“Yo soy siempre fiel al sistema liberal y justo que proclamó mi patria”.
Simón Bolívar
Extractos del Acta de la Independencia de Venezuela, 5 de Julio de 1811: “En atención a todas estas sólidas, públicas e incontestables razones de política, que tanto persuaden la necesidad de recobrar la dignidad natural, que el orden de los sucesos nos ha restituido, en uso de los imprescriptibles derechos que tienen los pueblos para destruir todo pacto, convenio o asociación que no llena los fines para los que fueron instituidos los gobiernos, creemos que no podemos ni debemos conservar los lazos que nos ligaban al gobierno de España, y que, como todos los pueblos del mundo, estamos libres y autorizados para no depender de otra autoridad que la nuestra, y tomar entre las potencies de la tierra, el puesto igual que el Ser Supremo y la naturaleza nos asignan y a que nos llama la sucesión de los acontecimientos humanos y nuestro propio bien y utilidad”.
“Nosotros, pues, a nombre y con la voluntad y autoridad que tenemos del virtuoso pueblo de Venezuela, declaramos solemnemente al mundo que sus Provincias Unidas son, y deben ser desde hoy, de hecho y de derecho, Estados libres, soberanos e independientes y que están absueltos de toda sumisión y dependencia de la Corona de España o de los que se dicen o dijeren sus apoderados o representantes, y que como tal Estado libre e independiente tiene un pleno poder para darse la forma de gobierno que sea conforme a la voluntad general de sus pueblos, declarar la guerra, hacer la paz, formar alianzas, arreglar tratados de comercio, límite y navegación, hacer y ejecutar todos los demás actos que hacen y ejecutan las naciones libres e independientes. Y para hacer válida, firme y subsistente esta nuestra solemne declaración, demos y empeñamos mutuamente unas provincias a otras, nuestras vidas, nuestras fortunas y el sagrado de nuestro honor nacional” (Lo subrayado es nuestro).
Retumban en nuestra mente: “Recobrar la dignidad natural”; “en uso de los imprescriptibles derechos que tienen los pueblos para destruir todo pacto, convenio o asociación que no llena los fines para los que fueron instituidos los gobiernos”; estamos libres y autorizados para no depender de otra autoridad que la nuestra”; “Y para hacer válida, firme y subsistente esta nuestra solemne declaración, demos y empeñamos mutuamente unas provincias a otras, nuestras vidas, nuestras fortunas y el sagrado de nuestro honor nacional”.
Parece que llegó, de nuevo, la hora de recobrar nuestra dignidad natural pisoteada y maltrecha por este presidente cgi y sus verdugos voluntarios durante casi nueve años. Nos quitamos, a partir de 1810, un rey, un capitán general, y varios dictadores como gobernantes. Y, a sangre y fuego, hasta 1830; de seguidas, más broncas con intermedios de paz. A partir de 1999 no hay paz y, para desgracia nuestra, por ahora, escasez de alimentos de primera necesidad y crimen contra la oposición como herramienta política para la opresión, para la tiranía, para la dictadura, para la indignidad. Opresión por hambre… ¿Quién se lo imaginaria alguna vez?
¿Sostenemos aun los principios y valores y el arrojo cívico y ciudadano plasmado en el acta de la independencia o no? Está por verse una vez más, pronto.
Que la declaración formulada en la Avenida Victoria de Caracas el día 03/11/07 no se quede en la retórica. Hoy, cuatro de noviembre de 2007, afortunadamente, se notó bastante bien el lánguido y aguado apoyo del funcionariado gubernamental que con dineros del erario publico pudo mostrar el presidente cgi. Manoteos al viento y lengua ligera y soez, los mismos recursos escénicos de nueve años. Lo mismo. Pan y circo; pero ahora falta el pan y el circo se redujo notoriamente. Quien tenga oídos que oiga, quien tenga ojos que vea, quien tenga lengua y voz que hable. Se activó la resistencia. Se activó la reconquista de la libertad y del pluralismo político y social. Se activó, otra vez, la unidad nacional. ¡Democracia plural y vida porque la patria es nuestra! ¡Triunfamos! ¡Ganamos! ¡Vencemos!
“Nosotros, pues, a nombre y con la voluntad y autoridad que tenemos del virtuoso pueblo de Venezuela, declaramos solemnemente al mundo que sus Provincias Unidas son, y deben ser desde hoy, de hecho y de derecho, Estados libres, soberanos e independientes y que están absueltos de toda sumisión y dependencia de la Corona de España o de los que se dicen o dijeren sus apoderados o representantes, y que como tal Estado libre e independiente tiene un pleno poder para darse la forma de gobierno que sea conforme a la voluntad general de sus pueblos, declarar la guerra, hacer la paz, formar alianzas, arreglar tratados de comercio, límite y navegación, hacer y ejecutar todos los demás actos que hacen y ejecutan las naciones libres e independientes. Y para hacer válida, firme y subsistente esta nuestra solemne declaración, demos y empeñamos mutuamente unas provincias a otras, nuestras vidas, nuestras fortunas y el sagrado de nuestro honor nacional” (Lo subrayado es nuestro).
Retumban en nuestra mente: “Recobrar la dignidad natural”; “en uso de los imprescriptibles derechos que tienen los pueblos para destruir todo pacto, convenio o asociación que no llena los fines para los que fueron instituidos los gobiernos”; estamos libres y autorizados para no depender de otra autoridad que la nuestra”; “Y para hacer válida, firme y subsistente esta nuestra solemne declaración, demos y empeñamos mutuamente unas provincias a otras, nuestras vidas, nuestras fortunas y el sagrado de nuestro honor nacional”.
Parece que llegó, de nuevo, la hora de recobrar nuestra dignidad natural pisoteada y maltrecha por este presidente cgi y sus verdugos voluntarios durante casi nueve años. Nos quitamos, a partir de 1810, un rey, un capitán general, y varios dictadores como gobernantes. Y, a sangre y fuego, hasta 1830; de seguidas, más broncas con intermedios de paz. A partir de 1999 no hay paz y, para desgracia nuestra, por ahora, escasez de alimentos de primera necesidad y crimen contra la oposición como herramienta política para la opresión, para la tiranía, para la dictadura, para la indignidad. Opresión por hambre… ¿Quién se lo imaginaria alguna vez?
¿Sostenemos aun los principios y valores y el arrojo cívico y ciudadano plasmado en el acta de la independencia o no? Está por verse una vez más, pronto.
Que la declaración formulada en la Avenida Victoria de Caracas el día 03/11/07 no se quede en la retórica. Hoy, cuatro de noviembre de 2007, afortunadamente, se notó bastante bien el lánguido y aguado apoyo del funcionariado gubernamental que con dineros del erario publico pudo mostrar el presidente cgi. Manoteos al viento y lengua ligera y soez, los mismos recursos escénicos de nueve años. Lo mismo. Pan y circo; pero ahora falta el pan y el circo se redujo notoriamente. Quien tenga oídos que oiga, quien tenga ojos que vea, quien tenga lengua y voz que hable. Se activó la resistencia. Se activó la reconquista de la libertad y del pluralismo político y social. Se activó, otra vez, la unidad nacional. ¡Democracia plural y vida porque la patria es nuestra! ¡Triunfamos! ¡Ganamos! ¡Vencemos!
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