28 septiembre 2010

Elecciones parlamentarias 2010: la gelatinosidad de lo inexplicable

Votos: PSUV 5.399.574 - MUD 5.312.293 - PPT 330.260
Curules: PSUV 98 - MUD 65 - PPT 2

¿Cómo se leen estos resultados?

Antes del 26 de septiembre, el PSUV tenía mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, lo que le permitía legislar sin trabas y sin control, e incluso delegar sus propias funciones en el Presidente de la República para gobernar (mandonear) por decreto; después de esta fecha, el PSUV mantiene la mayor cantidad de curules, pero ha perdido la mayoría calificada que requiere para profundizar la radicalización de su proceso revolucionario. Sin embargo, durante los próximos tres meses la bancada oficialista se ocupará de sancionar y promulgar tantas leyes como sean necesarias para torcerle el pescuezo a la voluntad popular que, una vez más, se manifestó en contra del comunismo.

No obstante cualquier nueva arbitrariedad que cometa la Asamblea Nacional en el transcurso del próximo trimestre, la lectura de estos comicios es de una contundente claridad: 52% de los electores asumió con valentía, civismo y, además, democráticamente, expresar su desacuerdo con la gestión de los parlamentarios oficialistas que se dedicaron durante el último lustro a aprobar las leyes que convenían a los intereses de Hugo Chávez -Carlos Escarrá dixit- en desmedro de las auténticas necesidades y las legítimas expectativas del pueblo venezolano.

Por otra parte, el problema aritmético que planteó Andreína Flores, periodista de Radio Francia Internacional y RCN de Colombia, a Hugo Chávez en su rueda de prensa, deja en evidencia la imposibilidad de éste y de cualquiera de justificar, en clave democrática, la "gelatinosidad" de la Ley de Procesos Electorales promulgada en 2009 con los fines y efectos ahora conocidos. La redistribución de los circuitos electorales, concebida y elaborada para "demoler" los votos de la oposición en aquellas circunscripciones predominantemente adversas al chavismo, convirtió en gelatina de amargo sabor a las fuerzas rojas. Y aunque es verdad que también perjudicó al bloque opositor, restándole curules que les correspondían dada la mayoría de votos que obtuvieron los partidos aliados en la MUD, la nueva realidad política de Venezuela refleja que cada vez son más los venezolanos que se desenganchan del proceso involucionario.

La ingrata experiencia de la intolerancia, la exclusión, la violencia, la pobreza, la incompetencia y la impunidad durante más de una década ha sido, sin duda, una lección bien aprendida en nuestro país. Ahora la mayoría de los venezolanos buscamos con renovado interés los aspectos comunes que nos unen y no las diferencias que nos separan. Es, en definitiva, lo que esperamos de la Asamblea Nacional pluralista que entrará en funciones el próximo enero de 2011.

Mientras tanto, la pregunta concisa, directa y oportuna que formulara Andreína Flores a Hugo Chávez sigue en el aire:

"Para muchos, sobre todo aquellos que nos escuchan en otros países, es difícil de entender que obteniendo casi el mismo número de votos que el Partido Socialista Unido de Venezuela, la oposición haya alcanzado 37 escaños menos que el PSUV. Le pregunto si se estaría confirmando la tesis de la oposición que sostiene que la redistribución del peso de los circuitos electorales se hizo con toda la intención de favorecer al PSUV o que quizá, peor todavía, el voto del PSUV sería el que vale por dos."

- Y entonces, ¿no vas a contestar?