21 julio 2007

Discurso del General en Jefe Raúl Isaías Baduel, Ministro del Poder Popular para la Defensa en el acto de entrega de su cargo

Pronunciado en Caracas, el 18 de julio de 2007.


Quiero iniciar estas palabras agradeciendo desde mi alma en primer lugar a Dios Todopoderoso y Eterno, por haberme concedido el privilegio de servirle en grande desde esta posición, estando protegido por su mano poderosísima, y a todas las personas que con su apoyo, trabajo, dedicación e intercambio coadyuvaron a llevar a feliz conclusión mi gestión al frente de este Ministerio.

Agradezco al Señor Presidente por la confianza que depositó en mí al asignarme esta responsabilidad, a usted, mi amistad y sentimientos de afecto.

Especial mención merecen mis dilectos compañeros de armas, que conformaron en mi entorno un equipo, sin cuyo aporte invalorable el resultado exitoso de nuestra labor diaria hubiese sido imposible, a ellos mi eterna gratitud y mi amistad por siempre, cualquiera sea la trinchera que ocupe.

Hoy me sucede por designios del Altísimo, a cuya voluntad me acojo mansamente, y decisión de la superioridad, el Señor General en Jefe Gustavo Rangel Briceño, compañero y amigo de quien conozco entre otras virtudes sus arraigados principios religiosos, que le servirán de férreo soporte durante su tránsito por este cargo. A usted mis mejores deseos y que Dios le guíe e ilumine en todas sus decisiones.

Me ha correspondido el honor de ejercer el cargo de Ministro del Poder Popular para la Defensa, posición que obliga a quien la ocupe, por principio y por ley, a mostrar su pensamiento frente al ejercicio direccional de los hombres y la estrategia política del Estado, de cara al futuro para que el ciudadano de nuestra Nación, hoy en tránsito político social inédito, conozca del profesionalismo de su accionar y, en consecuencia, sienta el descanso y reposo que le merezca al comprobar la decisión de apego del jefe militar a la institucionalidad del Estado venezolano, conservando la disciplina, la obediencia y la subordinación, pilares fundamentales de nuestra institución, con el ejemplo y la preservación de los valores de nuestros integrantes.

Cuando digo que nos encontramos en un tránsito inédito, que en los órdenes político y social está atravesando nuestra Nación, entre otras cosas, me refiero al proceso de construcción de un nuevo modelo político, económico y social al cual hemos denominado Socialismo del Siglo XXI.

El término Socialismo lamentablemente no tiene un significado uniforme y homogéneo para todo el que de él habla y de allí quizás la incertidumbre e inquietud que se generan en algunos sectores de la vida nacional cuando siquiera se le menciona. El llamado del Señor Presidente Hugo Chávez a construir el Socialismo del Siglo XXI, implica la necesidad imperiosa y urgente de formalizar un modelo teórico propio y autóctono de Socialismo que esté acorde a nuestro contexto histórico, social, cultural y político. Hay que admitir que este modelo teórico hasta los momentos, ni existe ni ha sido formulado y estimo que mientras esto sea así, persistirá la incertidumbre en algunos de nuestros grupos sociales.

Como he dicho en otro lado, debemos "inventar" el Socialismo del Siglo XXI sí, pero no de manera desordenada y caótica, sino valiéndonos de las herramientas y el marco de referencia que nos da la ciencia. Debemos inventar nuestro modelo propio con lógica, con método, con orden, en fin con ciencia.

En el Aló Presidente del 27 de marzo de 2005, el Señor Presidente Chávez indicó, cito: "el Socialismo de Venezuela se construiría en concordancia con las ideas originales de Carlos Marx y Federico Engels" fin de la cita. Reiterando lo que al respecto he mencionado en una oportunidad anterior, si la base para la construcción del Socialismo del Siglo XXI es una teoría científica de la talla de la de Marx y Engels, lo que construyamos sobre ella no puede serlo menos, so pena de que la estructura construida no pase a ser más que una humilde choza, levantada sobre los cimientos de un rascacielos.

Mucho se ha escuchado en tiempos recientes, a algunos teóricos que quieren dar su aporte a la construcción de un modelo socialista propiamente venezolano, sobre lo inconveniente que sería repetir los errores cometidos en los países del llamado "socialismo realmente existente", entre ellos, la extinta Unión Soviética. Sin embargo, estimo que los errores que estos teóricos señalan, se quedan única y exclusivamente en lo concerniente a las fallas de orden político del modelo soviético, por ejemplo, en cuanto a la relación entre el partido revolucionario y el Estado y entre el partido y el pueblo, o en el peligro de cometer los errores del Partido Comunista de la Unión Soviética, el cual se convirtió en una organización que sustituyó y desplazó a la sociedad y que al final terminó siendo manejada por el Comité Central del partido.

En el orden político, nuestro modelo de socialismo debe ser profundamente democrático. Debe dilucidar de una vez por todas que un régimen de producción socialista no es incompatible con un sistema político profundamente democrático, con contrapesos y división de poderes. En este aspecto considero que sí deberíamos apartarnos de la ortodoxia marxista que considera que la democracia con división de poderes es solamente un instrumento de dominación burguesa. Como bien lo señaló nuestro Presidente Hugo Chávez en una entrevista concedida a Manuel Cabieses, Director de la revista Punto Final:
Cito: "En la línea política uno de los factores determinantes del Socialismo del Siglo XXI debe ser la democracia participativa y protagónica. El poder popular. Hay que centrar todo en el pueblo, el partido debe estar subordinado al pueblo. No al revés" fin de la cita.

Sin embargo no son solo los de orden político los únicos errores que deberían considerarse. No debemos olvidar algo fundamental: El socialismo es, en sentido estricto, un sistema de producción económica, tal como el capitalismo al que debe sustituir es también un sistema de producción económica. También se cometieron errores de índole económica en los países del socialismo real. Contra estos también hay que estar en guardia, para no repetirlos. Los errores económicos de estos países del socialismo real como la URSS, incluyen la insuficiente generación de riqueza, ya que a pesar de haber logrado una industrialización acelerada, de tener una economía centralmente planificada y de los planes quinquenales, la economía soviética no pudo ser rentable, no pudo generar la riqueza necesaria para mantener confortablemente a su pueblo. Una de las grandes paradojas y contradicciones de la economía soviética se refleja en el hecho de que esta nación llegó a depender de las importaciones de trigo, precisamente provenientes de su archienemigo durante la Guerra Fría, los Estados Unidos de Norte América, para poder alimentar a su población; como ejemplo de ello tenemos que en 1979 el gobierno norteamericano envió a la Unión Soviética 25 millones de toneladas de maíz y trigo. La URSS no pudo dar el salto definitivo hacia adelante para alcanzar los niveles de eficacia en la generación de riqueza de sus competidores capitalistas, a pesar de que logró notables avances en materia social, educación, deporte, salud, arte, etc. Ciertamente no queremos repetir estos errores tampoco.

No podemos permitir que nuestro sistema se transforme en un Capitalismo de Estado, donde sea el Estado el único dueño de los grandes medios de producción. Un país puede cometer el error de nominalmente llamarse socialista y en realidad practicar un capitalismo de Estado. Durante un tiempo y después de la etapa conocida como comunismo de guerra, la Unión Soviética aún llamándose una República Socialista, practicó el Capitalismo de Estado a instancias del propio Lenin. En ese tiempo, entre los años 1921 y 1927 etapa que se conoce como "Nueva Política Económica", se justificó tal acción alegando los errores económicos del llamado comunismo de guerra y que llevaron a la rebelión de Kromstadt y a otros acontecimientos que casi liquidan a la Revolución Bolchevique. Este período de "comunismo de guerra" que se extiende de 1917 a 1921, se caracterizó sobre todo por el fracaso: fracaso en la agricultura y fracaso en la actividad industrial. La política de nacionalización total de todas las empresas agrícolas, industriales y comerciales crea entre el gobierno y la población graves malentendidos y un descontento que desembocan en la anarquía, el hambre y la rebelión anticomunista. Los precios suben verticalmente, mientras que la producción se hunde y la moneda se desvaloriza y deja de ser un medio normal de cambio. La producción agrícola es una tercera parte de su volumen en 1913; la producción industrial corresponde al 13% de su nivel en 1913 y el tráfico ferroviario al 12%. Se estima que en 1921 mueren de hambre 5 millones de personas en la Unión Soviética.

El comunismo de guerra dejó la enseñanza de que no se pueden implantar cambios bruscos en el sistema económico, es decir abolición a rajatabla de la propiedad privada y la socialización brutal de los medios de producción sin que esto repercuta negativamente en la producción de bienes y servicios y sin que concomitantemente se genere un descontento generalizado en la población. Lenin acuñó el término "Capitalismo de Estado" para referirse a lo que él consideraba era la fase de transición ideal entre el capitalismo y el socialismo. Esto significó una coexistencia por un período de 7 años del capitalismo con el socialismo. Se permitió la propiedad privada de medios de producción pequeños y medianos; sin embargo, el Estado se reservó para sí los grandes medios de producción. Se mantuvo nacionalizada la banca, pero se dejó el comercio en manos privadas y se permitió la venta de los productos a los precios que fijara el mercado.

Uno de los atractivos que siempre ha ejercido el socialismo clásico, es la idea subyacente de que un sistema socialista debe poder realizar un reparto más equitativo y justo de la riqueza que uno capitalista, en donde las inmensas desigualdades son la orden del día. Pero no debemos olvidar algo que quizás por evidente muchas veces obviamos. Antes de repartir la riqueza hay que generarla. No se puede repartir algo que no existe. Esa fórmula no se ha inventado. El modelo de socialismo que desarrollemos debe ser tal, que nos muestre el camino socialista hacia la producción y generación de riqueza primero y luego permita un reparto equitativo de la misma entre quienes la generaron, o como diría Marx, cito: "a cada quien según su capacidad y a cada quien según su necesidad" fin de la cita. Para que el modelo socialista que nos planteemos tenga éxito, este debe encontrar las maneras de hacernos a los venezolanos más productivos.

En el pasado, durante la IV República, los gobiernos emplearon la riqueza excesiva generada por el "boom" petrolero para financiar todo tipo de ayudas económicas y subsidios. Numerosos venezolanos llegaron a depender enteramente de la ayuda oficial. En vez de enseñarle a los venezolanos cómo generar riqueza a través del trabajo y el esfuerzo, se les enseñó a pedirle ayuda al gobierno de turno. Cuando el boom petrolero terminó, el Estado se encontró súbitamente sin los fondos para continuar subsidiando la economía nacional. Fue entonces cuando el país se sumergió en la crisis, la peor en toda la historia venezolana. Nuestro modelo de socialismo debe y tiene que evitar la repetición de estos errores. Necesitamos aprender de los errores cometidos durante las últimas cuatro décadas y evitar repetirlos

Como el llamado de nuestro Presidente a construir e inventar el Socialismo del Siglo XXI ha estado acompañado también de algunas líneas y directrices, tales como aquella de que nuestro modelo debe y tiene que ser profundamente cristiano, basado en las ideas de justicia social de Cristo El Redentor, considero pertinente citar un pasaje del Evangelio que ilustra bien lo que Nuestro Señor Jesús pensaba respecto de la generación y reparto de la riqueza. Es la conocida parábola de los talentos que se encuentra en el evangelio según San Mateo capítulo 25 versículos 14 al 30. Dice allí Jesús:

Cito "El Reino de los Cielos es también como un hombre que, al salir de viaje, llamó a sus servidores y les confió sus bienes. A uno le dio cinco talentos, a otro dos, y uno solo a un tercero, a cada uno según su capacidad; y después partió. En seguida, el que había recibido cinco talentos, fue a negociar con ellos y ganó otros cinco. De la misma manera, el que recibió dos, ganó otros dos pero el que recibió uno solo, hizo un pozo y enterró el dinero de su señor. Después de un largo tiempo, llegó el señor y arregló las cuentas con sus servidores. Fin de la cita

En esto, Jesucristo, va abiertamente en contra del concepto absolutista de la propiedad que privaba por aquel entonces y que al parecer algunos todavía sostienen: El que uno puede hacer con la propiedad lo que se le antoje; esto es contradicho abiertamente según nuestro señor Jesús por la obligación de rendir cuentas, según el uso de los bienes morales, intelectuales y materiales. Y la rendición de cuentas implica un castigo muy duro. El evangelio continúa diciendo:

El que había recibido los cinco talentos se adelantó y le presentó otros cinco. "Señor, le dijo, me has confiado cinco talentos: aquí están los otros cinco que he ganado". Está bien, servidor bueno y fiel, le dijo su señor, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor". Llegó luego el que había recibido dos talentos y le dijo: "Señor, me has confiado dos talentos: aquí están los otros dos que he ganado". "Está bien, servidor bueno y fiel, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor".

A cada quien se le exigió según sus capacidades. A cada quien según sus talentos. A cada quien según los bienes que había recibido. No podía exigírsele igual a quien recibió 5 que a quien recibió 2. Las obligaciones de los seres humanos no son equiparables, nuestra responsabilidad, aunque de la misma naturaleza, no es igual para unos que para otros. A quien mucho se le ha dado, mucho se le exigirá. Por último, Jesucristo condena en este Evangelio, en forma clara y llana, el atesoramiento. Cuando dice San Mateo:

Llegó luego el que había recibido un solo talento. "Señor, le dijo, sé que eres un hombre exigente: cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has esparcido. Por eso tuve miedo y fui a enterrar tu talento: ¡aquí tienes lo tuyo!". Pero el señor le respondió: "Servidor malo y perezoso, si sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido, tendrías que haber colocado el dinero en el banco, y así, a mi regreso, lo hubiera recuperado con intereses. Quítenle el talento para dárselo al que tiene diez, porque a quien tiene, se le dará y tendrá de más, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene. Echen afuera, a las tinieblas, a este servidor inútil; allí habrá llanto y rechinar de dientes

A quien poco se le dio, poco se le exigió. Pero si aún si ese poco no lo cumple, son para él "las tinieblas". El infierno es en el Evangelio, el castigo inexorable para quien teniendo la posibilidad no produce; para quien teniendo la aptitud, no la usa; para quien, siendo pobre porque poco se le ha dado, no utiliza lo poco que tiene en bien de los demás.

Para poder conseguir la meta de generar riqueza de manera diferente al modelo capitalista, nuestro socialismo debe "hacer pueblo", ya que como lo dijo el maestro Simón Rodríguez: "No puede haber República sin pueblo". Para hacer pueblo, Simón Rodríguez sugería la implementación de lo que él llamaba de manera visionaria la "Educación Social". Afirmaba el Maestro Simón Rodríguez en 1828:

Cito: "Las costumbres que forma una Educación Social producen una autoridad pública, no una autoridad personal; una autoridad sostenida por la voluntad de todos, no la voluntad de uno solo, convertida en Autoridad o de otro modo, la autoridad se forma en la educación, porque educar es crear voluntades. Se desarrolla en las costumbres que son efectos necesarios de la educación y vuelve a la educación por la tendencia de los efectos a reproducir la autoridad. Es una circulación del espíritu de Unión entre socios, como lo es la de la sangre en el cuerpo de cada individuo asociado pero la circulación empieza por la vida". Fin de la cita.

Nuestro modelo Socialista debe romper con la mala costumbre del pasado de enseñarle derechos al pueblo, pero no deberes. Nuestro modelo Socialista debe enseñarle al pueblo lo que tiene que hacer para poder obtener lo que no tiene. Nuestro modelo socialista debe enseñarle al pueblo que las cosas no aparecen por arte de magia, sino que hay que obtenerlas a base de esfuerzo y trabajo. Esa debe ser la tarea de la verdadera educación social, que permita formar al republicano que necesitamos para conseguir todo el potencial del cual es capaz esta tierra venezolana de gracia, tan amada, tan bendecida y protegida por Dios.

En ese sentido, la Fuerza Armada puede aportar mucho a la construcción del modelo, ya que en la institución armada la ecuación siempre ha sido inversa, puesto que hemos aprendido y practicado que nuestros deberes están en primera línea de importancia. Es el cumplimiento de los deberes uno de los componentes de mayor ponderación en la vida del soldado. Incluso, podemos afirmar que en los últimos años y sobre todo con la aprobación popular de la Constitución de 1999, nuestros deberes y responsabilidades se han incrementado, ya que además de los tradicionales, inherentes a la seguridad y defensa de la nación y a la cooperación en el mantenimiento del orden interno, se ha añadido el de la participación activa de la Fuerza Armada en el desarrollo nacional. Esta última misión la hemos venido cumpliendo fielmente y a cabalidad y es una honra para la institución el ser tomada en cuenta para llevarla a cabo; sin embargo, apreciamos que es necesario que se afinen los instrumentos legales que la regulan, y que le permitan a la FAN atender con mayor eficiencia administrativa, operativa y financiera esta labor.

El pueblo venezolano les dio a los militares venezolanos un mandato claro en el artículo 328 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Ahí el pueblo venezolano nos dio, hablando en términos militares, "una finalidad", "un para qué"; que se traduce en garantizar la independencia y la soberanía de la nación, y asegurar la integridad del espacio geográfico. El pueblo venezolano también nos dio "un cómo" a los integrantes de la Fuerza Armada Nacional, a través del ejercicio de tres misiones fundamentales: la defensa militar, la cooperación en el mantenimiento del orden interno y la participación activa en el desarrollo nacional.

Son tres misiones que deben estar en un perfecto equilibrio dinámico, y de ellas se desprende que el pueblo venezolano nos asignó el patrimonio de custodiar las armas de la República para defender sus intereses y ser administradores de la violencia legal y legítima del Estado. Pero más que administradores de la violencia, debemos ser propulsores y mantenedores de la paz, y generadores de sosiego y sendero cierto hacia el desarrollo de nuestro pueblo.

Invoco las palabras pronunciadas por el Papa Juan Pablo II El Grande, El Peregrino de la Paz, de feliz e imborrable memoria. Cito: "En un dilatado clima de concordia y respeto de la justicia puede madurar una auténtica cultura de paz, capaz de extenderse también a la comunidad internacional" (Discurso pronunciado al Cuerpo Diplomático, Enero 1997)

Y navegando en las páginas del Concilio Vaticano II, encontrándonos en la Gaudium et spest (alegría y esperanza), cito: "La paz no es la mera ausencia de la guerra ni se reduce al solo equilibrio de la fuerza adversaria, sino que es el fruto del orden plantado en la sociedad humana por su divino fundador y que los hombres sedientos de una perfecta justicia deberán llevar a cabo".

La Fuerza Armada Nacional debe ser un instrumento de poder para la democracia política, la paz y el desarrollo, cuya actuación se enmarca en el reto que demandan la voluntad nacional y el liderazgo, con miras a la reivindicación de instituciones y procedimientos en beneficio del colectivo nacional.

Desde ahora se impone un tiempo de reflexión, a este humilde soldado de infantería paracaidista.

Estos son los siete principios que rigen el Código de Bushido, la guía moral de la mayoría de Samurais. Sed fieles a él y vuestro honor crecerá. Rompedlo y vuestro nombre será denostado por las generaciones venideras.

1.Gi- Honradez y justicia
Sé honrado en tus tratos con todo el mundo. Cree en la justicia.
2.Yu- Valor heroico
Alzate sobre las masas de gente que temen actuar. Ocultarse como una tortuga en su caparazón no es vivir. El coraje heroico no es ciego. Es inteligente y fuerte. Reemplaza el miedo por el respeto y la precaución.
3.Jin- Compasión
Desarrolla un poder que debe ser usado en bien de todos. Ayuda a tus semejantes en cualquier oportunidad. Si la oportunidad no surge, sal de su camino para encontrarla.
4. Rei- Cortesía
Un Samurai es cortés incluso con sus adversarios. Recibe respeto no solo por la fiereza en la acción, sino también por su manera de tratar a los demás. La auténtica fuerza interior del Samurai se vuelve evidente en tiempos de apuros.
5. Meyo- Honor
Las decisiones que tomas y cómo las llevas a cabo son un reflejo de quien eres en realidad. No puedes ocultarte de ti mismo.
6. Makoto- Sinceridad Absoluta
Cuando un Samurai dice que hará algo, es como si ya estuviera hecho. El simple hecho de hablar ha puesto en movimiento el acto de hacer. Hablar y hacer son la misma acción. Y
7. Chugo- Deber y lealtad
Las palabras de un hombre son como sus huellas; puede seguirlas donde quiera que él vaya.

Que Yahvé, Elohim de los Ejércitos, Supremo hacedor de todas las cosas, bendiga y guarde por siempre a la República Bolivariana de Venezuela.

20 julio 2007

Mayz Vallenilla, un venezolano valioso

Por José Alberto Medina Molero

Nacido en Maracaibo, hace ya ochenta y un años, el Dr. Ernesto Mayz Vallenilla, es un venezolano que ha caracterizado su vida por el ofrendar, por presentar a sus semejantes obras útiles, prácticas, salidas de ese intelecto inquieto que, se debate entre la abstracción pura y la praxis. Poco conocido por la inmensa mayoría de connacionales, el Dr. Mayz Vallenilla, eminente filósofo, ha prodigado a lo largo de su existencia una fecunda labor que, trasciende a sus escritos, entre los que sobresalen: “El Esbozo de una crítica de la Razón Técnica” (1974), “Misión de la Universidad Latinoamericana” (1976), “El Dominio del Poder” (1983), “El Ocaso de las Universidades” (1984), “El sueño del Futuro” (1984) , “Un Nuevo Mundo” (1992) “Invitación al pensar del Siglo XXI” (1998) y “Travesías del Pensar” (1999).

Si sólo de obras, escritos teóricos se tratáse, la obra de Mayz Vallenilla probablemente no tendría la enorme significación que ha llegado a tener en el país y en América Latina. La mayor hechura de su saber se encuentra festoneada por el fresco y bucólico Valle de Sartenejas: la Universidad Simón Bolívar. Fruto inequívoco de su más honda preocupación educativa. Casa de estudios que tiene entre sus fibras más íntimas los preceptos del mundo intelectual de Mayz, mundo en el que hay plataformas para la formación de profesionales que estén consustanciados con su medio, en la mejor tradición del nuevo hombre, que se necesita para estas equinocciales regiones. Quiso Mayz, con esta institución (orgullo de Venezuela y formadora de un valiosísimo contingente de profesionales con visión de país) plasmar en la práctica, ayudado de la pasión constructora, esas ideas que ha vertido en sus libros.

Probablemente (se intuye), para la USB y, el resto de las Casas de Estudios de Educación Superior del país (y para todos nosotros), existen varios retos pendientes, en el marco de la fecunda obra del Dr. Mayz Vallenilla, retos que deben llevar a cabo hombres y mujeres igualmente interesados en lo grande, noble y trascendente, insuflados de un espíritu bienhechor. Por ello, siguen retumbando las palabras que escribiese en su Libro “Nuevos Mundos“:

“Lo que se acerca es el Nuevo Mundo y somos también nosotros sus moradores. El hombre americano debe saber que este Nuevo Mundo no es una realidad ya dada, ni que llegará a ser por sólo azar de fortuna, una especie de “tierra prometida” llena de frutos y bendiciones. Debe saber que el Nuevo Mundo se acerca pero que, incluso, en el caso más extremo, puede hasta no llegar a ser un “Nuevo Mundo”... El Nuevo Mundo resplandece en su existencia y se le ha descubierto mediante su radical expectativa. Pero la expectativa... es sólo el Presente de algo advenidero”.

En la misma medida del pensamiento (y en justo homenaje a éste) deben acometerse las vigorosas acciones que, nos acerquen a un seguro y benéfico Nuevo Mundo, y no que las oportunidades se sigan desperdiciando en futilidades. Quiera Dios que, ejemplos como los de este valioso venezolano, puedan ayudarnos en esta ingente tarea.

Ninguém votou no socialismo del siglo XXI

Por Rivadávia Rosa

O fracasso do coletivismo utópico no século passado por considerar o ser humano como um instrumento do Estado-partido (deus-estado) e não uma criatura de Deus, com individualidade própria, com direitos inerentes a sua condição humana – ressuscita mediante falsificação da história que enterrou o nazismo (nacional-socialismo), mas ocultou criminosamente os crimes e a tragédia do socialismo-comunismo cuja dimensão foi muito maior em barbárie e degradação provocada pela ação (des) humana da ideologia patológica.

Hoje os socialista-comunistas se apresentam descaradamente como politicamente corretos em mais uma fraude, falsificação, deformação histórica, insidiosamente introduzida pela patologia lingüística pela novilíngua (George Orwell) e pela estratégica gramcista (Antonio Gramsci) de dominação do Estado para tentar novamente mudar o impossível – a natureza humana.

O experimento socialista – regressão totalitária, dissimulada e apoiada na democracia com o propósito de alterar a natureza humana (criar um homem novo/nuevo) – em que obviamente prevalecem o cinismo e o desrespeito a todos os valores e princípios.

Em síntese, o marxismo – em sua teoria social – o direito - compreende a arquitetura ideológica que, na sociedade burguesa – gera – a igualdade política com a desigualdade econômico-social representada na existência das classes sociais; e preconiza – Em sua projeção histórico-política – o comunismo - pela supressão das classes e da propriedade privada que levaria não só a extinção do Estado mas também ao desaparecimento do Direito.

Essa concepção materialista – já tentou salvar a humanidade – através do messias-proletário – para trazer o reino dos céus à terra – ou seja o paraíso terrenestre – fundando na realidade o totalitarismo soviético sem precedentes na história da humanidade em termos de tragédia (des) humana.

O homen novo – hombre nuevo – essa é a meta do comunismo – dominar os impulsos egoístas individuais; qualquer problema individual deve ser relevado ante o bem estar coletivo. O socialismo é assim – não há necessidades pessoais, tudo é coletivo.

Na venezuela ninguém votou no socialismo del siglo XXI, mas em Chávez e ele mesmo diz aos partidos que o apoiaram - "No se hagan ilusiones, todos eso votos son de Chávez", e o poder popular é uma ficção e uma forma de dissimular a hiperconcentração do poder nas mãos de Chávez.

Nos discursos de posse da cúpula militar da Venezuela – a seguir - pode se conferir os pressupostos ideológicos do que se configura em mais uma fraude – inclusive a concepção de um socialismo produtivo, gerador de riquezas quando se sabe que o sistema comunista só distribui miséria em abundância e servidão humana; na Nova Política Econômica como comunismo de guerra adotada por Lênin, quando na realidade a Nova Política Econômica (NEP) foi um mero recuo tático, imposto pela realidade, para, um dia alcançar melhor o objetivo final do comunismo, cujo caminho só os bolcheviques pensavam dominar e acabou na maior tragédia da história humana, que é reconhecido, supostamente como um gesto de honestidade intelectual (en 1921 mueren de hambre 5 millones de personas en la Unión Soviética); procura se apoiar em Jesus Cristo o que não passa de estelionato religioso; na democracia e até no Código Bushido (guia dos samurais).

MEMÓRIA DE QUEM VIVEU O EXPERIMENTO:

“O marxismo não faz sentido, e eu sou o primeiro a dizer que ele está errado." Todor Zhivkov (1911-1998), ex-ditador comunista da Bulgária o que governou país com mão de ferro durante 35 anos (1954-1989).

"Aplique o marxismo em qualquer país e você sempre encontrará um gulag no final." Bernard-Henri Lévy.

“O Estado soviético, Wilson reconhece, falsifica a História, paga um exército de informantes, cria uma atmosfera de medo e suspeita e pratica uma política de terror oficial.” ( John Dos Passos, citado por Jeffrey Meyers, in Edmund Wilson, uma Biografia, ed. Civilização Brasileira, Rio, 1997, p. 219).

André Gide, escritor de esquerda, que visitou a Rússia, conclui: “Duvido que qualquer outra nação do mundo, e aí incluo a Alemanha de Hitler, possa ser menos livre, mais humilhada, mais temerosa, aterrorizada e vassalizada do que a União Soviética”. John Dos Passos, citado por Jeffrey Meyers, in Edmund Wilson, uma Biografia, ed. Civilização Brasileira, Rio, 1997).

Psiquiatras al banquillo

Por Olivia Biasini

Ha llegado a mis manos la Resolución Nº 2345-07 emitida por el Departamento de Salud Mental del Ministerio de Salud. La comunicación se refiere a la desagradable costumbre que han desarrollado algunos colegas, de dar “opiniones personales de interpretaciones ni técnicas ni éticas, sobre las personalidades del acontecer nacional e internacional”.

Esta dañina tendencia es común en los colegas, imaginen ustedes que Freud, padre del Psicoanálisis, solo de mirar las pinturas de Leonardo Da Vinci, se atrevió a asegurar que el gran pintor e inventor ¡era homosexual¡ pero no contento con esto, llegó a la perversión de afirmar que todos sufrimos de complejo de Edipo, de pequeños amamos al pariente de sexo opuesto y somos unos homicidas celosos capaces de matar a nuestra propia madre.

Los discípulos de Freud, han seguido la malsana costumbre de interpretar y opinar sobre todo tipo de personalidades pero creo que han llegado demasiado lejos si se han atrevido a hacer interpretaciones de alguna personalidad nacional o internacional, dado el grado de normalidad extremo de la mayoría de los dirigentes mundiales, con la excepción de Bush, que con perdón de la resolución, parece tener alguna patología mental de carácter agresivo, que le lleva a pelear con todo el mundo.

Los colegas funcionarios afirman que todo lo que hemos aprendido los psiquiatras en la universidad solo debe ser utilizado “para ayudar, evitando todo tipo de mala información, empírica o no que se pueda usar con fines malignos”, por supuesto, y los abogados solo deben buscar la verdad y los jueces solo dedicarse a la Justicia y los funcionarios defender solo al Estado y no a ninguna parcialidad política, y los militares solo defender la patria ¡de cajón!

Lo que me preocupa es que una información empírica, obtenida del mundo de los hechos, pueda ser calificada de mala o que sus fines puedan ser malignos, por ejemplo que hay de maligno en afirmar que “el agua sometida a 0 grados se congela y sometida a 100 grados hierve; los hechos son los hechos y están allí para que aquel que tenga ojos lo vea y el que tenga oídos lo oiga.

En consecuencia, los colegas funcionarios, afirman que todo psiquiatra que incurra en una mala interpretación será considerado “reo de mala praxis, inmoralidad, desconsideración, despreciable valor inhumano (este apelativo nunca lo había oído) y apelable a las leyes deontológicas que faciliten la aplicación más noble de las leyes: justicia con calidad humana y de sentimientos de amor por la humanidad viviente”.

¿Cuáles serán esas malas interpretaciones? No aclara la resolución, pero al final del documento dicen que serán objeto de las “medidas correspondientes” los psiquiatras que irrespeten “la majestad del Estado y de nuestro Presidente”, de donde parece inferirse que las malas interpretaciones serían aquellas que se refieren al estado de salud mental del Presidente.

Estoy totalmente de acuerdo, no hay nada más que ver y oír al Presidente para darse cuenta de que disfruta de un perfecto estado mental, cualquier otra interpretación sería maliciosa y alejada de la verdad, por cierto, cualquier medio de comunicación social que publique cualquier otra cosa “serán responsabilizados por facilitar el irrespeto en cuestión”.

Para cuidar mi libertad de expresión y opinión y evitar la autocensura de los medios, voy a hacer interpretaciones de personajes de novela, por eso los invito a leer Doña Bárbara, la próxima semana haré la interpretación psicológica de Ño Pernalete.

Medios (II parte)

Por Nelson Maica C.

Nada tan estúpido como vencer; la verdadera gloria está en convencer. Víctor Hugo


¿Está usted de acuerdo con la afirmación de que, en definitiva, los medios de comunicación, hoy, en Venezuela, deciden sobre el poder, deciden sobre el mercado y deciden sobre la organización y estructura de la sociedad venezolana y, además, lo hacen de manera determinante e inevitable? Lo que está a la vista no necesita anteojos, reza un dicho muy popular de nuestro pueblo. ¿Quiénes creen en eso? La voz única, supongo. De allí la captura y posesión, por medios armados, de una estación de televisión de más de 50 años de funcionamiento. Miedo a los medios. ¡Pero si tiene tantos medios a su disposición! ¡Los quiere todos para controlar la población, tal como sucede en la “isla de la fantasía caribeña”!

Si la voz única cree lo anterior, también, entonces, cree que el mercado y la sociedad es una sola masa con un solo “jefe”. Hay una sola demanda a un solo dueño. Todo es una masa. Uno solo piensa y actúa, los demás obedecen. Pero debería pensar, además, por simple sentido común, que esa masa es todo consumo, es todo ocio –de allí tanto desempleado y subempleado en este régimen–, es todo individuo, es todo uso de productos y servicios, es todo activismo –de allí su único partido-, es todo conciencia, es todo “viveza criolla” y que, en lo fundamental, no tienen porqué seguir las pautas de los medios de comunicación y de “otros”, y que existe cierta diferencia entre la sociedad venezolana actual y lo que son sus medios de comunicación y lo que los medios definen. ¿?

En nuestra sociedad masiva pudiéramos distinguir tres aspectos sobresalientes, por ahora: consumo-información y novela-entretenimiento, política y dinero. Y nos está pareciendo normal.

¿Los pronunciamientos y acciones y decisiones del gobierno durante ocho años han sido acontecimientos que tengan la suficiente influencia en la población que, por si mismos, hayan roto definitivamente un ciclo histórico? Lo dudo. ¿Y usted? Pero no se pueden ocultar los bárbaros intentos y las acciones cotidianas de sus verdugos voluntarios.

Ni la caída del muro de Berlín ni la caída de las torres en USA, el 11-S, ni la guerra en Irak, fueron acontecimientos que, por sí mismos, cambiaron el ciclo de la historia contemporánea, pero sí pueden considerarse como hechos que apuntan a síntomas de una transformación en el desarrollo humano. En el mejor de los casos, a mi manera de ver, estamos viviendo, sin duda alguna, una nueva fase de la sociedad contemporánea.

Una nueva fase que afecta al liberalismo, al socialismo, al comunismo, al fascismo, a las religiones, etc., porque es una crisis de la confianza. El soporte de nuestro modelo político, social, militar y económico era la creencia en la honestidad, vigilada por determinadas y tradicionales instituciones públicas, en la medida que se garantizaban las condiciones básicas de vida como salud, seguridad, educación, solidaridad y la creencia en la transparencia, también, de las grandes corporaciones mercantiles y sus dirigentes, avalados por la seguridad laboral, las garantías de éxito profesional y humano, y el reparto real de beneficios. Pero, después de lo conocido hasta el momento con los grandes y escandalosos “fraudes” ¿quién no alberga dudas hoy sobre sus banqueros, su compañía eléctrica o de telecomunicaciones, petróleo, servicios, etc.? ¿Quién se fía hoy de la voz única, de los controles establecidos por los gobiernos, de las cuentas públicas, de las estadísticas oficiales, de los planes y proyectos públicos, de las peroratas obligadas, del armamentismo sin sentido, etc., etc.?

Está presente la sensación generalizada entre las personas de una nueva fase en el devenir, caracterizada, básicamente, por una profunda pérdida de credibilidad, por una “amañada y oportuna” indiferencia, por una cierta lentitud con respecto a la incorporación y/o renuncia a la modernización y globalización del presente. El tema no se agota. ¿Por qué una contrafigura, ahora, los domingos a las 10 a.m.? ¿Por qué la oposición no usa los medios de comunicación del Estado? ¿Ya claudicaron todos?

La continua hilaridad de la indefinida

Por Teódulo López Meléndez

El show está ahora en los predios de la filología y de la lingüística y tiende a marchar hacia los de la filomela (ruiseñor, según el DRAE, si acaso cae en los del poeta Fiscal), aunque me atrevo a decir que marcha hacia los del filonio (electuario compuesto de miel, opio y otros ingredientes calmantes y aromáticos). Si mis buenos amigos Alexis Márquez Rodríguez y Manuel Bermúdez se atreven a intervenir en las profundidades lexicográficas de la presidenta de la Asamblea Nacional me van a producir un disgusto.

“Marketing” edulcorante, se señala desde los predios de los especialistas en vendernos pastas dentales que hacen salir de nuevo los dientes o productos de limpieza encarnados en pajaritos azules. Indican que el trastoque de “indefinida” a “continua” podría tener éxito desde el punto de vista de la publicidad engañosa y que cuando el gran taumaturgo aparezca en escena es posible que cambie el rechazo actual a la reforma constitucional.

Admito que el mundo actual es de especialistas, pero los sesudos análisis de los constitucionalistas en foros, seminarios y encierros cerebrados, están de más. La reforma constitucional no es un asunto de abogados, es un asunto de políticos. Aquí no hay nada que discutir desde el ángulo del Derecho, lo que tenemos delante es una espeluznante voltereta en la concepción misma del Estado y la imposición de un sistema de vida, más que de gobierno, desde la tesitura del texto constitucional. En eso comparto la posición de Henry Ramos Allup, en uno de los aspectos que acompaño, pues como se verá estoy en desacuerdo en muchos otros.

He evitado entrar en la diatriba que viene, o que venía, porque ya el flamante Secretario General de AD la ha puesto sobre los diccionarios. Me refiero a esa de “ser o no ser” y, la que más me llena de molestia, “la unidad de la oposición” para enfrentar el paquetote. Intento mantenerme al margen del absurdo, pero no puedo evitar introducir una cuña, no publicitaria sino una de esas que se ponen para evitar que algo se desplome. Nadie en su sano juicio, y antes de tener la propuesta concreta sobre la mesa, la propuesta continua y definida, puede tomar una posición tajante frente al comportamiento que debería ser el adecuado. Ramos Allup se lanza torrentoso: no participar en el referéndum que se convoque sobre el mamotreto. El Secretario General de AD es hombre de partido y no entiende otra cosa que las reuniones interpartidistas como medio de buscar la unidad. Resulta que la unidad está lograda, el país no quiere la mencionada reforma, como se deriva taxativamente de las encuestas. Ya vamos a ver el espectáculo indefinido de las reuniones interminables para lograr la “unidad”. Ramos Allup se adelanta a polemizar antes de tiempo, acusando de “agendas ocultas”, de gente que quiere llegar al 2012, de candidatos en invernaderos y demás consejas propias de los hombres inteligentes y buenos oradores pero que parecen funcionar con gríngolas.

La posición de Ramos Allup en apariencia, sólo en apariencia, parece llenar la necesidad de determinación, coraje y fuerza que la situación requiere, sólo que es más de lo mismo. Nos abstenemos ¿y qué? La reforma será aprobada igual. No basta decir “no queremos reforma” para que la reforma desaparezca. No comparto la posición de los “brujos modernos” de que basta querer o no querer para que las cosas se den o no se den. ¿Qué es lo que quiere Ramos Allup? Tal vez sea llamar a una insurrección nacional para cuando el CNE anuncie la aprobación o antes quemar mesas electorales o una vez concluido el resultado llamar a la aplicación del 350 o proclamar a cuatro voces que sigue vigente la Constitución de 1999, una ahora muy querida y apreciada. ¿Qué es lo que quieren los adecos?

Es la hora de los políticos explicando en todos los rincones la magnitud de lo que se nos viene encima. Esa es una tarea inaplazable. Otra cosa es fijar posiciones previas. Sin tomar punto de vista sobre el comportamiento que consideraré adecuado, lo que haré cuando tenga la propuesta concreta sobre la mesa, puesto que sabemos de las veleidades cambiantes y manipuladoras del gran taumaturgo, me permito observar que la de marchar al referéndum y ganarlo debería ser una posibilidad a tomar en cuenta, dado que el gobierno está en minoría, el país no quiere reelección indefinida y muchos sectores vinculados al oficialismo votarían “No” como justa posición ante el cierre de todos los canales a una justa sucesión. La otra a considerar es la de ir y asistir al fraude, uno que sería evidente, gigantesco e inocultable. De manera que elimino de un plumazo la repetidera sobre el REP y sobre el CNE. A mí nadie me venga a pedir “condiciones objetivas” para votar o no votar, discusión tan intensa como el sexo de los ángeles o sobre la primacía del huevo o de la gallina. Aquí no necesitamos un Concilio de Trento. Se puede considerar la vía de participar y asistir al fraude, entonces sí que sería necesaria la voz dura, no sólo de Ramos Allup, fijándole al país el camino a seguir. Quizás esa sería la única manera de poner los sucesos inevitables bajo control civil.

No me hago, no obstante, ninguna ilusión. Vamos hacia la continua hilaridad de la indefinida.

La revolución de los biocombustibles y América Latina

Por Luiz Inácio Lula da Silva*

BRASILIA (IPS). Las discusiones durante la reciente Cumbre del G-8 + 5, en Heiligendamm, dejaron en claro que asuntos como el cambio climático, el crecimiento sustentable, fuentes nuevas y renovables de energía y financiamiento para el desarrollo son temas mundiales sobre los cuales los países del Sur deben ser oídos. Al final de cuentas, nuestras poblaciones son las directamente afectadas por esos múltiples desafíos. Más aún, en nuestros países surgen propuestas innovadoras y creativas para enfrentarlos. El aporte de los líderes de Sudáfrica, Brasil, China, India y México durante la Cumbre Ampliada del G-8 refuerza la importancia de profundizar en un verdadero diálogo Sur-Norte.

África tiene un papel central en este debate. El continente está pasando por profundas transformaciones, que sientan las bases de un nuevo ciclo de estabilidad política y dinamismo económico. Son 53 países, vastos recursos naturales y una población joven, que aspira a realizar todo su potencial de desarrollo y prosperidad. Esa África, que visité cinco veces durante mi primer mandato y que continuaré visitando, está reforzando sus vínculos económicos, comerciales y políticos con Brasil.

En la Cumbre África-América del Sur, en el 2005, y en las dos ediciones del Foro Brasil-África, exploramos las múltiples potencialidades de esa asociación. Los biocombustibles pueden dar una calidad superior a esa alianza.

Brasil tiene una experiencia exitosa (de más de 30 años) en la producción de carburantes que combinan la seguridad energética con amplios beneficios económicos, sociales y ambientales. La mezcla de 25 por ciento de etanol en la gasolina y la utilización de alcohol puro en automóviles 'flex-fuel'permitieron reducir en 40 por ciento el consumo y las importaciones de combustibles fósiles. Dejamos de emitir, desde el 2003, más de 120 millones de toneladas de gas carbónico y ayudamos así a combatir el recalentamiento mundial.

Pero el potencial de las biomasas trasciende la generación de energía limpia y renovable. La industria del etanol creó directamente 1,5 millones e indirectamente 4,5 millones de puestos de trabajo en Brasil. El programa de biodiésel, en su fase inicial, ya brinda empleo a más de 250 mil personas, sobre todo a pequeños agricultores de zonas semiáridas, genera ingresos y colabora para fijar la población a la tierra. Los biocombustibles también ayudan a combatir el hambre, al aportar ingresos que permiten a las poblaciones pobres adquirir alimentos. Su producción no amenaza la seguridad alimentaria, ya que afecta al 2 por ciento de nuestras tierras agrícolas.

Esos programas desalientan las migraciones desordenadas, reducen la saturación de las grandes ciudades y la marginación urbana, así como la presión de los pequeños mineros y los agricultores para arrasar con los bosques autóctonos. Además, la expansión de la caña contribuyó a recuperar zonas de pasturas degradadas, de bajo o nulo potencial agrícola.

Por todas esas razones, los biocombustibles tienen una relevancia especial para los países en desarrollo. Dado su enorme potencial de creación de empleos y de ingresos, ofrecen una verdadera opción de crecimiento sustentable, especialmente para los países que dependen de la exportación de escasos bienes primarios. Al mismo tiempo, el etanol y el biodiésel abren nuevas avenidas de desarrollo, sobre todo en las industrias bioquímicas. Son alternativas económicas, sociales y tecnológicas para países pobres económicamente, pero ricos en sol y en tierras de labranza.

Estoy convencido de que los biocombustibles deben estar en el centro de una estrategia planetaria de preservación del medio ambiente. Los acuerdos, como el firmado por Brasil y Estados Unidos y los que están en negociación con países europeos, prevén la instalación de proyectos triangulares, en América Central, el Caribe y África, capaces de unir la tecnología brasileña con las condiciones climáticas y de suelos favorables en esas regiones. El Gobierno y el empresariado brasileños ya ofrecen cooperación técnica bilateral en la producción de alcohol y de biodiésel en Mozambique, donde un programa de biocombustibles asocia el conocimiento brasileño con el financiamiento británico. Podemos repetir esa iniciativa en toda África subsahariana.

Los biocombustibles pueden ayudar a un mundo que carece de soluciones para la degradación ambiental y el encarecimiento de la energía. Ofrecen esperanza a los países pobres al combinar crecimiento económico, inclusión social y conservación ambiental. Un valioso aliado, por lo tanto, en el combate de la inestabilidad social y política, la violencia y la migración desordenada.

Entre tanto, esa revolución solo ocurrirá si los países ricos abren sus mercados a los más pobres, eliminando subsidios agrícolas y barreras a la importación de los biocombustibles.

Todos ganarán. Los países en desarrollo generarán puestos de trabajo para las poblaciones marginadas y divisas para dinamizar sus economías. Los países desarrollados podrán acceder a fuentes de energía limpias a precios competitivos, en lugar de invertir en costosas innovaciones para que los combustibles convencionales sean menos contaminantes.

La creación de un riguroso sistema de certificación pública en materia de biocombustibles, reafirmado por acuerdos multilaterales y el compromiso de la opinión pública, ayudará a preservar el medio ambiente y garantizará condiciones dignas de trabajo.

Los biocombustibles ofrecen una alternativa para ayudar a la humanidad a prosperar como un todo, sin dejar a nadie atrás ni hipotecar el futuro de las nuevas generaciones. Este es el mensaje que llevaré a la Conferencia Mundial sobre Biocombustibles, que Brasil está organizando, en el 2008.

* Presidente de la República Federal de Brasil

Fuente: El Tiempo

14 julio 2007

Liberalismo y socialismo: cuando la indefinición induce a error

Carta al Sr. José Vicente Carrasquero

Estoy tremendamente preocupado. Honestamente, tengo 23 años de vida de los cuales los últimos han sido los que he dedicado a estudiar, analizar y razonar sobre política. Pero, a pesar de mi corta experiencia en este ámbito, he visto dos declaraciones suyas que me han dejado atónito. La última me lleva a escribirle estos párrafos, un miércoles a la una y treinta y siete de la madrugada. En mi caso, como pichón de economista y abogado, o más formalmente como economista recién graduado y estudiante de derecho, me encuentro en la disyuntiva de definir lo que es el liberalismo y lo que es el socialismo y, más allá de definirlo (creo que en la historia demasiados conceptos de estos términos existen), busco cuál sería el medio más adecuado para alcanzar nuestros fines económicos como nación.

Ahora, independientemente de cuál crea yo que sea el medio más adecuado para alcanzar la felicidad, pareciera que cuando insertamos la variable "política" en estos conceptos todos terminamos yéndonos por el "socialismo". Es como si nadie se atreviera a enfrentar y a analizar concienzudamente el liberalismo como figura ideológica político-económica. Dejo esto último para la consideración, no porque yo sea liberal, OJO NO soy liberal (tampoco es que sea pecado), pero si veo que muchos le tienen miedo al mero nombre y terminan creando un arroz con mango conceptual, el cual es aún más peligroso cuando se es figura con posición predominante ante los medios de comunicación.



Todo este párrafo anterior, se debe a unas declaraciones de usted, José Vicente Carrasquero. Señor el cual no conozco, tengo entendido que fue uno de los jefes de campaña del señor Rosales, ex-candidato presidencial. Fue como una especie de "gerente intelectual" de la campaña por su rol como politólogo e investigador de nuestra sociedad, o eso tengo entendido; perdóneme él si yerro.



Ahora, aquí se pone sencilla la cosa: El señor Carrasquero señala, en el Programa Buenas Noches, que esto es un gobierno neo-liberal. ¿Qué? SI, que la administración de Chávez Frías, es una de corte neo-liberal. Perdóneme señor José Vicente, pero eso que usted dijo es tremenda barbaridad. O sea, que lo que me quiere decir usted es que un gobierno que tiene más barreras arancelarias que cualquier país latinoamericano para el siglo XXI, es neo-liberal. Usted me dice que un gobierno que promulga un control de CAMBIO, algo que en el mundo, para el año 2007, podemos contar con los dedos de la mano, es liberal. Usted me explica por favor, que una administración que establece subsidios caprichosos para todo y por todo, que también permite un gasto publico de tamaño monstruoso, que, lea bien esto, pasa de una apertura en materia petrolera, en lo que se refería a las concesiones, a unas empresas mixtas en las que el Estado pasa a tener mayoría dentro de estas concesiones ¿es LIBERALISMO? Todo esto recordado por vergonzosas noticias de prensa, no quiero imaginar lo que saldrá de la olla si me siento a investigar unas semanas. Coye, Marx, Friedman, Rousseau, Engels, Smith, Jefferson, Tocqueville, el mismísimo Bolívar, deben estar con los ojos abiertos de asombro.



De nuevo, repito en defensa suya (espero), usted establece que este Gobierno es de corte neo-liberal, cito, "porque cada ciudadano se tiene que encargar de resolver sus problemas, porque el Gobierno no es capaz de resolvérselo…cada quien ve como sobrevive por su cuenta…". ¿Acaso bromeaba Ud.? Si no, me perdona, pero entonces Cuba es neo-liberal; también lo deben ser Corea del Norte, Vietnam, Irán. Bolivia es el ejemplo clásico de un neo-liberalismo salvaje. ¡Que coraje! Yo debo estar equivocado, porque no entiendo como un gobierno que privatiza a la empresa nacional de telefonía (CANTV) está inmerso en prácticas neo-liberales, o uno que propugna la propiedad colectiva, o ese que amenaza con estatizar las clínicas privadas, o el mismo que estatiza medios de comunicación privados (RCTV-TVES) , no es liberal, sino NEO-LIBERAL. ¿El que va en contra de cualquier iniciativa privada e individual, que castiga severamente esa libertad personal (léase, Ley de Ilícitos Cambiarios, Ley contra el acaparamiento, etc.), porque la califica de "egoísmo salvaje y despiadado", eso es liberalismo? Voy a volver a revisar mis viejos apuntes de pensamiento económico del Padre Sucre porque tengo que ser yo, el recién graduado, quien se equivoca. No puede ser el asesor principal de aquel por quien que todos votamos, pensamos, soñamos, rogamos, etc., etc., que fuera presidente, el que declare tal manifestación. Capaz hubiese usted terminado de ministro. Mejor me detengo aquí.



Honestamente les pido disculpas a los lectores de esta digresión literaria, porque mi intención no es exponer al rechazo público la figura de un personaje como el Sr. Carrasquero. Seguramente lo que dijo lo hizo con la mejor intención del mundo o en broma que no entendí, igual que, como señaló Pedro León Zapata hace unos días en ese mismo programa, seguro que sólo quería era obtener el apoyo de todos los venezolanos "socialistas" para que dejaran de apoyar el "neo-liberalismo" de Chávez, y apoyaran su postura "socialista" de oposición. ¡Que enredo! El mismo Zapata no fue tan lejos como a exponer esta dictadura como neo-liberal, pero si señaló que este Gobierno jamás podría ser socialista porque ningún socialista actuaba de mala voluntad. El requisito mínimo de cualquier individuo socialista es que se es y se actúa siempre de buena voluntad. ¡Otra tremenda atrocidad! O sea, que si yo soy bueno soy socialista y si soy malo soy no-socialista…en pocas palabras, Pol Pot, Mao, Fidel, Allende , el Comandante Marcos, toda esa gente asesina no son socialistas, ni propugnan el socialismo. Disculpen, yo se que está tremendamente difícil entender todo esto. Si yo soy liberal, y no lo soy, entonces soy un c…de m…, ¿no es verdad, Dr. Zapata?



Respeto tremendamente a los dos señores, sobre todo a Zapata, como artista sobretodo, pero creo que están tratando de hacer algo bueno y les está quedando bastante mal. Espero que sea la cercanía al amigo Kiko y a Teodoro que los llevó a emitir estas declaraciones jocosas, y no que no manejen los conceptos de socialismo y liberalismo. Sobre todo usted, Sr. Carrasquero, cuya cercanía al Sr. Rosales lo coloca en una situación apremiante, ya que a pesar de que a muchos no nos gusta Manuel, el fue, y para muchos sigue siendo la cara visible de la dirigencia opositora, y a la hora de tener que asumir posturas probablemente lo escuche a usted.



Le digo esto porque creo que no se trata de un punto de ignorancia, sino que no esta hablando con la verdad. En estos momentos es fundamental hablar con la verdad. Es fundamental porque como jóvenes estudiantes estamos tratando de recuperar la confianza y la credibilidad en la política y acciones de este tipo sólo se dirigen a decepcionar y a confundir a los demás. Usted con su enorme posibilidad de dirigirse continuamente a la nación, lo que está logrando es confundir a la población con la única intención de conseguir adeptos. Como si en este momento estamos en un juego de quién tiene más de su lado. Creo que eso se superó hace mucho tiempo. Aquí no gana el que tiene más gente. Aquí gana el que tiene la verdad por delante, el que habla con sinceridad, el honesto intelectualmente que, entendiendo la realidad de su país, plantea los escenarios posibles a todos y, en la medida en que pueda tomar decisiones, las toma a conveniencia de la mayoría y no de intereses particulares o sectoriales. Gana el que actúa con base en "principios universales".



Esto nos lleva a un llamado de atención. Debe detenerse por dos segundos, rectificar si le place y buscar la manera de dirigirse con mayor franqueza a la ciudadanía. Si realmente cree lo que dice, lo invito a que volvamos a analizar con detalle cada punto y le aseguro que con dos hojeadas a cualquier literatura elemental se dará cuenta de que lo que dice NO es cierto. Espero que esto fomente el debate nacional sobre la verdad del socialismo y la verdad del liberalismo ya que, a pesar de no creerme ni liberal, ni socialista, me siento libre y sensible socialmente (que son 2 cosas tremendamente distintas). Entiendo que es indispensable que desmitifiquemos estos conceptos y le entreguemos la verdad al país. Ni el Presidente Chávez, ni usted han hablado con la verdad en relación al socialismo y al liberalismo. Este "error" conceptual debe generar la alarma con la que escribo estos párrafos. Porque hemos venido viviendo una "clara complacencia" por parte de la dirigencia política y faltas de este tipo parecieran seguir haciéndole el "juego" al gobierno. Hay que estar comedidos porque la juventud no permitirá bajo ninguna circunstancia que se le siga hablando a la gente con algo distinto de la verdad. Le pido que una vez que distingamos los conceptos, podamos empezar a buscar las vías para construir la Venezuela próspera que todos deseamos, ahora eso, como el tema de si ir o no a un referendo, el cual usted ya abiertamente llamó a votar, es terreno de una futura discusión.

Eduardo Massieu
eduardomassieu@gmail.com

Medios

Por Nelson Maica C.

“Me moriré de viejo y no acabaré de comprender al animal bípedo que llaman hombre, cada individuo es una variedad de su especie”.
Miguel de Cervantes Saavedra


De comunicación. Tema inagotable. ¿Al abordar este tema cuáles serían los aspectos más complejos y significativos a tomar en cuenta, por ahora, de los medios de comunicación para quienes no somos especialistas en ello? ¿Sus efectos sobre “quién”? ¿La construcción que “hacen y emiten” de “su imagen de la realidad”? ¿Podemos abordar el tema con la esperanza de obtener y trasmitir resultados útiles para todos? Veamos.

Abordemos un poco sobre los efectos de los medios sobre “quién”. Iniciamos con las ideas de Winfried Schulz (1938- ), cuando planteó, en 1982, que en la comunicación y su acción se distinguían varios aspectos, entre ellos:

a. Los procesos comunicativos son asimétricos: hay dos sujetos, uno activo y otro pasivo que es afectado por la comunicación y reacciona;

b. la comunicación es individual, un proceso que concierne fundamentalmente a individuos en particular y que hay que estudiar en cada uno de ellos;

c. la comunicación es intencional, y está, en general, destinada a un fin; el comunicador apunta a un determinado efecto;

d. los procesos comunicativos son episódicos: y cada episodio comunicativo tiene un efecto aislable e independiente.

Hoy, esas premisas están modificadas o no existen. Hoy, cuanto se pudo considerar cambios a mediano o largo plazo resultaron a muy corto plazo. Hoy, existe duda sobre la afirmación “las comunicaciones no medían directamente el comportamiento explícito; más bien tienden a influenciar la forma con la que el destinatario organiza su propia imagen del ambiente” (ROBERTS 1972, 361).

¿Qué observamos por ahora?: a)un presente “adiós” a los estudios de casos individuales; en su lugar, estudios sobre la cobertura global de todo el sistema de los medios y bastante sesgados hacia determinadas áreas; b) si bien se pueden mantener los datos tomados de las entrevistas al público, ahora se aplican más y mejores metodologías complejas; c) se modifica la observación y estimación de los cambios de actitud y de opinión por la reconstrucción del proceso con que el individuo modifica su propia representación de su realidad.

En la evolución de los efectos de los medios sobre “quién” ¿Qué cambia o qué cambió?: a) cambia el tipo de efecto, que ya casi no corresponde sobre las actitudes, valores y comportamientos del destinatario, sino que tiende a un efecto cognoscitivo, sobre los conocimientos que el individuo asume y estructura establemente, a causa de su consumo de comunicaciones de masas; b) cambia su marco temporal: ya no reacciona a efectos puntuales, derivados de la exposición a cada mensaje, sino a efectos acumulativos, asentados en el tiempo. Se debe resaltar el proceso de la comunicación de masas tanto en su dinámica interna como en sus relaciones con otros procesos comunicativos, precedentes o simultáneos, así como también, la duración del marco temporal, muy amplio, en el que dichos efectos se hacen perceptibles y se les asigna algún valor.

El cambio en la manera de abordar la problemática de los efectos de los medios sobre “quién” puede explicarse de diferentes modos: 1) porque está relacionado con el carácter cíclico del clima de opinión sobre la potencia de la comunicación de masas; 2) porque la teoría de los "efectos limitados" (Lasswell, Harold D., La política como reparto de influencia, Aguilar, Madrid, 1974) resultó funcional tanto a los grandes aparatos de comunicación de masas como a la imagen profesional de los periodistas, por cuanto contribuía a “defender a unos y otros de controles y presiones sociales excesivas, que se habrían acentuado inevitablemente de haberse acreditado la idea de una influencia masiva de los media sobre el público” (Noelle NEUMANN, 1983); 3) porque el paso a un paradigma distinto se hizo más fácil con la atenuación de este elemento que contribuye a explicar el éxito y la duración de la teoría sobre los “efectos limitados”; 4) por la reciente orientación más sociológica con la influencia creciente de la sociología del conocimiento; 5) por el “categórico” abandono de la “teoría de la información” de la comunicación. (Claude E. Shannon a través de un artículo publicado en el Bell System Technical Journal en 1948, titulado "Una teoría matemática de la comunicación").

Da la impresión de que la sociología del conocimiento se está convirtiendo progresivamente en una guía de estudio de los medios de comunicación y, paralelamente, la temática de los efectos de los medios sobre “quién”, se está identificando con la perspectiva de los procesos de construcción de la realidad.

Seguiremos. ¿Qué tiene de científico este régimen político de la voz única? ¿Por qué quiere y tiene el control de la mayoría de los medios de comunicación del país? ¿Por qué la oposición no puede usar los medios de comunicación del Estado, supuestamente de todos? ¿Por qué está comprando armas en vez de garantizar salud, seguridad y trabajo a los venezolanos? ¿Dónde queda la paz de la república?

La confrontación solapa la incapacidad

Por Valentín Arenas Amigó

Cuando un Jefe de Estado carece de capacidad para el ejercicio del cargo no tiene como sobresalir y destacarse entre sus colegas. Representar a una nación con dignidad pasa por tener un cierto nivel de preparación y de madurez que le permita respetar tanto a su pueblo como a otros Presidentes electos por vía electoral. Cuando no se tienen estas condiciones el Jefe de Estado está condenado a pasar su mandato como una figura gris tanto dentro como fuera de su país.

Si esto sucede el Jefe de Estado, consciente de sus limitaciones personales que lo condenan al ostracismo, apela entonces a la confrontación, el escándalo e insulto permanente para llamar así la atención y aparecer en las pantallas y páginas de los diarios. Es esto lo que explica la permanente confrontación en el país y fuera de él. Es un grito desesperado para decirle a todos “existo, estoy aquí, párenme”. El Teniente Coronel venezolano ilustra con elocuencia a este personaje que sin la confrontación y el insulto permanente serían ignorados y pasarían por el cargo sin pena ni gloria. Estamos ante un militar de baja graduación que no tiene las condiciones mínimas para dirigir los destinos de una nación pues, mas allá de que sea demócrata o autócrata, tiene una visión militarista y cuartelaria de Venezuela como Estado.

Si el lector llegó hasta aquí entenderá entonces la necesidad que tiene de confrontar, dentro del país y también fuera de él, y convertirse en un “carrito chocón” para llamar la atención y sobrevivir en los medios al no poder presentar una gestión de gobierno en positivo. Los ataques sistemáticos a lo que él llama la cuarta república y al imperio, los insultos al ex presidente Fox, Alán García, Bush, Calderón y al ex presidente Aznar, por ejemplo, y ahora a la Iglesia se inscriben en esa agenda obligada: llamar la atención como sea para permanecer en la escena. Lula es un político de izquierda pero tiene con qué proyectarse, dialoga y sabe negociar en beneficio del país que representa. Lula porque sabe gobernar no necesita acudir a esa permanente confrontación que le exige su megalomanía y que en nada beneficia al País al que mantiene dividido, enguerrillado, frustrado y sin futuro. Por eso aparecieron en la escena los estudiantes como los protagonistas del futuro.

Esta patología exhibicionista la cultiva a través de los medios de comunicación cuya hegemonía requiere para esas largas cadenas que ya no soportan ni sus propios simpatizantes a través de las cuales alimenta una importancia que no tiene y ese ilusorio y mas que imposible liderazgo universal. Tal vez la SIP y la AIR podrían contribuir a neutralizar un tanto está patología y hemorragia exhibicionista no dándole pantalla en primera página a quien las utiliza para difundir sus confrontaciones y sus insultos a personalidades con el fin, encubierto, de que lo tomen en cuenta y hacer ver así que él existe. El cierre de R.C.T.V. le abre la oportunidad a la SIP y a la AIR..

11 julio 2007

El sociólogo Ralf Dahrendorf gana el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2007

LPL

El sociólogo Ralf Dahrendorf (Hamburgo, 1929) obtuvo hoy en Oviedo el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2007 por su "gran contribución" a las Ciencias Sociales y su "preocupación por una Europa basada en las sociedades abiertas y cosmopolitas, donde arraiguen y se defiendan los derechos y libertades dentro de un nuevo orden internacional".

El acta del jurado destaca que este sociólogo, politólogo y economista británico de origen alemán apuesta por un modelo que garantice la "extensión universal de las oportunidades vitales, en una democracia asentada en el derecho y la justicia".

El jurado estuvo presidido por el senador Manuel Fraga y su candidatura fue propuesta por Hans Meinke, miembro del Jurado del Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.

En la votación para la elegir al galardonado, Dahrendorf superó al filósofo alemán Rüdiger Safranski, al lingüista búlgaro Tzvetan Todorov y a la científica italiana Rita Levi-Montalcini.

Dahrendorf ha sido diputado del Parlamento alemán y comisario de la Unión Europea, y está considerado como uno de los autores más importantes del pensamiento liberal europeo contemporáneo.

Oposición política

Por Mario Fernández Baeza*

I. Concepto

Básicamente “oposición” es un tipo de “conducta” o de “comportamiento” político, cuya formalización en las instituciones y en los sistemas políticos ha tenido lugar junto al desarrollo del parlamentarismo y de los partidos políticos.

Oposición es expresión de la controversia que tiene lugar en el proceso de formación de la voluntad política y de la adopción de decisiones y se entiende que ella actúa en un marco de respeto y de aceptación de “reglas consensuales” del juego político. Oposición está vinculada a otros conceptos o fenómenos de la política, como libertades o derechos políticos, pluralismo, alternancia en el poder, conflictos.

Por una parte, oposición es el resultado del ejercicio de libertades y derechos como la libre expresión, asociación y reunión y, por cierto, de sufragio.

Por otra parte, la oposición sólo aparece en sociedades pluralistas, en las cuales se garantiza la libre expresión de ideas e intereses y el funcionamiento de grupos que los encarnan. En tercer término, oposición se relaciona con la alternancia en el gobierno, pues uno de sus rasgos principales es justamente que la oposición es tal en cuanto no concuerda con el gobierno y presenta un curso de acción (programa) distinto. La oposición sólo se entiende en cuanto “aspirante al gobierno”, y esa aspiración sólo es viable en sistemas en los cuales la alternancia está garantizada en la medida en que se obtiene el apoyo electoral requerido. Es preciso, sin embargo, precisar que tanto en sistemas democráticos estables como en democracias del Tercer Mundo, se presentan los casos de oposiciones “sin alternativa”, que están conformadas por partidos que por diversas razones tienen cerrado el camino hacia el gobierno. Es el típico caso del Partido Comunista italiano y fue durante mucho tiempo el caso del Peronismo y del APRA.

Por último, oposición se relaciona con el conflicto político entendido como la mutua, simultánea y contradictoria aspiración de dos fuerzas oponentes a un mismo objetivo.

El conflicto, sin embargo, puede involucrar un tipo de conducta controversial que supera los límites de la oposición y que puede definirse más bien como “resistencia”, “disidencia” o como fue el caso de los movimientos sociales de fin de los años 60 (“oposición extra parlamentaria”). Estos tipos de actores de controversia ponen en cuestión el sistema político y, por lo tanto, no se integran a él. En los últimos años se ha producido un fenómeno poco convencional sobre este punto con los movimientos ecologistas, los que habiendo emergido como grupos críticos a los fundamentos de los sistemas políticos, se han integrado como parte de ellos por la vía electoral.

II. Tipos de oposición. Características en América Latina

Las formas o modalidades que exhibe la oposición son muy variadas, dependiendo de diversos factores, entre los cuales destacan los siguientes, con especial atención a los casos latinoamericanos:

A. El tipo de régimen político

En los sistemas presidenciales la oposición tiene un rol más disminuido pues influye limitadamente en la gestión del Ejecutivo, cuyo período no depende de las fluctuaciones de mayoría en el parlamento. En los sistemas presidenciales más estables y, en gran parte, con bipartidismos, la oposición se orienta a los “issues”, su conducta varía entre la cooperación y el conflicto. También es específico de las oposiciones presidencialistas la variedad de conductas en el transcurso del período presidencial. La oposición actúa electoralistamente, lo que es distinto de los sistemas parlamentarios en los que el cambio de gobierno se juega, en gran parte, en el campo de las coaliciones en el parlamento, no frente al electorado.

En los sistemas presidenciales latinoamericanos la oposición adopta a menudo una función obstruccionista, que va más allá de la oposición competitiva en la tipología de DAHL (1966). Ella se puede graficar en la frase “no dejar gobernar” en la creencia de asegurar así el triunfo en la próxima elección presidencial. Este curso de acción ha sido muchas veces un factor clave en la ruptura democrática, pues la carencia de cooperación con el gobierno elimina la credibilidad y la legitimidad del sistema democrático. La oposición, por lo tanto, está tan marcada por su contenido como por la modalidad en ejercerla, pues la forma de ser oposición adelanta la forma de ser gobierno y muchas veces esa pro­yección muestra un cuadro de fundado temor que produce una ten­dencia a evitar el curso de la alternancia política al precio de interrumpir el juego democrático.

En los sistemas parlamentarios la oposición juega un papel clave. Por una parte está siempre presente la posibilidad de que se convierta en gobierno, especialmente en aquellos sistemas pluripartidistas en los que se gobierna con coaliciones. Por otra parte su programa se somete permanentemente a prueba en el debate parlamentario e influye siempre en alguna medida en las decisiones. Esta inevitable influencia de la oposición en la formación de la voluntad política se torna más clara cuando el sistema parlamentario se combina con el federalismo, pues el(los) partido(s) que es(son) oposición en el parlamento puede(n) ser gobierno en algún Estado federado. En el caso de la combinación presidencialismo-federalismo la interacción señalada no es tan marcada debido al importante poder de que el Presidente dispone en la ejecución de su programa, por una parte, y al carácter local (regional) que asumen los programas de los partidos al nivel federado y, por lo tanto, a la escasa proyección que se puede establecer entre ellos y el nivel federal.

B. El tipo de estructura y conflicto social

La oposición encarna las disconformidades sociales. Por lo tanto, mientras mayores y más variadas sean ellas, más compleja e inestable es la oposición. Obviamente juega aquí el tipo de partidos políticos, en la medida en que ellos tengan mayor o menor capacidad para integrar y articular intereses y demandas (véase partidos políticos); pero cuando la estructura social es muy heterogénea (especialmente en su estratificación) y el conflicto tan agudo y multicausal, los partidos políticos, independientemente de su organización y madurez, se encuentran sobrepasados. Así ocurre a menudo en América Latina. Y las consecuencias de ello se manifiestan en diversos síntomas.

• Separación entre el plano político-parlamentario y el plano social

Es lo que también se denomina desde otro punto de vista como “democracia formal”. Por una parte los partidos pierden contacto real con las demandas y realidad sociales o teniéndolo, no son capaces de asumirías; y, por la otra, la sociedad estructura formas organizacionales propias que presionan por vías extra o antiparlamentarias por la satisfacción de las demandas.

• Politización de la organización social

El o los partidos de oposición pueden ser tan fuertes socialmente que tiendan a copar la organización social que encarna la disconformidad. Ocurre, entonces, que el plano social deja de ser autónomo y que se mezcla subordinadamente con el nivel partidario conllevando una mutua desnaturalización de funciones.

Esta situación ha sido muy gráfica en los partidos que durante largo tiempo fueron bloqueados en su acceso al poder político y que llegaron a monopolizar la disconformidad social, la oposición y el control de las organizaciones sociales: el peronismo en Argentina, el aprismo en Perú y, en cierto modo, hasta 1970, la izquierda chilena.

• Permanente fragmentación partidista

La oposición puede ser –como el gobierno– inestable. No tanto en el sentido de que cambien los partidos que la conforman, sino que los mismos partidos experimenten bruscas transformaciones internas que ocasionen alteraciones del sistema global de partidos. El fraccionamiento es una característica de la realidad latinoamericana, que se produce tanto por la falta de concordancia en el programa de gobierno como en la línea de oposición. Los partidos tienden a carecer de perspectiva de largo plazo y de mecanismos que regulen los debates internos según la naturaleza de los problemas y no de sus trasfondos ideológicos.

Desde el punto de vista de la oposición este factor debilita la estabilidad del sistema político en cuanto no se presenta una visión estable, compacta, que dé garantías de que en la eventualidad de un cambio de gobierno puede esperarse una gestión coherente.

• Ideologismo y maximalismo

La heterogeneidad social y la profundidad del conflicto social producen una falta de proporción en los actores políticos para asumir las demandas y convertirlas en proposiciones viables de políticas. En sus temas presidenciales la oposición no tiene ninguna responsabilidad de gobierno y, por lo tanto, no se inhibe en tomar los inconformismos tal como se manifiestan, sin regular su tono y su contenido. Las exigencias de la oposición son, entonces, por una parte, maximalistas (se exige más allá de lo que conscientemente se sabe que se puede satisfacer); y, por la otra, ideologistas (se prioriza los fines de una política por sobre sus instrumentos o medios). Esta mezcla de ingredientes contribuye, por una parte, a la desconfianza frente a la oposición, y por la otra, a la frustración, una vez que la oposición se invierte en gobierno, en la medida en que no puede hacerse responsable de sus propias exigencias.

Vocablos de referencia:

Alianzas electorales
Coalición de partidos
Movimientos políticos
Partidos políticos

Bibliografía:

- Barker, R. (Ed.): Studies in Opposition, Yale Univ. Press, Londres,1971.
- Dahl, Robert A. (Ed.): Political Oppositions in Western Democracies, Yale Univ. Pr., New Haven/Londres, 1966.
­­- _____________ (Ed.): Regimes and Oppositions, Yale Univ. Pr., New Haven/Londres, 1973. “Government and Opposition”. A Quartely Journal of Comparative Politics, Editorial Government and Opposition, Londres.
- Kolinsky, E. (Ed.): Democracy and Opposition in Western Europe, Croom Helm, Londres, 1984.
- Lijphart, Arend: The Politics of Accomodation, Univ. of California Press, Berkeley, 1968.
- McLennan, B.: Political Opposition and Dissent, Dunellen Pub. Co., New York, 1973.
- Warren, K.: The Violence Within. Cultural and Political Opposition in Divided Nations, Westview Press, Boulder, etc., 1993.

* (Rancagua, Chile, 1947) Abogado. Magister Artium y Doctor en Filosofía por la Universidad de Heidelberg. Profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Chile. Ministro del Tribunal Constitucional chileno desde 2006.


Patriotismo versus Nacionalismo

Por John Lukacs*

Que el nacionalismo difiere, y a menudo profundamente, del patriotismo es una realidad a la que deberíamos dedicar mayor atención, especialmente en los Estados Unidos, donde los dos términos aún se confunden en muchas ocasiones: cuando los americanos hablan de un superpatriota en realidad quieren decir un nacionalista extremista. Cuando el Dr. Johnson pronunció su célebre frase: “El patriotismo es el último refugio de los bribones” quería decir nacionalistas; la definición del término en inglés aún no existía en aquel tiempo.

Cuando Hitler, escribiendo sobre su filosofía política en Mein Kampf, dijo que “Soy un nacionalista, pero no soy un patriota” sabía exactamente qué estaba diciendo. El patriotismo (como ya notó George Orwell) es defensivo, mientras que el nacionalismo es agresivo; el patriotismo está enraizado en la tierra, en un país particular, mientras que el nacionalismo está conectado al mito del pueblo; el patriotismo es tradicionalista, el nacionalismo es populista. El patriotismo no es un sustitutivo de la fe religiosa, mientras que el nacionalismo a menudo lo es; puede colmar, al menos superficialmente, las necesidades espirituales de la gente.

Puede además combinarse bien con el odio (como Chesterton sabiamente señaló, no es el amor, que es personal y particular, sino el odio lo que une a hombres tan dispares. “El ardiente nacionalista, escribió Duff Cooper, es siempre el primero en denunciar a sus compatriotas como traidores”).

Hace cien años parecía que el nacionalismo y el socialismo eran antitéticos, respectivamente en la Extrema Derecha y la Extrema Izquierda del espectro político. Esto no se debía a sus diferencias económicas o incluso sociales. La razón era que los socialistas, en esa época, eran internacionalistas, anclados en su creencia de que la conciencia de clase era más fuerte que su sentido de nacionalidad. Estaban equivocados. El marxismo fracasó no en 1989 sino en 1914, cuando el socialismo internacionalista se fundió en el calor de los entusiasmos nacionales. Pero ya unos años antes Mussolini había descubierto que era italiano primero y socialista después; esto es, un socialista nacionalista, no internacionalista.

Todo esto corresponde a un cambio importante acaecido en el lenguaje político occidental. A lo largo del siglo XIX las palabras pueblo y popular eran patrimonio de la Izquierda. Poco después de 1890 esos términos (en Alemania, Austria y después por todas partes) empezaron a ser utilizados por la Derecha. En 1914, cuando abandonó el Partido Socialista Italiano, Mussolini bautizó su periódico nacionalista como Il Popolo d’Italia. Esto sucedió cinco años antes de que formara un nuevo partido, el Fascista, y también cinco años antes de que Hitler se uniera a un pequeño partido Nacional Socialista (völkisch, esto es, populista) en Munich. El nacional socialismo, y no sólo en Alemania, se estaba convirtiendo en un fenómeno generalizado. La aplicación universal del adjetivo “fascista” a lo que la gente considera “extrema derecha” es errónea y provoca confusión. El fenómeno mundial no fue el fascismo; fue el Nacional Socialismo. Ni Hitler ni Stalin fueron fascistas; ambos fueron nacionalistas extremos, a pesar de que el segundo se cuidó muy bien de reconocerlo abiertamente.

[…] Cincuenta años después el nacionalismo sigue siendo la fuerza política más potente en el mundo. En este sentido el nacionalsocialismo ha sobrevivido a Hitler. Todo Estado en el mundo se ha convertido en un “estado del bienestar”. No importa demasiado si se llaman a sí mismos socialistas o no. Por supuesto que las proporciones de socialismo y nacionalismo varían de país a país, pero la combinación está ahí. Lo que fue derrotado en 1945 fue el Nacional Socialismo alemán: una versión especialmente cruel, radical y odiosa del socialismo nacionalista. En el resto del mundo el nacionalismo y el socialismo se presentan juntos, reconciliados, sin violencia ni guerra. El socialismo internacionalista sigue siendo un espejismo.
Todos somos nacional socialistas hoy en día.


* John Lukacs (Budapest, 1924). Historiador. Profesor de la Universidad de Chestnut Hill College (Filadelfia). Autor de algunos clásicos sobre la II Guerra Mundial como Cinco días en Londres, mayo de 1940; La última guerra europea, 1939-1941; y El Duelo (entre Hitler y Churchill), donde narra los ochenta días que van del 10 de mayo al 31 de julio de 1941.


Cada vez más desolados con el acontecer del país

Por Albero Baumeister Toledo

En cada ocasión con mayor asombro oímos y nos percatamos de por dónde van los tiros del gobierno y de la llamada revolución socialista, y con ello como el país sigue un rumbo de franca picada hacia su degolladero.

Lo impactante es lo contradictorio de lo que se dice y predica frente a lo que en la realidad ocurre y repercute. Se comenta y se afirma el avance del país por los cambios revolucionarios que aúpa y dirige el gobierno, pero a la vez se oye al país entero, independiente de cuáles sean las clases afectadas o los intereses lesionados, quejarse y declarar todo lo malo que viene padeciendo en torno a la falta de seguridad ciudadana en cualquier tipo de actividad, el alto crecimiento de los índices delictivos, la escasez de algunos rubros alimenticios, etc.

Mientras se gastaron millones en preparar y llevar adelante los juegos de football (o mejor de balón pie para evitar se me confunda con un vulgar pro-americanista) todos los días aumentan los problemas cotidianos y se recrudecen los temas críticos, los cuales ya no parecen tener límites para quienes deben soportarlos y padecerlos.

Ante el estruendo de nuestra entrada al MERCOSUR, y en cambio del retiro de los países de la comunidad andina, aparece ahora el forcejeo en torno a si debe o no tomarse en cuenta la petición de ingreso de Venezuela a dicha organización regional y el inmaduro del Maduro no encuentra qué inventar para presionar se acallen las voces de rechazo a las políticas externas del gobierno actual.

Le pagamos el mono al Banco Mundial y se nos informó de una nueva organización bancaria latinoamericana, la cual aún está por verse, pero seguimos dependiendo de los dólares y cada vez en mayor proporción y ya se nos anuncia de una hasta ahora injustificable reconversión del signo monetario.

Al país entendemos le entra dinero por todos lados, pero a la hora de ejecutar obras y llevar adelante planes reales de crecimiento y mejoras para Juan Pueblo, resulta que los reales no aparecen, ni se pueden llevar a cabo las inversiones.
Le pedimos a gritos a quienes como socialistas se dicen tienen capacidad y experiencia desenvolviendo productos y mercados, pero nadie viene de inversionista verdadero, sino a ofrecerse para manejar los reales del país para esa área concreta de negocios.

El desfile del cinco de julio ya no será más para celebrar el día de la independencia de la patria, sino el de la nueva patria, que sin socialismo anuncia muerte y desolación y ése es ahora el lema de quienes están llamados a preservar el orden y la integridad de la República.

Si nuestros jóvenes estudiantes con su habitual rebeldía para demostrar su desacuerdo con los malos rumbos impartidos a la conducción de la patria protestan y vociferan, son unos desordenados y pobres marionetas del capitalismo o integrantes de las mafias de la oposición.

Que los hombres de nuestros ejércitos mezclados ahora con reservistas, participantes en consejos comunales y adherentes milicianos en una gran cantidad de entes oficiales, griten patria, socialismo o muerte, y se los deba aupar y aplaudir, mientras que a los que sostienen y gritan lo contrario se les tilda de vende-patrias y traidores a los ideales nacionales, carece de toda seriedad y sensatez.

Los sacerdotes en lugar de ser verdaderos conductores de sus feligresías, son ahora para el gobierno piratas y provocadores, nada saben ni hacen por la sociedad, y nadie alza la voz en el país para pedir cordura y exigir que cada quien se ocupe de lo suyo y respete las creencias de los demás.

Definitivamente que estamos ante otra Venezuela con manifestaciones graves de una crisis en cierne, muy seguramente para su futura desolación y destrucción, pero mientras tanto, nadie hace ni dice nada. Eso sí, nos divertimos con juegos de football, pantallas gigantes, nuevos estadios y distraemos al pueblo, pero todos los días se da cuenta de mayor número de crímenes y delitos, de la falta de atención médica, del despelote del tránsito urbano en Caracas y otras capitales de estados.
Los entes y servicios del Estado creados y dispuestos a sus correspondientes tareas se los encargan ahora de comportarse como centros de apoyo logístico para presionar a la ciudadanía, los programas evasión cero son ahora instrumentos útiles para coaccionar a los contribuyentes en otras áreas de sus relaciones con los entes públicos y se desdibuja con ello la verdadera función de aquellos.

Se nos rebaja el IVA pero se nos crean nuevos impuestos y contribuciones, que sumados a las demás recaudaciones hacen que nuestro país sea hoy uno de los que debe soportar mayores cargas tributarias y cuyas tasas impositivas globales totales, excedan todos los límites de racionalidad para los contribuyentes, con todo y que no deberíamos saber qué hacer con los ingresos generados por la bonanza de los precios petroleros.

Yo creo que el agua de los ríos comienza a ponerse al rasante de sus desbordamientos, ya las protestas no las escuchan sino los sordos. La consigna patria, socialismo o muerte debe desterrarse de nuestro acontecer nacional para poder contar con un país grande y de todos los venezolanos, para que tengamos realmente una patria digna, soberana y llena de vitalidad.

10 julio 2007

Curas con pantalones

Por Germán Novelli

El reciente comunicado de la Conferencia Episcopal Venezolana, en el que aborda temas de interés nacional, ha generado los comentarios adversos de los que se creen los caporales del país, quienes han respondido, como siempre, con improperios ofensivos a los clérigos católicos y, emulando a otros regimenes totalitarios, pretenden circunscribir la opinión de la iglesia a los temas celestiales y obligarlos a cerrar los ojos frente a la realidad del país, como si una reforma a la Constitución sea un asunto del gobierno y no de toda la población.

Por tradición y talante democrático, por muchos años, los obispos católicos han hecho observaciones a las fallas del sistema, sobre todo en aquellas áreas donde se ven lesionados los intereses de los sectores menos favorecidos socialmente. Soy un convencido que si los gobernantes del pasado, desde Larrazabal hasta C.A. Pérez, hubiesen escuchado a los sacerdotes, el presente de hoy hubiese sido distinto.

Debemos sincerarnos, Chávez es la consecuencia de un país donde la clase política impuso la corrupción como estilo de gobierno y la sordera como respuesta a las demandas de cambio de la población, degenerando en hechos como el Caracazo del 89, las asonadas golpistas del 92 y el ascenso al trono de un teniente coronel que dedicó su carrera militar a conspirar contra las instituciones democráticas.

Los obispos en esta ocasión expresan sus temores sobre el rumbo equivocado que el Presidente y sus aliados quiere imponer al país, en el que se pretende construir, sobre las ruinas de la nación, el socialismo del siglo XXI, un modelo político que incluye la desaparición de lo poco que queda de democracia, cuyo resultado no será el engrandecimiento de la patria pero si la multiplicación de la muerte en sus manifestaciones comunes: crimen organizado, inseguridad, plagas y desnutrición. Las descalificaciones generalizadas del Presidente no amilanaron a los curas, quienes subieron el ruedo a las sotanas para mostrar que, debajo de ellas, hay hombres con sentido y responsabilidad.

El discurso repetido que acusa a los obispos por callar frente a los desmanes de adecos y copeyanos se agotó definitivamente. No dudamos de que esa apreciación sea cierta en algunas individualidades, pero no da derecho al régimen para intentar silenciar ni amedrentar al episcopado. El Presidente ignora deliberadamente que muchos párrocos y obispos han dedicado su vida en el servicio social y en construir una infraestructura sanitaria y educativa destinada a la atención de los sectores humildes.

La obra social de la Iglesia Católica está a la vista en toda la geografía nacional, desde escuelas rurales hasta universidades, desde dispensarios populares hasta excelentes hospitales. También tenemos el deber de incluir en esa gran trayectoria de servicio democrático, las posturas valientes que, frente a las dictaduras del pasado, permitieron acelerar la caída de la penúltima dictadura militar el 23 de enero de 1958, una voz que traspasó los confesionarios y permitió que Venezuela, por muchos años, haya sido reconocida como un baluarte de las libertades públicas.

Las reacciones oficiales frente a la opinión de los obispos no es diferente a las que asumieron los regímenes de Pinochet, Romeo Lucas García, Somoza, Castro y Daniel Ortega en el pasado, lo que revela el carácter totalitario de la administración de Hugo Chávez, quien además de comportarse como un terrorista y verdugo de la prensa venezolana, aspirar callar con gritos, injurias, ofensas a la voz de los que no tienen voz.

La unidad de dos importantes sectores, con elevada credibilidad entre los venezolanos, chavistas y no chavistas, como los estudiantes y la Iglesia, infunde esperanza a quienes no queremos que entre “gallos y medianoche” sea promulgada una Constitución en la que se instituya en nuestra nación el fracasado modelo cubano: criminal, ladrón y opresor, en el que la muerte es el principal signo de identidad.

Los venezolanos apostamos por la vida y la libertad.

Pernicioso CNE

Por Liliana Fasciani M.

Si a la par de la actividad que están realizando los estudiantes venezolanos, otros sectores de la vida nacional hicieran su parte, probablemente las expectativas de recuperar la democracia, restablecer el Estado de derecho y avizorar un futuro promisorio serían mucho mayores.

Desde el tremendo fiasco electoral de diciembre del año pasado, incluso desde el referéndum revocatorio de 2005, los dirigentes de los partidos políticos de la oposición y los representantes de las organizaciones no gubernamentales no parece que hayan vuelto a la acción con la plenitud de sus respectivas militancias, los primeros, o con la contundencia de sus principios y objetivos los últimos.

Si bien es cierto que en varias ocasiones unos y otros han participado en las manifestaciones de calle y logrado la atención de los medios de comunicación para denunciar, protestar y criticar comportamientos y decisiones oficialistas, no alcanzan estas intervenciones a agotar la agenda de trabajo que deberían imponerse. En cuanto a las ONG’s, interesaría al pueblo venezolano conocer el producto de sus observaciones, mediante su divulgación constante y reiterada en diversos medios y en todos los sectores sociales. Una especie de campaña informativa permanente.

Preocupa a quien esto escribe que mientras en algún bunker sombrío un grupo de lacayos presidenciales confecciona con aviesa intención el borrador de una reforma constitucional, mientras los rojos funcionarios del gobierno ordenan y ejecutan toda clase de arbitrariedades violatorias de los derechos y libertades, mientras los militares cambian el honor de su divisa por una deshonrosa visa de sumisión, los supuestos líderes de los partidos políticos no ofrecen a los venezolanos ninguna alternativa, no presentan una propuesta inteligente, racional, objetiva, posible, convincente. Convendría que se ocuparan, con la anticipación y diligencia requeridas, del problema más serio de todos: el órgano del cual dependen tanto el gobierno como la oposición para lograr sus respectivos fines.

El Consejo Nacional Electoral es nuestra espada de Damocles, nuestro talón de Aquiles. Entretanto esté integrado por gente cuya conducta ha puesto en evidencia su adhesión incondicional a las órdenes de Hugo Chávez, no existe posibilidad alguna de celebrar elecciones, referendos o plebiscitos transparentes, seguros y confiables. ¡No existe esa posibilidad!

¿Cómo esperan, entonces, los dirigentes políticos convencer a los venezolanos de ir a votar cualquier propuesta, sea del gobierno o de la oposición? ¿Cómo se espera que con un CNE como el actual votemos en contra de la reforma constitucional cuando ésta sea sometida a referéndum? Y, en todo caso, si ya sabemos –aunque ningún líder de la oposición, por razones inexplicadas, ha tenido interés en demostrarlo– que, al menos en las dos últimas experiencias, nuestro voto no ha sido respetado y contado según nuestra decisión, ¿de qué otra manera expresaremos los venezolanos nuestra opinión electoral?

Es condición indispensable para el ejercicio del sufragio que el elector no albergue dudas acerca de la rectitud de los miembros del órgano electoral y de la transparencia del proceso. No es tal el caso de los venezolanos con respecto al Consejo Nacional Electoral, ni del modus operandi de éste. Por el contrario, es más que probable que sea dicho órgano el de menos credibilidad de todos los poderes públicos y, en consecuencia, el más pernicioso para la libertad.

Más intervención equivale a más proliferación

Por Charles Peña*

Los líderes de los EE.UU. tienen que enfrentar la realidad de que la política exterior intervencionista del país tiene consecuencias sobre el ámbito de la proliferación nuclear. Aquellos que alentaron y apoyaron las intervenciones militares bélicas de los Estados Unidos tras la Guerra Fría—demócratas y republicanos, conservadores y liberales—deben preguntarse sí el incremento de los incentivos para la proliferación nuclear justificó el precio de la intervención cuando la seguridad nacional estadounidense no estaba en juego. Especialmente cuando ese precio es actualmente la amenaza potencial del terrorismo nuclear.

Uno de los mayores temores en el mundo posterior al 11 de septiembre es la posibilidad del terrorismo nuclear. En verdad, esta preocupación llevó al Departamento de Seguridad Interior a crear la Oficina de Detección Nuclear Interna. Pero intentar detectar un arma nuclear para evitar un ataque terrorista equivale a una operación similar a encontrar una aguja en un pajar. Simplemente ser capaz de detectar la presencia de radiación como un indicador de material nuclear no resulta suficiente si uno está buscando un artefacto nuclear en vez de un arma radiológica tal como una bomba sucia. Por ejemplo, existen fuentes comerciales legítimas de radiación industrial y médica que no constituyen una amenaza nuclear. Además, hay muchas fuentes de radiación que ocurren de manera natural, tales como los fertilizantes, las cerámicas, las bananas, la arcilla granulada y los detectores de humo. La dificultad de ser capaz de detectar materiales nucleares y la brecha técnica que existe para el proceso se encuentra ilustrada de la mejor manera por el hecho de que en dos ocasiones ABC News fue capaz de contrabandear un cilindro de 6,8 kilogramos (aproximadamente el tamaño de una lata de gaseosa) de uranio empobrecido a través de la aduana estadounidense y en el país (en septiembre de 2002 en Staten Island, NY y septiembre de 2003 en Long Beach, CA).

La potencial amenaza del terrorismo nuclear está exacerbada por el hecho de que las cantidades de armamentos de plutonio “grade” (WGPu por su sigla inglesa) o de uranio altamente enriquecido (HEU es su sigla en inglés) requerido para construir un arma nuclear son relativamente pequeñas. Según la Agencia Internacional de la Energía Atómica, una “cantidad significativa” de WGPu para hacer una bomba nuclear de la primera generación es 8 kilogramos y 25 kilogramos para la de HEU (un estudio del Natural Resources Defense Council concluyó que solamente 1 kilogramo de WGPu o 2 kilogramos de HEU eran necesarios para construir un arma de fisión nuclear). Este problema se encuentra además agravado por el hecho de que las fuentes potenciales de material nuclear fisionable están propagadas. Según la Nuclear Threat Initiative, existen más de 50 toneladas (más de 45.000 kilogramos, o material nuclear suficiente para construir 1.800 armas) de HEU que están siendo utilizadas en la energía civil y programas de investigación en más de 50 países.

Además, la mٳejor forma de evitar el terrorismo nuclear es mantener a las armas nucleares (y al material nuclear para crear un arma) fuera de las manos de los terroristas en primer lugar—es decir, lidiar con el problema en sus orígenes. Tendientes a alcanzar ese fin, el esfuerzo de la Nunn-Lugar Cooperative Threat Reduction (CTR) ha dado lugar a la eliminación y reducción de los arsenales de armas nucleares, sus componentes y sus mecanismos de reparto en Rusia y los ex estados soviéticos.

Desafortunadamente, las políticas y acciones estadounidenses han resultado probablemente en la creación de más fuentes potenciales de armas nucleares antes que menos. Por ejemplo, como resultado de la decisión de la administración Bush de involucrarse en un cambio de régimen en Irak, no resulta sorprendente que Corea del Norte creyese que podrían ser los próximos en la lista de ataques de Washington a menos que pudiesen eficazmente disuadir un ataque así—especialmente dado que ambos países fueron nominados miembros del “eje del mal” en el discurso sobre el Estado de la Nación brindado por el presidente Bush en 2002. Debido a que ninguno de esos países podría esperar igualar las capacidades militares convencionales de los Estados Unidos, una opción lógica en materia de defensa para ambos es desarrollar armas nucleares.

El mayor problema es la proclividad estadounidense para la intervención militar, la cual precede a la administración Bush—desde el fin de la Guerra Fría (marcado por la apertura del Muro de Berlín en 1989), los Estados Unidos se han involucrado en nueve operaciones militares importantes: Panamá en 1989, la Guerra del Golfo en 1991, Somalia en 1992, Haití en 1994, Bosnia en 1995, Irak (Operación Zorro del Desierto) en 1998, Kosovo en 1999, Afganistán en 2001 e Irak en 2003. Y es importante darse cuenta que la Guerra del presidente Clinton en los Balcanes en esencia no difirió de la invasión de Irak de la administración Bush para deponer a Saddam Hussein. Ambas fueron acciones militares innecesarias contra estados soberanos llevadas a cabo sin la aprobación formal del Consejo de Seguridad de la ONU, y ninguno representaba una amenaza inminente para la seguridad de los EE.UU.. Y ambas fueron justificadas sobre bases humanitarias—el castigo a las atrocidades cometidas por Slobodan Milosevic en Serbia y el gobierno brutal de Saddam Hussein en Irak, respectivamente.

En otras palabras, el comportamiento de los Estados Unidos ha probablemente generado un poderoso incentivo para la proliferación de armas nucleares—exactamente lo opuesto al efecto deseado.

Traducido por Gabriel Gasave


* Asociado Senior en el Independent Institute así como también Asociado Senior con la Coalition for a Realistic Foreign Policy, Asociado Senior con el Homeland Security Policy Institute de la George Washington University, y consejero del Straus Military Reform Project.