Por Valentín Arenas Amigó
No hay duda alguna que si tuviéramos un árbitro imparcial esa sería la alternativa correcta. Pero cómo este árbitro ha dado señales bien claras de que no es imparcial, como lo demostró en el Firmazo y después en el Revocatorio, cuyo resultado fraudulento fue el responsable de la abstención del 80% al año siguiente en las elecciones para Diputados, es más que evidente que este sistema electoral y estos rectores están “descalificados” para dar a conocer la voluntad real del Soberano.
Siendo así, y no creemos que nadie lo dude, LA REESTRUCTURACIÓN TOTAL DEL SISTEMA ELECTORAL, es previa a cualquiera elección e implica la depuración del REP, la integración de un C.N.E. imparcial como el que reconoció la victoria del Teniente Coronel en 1998 y el voto manual pues para decir SI o NO el voto electrónico no es necesario y crea demasiada desconfianza. Para un referendo en bloque como se quiere imponer no es necesario… Esta reestructuración es PREVIA a cualquier Referéndum o elección y es por eso que la alternativa de votar o abstenerse es una trampa. Hay que picar adelante y exigir que se reestructure primero el sistema electoral para no hacer el papel de P como diría Uslar.
Pero ¿cómo saber si el pueblo quiere o no que se reestructure el sistema electoral? Hay que exigirlo masivamente en las calles. Que la Sociedad Democrática y los grupos políticos tomen, por una vez, la iniciativa y llamen al pueblo a la calle para que le diga SI a la reestructuración previa del C.N.E. Este es el tema. Esta es la consulta. Este es el pre-referendo. Después vendrá el aprobar o no aprobar una nueva Constitución o cualquier otra cosa. Si el régimen accede a reestructurar el sistema electoral, entonces dará una señal de que la voluntad del Soberano será respetada en el Referéndum propuesto, sí, por el contrario, el régimen se negara a reestructurarlo, le estaría confirmando a Venezuela y al mundo entero que ya no tiene la mayoría. Que necesita el fraude.
El colocar en la agenda de consultas la reestructuración del C.N.E. como “punto previo” tiene otra ventaja adicional que no es menos importante. Esta ventaja consiste en que la negativa del Régimen a reestructurar el sistema electoral para que la confianza regrese al ciudadano y aumente la concurrencia a esta o cualquier otra consulta creará, automáticamente, la matriz de opinión de que perdió la mayoría del país y no puede exponerse a que esto se confirme por vía electoral porque equivaldría a reconocer su ilegitimidad en el desempeño del cargo. De esta manera cuando el C.N.E. de su resultado fraudulento en Diciembre llegará tarde porque el venezolano, en la calle, ya expresó su voluntad Soberana. Y fuera de Venezuela se sabrá también la verdad.
Por eso hay que poner la agenda y “picar adelante”, para que esta vez el T.C. llegue tarde. Los venezolanos tenemos con qué. ¿Qué dicen los grupos políticos? ¿Son capaces de unirse y movilizarse para convocar al Soberano a las calles?
¡Piquemos adelante!!
No hay duda alguna que si tuviéramos un árbitro imparcial esa sería la alternativa correcta. Pero cómo este árbitro ha dado señales bien claras de que no es imparcial, como lo demostró en el Firmazo y después en el Revocatorio, cuyo resultado fraudulento fue el responsable de la abstención del 80% al año siguiente en las elecciones para Diputados, es más que evidente que este sistema electoral y estos rectores están “descalificados” para dar a conocer la voluntad real del Soberano.
Siendo así, y no creemos que nadie lo dude, LA REESTRUCTURACIÓN TOTAL DEL SISTEMA ELECTORAL, es previa a cualquiera elección e implica la depuración del REP, la integración de un C.N.E. imparcial como el que reconoció la victoria del Teniente Coronel en 1998 y el voto manual pues para decir SI o NO el voto electrónico no es necesario y crea demasiada desconfianza. Para un referendo en bloque como se quiere imponer no es necesario… Esta reestructuración es PREVIA a cualquier Referéndum o elección y es por eso que la alternativa de votar o abstenerse es una trampa. Hay que picar adelante y exigir que se reestructure primero el sistema electoral para no hacer el papel de P como diría Uslar.
Pero ¿cómo saber si el pueblo quiere o no que se reestructure el sistema electoral? Hay que exigirlo masivamente en las calles. Que la Sociedad Democrática y los grupos políticos tomen, por una vez, la iniciativa y llamen al pueblo a la calle para que le diga SI a la reestructuración previa del C.N.E. Este es el tema. Esta es la consulta. Este es el pre-referendo. Después vendrá el aprobar o no aprobar una nueva Constitución o cualquier otra cosa. Si el régimen accede a reestructurar el sistema electoral, entonces dará una señal de que la voluntad del Soberano será respetada en el Referéndum propuesto, sí, por el contrario, el régimen se negara a reestructurarlo, le estaría confirmando a Venezuela y al mundo entero que ya no tiene la mayoría. Que necesita el fraude.
El colocar en la agenda de consultas la reestructuración del C.N.E. como “punto previo” tiene otra ventaja adicional que no es menos importante. Esta ventaja consiste en que la negativa del Régimen a reestructurar el sistema electoral para que la confianza regrese al ciudadano y aumente la concurrencia a esta o cualquier otra consulta creará, automáticamente, la matriz de opinión de que perdió la mayoría del país y no puede exponerse a que esto se confirme por vía electoral porque equivaldría a reconocer su ilegitimidad en el desempeño del cargo. De esta manera cuando el C.N.E. de su resultado fraudulento en Diciembre llegará tarde porque el venezolano, en la calle, ya expresó su voluntad Soberana. Y fuera de Venezuela se sabrá también la verdad.
Por eso hay que poner la agenda y “picar adelante”, para que esta vez el T.C. llegue tarde. Los venezolanos tenemos con qué. ¿Qué dicen los grupos políticos? ¿Son capaces de unirse y movilizarse para convocar al Soberano a las calles?
¡Piquemos adelante!!
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