02 febrero 2008

El fortalecimiento del estalinismo y los quintacolumnistas

Diana Duque Gómez

Lenin trazó sólidamente los principios que debe seguir toda organización totalitaria de “izquierda” para tomarse el poder y mantenerse en él, los cuales fueron aplicados rigurosamente y enriquecidos por el estalinismo. Allí se establece que “el Partido deberá coordinar el trabajo legal con el ilegal… No hay que abandonar ni por una hora siquiera el trabajo legal; pero tampoco dejarse llevar por ilusiones constitucionalistas y ‘pacíficas’. Hay que crear inmediatamente en todas partes y para todo organizaciones o células ilegales… Hablar de la revolución y la insurrección armada sin perder nuestra base legal”(1). Así, Lenin subraya una vez más su táctica de la combinación de todas las formas de lucha, “legales” e ilegales.

Por su parte Raúl Reyes uno de los cabecillas de la “izquierda” armada colombiana en una entrevista reciente confirma la táctica leninista: “Las FARC-EP, en su carácter de organización alzada en armas contra el Estado y su régimen político, desconocen la legitimidad de esas leyes, de sus instituciones y, como tal, las combaten mediante la combinación de todas las formas de lucha, hasta instaurar un nuevo Estado”(2).

En Colombia, la guerra irregular desatada desde 1982 por el totalitarismo de izquierda –cuyo frente “legal” es llamado eufemísticamente “la izquierda democrática”-, para imponer el socialismo del siglo XXI, esto es, el leninismo-estalinismo del siglo XXI, continúa su camino hacia la toma del poder total del Estado a través de la táctica de la combinación de todas las formas de lucha “legales” e ilegales. Por ello “la izquierda” ha elaborado un intrincado entramado de brazos “legales” y organizaciones armadas, toda una red de vasos comunicantes esenciales para el desarrollo logístico de la guerra irregular subversiva. Ningún gobierno ha realizado acciones concretas para destruir esta minuciosa red liberticida, ignorando perversamente que es a través de esa cuidadosa telaraña que “la izquierda” ha logrado consolidar exitosamente su guerra irregular. Precisamente la eficacia de los grupos libertarios de legítima defensa residió en desbaratar la filigrana que compone la combinación de todas las formas de lucha del estalinismo en las regiones, liberando vastas zonas del país del yugo totalitario hasta que el gobierno quintacolumnista de Álvaro Uribe logró desmovilizarlos en su mayoría.

Pero con la traidora táctica uribista de desmovilizar los grupos confederados de legítima defensa –previa suplantación de sus comandantes por narcotraficantes- antes de que la “izquierda” fuera derrotada, el gobierno de Uribe ha revelado su carácter colaboracionista y ha dejado amplios territorios inermes ante el brutal poder armado de las FARC-ELN y ha orquestado, haciendo eco de la propaganda de la “izquierda”, una encarnizada persecución y estigmatización de los grupos de legítima defensa y sus aliados, es decir, de todo aquél que superando el miedo, se ha opuesto radicalmente, sobre todo en las regiones, al proyecto totalitario del estalinismo.

En consecuencia, en Colombia se ha fortalecido la guerra irregular de la “izquierda” en todo el país a través del perfeccionamiento y modernización de la táctica leninista de la combinación de todas las formas de lucha. El estalinismo ha priorizado durante el gobierno de Uribe la forma de lucha “legal”, lo que abarca la infiltración en todos los estamentos de la sociedad incluida la Casa de Nariño, y en particular la lucha electoralista.

En las elecciones realizadas en octubre de 2007 para elegir gobernadores, alcaldes, diputados y concejales, el Polo Democrático Alternativo, aparato ideológico-electoral donde confluyen la mayoría de los grupos de “izquierda”, entre ellos el Partido Comunista Colombiano, padre de las FARC (3), el M-19 derrotado movimiento guerrillero reinsertado en la “legalidad” y máximo vocero del chavismo en Colombia, el MOIR, un grupo de estirpe maoísta, etc., duplicó su representación en todo el país. En Bogotá, conserva la alcaldía, segundo cargo en importancia nacional y consolida su poder obteniendo 16 de las 20 alcaldías menores, 11 concejales y aumentando de 33 a 61 ediles su presencia en las juntas administradoras locales. Ganó también la gobernación del departamento de Nariño y en alianzas ayudó a elegir los gobernadores de Santander y Atlántico. Así mismo ganó 20 alcaldías estratégicas en el resto del país (4).

A lo anterior hay que sumar la “izquierda” que por cálculo electoral y político viene adoptando disímiles denominaciones posando de independiente con lo cual, además de encubrir su naturaleza estalinista, puede manipular más fácilmente al electorado. Entre esas denominaciones sobresalen la Alianza Social Indígena, el Partido Verde Opción Centro y el Movimiento Podemos Cali. La Alianza Social Indígena, fundada por Marcos Avirama –quien en 1980 fue capturado “por vinculación con el Movimiento M-19” (5)-, obtuvo 41 alcaldías como la de Medellín, segunda ciudad en importancia; la de Barrancabermeja, capital petrolera; la de Chaparral, en el sur del Tolima, donde opera el segundo comandante de las FARC ‘Alfonso Cano’ y obtuvo escaños en varias asambleas en departamentos de presencia histórica de las FARC como Caquetá, Cauca, Guainía y Vaupés y en muchos concejos municipales. El Partido Verde Opción Centro, de una división del M-19, obtuvo 23 alcaldías como la de Florencia capital de Caquetá (zona de las FARC) y San José del Guaviare capital del departamento de Guaviare (zona de las FARC) y las de ciudades intermedias como Pitalito, Garzón, Santa Rosa de Viterbo y Ciénaga y 305 concejales. Además con diversos aliados ganó las gobernaciones de Boyacá y Cesar. El Movimiento Podemos Cali logró la alcaldía de esa ciudad, la tercera en importancia, con su candidato Jorge Iván Ospina, hijo del guerrillero Iván Marino Ospina, jefe del extinto M-19 (6).

Estos resultados electorales confirman que “la izquierda” es la segunda fuerza política del país como ya se había manifestado en las elecciones parlamentarias y presidenciales del año 2006 cuando su candidato Carlos Gaviria ocupó el segundo lugar con 2’600.000 votos y que buena parte de sus alcaldes, diputados y concejales fueron elegidos en zonas de gran influencia de la “izquierda” armada, configurándose así una gran base de apoyo en todo el país para garantizar el triunfo de la guerra irregular estalinista.

Un caso muy representativo de este apoyo es el del senador Gustavo Petro elegido por el Polo Democrático Alternativo. Una apologética reseña de su vida publicada en la revista Gato Pardo cuenta que este ex guerrillero del M-19 “hoy es el segundo senador más votado de Colombia y el mejor”, que le dio refugio en Colombia a Hugo Chávez “tras el fallido golpe militar del coronel en 1992”, que “el Polo Democrático Alternativo, el partido de Petro, se convirtió en la segunda fuerza electoral”. Agrega la autora del informe que “tras acompañarlo a una cita con un industrial que suele darle todos los secretos del mundo empresarial, llegamos al búnker de Petro, una de las oficinas más escoltadas del Congreso… Con expedientes hasta el techo… ‘Recibimos un promedio de dos mil correos electrónicos en un fin de semana’, contaría uno de los cinco asesores con quienes trabaja el senador. ‘Nos dicen la Fiscalía paralela’”. Añade el reporte que Petro “suele asistir a reuniones de las que nadie se entera y él se entera de todo. ‘La única persona a la que yo le escribí para que hiciera saber mi denuncia fue a Gustavo Petro’, explicaría desde el exilio Jairo Castillo, paramilitar confeso, escolta de varios ex poderosos, primer testigo que empezó a desenredar la madeja de la parapolítica. Y es que a Petro le llega todo”(7). La llamada parapolítica son los políticos que en diferentes regiones tuvieron que hacer alianzas con los grupos de legítima defensa para no ser víctimas de la “izquierda” armada.

La “Fiscalía paralela” de Petro pone de manifiesto el contubernio de hecho con la Fiscalía General de la Nación, cuyo jefe proviene del gobierno quintacolumnista de Uribe. La infiltración y la politización estalinista de la justicia colombiana comenzó en 1968, hace 40 años, cuando el extinto abogado Jaime Pardo Leal, un alto jerarca del Partido Comunista Colombiano, PCC, fundó y dirigió durante cerca de 20 años el sindicato Asonal Judicial (Asociación Nacional de Empleados Judiciales) (8), que aglutina hoy a la mayoría de fiscales, magistrados, jueces y demás funcionarios de la rama judicial. Con la aparición de Asonal Judicial gran parte de la justicia colombiana se convirtió en un arma al servicio de la ideología totalitaria leninista-estalinista. Todo esto explica la impúdica afirmación del juez Antonio Suárez Niño en 1992 cuando era presidente de Asonal Judicial, publicada en Voz, semanario del PCC: “Todas las decisiones de los jueces son políticas”(9).

El estalinismo colombiano también cuenta con poderosos soportes de hecho en la cúpula del gobierno. El habilidoso proceso de sometimiento de Colombia a la “izquierda” por parte del quintacolumnismo uribista de la Casa de Nariño continúa avanzando inexorablemente. La procedencia política y las acciones de favoritos del presidente Uribe como José Obdulio Gaviria, Luis Carlos Restrepo y Fabio Valencia Cossio no dejan lugar a dudas. Aquí también hay que mencionar a Lina Moreno de Uribe, esposa del presidente, quien hizo campaña definitoria por el candidato de “izquierda” a la alcaldía de Medellín Alonso Salazar.

José Obdulio Gaviria, “considerado el ideólogo del gobierno” según la revista Semana, además de haber sido protegido de su primo hermano el gran capo Pablo Escobar Gaviria de acuerdo a la narración de Roberto Escobar en su libro “Mi hermano Pablo”(10), fue un fervoroso militante del desaparecido movimiento de “izquierda” Firmes (11) -un movimiento “legal” afín ideológicamente a las guerrillas estalinistas- donde posiblemente adquirió esa capacidad de hacer sofismas pedestres para confundir a colombianos y extranjeros desprevenidos. Así, en una de sus habituales declaraciones afirmó impúdicamente que las FARC están derrotadas. El 13 de enero de 2008 Radio Caracol informó: “José Obdulio Gaviria dice que las FARC están en el fin de su final y que en 2010 se hablará de lo que fueron (12). Y para reforzar el engaño los medios uribistas corean sin pausa: “las FARC son una guerrilla moribunda”, “están en el fin del fin”.

Ante afirmaciones contraevidentes como estas, la forma de desenmascararlas en su propósito es preguntarse a quién le sirven y cómo le sirven. Cualquier análisis honesto muestra que le sirven sobre todo a la “izquierda”, la cual por su combinación de todas las formas de lucha se encuentra en expansión tanto en la “legalidad” como en la ilegalidad, particularmente en su frente electoralista y en su silencioso frente de combate clandestino. Decir que las FARC están derrotadas sin estarlo es hacerle totalmente el juego a la “izquierda”, haciendo que los colombianos amantes de la libertad bajen la guardia en todos los terrenos, se despreocupen y desistan definitivamente de ejercer su derecho natural a la legítima defensa, dejando la lucha contra la guerra irregular estalinista en manos de una Fuerza Pública que desde 1982 cuando se desató formalmente esa guerra al amparo del gobierno claudicante de Belisario Betancur no ha podido derrotarla, debido a que está muy infiltrada y corrupta y porque es una fuerza convencional incapacitada jurídicamente para librar una guerra irregular. Como señala Von der Heydte una guerra irregular de la “izquierda” sólo puede enfrentarse efectivamente con otra guerra irregular (13). Con una guerra irregular libertaria como la que venían librando exitosamente los grupos de legítima defensa desmontados dolosamente por el gobierno colaboracionista de Álvaro Uribe.

Las afirmaciones sobre el fin de las FARC también le sirven a quienes como los asesores militares de Estados Unidos y el ministerio de Defensa de Colombia nutren su vanidad con falsos positivos.

El grado de infiltración del estalinismo en las Fuerzas Militares ha llegado a su nivel máximo. Revela la revista Semana de julio 30 a agosto 6 de 2007, después de cinco años de la falaz política de “Seguridad Democrática”, que “hace dos semanas los militares se llevaron una de las peores sorpresas de su historia. Descubrieron que las FARC tenían la información más delicada y ultrasecreta que manejan las Fuerzas Militares. Los militares encontraron que los guerrilleros conocen la información más sensible y privilegiada del Ejército (…) También tienen datos claves de la Policía y del DAS. ‘La infiltración de la guerrilla es tan grande y tan grave en el interior del estamento castrense, que compromete la seguridad nacional…’, dijo a Semana una alta fuente militar… ‘Se trata de una información tan sensible, que hace pensar que estando en manos de las FARC, es muy difícil que ganemos la guerra’, afirmó”(14). Toda la información que tienen las FARC y su base “legal” también la recibe el dictador castro-estalinista de Venezuela Hugo Chávez, quien hoy es el principal aliado de la “izquierda” colombiana.

De otro lado, la labor de zapa de José Obdulio Gaviria a favor de la guerra irregular de la “izquierda” quedó patentada cuando en una entrevista afirmó que el candidato presidencial del uribismo para el año 2010 es el ex alcalde de Medellín Sergio Fajardo, quien al igual que su sucesor, Alonso Salazar, fue elegido por el movimiento de “izquierda” Alianza Social Indígena. Textualmente José Obdulio dijo: “Sergio Fajardo, ahí está el relevo del uribismo”. Y remató: “No veo ningún problema si en el 2010 ganara la izquierda”(15).

Recordemos que el candidato del uribismo para el 2010, Sergio Fajardo, cuando estaba de alcalde nombró como su representante personal en la Junta Directiva de las Empresas Públicas de Medellín, en su género la más grande del país, a Freddy Escobar alias ‘Mateo’, quien en ejercicio de su cargo fue capturado vestido de guerrillero en un campamento de las FARC y ante la flagrancia del hecho confesó que era guerrillero de las FARC (16). En el computador de Freddy Escobar alias ‘Mateo’ se encontraron correos con “el jefe guerrillero ‘Alfonso Cano’ en los que le da lineamientos sobre el trabajo de masas con el PC3 (Partido Comunista Colombiano Clandestino) y el Movimiento Bolivariano”(17).

Hoy el Partido Comunista Colombiano Clandestino, PC3, es considerado el grupo más estratégico de las FARC por ser su táctica de infiltración mejor elaborada, su gran Caballo de Troya, donde sus miembros se han especializado en el engaño. En una entrevista que dio en abril de 2004 al semanario Avante, órgano del Partido Comunista Portugués, Rodrigo Granda, alias ‘Ricardo González’, miembro del Estado Mayor Central de las FARC, dijo: “Nosotros tenemos un plan estratégico para la toma del poder y hemos visto que es a través de la combinación de todas las formas de lucha… Nosotros no solamente tenemos el aparato propiamente armado sino que constituimos también y construimos el Partido Comunista Colombiano Clandestino… Estamos también construyendo el Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia que es un movimiento también clandestino con fuerte arraigo en los sectores del estudiantado, entre los sectores obreros, en los barrios periféricos de las grandes ciudades, en los sectores universitarios y en la intelectualidad… Construir estas redes clandestinas se convierte para nosotros en un trabajo de filigrana”(18). (Rodrigo Granda, quien fue capturado y se encontraba preso en Colombia, fue liberado gratuitamente por orden expresa del presidente Álvaro Uribe. Hoy Granda se encuentra en Venezuela bajo la protección de Hugo Chávez).

El PC3 y el Movimiento Bolivariano fueron lanzados en abril de 2000 por ‘Alfonso Cano’. Al PC3 llegan militantes curtidos y al Movimiento Bolivariano simpatizantes. Una de las consignas que ilustran de manera simple el submarinismo de estas organizaciones fue revelada en un informe publicado en la página Web de El Tiempo: “Si usted es ama de casa y sólo lava platos, lávelos en nombre de las FARC. Si usted sólo sabe pintar cuadros, pinte en nombre de las FARC”. Agrega la nota que su fuente comentó: “Al Partido le meten mucha plata, viáticos, carros, etc. … La sociedad es tan incrédula que cree que los guerrilleros no podemos asistir a un club, almorzar en el parque de la 93 o antojarnos de una hamburguesa”(19).

Es presumible que los miles de supuestos desertores de las FARC hacen parte del PC3. Quien conozca el reglamento de la guerrilla sabe que de allí nadie se puede ir impunemente. Johny, un desertor que aún conserva la vida, pero cuya familia -su madre y su hermano- fue asesinada en retaliación, narra lo que le dijeron las FARC cuando lo reclutaron: “Aquí al movimiento armado no se entra por tiempo definido, esto es para toda la vida, o lo matan o triunfa la revolución socialista… Olvídese de sus familiares y hermanos. Si algún día llega a escapar, lo buscamos y lo matamos”(20).

Y aun cuando la mentira colaboracionista del uribismo quiere hacer creer que ”la izquierda” armada, FARC y ELN, está derrotada, cada día son más las pruebas en contrario. Un hecho simple y contundente del poder real de la subversión armada es que ha logrado mantener un volumen enorme de secuestrados (la prensa uribista admite más de 3.000) sin que las Fuerzas Militares sepan su paradero.

El engaño de la política uribista de “Seguridad Democrática” y la falacia de la derrota de la “izquierda” armada fueron puestos en evidencia por una investigación en el terreno de las FARC dirigida por el profesor James J. Brittain de la Universidad de New Brunswick, Canadá, publicada en la prestigiosa revista Montly Review No. 4, volumen 57, en septiembre de 2005. Allí, Brittain escribe: “Examino la forma cómo las FARC-EP no sólo mantuvieron una presencia sustancial en la mayor parte del país, sino que han respondido agresivamente a la permanente campaña contrainsurgente. También revelo cómo es falsa la propaganda de los gobiernos de Estados Unidos y de Colombia afirmando que las FARC están por ser derrotadas”. Sobre el Plan Patriota dice Brittain: “El plan está en gran parte concentrado en los departamentos del sur de Colombia, Putumayo, Caquetá, Nariño y Meta (…) Estados Unidos y el gobierno colombiano intentan crear una imagen de que sus nuevos métodos de guerra están funcionando. Se afirma repetidamente que el Ejército colombiano está ‘por ganar’ y entrar profundamente en las fortalezas de las FARC-EP… y que ahora ‘no hay ninguna parte donde las fuerzas colombianas no puedan llegar’… Sin embargo está muy claro que el Plan Patriota, de hecho, fracasó totalmente en derrotar a las FARC-EP (…) Durante mi entrevista con Raúl Reyes, me dijo: ‘Mire alrededor, aquí estamos. ¿Ve alguna tropa gubernamental? El Plan Patriota no dispersó a las FARC-EP. Nos movemos libremente por la región como lo hemos hecho en los últimos años’ (…) Al conducir una encuesta de primera mano y entrevistas en diez departamentos de Colombia, descubrí que lejos de permanecer constantes, los miembros de las FARC-EP habían crecido en relación con el aumento de la extensión del movimiento. Ha sido bien documentado que las FARC-EP tienen cerca de 105 frentes, y que hay una media de 300-600 insurgentes por frente. Esto resulta en la media conservadora de 46.000 combatientes de las FARC-EP, que es aproximadamente el número obtenido a través del proceso de entrevistas”(21).

La periodista Salud Hernández coincide con Brittain cuando en una columna del 19 de agosto de 2007 refiriéndose a los habitantes del departamento de Caquetá, corazón del Plan Patriota, señala que “tampoco el Plan Patriota les llevó desarrollo y tranquilidad a sus vidas. Hay más policías y soldados por metro cuadrado que en muchos otros lugares del país, pero parecen objetos decorativos… ni siquiera lograron espantar a la guerrilla, cuya sombra planea sobre todos los habitantes. Siguen cobrando vacuna; imponen el horario de circulación por las carreteras: cerradas a las seis de la tarde; llevan a cabo crímenes selectivos cuando les viene en gana; mandan sobre los corregimientos y veredas y prohíben, por ejemplo, el uso de celular en la zona rural. Y han amenazado y atemorizado de tal forma a concejales y alcaldes, que unos residen en la capital del departamento y otros, como los de San Vicente, viven apretaditos en el ‘perímetro de seguridad’, un área que engloba alcaldía, entes institucionales y estación de policía, establecida para proteger de ataques terroristas lugares estratégicos y cargos públicos. El resto de moradores queda por fuera (…) Tras cinco años de intentarlo, es evidente que los Planes Patriotas no desterraron a las FARC”(22).

Luis Carlos Restrepo, otro de los inamovibles del presidente Uribe y Alto Comisionado para la Paz, según una reseña de Marie Delcas publicada en Le Monde, “A lo largo de los años 70, milita con la extrema izquierda”(23). Sin duda su formación política ha sido indeleble. Este personaje, que define a ‘Tirofijo’ el feroz cabecilla máximo de las FARC como un “líder carismático”(24), fue el encargado, con todo tipo de artilugios, de adelantar el proceso de desmovilización de la mayoría de los grupos libertarios de legítima defensa, los principales y más certeros enemigos del estalinismo y su combinación de todas las formas de lucha. Tal vez en la historia de la guerra antisubversiva colombiana nadie le había prestado un servicio tan grande al estalinismo como el presidente Uribe y su comisionado de “paz”. Sacar del escenario a quienes estaban librando una guerra irregular libertaria y estaban derrotando la guerra irregular del esclavismo estalinista es un crimen monstruoso contra la vida y la libertad individual de los colombianos.

Fabio Valencia Cossio, Alto Consejero Presidencial de Álvaro Uribe, es otra pieza clave del quintacolumnismo en la Casa de Nariño. En julio de 2007 la revista La otra verdad periodismo investigativo desenmascaró a este veterano y avieso político del Partido Conservador. La revista en su carátula titula: “El ‘pacto’ secreto de las FARC con Fabio Valencia para refundar el Estado”. Y en una síntesis especifica: “El documento de 15 puntos fue realizado durante el gobierno de Andrés Pastrana y se denomina ‘Carta de Intención entre las FARC-EP y el Gobierno Nacional’. Se habla de hacer una Asamblea Constituyente para reformar la Constitución… Se propone que varios ministerios y cargos de alta dirección pasen a manos de la organización subversiva. Se planea depurar la cúpula militar y que el Ejército reduzca sus efectivos en un 60% de manera escalonada en un año y se fusione con los combatientes más calificados de las FARC, en lo que se denominaría ‘Ejército Patriótico’, cuyas principales guarniciones serían comandadas por rebeldes”. En otro lugar agrega: “Manuel Marulanda Vélez, ‘Tirofijo’, Alfonso Cano y Raúl Reyes aclaran que están dispuestos a movilizar a todos sus miembros para apoyar la candidatura presidencial de Fabio Valencia Cossio”(25).

De esta manera el gobierno de Álvaro Uribe reproduce el caso del agente del FBI Robert Hanssen, que estalló en febrero de 2001. Norman Mailer anota que “Robert Hanssen, un católico ultradevoto, había sido espía soviético durante quince años. Nadie en el FBI podía creérselo. Siempre había parecido el anticomunista más puro de todos”(26). Esto aclararía el por qué de las teatrales baladronadas de Uribe contra la “izquierda” y explicaría además su confeso “pragmatismo” (falta de principios) que se manifiesta en su camaleónico discurso.
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NOTAS:

1. Lenin, Obras Escogidas. T. II, pág. 195;
2. www.nodo50.org/lahaine/internacional/objetivo_clase.htm;
3. Umberto Valverde, Colombia tres vías a la revolución. Círculo Rojo Editores, Bogotá, 1973, pág. 57;
4. www.polodemocratico.net/spip.php?page=imprimir&id_article=3438;
5. www.cidh.oas.org/countryrep/Colombia81sp/capitulo3.htm;
6. www3.terra.com.co/elecciones_2007/articulo/html/vbe1100.htm;
7. Revista "Gato Pardo" No. 84, octubre de 2007.
8. Voz, octubre 15 de 1987, pág. 14;
9. Voz, del 25 de junio al 1 de julio de 1992, pág. 6;
10. Roberto Escobar Gaviria, Mi hermano Pablo. Quintero Editores, Colombia, 2001;
11. www.semana.com"El dilema de José Obdulio”, abril 29 de 2006;
12. www.caracol.com.co/nota.asp?id=532577;
13. Friedrich von der Heydte, La guerra irregular moderna. Eir de Colombia, Bogotá, 1987, pág. xxvii;
14. Revista Semana No. 1317 de julio 30 a agosto 6 de 2007, pág.36;
15. El Tiempo, Teléfono Rosa, 2 de diciembre de 2007, pág. 3-3;
16. www.miami.com“Ejecutivo estatal colombiano era de las FARC”, 9 de agosto de 2006;
17. www.eltiempo.com“Las barras de fútbol, otro objetivo del PC3, ‘máquina’ de infiltración de las FARC”, septiembre 24 de 2006;
18. www.rebelion.org;
19. www.eltiempo.com“La máquina de infiltración de las FARC es el Partido Comunista Clandestino Colombiano”, agosto 12 de 2006;
20. Johny, En el infierno. Edición Príncipe, Bogotá, 1995, págs. 38 y 39;
21. www.anncol.org/es/site/doc.php?id=1663;
22. El Tiempo, 19 de agosto de 2007, pág. 1-18;
23. www.presidencia.gov.co/Ingles/mundo/francia/2006/enero/25.htm;
24. El Nuevo Siglo, 20 de abril de 2003, pág. 19;
25. "La otra verdad periodismo investigativo", julio de 2007, pág. 4;
26. Norman Mailer, ¿Por qué estamos en guerra? Anagrama, Barcelona, 2003, pág. 55.

Cortesía de Benito Quintero

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