06 septiembre 2007

La rebelión de la provincia o la revolución de la inteligencia

Por Teódulo López Meléndez

¿Cómo hacer para subsanar los años de incuria o de lejanía de la política? Este es el quid de la cuestión que algunos corresponsales del correo electrónico en el interior me plantean. La respuesta es manifestarse dispuestos, hablar, ir a los estupendos diarios de la provincia, a los programa de opinión de las radios y televisoras locales, dejar saber su opinión, participar en los asuntos que se le van a ir atravesando, pues apenas se vea que profesionales de diversas áreas están disponibles vendrán los consecuentes planteamientos de incorporación y de liderazgo. Pensar –les he dicho- que los nuestros no se limitan a los seres queridos, que los nuestros son todos los habitantes del país y, en consecuencia, estar disponibles para ellos.

La provincia va a despertar. Aún no he escuchado a ningún zuliano decir con su particular acento “no acepto el desmembramiento del Zulia”. Ni he escuchado a ningún caroreño recordarse que dos de los siete generales de división del ejército patriota eran de Carora, a saber, Pedro León Torres y Jacinto Lara y que, en consecuencia no pueden aceptar que el municipio Torres sea arbitrariamente adscrito a una Comuna o que el estado Lara sea partido a voluntad del presidente, puesto que se revolverían los huesos de todos los hermanos de Pedro León, todos muertos en combate; el mismo Torres murió a consecuencia de las heridas recibidas en batalla, pues en aquellos tiempos los generales peleaban.

Así a lo ancho y largo del país. Sabemos bien que nuestra división político-territorial no responde a criterios de desarrollo, pero ya está sembrada una conciencia local. La democracia trató de subsanar el asunto mediante la creación de las llamadas Corporaciones Regionales de Desarrollo (Corpozulia, Corpooriente, Corpocentro, Corpoocidente, etc.), hasta que llegó un presidente y las eliminó, en lugar de subsanar su capacidad limitada a la planificación y extenderla a la implementación de programas en plena ejecución.

De la provincia vendrá la ola que impondrá criterios. No de los estudiantes. Con la autoridad moral que me da haberlos elogiado a más no poder cuando salieron a la calle despertando al país, ahora les digo que sus planteamientos del presente son absurdos. Cuando dicen que el dilema está entre Asamblea Constituyente y referéndum están haciendo como el que está montado en una camionetita para Petare y está decidiendo si va para Catia o Caricuao. Los estudiantes parecen no entender que estamos ante una situación de hecho, una que impone referéndum y punto. Con esa posición están escurriendo el bulto de la verdadera cuestión de fondo. Ya no les luce seguir aplaudiendo rítmicamente y gritando “estudiantes”. Ya sabemos lo que son. De esta manera hay que decírselos muy claramente: son el futuro, son respetados, son bienvenidos, pero no son el presente. Los estudiantes deberán hacer lo que el país imponga que debe hacerse y no serán los estudiantes los que le impondrán al país lo que hay que hacer. Peleen y fórmense, pero para dirigir esta batalla contra la reforma constitucional no basta hacer ruido, como están haciendo, puesto que se requiere mucho más que eso.

Esa bendita habladora de pendejadas sobre que esto no es una batalla entre Si y No, que esto no es una batalla sino una amable discusión, ya me tiene harto. Como esos que van a la Asamblea Nacional, caso del rector electoral que se presentó allí, a proponer que se quite la palabra “socialismo”, que se modifique lo referente a los ascensos militares, que se permita la disponibilidad de la propiedad y no sé cuantas cosas más. La ingenuidad pretende que las van a quitar, eliminando todos los propósitos del presidente a plantear la reforma; si ese mismo criterio maneja el rector electoral para defender la inmensa mayoría que votará No es mejor que desaparezca de la escena. O como la brava AD que culmina toda su furia abstencionista pidiendo un derecho de palabra ante los honorables diputados. O como la bendita insistencia en votar por separado 33 artículos para que la votación dure dos semanas. Lo que más rechaza la población es la reelección indefinida, de manera que lo que conviene es que el voto sea uno, para que lo de la reelección vaya en el paquete y decida el voto de miles de miles de chavistas.

La provincia va a despertar. Y la inteligencia nacional establecida en la provincia debe despertar. Deben asumir voz y compromisos, los colegios profesionales deben ser llamados al combate, las plumas deben desempolvarse y llenar los periódicos de artículos, las voces de tanto buen orador deben escucharse en los medios radioeléctricos de la provincia adentro. Hablando claro, fijando posición sobre lo único que existe para fijar posición, sin andarse por las alcantarillas ni por los bordes ni con evasivas similares a las contorsiones de las marionetas. De la provincia debe salir un rugido imponiendo a Caracas, convertida por obra y gracia de un centralismo asfixiante en un poder decisorio que nadie le ha otorgado, una decisión irrevocable de preservar la república. Las voces deben ser tan fuertes que el país, por fin, deje de escuchar esas rocambolescas ruedas de prensa de los partidos los lunes que afectan la decencia y producen retorcijones de barriga. Son incomparablemente diestros en el uso de la pequeñez para atacar, son insólitamente hábiles para no decir nada a no ser sandeces. La ola que la provincia lance debe pasar intacta por encima de la cabeza de estos dirigentillos partidistas, arropándolos, sometiéndolos a una decisión nacional, imponiendo un criterio a su irracionalidad perversa y exhibicionista.

Es la hora de la rebelión de la provincia y es la hora de la revolución de la inteligencia. Qué la provincia grite y sea conducida por los maravillosos hombres y mujeres que la pueblan hacia la decisión que todos respetaremos. Es la hora de la gente que habita pueblos y ciudades interioranos. No es la hora de Caracas ni de los politiqueros ni de los imberbes. Los caraqueños y quienes habitamos aquí habiendo nacido en el interior, escucharemos y seguiremos la voz de la provincia y la voz de la inteligencia que la habita.

1 comentario :

  1. hola disculpa la interrupción, me gustaría saber como puedes subir un PDF al blog.
    gracias!

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