La calidad humana y la cultura democrática del venezolano sembrada con los valores del Cristianismo, como el amor y la fraternidad, están desatando un tusami que crece, desde el fondo a la superficie social, amenazando a este régimen que fracasó en su intento de destruirla. Las señales de este tusami son múltiples.
Partidos del Oficialismo-Podemos y PPT-no se resignan a ser barridos del escenario político con un partido único y están alzados defendiendo el pluralismo partidista. Los trabajadores no se calan tampoco un sindicalismo sometido al gobierno ni la supresión de la contratación colectiva. Comunicadores sociales ya están claros que lo se busca es suprimir el derecho a la libre información y expresión lo que quedó mas que confirmado con el cierre de RCTV y van a defender en la calle su profesión y los derechos de todos los ciudadanos. Los estudiantes universitarios, en una actitud sorpresiva, masiva y pacífica han tomado la iniciativa política pero más allá de los partidos donde las nuevas generaciones cuidan su futuro. Tienen al régimen a la defensiva. Lo tienen loco.
Pero no es solo esto. Dentro del gobierno hay ya señales de abierta rebelión y división que por silenciosas no son menos contundentes. Presuntas irregularidades en PDVSA están en la calle al extremo del que el Padre Palmar y el periodista García las han denunciado con detalles. Un rojo rojito que ama a su Patria, por encima de un color, tuvo que ser quien revelara todo esto. Papeles de trabajo de la pretendida reforma constitucional, manejada por una Comisión Presidencial en secreto, salen de ese cuarto oscuro en medio de un gran escándalo y aparecen en todos los diarios y medios de comunicación.
¿Cómo sucedió esto? Otro rojo rojito, pero que tiene una cultura democrática, dio el pitazo y lo que antes era un secreto ahora es “vox populi”. Lo anterior está ocurriendo todos los días en todas las entidades del Estado, las FAN incluida.
¿Qué es lo que está pasando? Como es que ocurre esto? La explicación es que no todos los que están dentro del gobierno se prestan a ser cómplices en la estrategia montada para dejar sin libertades y derechos a sus hermanos venezolanos. Es la cultura democrática que reacciona y amenaza al autoritarismo. La propaganda oficial va por un lado y la realidad del país va por otro muy diferente. La cultura democrática de 40 años, cual cuero seco, lo pisa el autócrata por aquí y se le levanta por allá. Un pueblo libertador de otras naciones hermanas no se resigna a que uno de los suyos pretenda esclavizarlo. Todo esto explica las cadenas para liberar stress, las amenazas para sacudirse el miedo, así como también los viajes a Cuba para pedir consejo porque la situación se le ha puesto bien difícil y no sabe como podrá ordenarle a la FAN, como lo hizo el 12 de Abril, que ejecute el Plan Ávila, que si entonces no lo acataron ahora mucho menos.
Los militares son también hermanos venezolanos. Prohibir las manifestaciones populares, que cada día son mayores, tampoco puede hacerlo. Manifestar no requiere permiso porque es un derecho constitucional. Y ponerse él al frente de una manifestación popular para levantar el ánimo de sus “camisas coloradas”…que va, eso menos. Sería muy peligroso. Y después de lo sucedido cuando la inauguración del viaducto donde llegó volando y se fue también volando para evitar todo contacto con el pueblo, mucho menos.
La angustia en un escenario tan complejo como éste y con un pueblo decidido a no dejarse arrebatar sus derechos, oficialistas incluidos, es qué hacer, cómo hacer y cuándo. El Teniente Coronel ciertamente está confundido y a la defensiva.
Partidos del Oficialismo-Podemos y PPT-no se resignan a ser barridos del escenario político con un partido único y están alzados defendiendo el pluralismo partidista. Los trabajadores no se calan tampoco un sindicalismo sometido al gobierno ni la supresión de la contratación colectiva. Comunicadores sociales ya están claros que lo se busca es suprimir el derecho a la libre información y expresión lo que quedó mas que confirmado con el cierre de RCTV y van a defender en la calle su profesión y los derechos de todos los ciudadanos. Los estudiantes universitarios, en una actitud sorpresiva, masiva y pacífica han tomado la iniciativa política pero más allá de los partidos donde las nuevas generaciones cuidan su futuro. Tienen al régimen a la defensiva. Lo tienen loco.
Pero no es solo esto. Dentro del gobierno hay ya señales de abierta rebelión y división que por silenciosas no son menos contundentes. Presuntas irregularidades en PDVSA están en la calle al extremo del que el Padre Palmar y el periodista García las han denunciado con detalles. Un rojo rojito que ama a su Patria, por encima de un color, tuvo que ser quien revelara todo esto. Papeles de trabajo de la pretendida reforma constitucional, manejada por una Comisión Presidencial en secreto, salen de ese cuarto oscuro en medio de un gran escándalo y aparecen en todos los diarios y medios de comunicación.
¿Cómo sucedió esto? Otro rojo rojito, pero que tiene una cultura democrática, dio el pitazo y lo que antes era un secreto ahora es “vox populi”. Lo anterior está ocurriendo todos los días en todas las entidades del Estado, las FAN incluida.
¿Qué es lo que está pasando? Como es que ocurre esto? La explicación es que no todos los que están dentro del gobierno se prestan a ser cómplices en la estrategia montada para dejar sin libertades y derechos a sus hermanos venezolanos. Es la cultura democrática que reacciona y amenaza al autoritarismo. La propaganda oficial va por un lado y la realidad del país va por otro muy diferente. La cultura democrática de 40 años, cual cuero seco, lo pisa el autócrata por aquí y se le levanta por allá. Un pueblo libertador de otras naciones hermanas no se resigna a que uno de los suyos pretenda esclavizarlo. Todo esto explica las cadenas para liberar stress, las amenazas para sacudirse el miedo, así como también los viajes a Cuba para pedir consejo porque la situación se le ha puesto bien difícil y no sabe como podrá ordenarle a la FAN, como lo hizo el 12 de Abril, que ejecute el Plan Ávila, que si entonces no lo acataron ahora mucho menos.
Los militares son también hermanos venezolanos. Prohibir las manifestaciones populares, que cada día son mayores, tampoco puede hacerlo. Manifestar no requiere permiso porque es un derecho constitucional. Y ponerse él al frente de una manifestación popular para levantar el ánimo de sus “camisas coloradas”…que va, eso menos. Sería muy peligroso. Y después de lo sucedido cuando la inauguración del viaducto donde llegó volando y se fue también volando para evitar todo contacto con el pueblo, mucho menos.
La angustia en un escenario tan complejo como éste y con un pueblo decidido a no dejarse arrebatar sus derechos, oficialistas incluidos, es qué hacer, cómo hacer y cuándo. El Teniente Coronel ciertamente está confundido y a la defensiva.
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