14 marzo 2007

Buenos Aires, Gazo y el imperialismo bolivariano

Por Emilio Urbina Mendoza

Buena parte de nosotros escuchamos el encendido y a su vez infantil discurso del Presidente Chávez en Buenos Aires. La misma retórica del pasado, propia de ideologías trasnochadas, hizo gala en las palabras del orador. El móvil de la concentración, fue denunciar la presencia de “Mr. Danger” en tierras de la América meridional, supuestamente, porque la dignidad latinoamericana obligaba a decirle “no” al imperio. Sin embargo, habría que preguntarle al Caudillo de Sabaneta quién ha sido más indigno, si aquel gobernante de la potencia norteña o el titular de Miraflores que ante la más sórdida miseria que vive su pueblo se vanagloria con el despilfarro, la ineficiencia y la corrupción.

Como obiter dictum, a la par del periplo imperial chavista, uno de los voceros –o mejor dicho– uno de los “santificadores” del diabólico proceso bolivariano habló nuevamente para volver a dividirnos como de costumbre suele hacerlo cada vez que llega a una institución. Nos referimos a las declaraciones del R.P. Jesús Gazo (s.j.), ofrecidas al diario El Universal la semana pasada.

En la entrevista adornada con ciertos aires de frivolidad –la cual reconozco abordó inteligentemente el tema del “Jesús socialista” al no confundir las categorías–, el jesuita allegado al proceso dictó sentencia: “dictadura electa no es dictadura”. Cual propietario de la verdad, el reverendo Gazo nos ha condenado –otra vez– a la tiranía del perverso juego de palabras, pues, de manera absoluta ninguna dictadura es compatible con la democracia por más izquierdista que sea o más amantes de los pobres se revelen.

Entonces, de ser válido su razonamiento, el gobierno del General Pinochet fue válidamente democrático luego de la victoria del primer plebiscito celebrado en 1980. Pero, dudamos que el padre Gazo se atreva a sostener que Pinochet fue democrático.

Ante la irrupción de estos eventos, declaraciones y suspicacias, que a todas luces no se encuentran desconectados, el país ha quedado postrado al no dar señales de inconformidad ante los erráticos procederes que a la larga se suman a la costosa factura que tendremos que pagar los venezolanos en el futuro. Nos hemos transformado para toda la comunidad internacional como la nación más adolescente del orbe, pero sin la candidez o sinceridad hormonal del adolescente. Nos sentimos inconformes cada vez que nos topamos con la realidad o nos dicen lo que somos. Y en vez de sentarnos a resolver los problemas causados, se toma el avión y se grita a todo pulmón arengas en los suelos foráneos “abajo el imperio”, formulando en la práctica, planes épicos de señoríos sobre América Latina, donde Venezuela estima adueñarse ideológicamente del continente.

¿O es que acaso cuando un Presidente cede ante otro Jefe de Estado en su propio lar, decir lo que le venga en gana en un acto de masas no es imperialismo solapado? Claro que sí, y peor, porque lleva predicados farisaicos y goza de una sólida chequera capaz de comprar voluntades, corazones y dignidades porque las aguas revolucionarias limpian toda mácula.

Es tiempo de ser coherentes, sobretodo usted reverendo Gazo y su estimado Emperador bolivariano. Con sus declaraciones y los discursos en Buenos Aires, hipotecan el futuro y encadenan sus almas a la mentira y al juego inescrupuloso de vivir a costa de los pobres que tienen esperanzas. Qui habet aures audiendi audiat.

1 comentario :

  1. estoy segura que el odio fraticida de urbina, aún no ha abandonado su sórdida cabeza, sigue tan exasperado en rebuscar palabras y agradar a quien sabe quien, al Padre Gazo se le respeta por encima de todo, es tan Jesuita y estudioso de la filosofia y de la vida que no debería publicar sus malsanos comentarios.

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