El primer actor

Por Valentín Arenas Amigó

“El votar no y la no participación en el referendo están indisolublemente unidos como decisión política de rechazo a la reforma constitucional, y tienen idénticas consecuencias en Derecho Constituyente”.
José Amando Mejía Betancourt. Doctor en Derecho de la Universidad de París.

Como ha dejado a Venezuela sin democracia, a los ciudadanos los amenaza por querer ejercer sus derechos y ahora se dispone a presidir las exequias de la República de Venezuela, parece que valdría la pena hacer una caricatura de esta personita. Estamos frente a un ciudadano que después de intentar un sangriento golpe de estado se coló en la Presidencia y no precisamente por sus méritos sino por la actitud de una clase política en decadencia de escasa visión.

Desde que se instaló en el cargo convirtió a Venezuela en un gran circo del cual él es su Director Gerente y para cuyo desempeño tiene cualidades excepcionales. La amenaza y la propaganda han sido sus dos instrumentos principales. Con el primero amedrenta a los ciudadanos y con la segunda les pinta todos los días pajaritos preñados. Después cancela las amenazas o preña nuevos pajaritos, cual mago de circo, pasando de un show a otro show con sorprendente naturalidad. Esto descontrola sin duda a ciertos políticos carentes de esas cualidades circenses. No saben como enfrentar a este extraño fenómeno. Lo mismo sucede con el público asistente, que son todos los ciudadanos que viven todo el tiempo entre las tragedias que los amenaza y las comedias que le crean esperanzas fallidas. Pero el gerente, en ambos casos, es siempre quien gana pues exhibir su figura y llamar la atención, no gobernar, es lo que sabe hacer y lo que hace. Ahora parece que se estrena también como cantante con C.D. y todo.

El Gerente en las tablas para tener repleto el teatro, bien se presente esa noche una tragedia o una comedia, necesita imperiosamente de la publicidad y por lo tanto contar con los medios de comunicación. Algunos son ya como de su propiedad, otros viven asustados o regulados y a los que quedan libres pretende acorralarlos para que en este circo que es toda Venezuela, se escuche una sola voz: LA SUYA. Patología ? Esto no es difícil de entender. Como no sabe gobernar, porque su preparación no le da para eso, necesita de la sobre exposición mediática como oxígeno para subsistir. Esto explica, por ejemplo, esas cadenas tan tediosas pues él está convencido de que es un “primer actor” y que por eso la gente lo aplaude y adora sin preguntarse nunca hasta cuando…o cuan cercano está ese “cuando” porque no hay encuestadora que se atreva a revelar el declive en la audiencia de sus cadenas. Sería bien interesante porque pondría al descubierto, mejor que una consulta, cuanta es la debilidad de este primer actor después de nueve años en las tablas.

Las comedias le sirven para hacer reír y esconder la destrucción del país que lleva a cabo tan irresponsablemente y con las tragedias intenta asustar al venezolano y de esta manera hacer emigrar el temor que ya siente ante la segura decisión de un pueblo que no está acostumbrado ni a que lo asusten ni a que se rían de él tampoco. Quien asusta es porque miedo tiene. Sería bien interesante también que un equipo de psiquiatras hiciera un diagnóstico científico de este ciudadano y que algún político lo rete en su propio campo mediático a ver si es realmente un valiente o tan solo un guapetón. Que lo rete para que de la cara y se defina ante un público que después de la competencia exigirá seguramente que le devuelvan las entradas pagadas con tanta ilusión.