Por Valentín Arenas Amigó
Las constituciones existen a partir de la Revolución Francesa para garantizarle a los ciudadanos sus derechos y limitar el Poder del Estado representado en aquella época por el Rey.
La Constitución que pretende ahora imponer con un fraude el Teniente Coronel hace todo lo contrario: le aumenta el poder a él y le quita sus derechos a los ciudadanos quienes pasan así de ciudadanos a ser “súbditos”. Esto es un “salto atrás” pues nos retrocede a la Edad Media donde todos por igual eran súbditos del Rey. Y para rematar le llaman a esto “Poder Popular”. Canallada o burla? Supone, además, que el venezolano es un analfabeta y un burro. Es esto lo que se decide el 2 de Diciembre. ¿Qué hacer?
Lo primero que se requiere es unir a todos los sectores que integran la Sociedad Democrática para impedir que se consuma, por la vía del fraude, la guillotina de la democracia. Movilización. Calle, calle y más calle. NO al comunismo. NO al fraude. Contra una sociedad puesta de pie y en la calle no puede ni este ni ningún gobierno y menos este cuyo Jefe en una situación difícil se escondió y en la otra renunció. Esto dice la Historia.
Lo segundo, si utilizando la fuerza del poder, se impusiera de todas maneras el plesbicito-show para simular apoyo popular a favor del SI, que no existe, hay que anticipar y difundir desde ahora la MATRIZ DEL FRAUDE para que cuando el CNE anuncie que el SI ganó esa matriz, habiendo recorrido ya al país y al mundo entero, anule el resultado falseado. Esto no se hizo el 15/08/04, tampoco se salió a la calle a protestar por el fraude y éste se impuso como un resultado válido sobre todo en el exterior. Este error no se puede repetir ahora. Sería imperdonable tropezar dos veces con la misma piedra.
Y como fortalecer esta matriz anticipada de fraude? Se puede hacer con dos instrumentos. El primero un “poll” de encuestas que anticipe la inmensa mayoría que tiene el NO en artículos tales como la reelección indefinida, la eliminación de la propiedad privada, el Estado de excepción sin información ni garantía alguna, eliminación de la soberanía popular al NO ser el ciudadano quien elegirá en lo sucesivo a sus gobernantes y otras similares. Si en todas estas encuestas gana el NO después el CNE no podrá decir ya que ganó el SI. El segundo es que un equipo de técnicos especialistas en informática le expliquen al venezolano las graves irregularidades que ellos han detectado en el REP y la votación electrónica pero en un lenguaje sencillo de manera que el pueblo todo pueda entenderlo. Una vez hecho esto el ciudadano estará en incondiciones de tomar la decisión que él quiera: ir o no ir a votar o votar por el NO o por el SI aclarando, eso sí, que para cambiar a la República Democrática de Venezuela por la República Comunista de Venezuela no basta con una mayoría simple pues se trata de escoger entre dos sistemas de vida que son totalmente opuestos. No se está eligiendo a un Diputado o a un Concejal. Se está decidiendo entre ser un ciudadano libre y ser un súbdito esclavo.
Tan simple como esto. Vamos a ver cuantos de los que vayan a votar le dicen que SI a la ESCLAVITUD.
Las constituciones existen a partir de la Revolución Francesa para garantizarle a los ciudadanos sus derechos y limitar el Poder del Estado representado en aquella época por el Rey.
La Constitución que pretende ahora imponer con un fraude el Teniente Coronel hace todo lo contrario: le aumenta el poder a él y le quita sus derechos a los ciudadanos quienes pasan así de ciudadanos a ser “súbditos”. Esto es un “salto atrás” pues nos retrocede a la Edad Media donde todos por igual eran súbditos del Rey. Y para rematar le llaman a esto “Poder Popular”. Canallada o burla? Supone, además, que el venezolano es un analfabeta y un burro. Es esto lo que se decide el 2 de Diciembre. ¿Qué hacer?
Lo primero que se requiere es unir a todos los sectores que integran la Sociedad Democrática para impedir que se consuma, por la vía del fraude, la guillotina de la democracia. Movilización. Calle, calle y más calle. NO al comunismo. NO al fraude. Contra una sociedad puesta de pie y en la calle no puede ni este ni ningún gobierno y menos este cuyo Jefe en una situación difícil se escondió y en la otra renunció. Esto dice la Historia.
Lo segundo, si utilizando la fuerza del poder, se impusiera de todas maneras el plesbicito-show para simular apoyo popular a favor del SI, que no existe, hay que anticipar y difundir desde ahora la MATRIZ DEL FRAUDE para que cuando el CNE anuncie que el SI ganó esa matriz, habiendo recorrido ya al país y al mundo entero, anule el resultado falseado. Esto no se hizo el 15/08/04, tampoco se salió a la calle a protestar por el fraude y éste se impuso como un resultado válido sobre todo en el exterior. Este error no se puede repetir ahora. Sería imperdonable tropezar dos veces con la misma piedra.
Y como fortalecer esta matriz anticipada de fraude? Se puede hacer con dos instrumentos. El primero un “poll” de encuestas que anticipe la inmensa mayoría que tiene el NO en artículos tales como la reelección indefinida, la eliminación de la propiedad privada, el Estado de excepción sin información ni garantía alguna, eliminación de la soberanía popular al NO ser el ciudadano quien elegirá en lo sucesivo a sus gobernantes y otras similares. Si en todas estas encuestas gana el NO después el CNE no podrá decir ya que ganó el SI. El segundo es que un equipo de técnicos especialistas en informática le expliquen al venezolano las graves irregularidades que ellos han detectado en el REP y la votación electrónica pero en un lenguaje sencillo de manera que el pueblo todo pueda entenderlo. Una vez hecho esto el ciudadano estará en incondiciones de tomar la decisión que él quiera: ir o no ir a votar o votar por el NO o por el SI aclarando, eso sí, que para cambiar a la República Democrática de Venezuela por la República Comunista de Venezuela no basta con una mayoría simple pues se trata de escoger entre dos sistemas de vida que son totalmente opuestos. No se está eligiendo a un Diputado o a un Concejal. Se está decidiendo entre ser un ciudadano libre y ser un súbdito esclavo.
Tan simple como esto. Vamos a ver cuantos de los que vayan a votar le dicen que SI a la ESCLAVITUD.
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