Por Nelson Maica C.
¿Qué sucede con las industrias y servicios socializados (estatizados) en países con economía de mercado libre? Fracasan. Van a la quiebra. Ahí los hechos, ahí la historia.
Hay casi unanimidad en los teóricos y prácticos cuando afirman y/o concluyen que cuando una actividad económica se sale del sistema de precios, del mercado, con toda seguridad, va a la bancarrota. Dos ejemplos expuestos por estudiosos y bien documentados he tomado para este articulo porque sentí mucha curiosidad por ellos, sobre servicios: uno, la educación francesa, con la pérdida de sus estándares de posguerra; dos, la medicina socializada en Canadá, que hace esperar a pacientes críticos alrededor de 6-18 meses y cuenta con una tecnología muy inferior a la de su vecino EEUU. Le agregamos, por si esos ejemplos no le gustan, el sistema de pensiones en Suecia, que empieza ya a imitar a Chile en un modelo individual de ahorro en vez de la mal llamada seguridad social del Estado.
Para no ir tan lejos y mejor ilustración, tenemos cerca el Ecuador de hoy, ubicado recientemente entre los países de menor libertad económica del mundo y en donde existe una larga serie de actividades e industrias que siguen intervenidas o en manos del estado, eliminándose cualquier tipo de racionalidad económica e innovación local. Y…nuestro “capitalismo de estado”, a la vista de todos.
Algo debe quedar bastante claro: ni la administración extranjera, ni la concesión a dedo u otros paños calientes pueden resolver el problema fundamental: igual a cuanto sucede en un quiosco de “perros calientes” o “arepas fritas”, se necesita información real y libre para crear valor agregado.
¿Este socialismo “a juro”, “contra viento y marea”, con todas las “mañas posibles”, “trácalas”, con los “dólares del petróleo” del diablo del imperio, con “traicionera complicidad militar y civil”, anunciado por este presidente cgi embustero y traidor a los principios republicanos históricos de esta nación y del padre de la patria, le esta resultando bueno? ¿Está usted de acuerdo con sus actos vandálicos e inseguridad permanente? ¿Está usted de acuerdo con el abuso y mal trato tiranicida y mediático que le hace a la sociedad en su conjunto? ¿Está usted de acuerdo con su política de exclusión y de sometimiento por la violencia, hambre y escasez de los productos de primera necesidad? Dígamelo usted, amigo (a). Le recuerdo que éticamente es más que cuestionable y que la planificación central ha sido y será un total fracaso.
Demostrado históricamente. Tampoco basta el slogan “socialista” y/o “socialismo” para atraer, a estas alturas de la evolución de los pueblos, a incautos. Entendemos, eso si, que aún confunde a quienes tienen una gran sensibilidad social y aman el concepto de sociabilidad e intercambio vecinal, sobre todo en América Latina.
¿Por qué este socialismo pregonado por este presidente cgi y sus verdugos voluntarios es contrario a la comunidad, a las personas? ¿Lo había pensado? No. Porque esta siendo impuesto “a juro” por el régimen de turno y por una fracción social y eso, apreciado amigo (a), es una clarísima señal de fracaso de quienes no lograron ni pudieron convencer libremente a los venezolanos para que espontáneamente, voluntariamente, abiertamente, se pronunciaran sobre esa posibilidad o mal llamado proyecto social. Si usted al igual que yo, cree en la comunidad, en las personas, en el ciudadano, en el liderazgo y en la ayuda a los más necesitados, no piense que es una exclusividad de quienes ahora se están dando golpes en el pecho y auto nombrándose socialistas, cuando hace unas horas o instantes atrás sostenían todo lo contrario y usted lo ha comprobado. Tal como hace este presidente cgi y sus verdugos voluntarios. Sencillamente usted es humano. Cuando se acude a politizar esas nobles intenciones provoca el efecto contrario: autoritarismo y subdesarrollo. Y por eso, apreciado compatriota, precisamente por eso, también, el socialismo, comunismo, fracasó ya y seguirá fracasando. Este, del por ahora, no será la excepción.
Traigo al presente dos pensamientos, para cerrar los seis artículos sobre el fracaso del socialismo, por ahora: uno, “Todos deberíamos estar agradecidos a los soviéticos porque probaron de forma concluyente que el socialismo no funciona. Nadie puede decir que no tuvieron suficiente poder o suficiente burocracia o suficientes planificadores o que no llevaron las cosas hasta el grado suficiente”, de Paul Craig Roberts; el segundo, de Ayn Rand, autora de “La Rebelión de Atlas” y “El Manantial”, decía que “El gobierno se crea para proteger a la gente de los criminales. La constitución se crea para proteger a la gente del gobierno”.
¡Fuera con reforma y verdugos!
¿Qué sucede con las industrias y servicios socializados (estatizados) en países con economía de mercado libre? Fracasan. Van a la quiebra. Ahí los hechos, ahí la historia.
Hay casi unanimidad en los teóricos y prácticos cuando afirman y/o concluyen que cuando una actividad económica se sale del sistema de precios, del mercado, con toda seguridad, va a la bancarrota. Dos ejemplos expuestos por estudiosos y bien documentados he tomado para este articulo porque sentí mucha curiosidad por ellos, sobre servicios: uno, la educación francesa, con la pérdida de sus estándares de posguerra; dos, la medicina socializada en Canadá, que hace esperar a pacientes críticos alrededor de 6-18 meses y cuenta con una tecnología muy inferior a la de su vecino EEUU. Le agregamos, por si esos ejemplos no le gustan, el sistema de pensiones en Suecia, que empieza ya a imitar a Chile en un modelo individual de ahorro en vez de la mal llamada seguridad social del Estado.
Para no ir tan lejos y mejor ilustración, tenemos cerca el Ecuador de hoy, ubicado recientemente entre los países de menor libertad económica del mundo y en donde existe una larga serie de actividades e industrias que siguen intervenidas o en manos del estado, eliminándose cualquier tipo de racionalidad económica e innovación local. Y…nuestro “capitalismo de estado”, a la vista de todos.
Algo debe quedar bastante claro: ni la administración extranjera, ni la concesión a dedo u otros paños calientes pueden resolver el problema fundamental: igual a cuanto sucede en un quiosco de “perros calientes” o “arepas fritas”, se necesita información real y libre para crear valor agregado.
¿Este socialismo “a juro”, “contra viento y marea”, con todas las “mañas posibles”, “trácalas”, con los “dólares del petróleo” del diablo del imperio, con “traicionera complicidad militar y civil”, anunciado por este presidente cgi embustero y traidor a los principios republicanos históricos de esta nación y del padre de la patria, le esta resultando bueno? ¿Está usted de acuerdo con sus actos vandálicos e inseguridad permanente? ¿Está usted de acuerdo con el abuso y mal trato tiranicida y mediático que le hace a la sociedad en su conjunto? ¿Está usted de acuerdo con su política de exclusión y de sometimiento por la violencia, hambre y escasez de los productos de primera necesidad? Dígamelo usted, amigo (a). Le recuerdo que éticamente es más que cuestionable y que la planificación central ha sido y será un total fracaso.
Demostrado históricamente. Tampoco basta el slogan “socialista” y/o “socialismo” para atraer, a estas alturas de la evolución de los pueblos, a incautos. Entendemos, eso si, que aún confunde a quienes tienen una gran sensibilidad social y aman el concepto de sociabilidad e intercambio vecinal, sobre todo en América Latina.
¿Por qué este socialismo pregonado por este presidente cgi y sus verdugos voluntarios es contrario a la comunidad, a las personas? ¿Lo había pensado? No. Porque esta siendo impuesto “a juro” por el régimen de turno y por una fracción social y eso, apreciado amigo (a), es una clarísima señal de fracaso de quienes no lograron ni pudieron convencer libremente a los venezolanos para que espontáneamente, voluntariamente, abiertamente, se pronunciaran sobre esa posibilidad o mal llamado proyecto social. Si usted al igual que yo, cree en la comunidad, en las personas, en el ciudadano, en el liderazgo y en la ayuda a los más necesitados, no piense que es una exclusividad de quienes ahora se están dando golpes en el pecho y auto nombrándose socialistas, cuando hace unas horas o instantes atrás sostenían todo lo contrario y usted lo ha comprobado. Tal como hace este presidente cgi y sus verdugos voluntarios. Sencillamente usted es humano. Cuando se acude a politizar esas nobles intenciones provoca el efecto contrario: autoritarismo y subdesarrollo. Y por eso, apreciado compatriota, precisamente por eso, también, el socialismo, comunismo, fracasó ya y seguirá fracasando. Este, del por ahora, no será la excepción.
Traigo al presente dos pensamientos, para cerrar los seis artículos sobre el fracaso del socialismo, por ahora: uno, “Todos deberíamos estar agradecidos a los soviéticos porque probaron de forma concluyente que el socialismo no funciona. Nadie puede decir que no tuvieron suficiente poder o suficiente burocracia o suficientes planificadores o que no llevaron las cosas hasta el grado suficiente”, de Paul Craig Roberts; el segundo, de Ayn Rand, autora de “La Rebelión de Atlas” y “El Manantial”, decía que “El gobierno se crea para proteger a la gente de los criminales. La constitución se crea para proteger a la gente del gobierno”.
¡Fuera con reforma y verdugos!
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