mayor coordinación entre las propias televisiones y los organismos públicos, asociaciones y colectivos dedicados a la conservación de la naturaleza.
- Así mismo, resulta urgente conseguir una coordinación eficaz entre expertos en diseño educativo y profesionales de televisión con el fin de subsanar el tradicional distanciamiento y falta de colaboración entre ambos grupos de profesionales.
LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y LA PARTICIPACIÓN AMBIENTAL
La participación ambiental es un proceso que posibilita la implicación directa en el conocimiento, valoración, prevención y mejora de los problemas ambientales.
Para hacer real la participación, es necesario desarrollar y mejorar los cauces ya existentes, así como crear otros nuevos que faciliten a la ciudadanía su colaboración y le demuestren la utilidad y relevancia de su esfuerzo.
El libre acceso a la información ambiental, además de un derecho básico, es uno de los pilares básicos para la construcción de las sociedades ambientales comprometidas.
No se trata solo de un derecho evidente de todas las personas a conocer la situación del medio en el que se desenvuelve (calidad del aire que respiran, agua y alimentos que ingieren, paisaje que disfrutan, etc.), sino que al mismo tiempo, el acceso a la información ambiental propicia una mayor concienciación respecto de la responsabilidad que todas las personas comparten en la protección del medio ambiente, y permite que todos puedan participar e intervenir en su mejora. La información hace posible la participación y también la asunción de la responsabilidad de mantener un medio ambiente sano. Así por una parte la libertad de acceso a la información ambiental se constituye en un derecho básico que comienza a ser ampliamente reconocido como un elemento de la democracia participativa y a su vez como una herramienta de vital importancia para la protección ambiental.
La información ambiental es insustituible para asegurar la participación pública en el proceso de toma de decisiones.
La participación es un proceso.
¿Cómo incentivar este proceso?, ¿cómo motivar la participación?
La participación se verá estimulada o desmotivada según las expectativas que la persona tenga en relación a la posibilidad de alcanzar o no los objetivos que con ella se propone.
En la mayoría de los planteamientos teóricos actuales sobre elaboración de programas de intervención ambiental, se enfatiza la necesidad de conceder un papel activo a los potenciales receptores-afectados por el programa, no solo en la resolución, sino también en la detección y planteamiento de problemas.
Sentir un lugar, una colectividad, un entorno, como propio facilita la involucración y la responsabilización de su gestión, así como el desarrollo de comportamientos respetuosos y sostenibles. A su vez, la acción sobre un lugar, una colectividad, un entorno, facilita el desarrollo del sentimiento de apego o de apropiación.
El sentido de la participación en la educación ambiental va en esta dirección.
Los medios de comunicación pueden facilitar que la población sienta un lugar, una colectividad, un entorno, como propio.
También pueden ayudar a que la población desempeñe un papel activo en la detección, planteamiento y resolución de problemas ambientales.
Así mismo pueden potenciar las expectativas de la población, en relación con la posibilidad de alcanzar los objetivos de la participación ambiental.
Los medios de comunicación pueden ser un instrumento muy eficaz a la hora de incentivar (o desmotivar) los procesos de participación ambiental.
CONCLUSIONES
El objetivo último de la educación ambiental es la mejora de la calidad de vida.
El reto de la educación ambiental es promover una nueva relación de la sociedad humana con su entorno, a fin de procurar a las generaciones actuales y futuras un desarrollo sostenible, que pueda garantizar la conservación del soporte físico y biológico sobre el que se sustenta.
La educación ambiental debe alcanzar a todos los sectores de la población, en tanto que destinatarios y, a la vez, agentes educadores.
Dada la extraordinaria implantación y capacidad de influencia masiva de los medios de comunicación social, es de un enorme interés el análisis de sus potencialidades educativas y, sobre todo, un mejor aprovechamiento de las mismas.
El tratamiento de las cuestiones ambientales en los medios de comunicación es insuficiente y, en general, presenta deficiencias importantes.
Los medios de comunicación deberían hacer una revisión del tratamiento que dan a la información ambiental.
En el caso de los medios públicos, es exigible un aumento en cantidad y en calidad de los programas específicos de contenido ambiental, tanto informativos como más explícitamente educativos. Así mismo, es necesario un esfuerzo para que los valores pro ambientales impregnen la programación general.
En relación con los medios públicos hay que recordar que la mayoría de las competencias medioambientales están transferidas a las comunidades autónomas.
El gran reto compartido de expertos, comunicadores, educadores, actores sociales y gestores debe concretarse en trabajar conjuntamente en una perspectiva renovada de la comunicación ambiental y en resaltar su potencialidad en la consecución de una sociedad pro ambiental y sostenible.
Las administraciones públicas, en especial las administraciones autonómicas, deberían proceder, lo antes posible, a la formación y puesta en marcha de equipos de trabajo multidisciplinares, integrados por técnicos cualificados de las diferentes especialidades implicadas en el diseño de campañas de información y de educación ambiental en los medios de comunicación de masas.
Estos equipos de trabajo, con objetivos a medio y a largo plazo, deberían disponer de presupuestos apropiados y capacidad de decisión, para la creación, producción y emisión de programas en los medios de comunicación públicos.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
“30 reflexiones sobre Educación Ambiental”. CENEAM (1993-1999)
Actas del II Congreso Andaluz de Educación Ambiental (1994)
“Periodismo Ambiental en España”. Joaquín Fernández S. (1995)
Actas del I Congreso Nacional de Periodismo Ambiental (1995)
“Educación Ambiental y Televisión”. Documento coordinado por el CENEAM a instancias del Ministerio de Educación y Ciencia (1996)
Actas del II Congreso Nacional de Periodismo Ambiental (1997)
III Jornadas de Educación Ambiental. Pamplona (1998)
“Educación Ambiental y Participación”. Enric Pol (1998)
nº 5 de la revista CICLOS. “Comunicación Ambiental” (1999)
nº 9 de la revista AULA VERDE. “El papel de los medios de comunicación en la Educación Ambiental” (1999)
III Congreso Nacional de Periodismo Ambiental (1999)
Libro Blanco de la Educación Ambiental en España (1999)
AUTORES CITADOS (en gran parte transcritos literalmente)
Ana M. Calvo
Arturo Larena
Enric Pol
Fe Sanchis Moreno
Fernando Quirós
Francisco Heras
Frits Hesselink
Jaime Sureda
Joaquín Fernández Sánchez
José María Montero Sandoval
Josefina Maestre
Juan Ramón Lucas
Margarita Rivière
María del Mar Asunción
María Sintes
Nicolás M. Sosa
Rafael Jaén
Ricardo de Castro
ANEXO
(PROPUESTA)
Teniendo en cuenta que el objetivo último de la educación ambiental es la mejora de la calidad de vida.
Y teniendo en cuenta así mismo los argumentos del Libro Blanco de la Educación Ambiental en España, en el sentido de que:
- “... uno de los obstáculos más importantes para el mantenimiento o la mejora de la calidad de vida es el deterioro de los sistemas vitales, de los que depende la existencia de la especie humana en el planeta.”
- “No es que la educación pueda resolver por sí misma los problemas ambientales, pero es imprescindible para alcanzar el objetivo último: la mejora de la calidad de vida.”
(1-Introducción)
- “El reto de la educación ambiental es, por tanto, promover una nueva relación de la sociedad humana con su entorno, a fin de procurar a las generaciones actuales y futuras un desarrollo personal y colectivo más justo, equitativo y sostenible, que pueda garantizar la conservación del soporte físico y biológico sobre el que se sustenta.”
(2-Marco General)
- “La educación ambiental debe alcanzar a todos los sectores de la población, en tanto que destinatarios y, a la vez, agentes educadores.”
(3-Principios Básicos)
- “Los medios de comunicación social tradicionales (prensa, radio y televisión) han desempeñado un papel muy importante no solo en la aproximación del gran público a la información ambiental, sino también en la creación de una cierta conciencia colectiva sobre estos temas. Dada su extraordinaria implantación y su capacidad de influencia masiva, es de un enorme interés el análisis de sus potencialidades educativas y, sobre todo, un mejor aprovechamiento de las misma.”
- “... es primordial la colaboración estrecha entre educadores y gestores ambientales y profesionales de la comunicación, del diseño y del marketing en la creación de programas y campañas.”
(5.1-Instrumentos)
- “... los medios de comunicación han tenido una gran influencia en la extensión de la conciencia ambiental, algo comprensible si se tiene en cuenta que llegan a amplios sectores de la población para los que constituyen prácticamente la única fuente de información. A pesar de esta realidad, el tratamiento de las cuestiones ambientales en los medios es todavía insuficiente y, en general, presenta deficiencias importantes.”
- “Los medios de comunicación privados deberían hacer una revisión del tratamiento que dan a la información ambiental, dándole un espacio adecuado y mejorando la calidad de los contenidos. En cuanto a los medios públicos, es obligada la atención a los temas ambientales, a través de una información veraz, contrastada y relevante que responda a la función social que están llamados a desempeñar. En este caso, es exigible un aumento en cantidad y calidad de los programas específicos de contenido ambiental, tanto informativos como más explícitamente educativos, y realizados con medios técnicos y humanos propios. Asimismo, es necesario un esfuerzo para que los valores pro-ambientales impregnen la programación general.”
- “Recomendación 1.5. Crear espacios fijos y estables especializados en temática ambiental en los medios de comunicación. En los medios públicos, esta recomendación debe entenderse como exigencia, dado que la información ambiental es una necesidad y un derecho social.”
- “Recomendación 1.6. Fomentar la participación de expertos en educación ambiental, la creación de secciones y la realización de programas específicos de sensibilización ambiental en los medios.”
(6.5-Marcos de Acción)
Solicitamos a las administraciones públicas, que, a la mayor brevedad posible, procedan a la creación y puesta en marcha de equipos de trabajo multidisciplinares, integrados por técnicos cualificados de las diferentes especialidades implicadas en el diseño de programas y campañas de información y de educación ambiental en los medios de comunicación social.
Estos equipos de trabajo, con objetivos a medio y a largo plazo, deben disponer de presupuestos apropiados y capacidad de decisión, para la creación, producción y emisión de programas en los medios de comunicación públicos.
Pedro Eizaguirre Massé
· LA IMPORTANCIA DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN LOS PROCESOS DE EDUCACIÓN AMBIENTAL.
· EL PASADO RECIENTE.
· EL PRESENTE: LOGROS Y CARENCIAS.
· PENSANDO EN EL FUTURO: RETOS Y OPORTUNIDADES.
· LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y LA PARTICIPACIÓN AMBIENTAL.
· CONCLUSIONES.
· BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA.
· AUTORES CITADOS.
· ANEXO.
LA IMPORTANCIA DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN LOS PROCESOS DE EDUCACIÓN AMBIENTAL
“El papel de la comunicación como modelador de actitudes en este cambio de milenio, es cada vez más indiscutible.
Las estrategias de comunicación ambiental constituyen uno de los referentes centrales de la educación ambiental para el desarrollo sostenible.”
Ricardo de Castro.
Psicólogo social. Asesor de la Comisión de Educación y Comunicación de la UICN.
“Podríamos decir que la comunicación es el aceite que necesitan las estrategias ambientales para lograr sus objetivos.
Cuanto más queremos avanzar hacia la sostenibilidad, más necesaria es la comunicación.”
Frits Hesselink.
Presidente de la Comisión de Educación y Comunicación de la UICN.
“La información ambiental es insustituible para asegurar la participación pública en el proceso de toma de decisiones.”
Nicolás M. Sosa.
Catedrático de Ética Ecológica de La Universidad de Salamanca.
“A excepción del saber estrictamente profesional, la casi totalidad de los conocimientos de que disponen nuestros contemporáneos proceden de los medios de comunicación.
Para un gran porcentaje de la población, los periódicos, la radio o la televisión son la única fuente de instrucción postescolar a la que tienen acceso.”
José María Montero Sandoval.
Periodista especializado en Información ambiental.
“Y es cierto que lo que no tiene imagen no existe. Si su problema no aparece en los medios, no hay problema.”
Margarita Rivière.
Escritora y periodista.
“La información y la divulgación son instrumentos básicos de una estrategia de educación ambiental en el medio social. Los medios de comunicación son agentes de información y formación social y, desde ese papel, contribuyen también a la educación ambiental. Los periodistas especializados realizan una labor muy diferente a la del educador ambiental; sin embargo, pueden apoyar o reforzar su acción. De hecho, los medios de comunicación han tenido una gran influencia en la extensión de la conciencia ambiental, algo comprensible si se tiene en cuenta que llegan a amplios sectores de la población para los que constituyen prácticamente la única fuente de información. A pesar de esta realidad, el tratamiento de las cuestiones ambientales en los medios es todavía insuficiente y, en general, presenta deficiencias importantes.”
Libro Blanco de la Educación Ambiental en España.
EL PASADO RECIENTE (“Periodismo ambiental en España”)
La importancia del periodismo ambiental en los medios de comunicación tiene mucho que ver con la relevancia de sus protagonistas. Si los orígenes históricos de esta nueva especialidad están vinculados en gran medida al ecologismo militante, que todavía hoy se mueve por los arrabales del sistema, la imagen se ha proyectado inevitable y mecánicamente a los periodistas y a los propios contenidos informativos.
Desde finales de la década de los ochenta, en nuestro país, los temas ambientales comenzaron a tener una difusión regular, insólita hasta el momento, tanto en informativos como en los magazines tradicionales de la radio y mucho menos en la televisión.
Los programas especializados no abundan en las parrillas de programación de las radios y las televisiones (los medios locales y regionales son más receptivos) donde suelen ocupar horarios marginales.
Prácticamente en todas las redacciones y en todos los medios escritos o audiovisuales, la información ambiental es un apartado más en las secciones de sociedad, bajo el epígrafe de ecología casi siempre, en vez de medio ambiente. Pero se trata de un coto cerrado. Situar acá o allá una noticia tan solo depende, a veces, de los caprichos de un director o de la apuesta personal de un periodista.
El catastrofismo de la información ambiental tiene su equivalente en el sensacionalismo o el amarillismo del resto de la actualidad. Digámoslo de otra manera: el periodismo ambiental también gusta de las malas noticias. Son las que más venden, las preferidas por un público hipócrita que luego se lamenta para lavar su mala conciencia.
El catastrofismo reincidente del periodismo ambiental se explica también como respuesta a su propia situación marginal en los medios se comunicación. Si la noticia ambiental no se convierte en grito de alarma, difícilmente encontrará su hueco.
La información ambiental de estos últimos años no ha estado esencialmente mediatizada por intereses o presiones de organismos, empresas o particulares, debido quizás a la creencia de que su impacto social es más bien escaso.
En contra de los tópicos al uso la ecología no es nada popular. Por un lado, la gente parece reacia al inevitable sistema de austeridad que supondría la asunción seria de un desarrollo más ecológico. Por otro, existe un temor a lo desconocido (¿a dónde nos lleva el ecologismo?) y también un rechazo visceral al discurso del miedo, un pánico irrefrenable a la amenaza apocalíptica.
Esconder la cabeza bajo tierra es una salida comprensible cuando se intuye que la tarea puede sobrepasar nuestros límites y nuestros intereses inmediatos.
Esta circunstancia me hizo evolucionar hacia posturas más constructivas y lúdicas, acercándome a los problemas de la naturaleza no solo desde la perspectiva apocalíptica sino destacando también los aspectos gozosos y estéticos.
El periodismo ambiental es un territorio vastísimo, un cajón de sastre desordenado e inabarcable en el que caben demasiadas cosas que convendría ir demarcando para su mejor comprensión.
“Periodismo Ambiental en España” (1995)
Joaquín Fernández Sánchez.
Periodista especializado en temas de medio ambiente.
EL PRESENTE: LOGROS Y CARENCIAS
A finales de 1994 se funda APIA (Asociación de Periodistas de Información Ambiental) En 1999 más de un centenar de periodistas de radio, televisión, diarios, agencias, gabinetes de comunicación de toda España participan en dicho proyecto.
La información ambiental se ha asentado en los medios, (especialmente a partir de la cumbre de Río, 1992) contribuyendo a crear una creciente conciencia social sobre la necesidad de cuidar nuestro planeta.
No obstante, es un hecho que las empresas informativas siguen considerando las cuestiones ambientales como una información de segunda categoría y que siempre y cuando no se produzca una tragedia, reservan un espacio mínimo en los medios para estas cuestiones (En los últimos años se ha producido un descenso considerable de la información ambiental)
Por otro lado, los programas de comunicación ambiental adolecen de graves deficiencias e importantes rémoras en su concepción y en su desarrollo, que impiden un impacto social más extendido y consistente.
EL CATASTROFISMO sigue estando presente de forma significativa en el tratamiento de los problemas ambientales.
El temor y la angustia ante conflictos irremediables y de difícil, sino imposible, solución, no son elementos favorecedores de la participación ambiental.
El catastrofismo sin alternativas facilita la desmovilización de la audiencia.
Quizás lo más preocupante en el tratamiento de la información ambiental sea la atención desmesurada a los sucesos y el olvido sistemático de los procesos. Dicho de otra manera: es frecuente una clara tendencia a LA SUPERFICIALIDAD a la hora de tratar informaciones de tipo ambiental, reduciéndolas, a veces, a meras anécdotas.
Este tipo de información superficial, si bien puede impactar en el receptor, no favorece en él la formación de actitudes positivas hacia el medio ambiente, no lo implica en los problemas ambientales y, por consiguiente, no le motiva para que participe activamente en su resolución.
La reiteración automática de campañas centradas en días emblemáticos o singulares, los discursos puramente estéticos y descaradamente antropocéntricos, así como las campañas basadas únicamente en despertar la afectividad hacia un animal, entran dentro de la categoría de TÓPICOS.
La tendencia a tratar aspectos muy generales de los problemas ambientales, o cuestiones que se desarrollan lejos del entorno próximo del receptor, dificultan que este identifique como “medio ambiente” todo aquello que le rodea de forma cotidiana.
EL TECNICISMO es otro problema con el que nos encontramos con demasiada frecuencia. Dar por sentado que la gran mayoría de la población entiende conceptos como biodiversidad o desarrollo sostenible, es un grave error de comunicación.
LA FALTA DE REALISMO es otro error de muchas intervenciones comunicativas que piden a la población una actuación de la que no es responsable, o para la que no dispone de la infraestructura necesaria.
Con demasiada frecuencia las acciones comunicativas se diseñan con CARÁCTER UNIDIRECCIONAL, sin tener en cuenta a los actores de referencia de las mismas, con una perspectiva poco participativa y sin permitir un intercambio de informaciones y argumentos y un diálogo abierto entre emisores y receptores de la comunicación.
MANIPULACIÓN/PROPAGANDA/PUBLICIDAD... Hay que tener en cuenta que los problemas ambientales son deudores, en su práctica totalidad, de unos modelos de desarrollo económico poco respetuoso con la conservación de los recursos naturales y, lógicamente, de las corrientes políticas y económicas que los propician. Por tanto, estos poderes fácticos de la degradación ambiental (que también lo son, en algunos casos, de los medios de comunicación) pueden enturbiarnos la visión de la realidad a través de la presencia que sus tesis obtienen en algunos mass media.
Debemos tener en cuenta que si la característica de la mundualización de los mercados es la concentración del poder, el sistema de información tiene las mismas características.
No es por casualidad que muchos de los mensajes cotidianos que recibimos van en contra de los valores que promueve la educación ambiental ( solidaridad, equidad, participación, actitud crítica ) La máquina del consumo funciona sin parar. Día y noche devora recursos que transforma en “bienes de consumo”. Para engrasar los engranajes utiliza la publicidad con sus mensajes. La gran máquina también incorpora el mensaje “verde”.
Otra de las claves de la información ambiental es el origen de la información, LAS FUENTES DE LA NOTICIA AMBIENTAL.
Conviene no olvidar que, en muchos casos, la información ambiental se estructura en torno a un conflicto, que en no pocas ocasiones trata de hurtarse al conocimiento público.
La productividad es un valor a tener en cuenta. Las fuentes son valiosas si concentran una gran densidad de información y salvan tiempo y esfuerzo a los periodistas.
Si hablamos de medio ambiente, el primer sitio al que suelen acudir son las asociaciones ecologistas, o son ellas las que acuden a los periodistas.
El segundo escenario al que suelen acudir en busca de información es el de la administración. Gran parte de las fuentes de información que manejan los periodistas proceden de gabinetes de prensa y, en gran parte de los casos, se reproducen tal cual, sin contrastarlas ni complementarlas con otros matices.
La fuente ideal dentro de la administración son sus técnicos, pero desgraciadamente estos suelen estar sometidos a la férrea disciplina comunicativa del organismo en cuestión.
El mundo científico está poco comprometido con la divulgación. Este comportamiento es particularmente grave en el caso de la universidad.
ES EVIDENTE QUE EL TRATAMIENTO DE LAS CUESTIONES AMBIENTALES EN LOS MEDIOS ES INSUFICIENTE Y PRESENTA DEFICIENCIAS IMPORTANTES
En lo que se refiere a LA PRENSA, hay que señalar que ningún periódico de ámbito estatal mantiene una sección específica y permanente de información ambiental.
La experiencia de “Crónica en Verde”, sección semanal dedicada a analizar cuestiones ambientales en la edición andaluza de El País, es de especial interés como ejemplo de un tratamiento correcto de las cuestiones ambientales en la prensa.
Respecto a LA TELEVISIÓN, hay que señalar la importancia de los modelos y pautas que se difunden en la mayoría de programas y series, dado que los mecanismos psicológicos de identificación desempeñan un papel básico en la adopción de actitudes y comportamientos considerados como deseables por la sociedad. En este particular, el diagnóstico es preocupante y desalentador.
Señalar también la experiencia de “Espacio Protegido”, informativo semanal de medio ambiente que emite Canal 2 Andalucía, con una duración de media hora, y en la franja de máxima audiencia (martes, 9 de la noche), como ejemplo de un tratamiento correcto de las cuestiones ambientales en la televisión.
En cuanto a LA RADIO, existen algunos programas de periodicidad semanal, siendo muy raros los diarios. Estos programas realizan dos tareas básicas: de información sobre los problemas ambientales y de fomento de la participación a través de secciones en las que los ciudadanos expresan sus opiniones, inquietudes y propuestas, sobre todo en los canales de ámbito regional.
LAS REVISTAS especializadas en educación y comunicación ambiental son un medio fundamental de reflexión conjunta e intercambio para el colectivo de los educadores ambientales.
INTERNET se usa poco en el campo de la educación ambiental y, mayoritariamente, en forma de “escaparate” de programas educativos ofrecidos a grupos escolares. Punto y aparte merece el tema de las revistas y boletines. Quizás sea este el campo más desarrollado.
EL TEATRO también se está utilizando como instrumento de comunicación ambiental. El montaje “Gaia” de FUNGESMA, la compañía Sol y Tierra, y la unidad didáctica “El mensaje de los indios” de Teatro Intrépido, son algunos ejemplos de ello.
PENSANDO EN EL FUTURO: RETOS Y OPORTUNIDADES
Cara al futuro habría que plantearse no caer en ALGUNOS ERRORES FRECUENTES en los que, según Frits Hesselink, incurre la comunicación sobre la conservación de la Naturaleza.
A menudo los conservacionistas comunican de tal manera que no inciden sobre el auténtico problema de comunicación planteado. Saltan a los medios sin una adecuada definición del problema o sin identificar el tipo de gente a la que deberían comunicar. Y sin comprender qué papel puede jugar la comunicación en la situación planteada.
Debemos darnos cuenta de que, para un tema dado –incluyendo la naturaleza- habrá siempre más gente sin interés en el tema que gente interesada.
Para reducir el riesgo de no llegar a nuestros destinatarios y para ser realmente eficaces deberíamos verlos como agentes clave para el cambio y tratarlos de esa forma en nuestra comunicación.
Debemos comprender que la gente necesita obtener beneficios, sociales, económicos o de otro tipo, del cambio de comportamiento.
Relacionado con el error de formular un objetivo demasiado ambicioso, está el hecho de que a menudo no nos damos cuenta, de que un objetivo es un objetivo sólo si contiene un resultado.
A la hora de fijar objetivos –en el caso de que existan barreras internas o externas para el cambio de comportamiento- debemos darnos cuenta de que no es realista pensar que la mera comunicación puede funcionar.
Muy a menudo estamos emprendiendo ejercicios de comunicación sin establecer marcos temporales realistas.
El presupuesto de una campaña de comunicación debe ser realista. La gente se irritará si las cosas se abandonan a medias.
A la hora de definir los objetivos de comunicación, es muy importante formular indicadores apropiados para la evaluación.
De la educación solo podemos esperar gente mejor preparada para tomar decisiones. No podemos esperar de la educación (a menos que sea adoctrinamiento) que la gente tomará las decisiones (que para nosotros son) adecuadas. Las personas toman decisiones después de sopesar los costes y beneficios que tienen para ellas.
Qué herramienta de comunicación resulta apropiada, es algo que puede variar enormemente de una situación a otra. De hecho, a menudo olvidamos que la herramienta más poderosa es la comunicación cara a cara.
Antes de proporcionar simplemente información, deberíamos darnos cuenta de que “lo que decimos no es necesariamente escuchado; lo que se escucha no es necesariamente comprendido y lo que se comprende no es necesariamente traducido en acciones y lo que se hace no es necesariamente repetido.”
Frits Hesselink
Una de las grandes apuestas de futuro en relación con el tratamiento de las cuestiones ambientales en los medios, es la de tratar de eliminar las “secciones estancas” dedicadas específicamente a los temas ambientales, e incorporar este tipo de contenidos a todos los órdenes informativos. Es decir, dejar que todas las secciones se impregnen de este tipo de discurso y hacerse un hueco en ellas cuando las características de la noticia así lo precisen. Se evita de esta manera la consideración de la información ambiental como materia reservada a hincados o un simple “recreo” informativo. Lógicamente, ello no impide la existencia de apartados dedicados exclusivamente a tratar estaos temas, pero no como noticia, en sentido estricto, sino para analizar en profundidad cuestiones, más o menos atemporales, que así lo requieren.
Para ello habrá que superar la falta de sensibilidad de los directivos de los medios hacia la problemática ambiental.
También es importante considerar que en los medios de comunicación sobran problemas y faltan explicaciones y, sobre todo, soluciones. Soluciones en las que se sugieran y provoquen vías de participación pública. Abundan los “callejones sin salida” y se echan en falta las “puertas” por donde es posible escapar al “desastre”.
Mostrar en los medios la contribución de personas y colectivos que ponen en marcha experiencias alternativas, que crean ámbitos de reflexión, contraste y acción; que trabajan por cerrar, desde su vida cotidiana, la brecha abierta entre nosotros y el resto de la naturaleza, es una estrategia necesaria, ya que resulta sumamente difícil convencer a alguien, en particular a los jóvenes, de la bondad y necesidad de los cambios que plantea la educación ambiental, cuando escasean modelos y referencias en la realidad cercana.
LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN DE MASAS tienen una importancia fundamental en la formación de la opinión pública y como vehículo, en muchos casos, de las relaciones que configuran la sociosfera, tanto desde el punto de vista de la perpetuación de mensajes y valores adquiridos, como en el de los procesos de cambio de las sociedades.
La imagen de la tierra en movimiento, nuestro planeta azul visto desde el espacio... Esta imagen era imposible hace tan solo unas décadas. Ahora sabemos y sobre todo VEMOS, que la Tierra es inmensa y azul, pero a la vez vulnerable y solitaria. LA TELEVISIÓN ha permitido que esta imagen se haya convertido en patrimonio intelectual de la humanidad.
En los últimos años los medios de comunicación audiovisuales, y concretamente la televisión, han experimentado un auge espectacular; igualmente el número de horas que cualquier espectador pasa ante la televisión se ha incrementado en gran medida. Además, es bien conocida la capacidad que presentan dichos medios a la hora de formar la opinión de la audiencia.
En los medios audiovisuales priman más los temas que afectan a las emociones de la gente, los temas que afectan a situaciones de cada día, básicamente porque la televisión, sobre todo, además de información, o quizá por encima de la información, son emociones.
El poder de la televisión para transmitir lemas y consignas y remover las conciencias es muy grande, pero la actitud de la mayoría de los telespectadores es lúdica; cuando se sienta delante del televisor no va a clase. La televisión interesa a todo el mundo, pero llega con especial eficacia sobre todo a personas de nivel cultural medio bajo, lo que significa la mayoría de la población mundial.
El mundo que actualmente se desarrolla vive en y por la imagen.
Una buena parte de los conocimientos de las nuevas generaciones no provienen de la realidad, sino de lo contemplado en la pequeña pantalla.
Vivimos permanentemente entre dos mundos. Vivimos, desde hace mucho tiempo, un mundo real y el mundo de la imagen.
La existencia real y palpable de la virtualidad influye en nosotros. Nosotros vemos la televisión, que es algo virtual, y eso nos influye. La existencia de la virtualidad permite, además, la aniquilación impune de la realidad.
Nos están vendiendo, con demasiada frecuencia, un planeta virtual, un planeta en el que todo es controlado por el hombre. Es decir, que así como en el planeta real el hombre es una parte y la naturaleza manda y nosotros no podemos controlar, del todo, la naturaleza; en el virtual, sí.
Nos están diciendo que estamos destruyendo la Tierra pero que no importa, porque estamos entrando en un nuevo espacio, en el espacio virtual, un lugar en el que, al fin, todo será y estará controlado por los hombres.
Estamos escindidos, tenemos que aprender a vivir escindidos entre lo real y lo virtual. Aprender a vivir escindidos y a no confundir lo uno con lo otro.
LA PRESENCIA DE LO AMBIENTAL EN LA PROGRAMACIÓN DE LA TELEVISIÓN ESPAÑOLA está tratada, en general, desde un punto de vista puramente informativo, o desde un punto de vista más divulgativo y cercano a lo didáctico.
En los INFORMATIVOS GENERALES, existe una primera valoración del interés de la noticia, atendiendo a un orden de prioridad que prima el valor de la catástrofe por encima de aquellos valores positivos de conservación.
Un ejemplo significativo de cómo se desaprovecha la oportunidad educativa de los informativos, es el de los espacios dedicados al tiempo.
Se han hecho intentos por incorporar, dentro de algunos espacios informativos, suplementos dedicados al medio ambiente, en forma de microespacios, con contenidos muy variados.
Una forma de salvar las limitaciones de tiempo de los informativos es a través de SUPLEMENTOS MONOGRÁFICOS (como “Línea 900”)
Además existen MAGAZINES informativos que han planteado una especialización en contenidos medioambientales (como “Jara y Sedal” y, más específicamente, “El escarabajo Verde”)
Las CAMPAÑAS PUBLICITARIAS han servido también para conseguir que la población mejore, al menos puntualmente, determinados hábitos y conductas relacionadas con el medio ambiente.
Diferentes productoras han alcanzado gran prestigio por la calidad de su producción de DOCUMENTALES sobre naturaleza y medio ambiente (como “Grandes Documentales”)
El medio ambiente se ha tratado repetidas veces dentro de los contenidos de los PROGRAMAS EDUCATIVOS que se han venido produciendo, tanto en las cadenas nacionales como autonómicas (como “La aventura del Saber” de TV2)
“Ponte Verde” fue un programa de Telemadrid que formó parte de una campaña educativa denominada Hábitat, destinada fundamentalmente a los escolares de la Comunidad de Madrid.
Existen otros géneros de programas que tienen una relación más o menos directa con el medio ambiente y la naturaleza. En este sentido habría que citar los programas BASADOS EN LA AVENTURA HUMANA como “Al filo de lo imposible” o “La Ruta de los Exploradores”, así como los DE CARÁCTER ETNOGRÁFICO, como “Otros pueblos” y “El País en la Mochila”.
Al margen del tipo de programa en que se encuentre, UN BUÉN COMUNICADOR puede ser de gran valor a la hora de transmitir valores y hábitos saludables. Los comentarios de Carlos Arguiñano sobre el consumo de alimentos de “calidad”, la selección de residuos en origen, etc., llegan, con eficacia, a un gran número de personas.
LAS SERIES y los culebrones, dado los mecanismos psicológicos de identificación que generan, podrían ser de gran importancia a la hora de difundir modelos y pautas medioambientalmente saludables.
También merece la pena señalar algunos títulos de PELÍCULAS que desarrollan, como base argumental, contenidos y conflictos estrechamente relacionados con el medio ambiente: “Dersu Uzala”, “La Selva Esmeralda”, “Bailando con Lobos” o “El Último Paraíso” son solo algunos ejemplos.
Un primer diagnóstico de la producción televisiva sobre medio ambiente nos lleva a las siguientes consideraciones:
- Los tratamientos sobre contenidos medioambientales en televisión resultan irregulares y su presencia en las parrillas de programación puede ser considerada como dispersa y fragmentaria. Un primer objetivo de programación llevaría a dar una presencia más adecuada de este tipo de programas, desde una visión más totalizadora y global.
- En buena parte, los espacios relacionados con el medio ambiente tienden a primar el espectáculo de la naturaleza. Sería positivo abordar el medio ambiente desde planteamientos más cercanos y cotidianos.
- La presencia de lo ambiental en las televisiones parece estar sujeta a modas coyunturales. Frente a este peligro evidente, resulta conveniente planificar, con tiempo, un orden de prioridad que pueda ayudar a programar estrategias que afecten a los contenidos y al tratamiento de los diferentes formatos de programas.
- Uno de los principales problemas en la creación de políticas de programación sobre contenidos ambientales afecta a la falta de coordinación entre instituciones y televisiones. Sería conveniente tender a una mayor coordinación entre las propias televisiones y los organismos públicos, asociaciones y colectivos dedicados a la conservación de la naturaleza.
- Así mismo, resulta urgente conseguir una coordinación eficaz entre expertos en diseño educativo y profesionales de televisión con el fin de subsanar el tradicional distanciamiento y falta de colaboración entre ambos grupos de profesionales.
LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y LA PARTICIPACIÓN AMBIENTAL
La participación ambiental es un proceso que posibilita la implicación directa en el conocimiento, valoración, prevención y mejora de los problemas ambientales.
Para hacer real la participación, es necesario desarrollar y mejorar los cauces ya existentes, así como crear otros nuevos que faciliten a la ciudadanía su colaboración y le demuestren la utilidad y relevancia de su esfuerzo.
El libre acceso a la información ambiental, además de un derecho básico, es uno de los pilares básicos para la construcción de las sociedades ambientales comprometidas.
No se trata solo de un derecho evidente de todas las personas a conocer la situación del medio en el que se desenvuelve (calidad del aire que respiran, agua y alimentos que ingieren, paisaje que disfrutan, etc.), sino que al mismo tiempo, el acceso a la información ambiental propicia una mayor concienciación respecto de la responsabilidad que todas las personas comparten en la protección del medio ambiente, y permite que todos puedan participar e intervenir en su mejora. La información hace posible la participación y también la asunción de la responsabilidad de mantener un medio ambiente sano. Así por una parte la libertad de acceso a la información ambiental se constituye en un derecho básico que comienza a ser ampliamente reconocido como un elemento de la democracia participativa y a su vez como una herramienta de vital importancia para la protección ambiental.
La información ambiental es insustituible para asegurar la participación pública en el proceso de toma de decisiones.
La participación es un proceso.
¿Cómo incentivar este proceso?, ¿cómo motivar la participación?
La participación se verá estimulada o desmotivada según las expectativas que la persona tenga en relación a la posibilidad de alcanzar o no los objetivos que con ella se propone.
En la mayoría de los planteamientos teóricos actuales sobre elaboración de programas de intervención ambiental, se enfatiza la necesidad de conceder un papel activo a los potenciales receptores-afectados por el programa, no solo en la resolución, sino también en la detección y planteamiento de problemas.
Sentir un lugar, una colectividad, un entorno, como propio facilita la involucración y la responsabilización de su gestión, así como el desarrollo de comportamientos respetuosos y sostenibles. A su vez, la acción sobre un lugar, una colectividad, un entorno, facilita el desarrollo del sentimiento de apego o de apropiación.
El sentido de la participación en la educación ambiental va en esta dirección.
Los medios de comunicación pueden facilitar que la población sienta un lugar, una colectividad, un entorno, como propio.
También pueden ayudar a que la población desempeñe un papel activo en la detección, planteamiento y resolución de problemas ambientales.
Así mismo pueden potenciar las expectativas de la población, en relación con la posibilidad de alcanzar los objetivos de la participación ambiental.
Los medios de comunicación pueden ser un instrumento muy eficaz a la hora de incentivar (o desmotivar) los procesos de participación ambiental.
CONCLUSIONES
El objetivo último de la educación ambiental es la mejora de la calidad de vida.
El reto de la educación ambiental es promover una nueva relación de la sociedad humana con su entorno, a fin de procurar a las generaciones actuales y futuras un desarrollo sostenible, que pueda garantizar la conservación del soporte físico y biológico sobre el que se sustenta.
La educación ambiental debe alcanzar a todos los sectores de la población, en tanto que destinatarios y, a la vez, agentes educadores.
Dada la extraordinaria implantación y capacidad de influencia masiva de los medios de comunicación social, es de un enorme interés el análisis de sus potencialidades educativas y, sobre todo, un mejor aprovechamiento de las mismas.
El tratamiento de las cuestiones ambientales en los medios de comunicación es insuficiente y, en general, presenta deficiencias importantes.
Los medios de comunicación deberían hacer una revisión del tratamiento que dan a la información ambiental.
En el caso de los medios públicos, es exigible un aumento en cantidad y en calidad de los programas específicos de contenido ambiental, tanto informativos como más explícitamente educativos. Así mismo, es necesario un esfuerzo para que los valores pro ambientales impregnen la programación general.
En relación con los medios públicos hay que recordar que la mayoría de las competencias medioambientales están transferidas a las comunidades autónomas.
El gran reto compartido de expertos, comunicadores, educadores, actores sociales y gestores debe concretarse en trabajar conjuntamente en una perspectiva renovada de la comunicación ambiental y en resaltar su potencialidad en la consecución de una sociedad pro ambiental y sostenible.
Las administraciones públicas, en especial las administraciones autonómicas, deberían proceder, lo antes posible, a la formación y puesta en marcha de equipos de trabajo multidisciplinares, integrados por técnicos cualificados de las diferentes especialidades implicadas en el diseño de campañas de información y de educación ambiental en los medios de comunicación de masas.
Estos equipos de trabajo, con objetivos a medio y a largo plazo, deberían disponer de presupuestos apropiados y capacidad de decisión, para la creación, producción y emisión de programas en los medios de comunicación públicos.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
“30 reflexiones sobre Educación Ambiental”. CENEAM (1993-1999)
Actas del II Congreso Andaluz de Educación Ambiental (1994)
“Periodismo Ambiental en España”. Joaquín Fernández S. (1995)
Actas del I Congreso Nacional de Periodismo Ambiental (1995)
“Educación Ambiental y Televisión”. Documento coordinado por el CENEAM a instancias del Ministerio de Educación y Ciencia (1996)
Actas del II Congreso Nacional de Periodismo Ambiental (1997)
III Jornadas de Educación Ambiental. Pamplona (1998)
“Educación Ambiental y Participación”. Enric Pol (1998)
nº 5 de la revista CICLOS. “Comunicación Ambiental” (1999)
nº 9 de la revista AULA VERDE. “El papel de los medios de comunicación en la Educación Ambiental” (1999)
III Congreso Nacional de Periodismo Ambiental (1999)
Libro Blanco de la Educación Ambiental en España (1999)
AUTORES CITADOS (en gran parte transcritos literalmente)
Ana M. Calvo
Arturo Larena
Enric Pol
Fe Sanchis Moreno
Fernando Quirós
Francisco Heras
Frits Hesselink
Jaime Sureda
Joaquín Fernández Sánchez
José María Montero Sandoval
Josefina Maestre
Juan Ramón Lucas
Margarita Rivière
María del Mar Asunción
María Sintes
Nicolás M. Sosa
Rafael Jaén
Ricardo de Castro
ANEXO
(PROPUESTA)
Teniendo en cuenta que el objetivo último de la educación ambiental es la mejora de la calidad de vida.
Y teniendo en cuenta así mismo los argumentos del Libro Blanco de la Educación Ambiental en España, en el sentido de que:
- “... uno de los obstáculos más importantes para el mantenimiento o la mejora de la calidad de vida es el deterioro de los sistemas vitales, de los que depende la existencia de la especie humana en el planeta.”
- “No es que la educación pueda resolver por sí misma los problemas ambientales, pero es imprescindible para alcanzar el objetivo último: la mejora de la calidad de vida.”
(1-Introducción)
- “El reto de la educación ambiental es, por tanto, promover una nueva relación de la sociedad humana con su entorno, a fin de procurar a las generaciones actuales y futuras un desarrollo personal y colectivo más justo, equitativo y sostenible, que pueda garantizar la conservación del soporte físico y biológico sobre el que se sustenta.”
(2-Marco General)
- “La educación ambiental debe alcanzar a todos los sectores de la población, en tanto que destinatarios y, a la vez, agentes educadores.”
(3-Principios Básicos)
- “Los medios de comunicación social tradicionales (prensa, radio y televisión) han desempeñado un papel muy importante no solo en la aproximación del gran público a la información ambiental, sino también en la creación de una cierta conciencia colectiva sobre estos temas. Dada su extraordinaria implantación y su capacidad de influencia masiva, es de un enorme interés el análisis de sus potencialidades educativas y, sobre todo, un mejor aprovechamiento de las misma.”
- “... es primordial la colaboración estrecha entre educadores y gestores ambientales y profesionales de la comunicación, del diseño y del marketing en la creación de programas y campañas.”
(5.1-Instrumentos)
- “... los medios de comunicación han tenido una gran influencia en la extensión de la conciencia ambiental, algo comprensible si se tiene en cuenta que llegan a amplios sectores de la población para los que constituyen prácticamente la única fuente de información. A pesar de esta realidad, el tratamiento de las cuestiones ambientales en los medios es todavía insuficiente y, en general, presenta deficiencias importantes.”
- “Los medios de comunicación privados deberían hacer una revisión del tratamiento que dan a la información ambiental, dándole un espacio adecuado y mejorando la calidad de los contenidos. En cuanto a los medios públicos, es obligada la atención a los temas ambientales, a través de una información veraz, contrastada y relevante que responda a la función social que están llamados a desempeñar. En este caso, es exigible un aumento en cantidad y calidad de los programas específicos de contenido ambiental, tanto informativos como más explícitamente educativos, y realizados con medios técnicos y humanos propios. Asimismo, es necesario un esfuerzo para que los valores pro-ambientales impregnen la programación general.”
- “Recomendación 1.5. Crear espacios fijos y estables especializados en temática ambiental en los medios de comunicación. En los medios públicos, esta recomendación debe entenderse como exigencia, dado que la información ambiental es una necesidad y un derecho social.”
- “Recomendación 1.6. Fomentar la participación de expertos en educación ambiental, la creación de secciones y la realización de programas específicos de sensibilización ambiental en los medios.”
(6.5-Marcos de Acción)
Solicitamos a las administraciones públicas, que, a la mayor brevedad posible, procedan a la creación y puesta en marcha de equipos de trabajo multidisciplinares, integrados por técnicos cualificados de las diferentes especialidades implicadas en el diseño de programas y campañas de información y de educación ambiental en los medios de comunicación social.
Estos equipos de trabajo, con objetivos a medio y a largo plazo, deben disponer de presupuestos apropiados y capacidad de decisión, para la creación, producción y emisión de programas en los medios de comunicación públicos.
Pedro Eizaguirre Massé
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