07 octubre 2007

Don Mariano

Por José Alberto Medina Molero

"Civilizarse es necesitar y exigirse más,
no resignarse a lo que descuidadamente nos arroja la vida”
.
Mariano Picón Salas


De la esencia de los hombres necesarios, imprescindibles en una nación, fue Don Mariano Picón Salas (Mérida 1901- Caracas 1965). Así, con tratamiento respetuoso, incluso al escribirlo.

Perteneció Don Mariano, a esa estirpe de pensadores que, mucho bien hizo a la naciente Venezuela de mediados de los treinta, la que de acuerdo a sus propias palabras, se asomaba al Siglo XX con la aurora del año 1936. Su refinada inteligencia produjo muchas obras, las que realizó a lo largo de su discurrir como novelista, cuentista, Director de Revistas Culturales, Historiador y sobre todo ensayista. De igual forma, Don Mariano Picón Salas, no sólo se quedó en la palabra escrita, teorizando, sino que participó activamente en el devenir político en Venezuela, prestando su valioso intelecto para la fundación del partido Acción Democrática.

Es a través del ensayo, esa ardua manera de desgranar los temas que importan y son trascendentes (y que van sin destino cierto pero con una carga sagrada de intencionalidad), que Don Mariano aportó más a su país. Al decir de ese egregio compatriota: “La fórmula del ensayo- ¡qué sencillo parece apuntarlo! -sería la de toda la literatura: tener algo que decir; decirlo de modo que agite la conciencia y despierte la emoción de los hombres, y en lengua tan personal y propia, que ella se bautice así misma”. Con esa intención y lenguaje propios de su sabiduría, logró Don Mariano ir diseccionando, paso a paso, la mayoría de nuestras falencias como pueblo, pero también las oportunidades de redención (para que fuese una verdadera obra en positivo) que teníamos como nación. Cuando se leen sus escritos, muchos de ellos resumidos en su libro póstumo “Suma de Venezuela“, asistimos a esa penetrante visión de problemas y alternativas, de trances y desencuentros, de la radiografía de ese país que nos recordaba a cada paso como un “cuero seco que se pisa por un lado y se levanta por el otro”.

Entre sus principales libros cabe la pena mencionar: “Viaje al Amanecer” (1943), “Comprensión de Venezuela" (1949), “Crisis, cambio y tradición” (1955) y “Regreso de tres mundos: un hombre en su generación" (1959) y “Suma de Venezuela”, del que se cumplen cuarenta años de publicado. Lamentablemente, somos un pueblo que no lee, y menos a sus grandes pensadores. Esta es una grave desventaja, cuando se trata de evaluar realidades y orientarse con un buen baqueano. No terminamos de responder la pregunta del capítulo inicial de la Obra cumbre de Gallegos: “¿Con quién vamos”? Hombres como Don Mariano, (que por desgracia no abundan en nuestro azaroso presente) son necesarios para hacer patria, en su real sentido de progreso, libertad, respeto y confraternidad. Hombres, para hacer realidad lo que preconizaba Don Mariano cuando apuntaba: “…y todo el tiempo que los venezolanos dedicamos a lamentarnos, a ser los Narcisos del propio dolor, bien vale la pena señalar y alentar esta hora de estímulo”.

Hay que procurar su lectura, por parte de las nuevas generaciones de venezolanos. Que lean esas páginas escritas con tanta pasión e inteligencia. Falta que les emocione y agite su conciencia, para así emprender la obra que se amerita realizar. A nada más y a nada menos aspiraba ese gran venezolano que fue Don Mariano Picón Salas.

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