07 junio 2015

La Pluma Liberal estrena casa propia

Estimados y consecuentes lectores: 

A partir de ahora podrán leer y seguir las actualizaciones de este blog en laplumaliberal.com, un dominio propio que ya se merecía, en un formato más moderno y amigable, una apariencia más prolija y dotada de mejores recursos.

Por supuesto, se mantendrá el acceso a la antigua pluma a través del enlace "LPL Original" en el menú superior del nuevo sitio, para quienes tengan interés en buscar alguno de los artículos publicados desde el 6 de julio de 2006 hasta el 31 de mayo de 2015.




Lo mejor del día siguiente es que podemos hacer las cosas de otra manera.

31 mayo 2015

Crónica de una manifestación

#M30VAMOSTODOS


LA CONVOCATORIA


El pasado sábado 23 de mayo, las redes sociales difundieron masivamente un mensaje del líder de Voluntad Popular, Leopoldo López, preso de conciencia, preso de la dictadura madurista desde hace más de un año en la cárcel militar de Ramo Verde. Una grabación clandestina realizada desde su celda con un teléfono celular logró atravesar los muros de la prisión para convocar en su nombre, en el de Daniel Ceballos y más de setenta presos políticos a una manifestación pacífica para el día de hoy con tres objetivos precisos:
1. La liberación de los presos políticos.
2. El cese de la persecución, la represión y la censura.
3. La fijación definitiva de la fecha para las elecciones parlamentarias, y que durante su realización, cuente con la observación electoral de la OEA y de la Unión Europea.


EL COMUNICADO


El martes 26 de mayo, Jesús "Chúo" Torrealba, Secretario Ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), leyó ante la opinión pública la decisión de los miembros de su representada acerca de la convocatoria.

EL CAMBIO ES URGENTE, EL CAMINO ES ELECTORAL, LA UNIDAD ES OBLIGATORIA
A propósito de la invitación hecha por el dirigente democrático y preso político Leopoldo López y los integrantes de su partido a una movilización a realizarse el próximo sábado 30, la Mesa de la Unidad Democrática fija posición en los siguientes términos:
1) Respetamos, valoramos y compartimos las razones esgrimidas por Leopoldo López para llamar a la movilización. La libertad de los presos políticos, el cese de la represión, la fijación de la fecha de las elecciones parlamentarias y su realización con observación internacional calificada y oportuna, son puntos que forman parte estructural de la agenda de la Unidad Democrática, presente en todos nuestros documentos y posiciones públicas. Sin embargo, consideramos fundamental que en cualquier petitorio o conjunto de reclamos esté presente también en forma destacada la lucha contra la espantosa crisis humanitaria que vive nuestro pueblo, azotado por la escasez, la carestía, la inseguridad y el colapso de todas las redes de servicio público.
2) En ese sentido, reiteramos que junto a la movilización por justos motivos políticos, el desafío fundamental que hoy encara La Unidad es articular, acompañar y dar cauce democrático a la espontanea movilización popular que se está dando en toda Venezuela. El pueblo venezolano está reaccionando en defensa propia frente a la crisis económica y social. Los apagones, la falta de agua, el colapso de los hospitales, las humillantes colas para comprar alimentos y medicinas, así como los terribles asesinatos de civiles y hasta de policías y efectivos militares a manos del hampa desbordada, son motivo diario de protestas en comunidades de toda Venezuela. Más que llamar al pueblo “a la calle” hoy el deber de la Unidad Democrática es acompañar, apoyar, articular y dar organicidad a ese pueblo que ya está en la calle protestando o a punto de hacerlo, para transformar esa indignación en energía y fuerza de cambio.
3) Mucho habríamos deseado compartir estos criterios con quienes tuvieron la legítima iniciativa de convocar a la movilización del próximo sábado. Eso es lo que se hace cuando se lucha unidos, cuando se trabaja en alianza: Se hacen propuestas, se discuten en conjunto, y también en conjunto se sale a instrumentarlas. Así fue como, por ejemplo, construimos entre todos el rotundo triunfo que significaron las elecciones primarias de la Unidad del pasado 17M. Así es como construiremos entre todos las victorias parciales, en las luchas del día a día en defensa de los derechos civiles y políticos, sociales y económicos de todos los venezolanos. Así también es como construiremos entre todos la gran victoria en las elecciones parlamentarias, JUNTOS, porque las mejores decisiones son las que construimos juntos, porque la Unidad no tiene sustitutos, porque ninguna organización ni ningún líder es más importante que un pueblo unido y movilizado.
4) Las circunstancias impidieron que la invitación a la actividad del próximo sábado 30 contara con la necesaria participación de todos los factores de la Unidad en su diseño, formulación y convocatoria. Tras realizar intensas consultas con diversas organizaciones que integran esta alianza, muchas de ellas presentaron observaciones de forma y fondo a la actividad, observaciones que seguramente hubieran podido ser resueltas si no se hubiera tenido la presión de una fecha fijada también de manera unilateral por los autores de la iniciativa. Debido a esto, la actividad del próximo sábado no es una actividad de la Mesa de Unidad Democrática, sino de una de las organizaciones que forman parte de ella.
5) Más allá de esta eventualidad, rodeada de circunstancias especialmente apremiantes, queda para todos un aprendizaje: Los éxitos que hemos obtenido han sido frutos de la unidad de acción, palabra y obra; Unidad en el diseño de la estrategia y en la instrumentación de la táctica, unidad de idea y lucha, unidad de voto y calle. Hoy, cuando el régimen corrupto, ineficiente y totalitario está en el fondo del desprestigio y el rechazo popular, quienes integramos la Unidad Democrática tenemos el deber de estar a la altura del mandato que hace apenas nueve días nos dieron más de medio millón de venezolanos: El cambio es urgente, el camino es electoral y la Unidad es obligatoria. El régimen intenta revivir la polarización política para tratar de reagrupar sus perdidos seguidores; los demócratas debemos poner de relieve la polarización social, pues la única división real que hay en Venezuela es entre la mayoría que es víctima de la crisis y el régimen para el que la crisis es un criminal negocio. Sigamos juntos, fortaleciendo la UNIDAD DE LOS DEMÓCRATAS para que esta sea capaz de capaz de convocar, articular y movilizar la UNIDAD NACIONAL.
Por la Mesa de la Unidad Democrática, La Secretaria Ejecutiva.
Caracas, 26 de Mayo de 2015


LA REACCIÓN POPULAR


Inmediatamente las opiniones de los ciudadanos comenzaron a circular por las redes sociales. Algunos justificaron la respuesta de la MUD con diversos argumentos, pero la mayoría respaldó sin titubeos el llamado, afirmó que la manifestación debía realizarse en la fecha fijada y confirmó su asistencia. La MUD fue objeto de fuertes críticas por desvincularse de una iniciativa que la sociedad civil consideró de la mayor importancia.



Algunos dirigentes de partidos políticos que forman parte de la MUD, en cuanto comprobaron la repercusión y las consecuencias negativas del comunicado, se apresuraron a tuitear que participarían en la manifestación. Otros, en cambio, se mantuvieron renuentes a ceder en su posición.  

LA MANIFESTACIÓN

Hoy, millares de venezolanos se concentraron en distintas ciudades del país y de otros lugares del mundo en una extraordinaria demostración de voluntad democrática, para exigir el cumplimiento de los objetivos que motivaron la polémica convocatoria. El régimen espurio, por esta vez, no lanzó a sus esbirros de uniforme a la calle para impedir las marchas ni emboscar a los manifestantes. La jornada de protesta transcurrió en paz, con un gran sentimiento de solidaridad compartido por todos y admirable espíritu cívico.




CONCLUSIONES

1. El llamado a la manifestación se hizo en un momento más que propicio, debido al silencio deliberado del Consejo Nacional Electoral, que a estas alturas aún no ha fijado fecha para la celebración de las elecciones parlamentarias.
Los actuales diputados de la Asamblea Nacional fueron electos el 26 de septiembre de 2010.
De acuerdo con el artículo 192 de la Constitución nacional "Los diputados o diputadas a la Asamblea Nacional durarán cinco años en el ejercicio de sus funciones, pudiendo ser reelegidos o reelegidas por dos periodos consecutivos como máximo."

2. La violación sistemática de los derechos humanos de los presos políticos y la abominable perversidad del régimen contra todos ellos son razones más que suficientes para entender y apoyar la convocatoria, como en efecto lo entendió la mayoría de los venezolanos. Es por ello lamentable que la MUD haya aducido "circunstancias" que estimamos secundarias frente a las injusticias que sufren los presos políticos, todos ellos en condiciones extremas de inseguridad, insalubridad y tratos crueles.

3. Los líderes y dirigentes de los partidos políticos que integran la MUD deberían de participar en una o varias sesiones de autocrítica correctiva, con el fin de reordenar sus objetivos, prestar más atención a las expectativas del pueblo y escuchar las voces de la calle en lugar de repetirse o discrepar únicamente en sus propias voces.

4. Los ciudadanos, por nuestra parte, tenemos la responsabilidad cívica, política y moral de votar en las elecciones parlamentarias. Hay que elegir a 167 diputados, y en la bancada de la oposición necesitamos ganar, por lo menos, 84 curules para obtener la mayoría y poder ejecutar los cambios necesarios a través de las leyes.

5. La MUD no merece ser satanizada por sus equivocaciones; no debe ser disuelta y tampoco debe ser juzgada con ánimo destructivo. La MUD es una organización necesaria, porque sólo en su seno han podido funcionar los mecanismos de diálogo, discusión, consenso y acción en equipo para enfrentar la inmensa maquinaria del oficialismo. Ella ha sido capaz de reunir a más de cuarenta tendencias distintas de pensamiento y logrado que, no obstante las discrepancias propias de la política, en los momentos cruciales haya habido acuerdos que han favorecido, de una manera u otra, las metas de la oposición, tal como en otras ocasiones ha fracasado estrepitosamente y sus respuestas no han satisfecho las expectativas.
Desde su constitución en 2008, hay partidos que se han sumado y otros que se han retirado de la MUD. En todo caso, hay que considerar el rol que desempeña como instrumento de coalición, y el hecho de que bajo un régimen autoritario como el que rige actualmente en Venezuela, es en ella donde encontramos el único escenario democrático que existe.
Es cierto que no siempre ha acertado en sus estrategias y decisiones; es normal que se le critique por ello, pero no enmendaremos sus errores destruyéndola. ¿Qué podríamos ganar deshaciéndonos de ella? ¿Qué podríamos perder si lo hiciéramos?
Supongamos que en este momento, a tan sólo tres o cuatro meses de las elecciones parlamentarias, liquidamos a la MUD. ¿Cuál piensan que sería el resultado del evento electoral más importante si los partidos políticos de la oposición, cuyos recursos particulares son escasos, se lanzan por separado a la contienda contra el oficialismo monolítico, que dispone a su antojo de todos los recursos de la Nación? 

25 febrero 2015

Venezuela, cárcel y cementerio

Kluivert Roa (Q.E.P.D.)

Qué se puede escribir cuando no es posible describir el dolor y la indignación; cuando el miedo desaparece, aplastado por un sentimiento mucho más invasivo y terrible, que reduce a nada todos los demás sentimientos. La impotencia. Uno no sabe qué hacer con ella, de qué modo expresarla. Uno no encuentra cómo deshacerse de ella para recuperar el aliento, la movilidad, el sentido de orientación. Uno pierde repentinamente los puntos cardinales de la razón y se queda desnudo de saberes, de experiencia, de recuerdos. Desnudas y a la vista del mundo quedan nuestras tripas, revueltas por la angustia, y nuestro corazón, encogido de pena. Uno se queda con el alma en vilo, presa del asombro, de la incredulidad, de una inercia instantánea, sin poder procesar, ni aún con los sentidos, mucho menos con el entendimiento, todas las atrocidades que suceden frente a nosotros. Uno no acepta, en ningún contexto y bajo ningún pretexto, el vil asesinato de un venezolano porque pensaba distinto, porque salió a manifestar su descontento, porque quiso expresar lo que sentía, porque enarboló una bandera, o exhibió una pancarta, o elevó un papagayo. Uno no está preparado para racionalizar la indiferencia y la sangre fría con que esta tarde un policía mató a un adolescente en una calle, en medio de una manifestación. Y como no se acepta, no hay manera de conciliar el sueño, ni de ordenar las ideas sobre la almohada, ni de pedir perdón a Dios por no ser capaz de perdonar un crimen como éste y tantos otros.

Sí, uno ha leído que desgracias de esta clase fueron y son hechos cotidianos en otros países. La Historia del mundo está llena de capítulos negros, porque los hombres, siendo los únicos animales inteligentes y con alma para albergar sentimientos de amor y compasión, somos también los únicos capaces de concebir y ejecutar acciones perversas. Crueles, pues, son todos aquellos que por la fuerza imponen su voluntad, sus ideas y sus creencias a quienes logran dominar, pero uno no se imagina hasta qué extremos están dispuestos a llegar con tal de conseguir sus propósitos.  

En Venezuela ya lo sabemos. Tenemos dieciséis años viviendo y sufriendo el ensañamiento feroz del régimen más violento que ha conocido el país en el último medio siglo. Un régimen signado por la truculencia encarnizada y la intolerancia absoluta, que persigue, acosa, encarcela, tortura y asesina. Uno no se explica de dónde salió esa gente, de cual infecto abismo de esta tierra noble emergió esa horda de seres desalmados que mienten, falsean, corrompen, destruyen, sin respeto por nada ni por nadie.

De esta suerte, el régimen chavista criminaliza el derecho constitucional a la manifestación pacífica; pero además, para justificar sus ejecuciones sumarias y otorgar impunidad a soldados y policías, el militar -otro más- que ocupa y desprestigia el Ministerio de la Defensa ha hecho ley la Resolución 008610 que, contraria a la Constitución, al margen de los tratados internacionales en materia de derechos humanos suscritos por el Estado venezolano y sin el mínimo sentido común, mediante el artículo 22.7 confiere a los funcionarios militares una auténtica licencia para matar.

Y entonces, no cabe más que el horror cuando uno compara la conducta de la Guardia Nacional y de la Policía Nacional Bolivariana con los miembros de Al Qaeda y del Estado Islámico, pues la única diferencia entre unos y otros es el arma que utilizan. Los fundamentalistas musulmanes decapitan con un sable; los soldados y policías venezolanos disparan con fusiles directo a la cabeza.

A lo largo de estos cinco lustros, el socialismo del siglo XXI, que es el mismo comunismo anacrónico y criminal del siglo pasado, estampa en expedientes y epitafios sus iniciales con "S" de saqueador y sanguinario, y con "C" de cárcel y de cementerio.




21 febrero 2015

El efecto Ringtone y la agonía constitucional


La Historia es un abrupto y complejo laberinto de fatales extravíos y memorables coincidencias.
L.F.M.





Una cárcel, un teléfono público, un preso político, una llamada telefónica, un periodista, un mensaje...

Seguramente Antonio Meucci no llegó a imaginar la infinita cantidad situaciones que desencadenaría el uso de su invento. El teléfono, ese aparato que ha sido objeto de revolucionarias transformaciones y es hoy en día el más utilizado en el mundo gracias a las nuevas tecnologías, sigue cumpliendo la función esencial para la cual fue creado, pero el pasado 18 de febrero su utilidad fue particularmente significativa debido a una circunstancia puntual.

El programa Conclusiones, a través de CNN en español, transmitió en horario estelar la conversación telefónica* que ocho días antes sostuvieron el periodista Fernando del Rincón y el dirigente político Leopoldo López, líder del partido Voluntad Popular, preso de conciencia del régimen espurio del dictador Nicolás Maduro, recluido desde hace un año en la cárcel militar de Ramo Verde, y sometido a un proceso judicial plagado de vicios y diferimientos, por los delitos de instigación a delinquir, determinador en incendios, daño a la propiedad y asociación para delinquir, ninguno de los cuales el Ministerio Público ha logrado probar hasta ahora.

Leopoldo López aprovechó la ocasión de realizar la llamada desde un teléfono público ubicado dentro del centro penitenciario y, burlando a sus custodios, se comunicó con Fernando del Rincón para enviar un mensaje a todo el país. Lo hizo valientemente, sabiendo el riesgo al que se exponía por ejercer un derecho que sus carceleros le han arrebatado en múltiples ocasiones, como tantos otros derechos de los que se ha visto inconstitucionalmente privado desde que está en prisión. 

La difusión de la entrevista telefónica trajo consecuencias, una suerte de efecto ringtone que revolvió la bilis del régimen chavista y desató los siguientes acontecimientos. 

19 de febrero. Justo al día siguiente de la transmisión de la llamada, Leopoldo López fue castigado, una vez más, en un calabozo minúsculo, húmedo, frío, insalubre y sin ventanas, donde permanece completamente aislado por los próximos quince días. Por la noche, Nicolás Maduro, en cadena de radio y televisión, amenazó con «el puño de hierro chavista para castigar la conspiración». Acusó a Leopoldo López, María Corina Machado y Antonio Ledezma de planificar «golpes de Estado y hechos para generar caos y violencia en el país», cuyos supuestos indicios constan -según Maduro- en el documento suscrito por los mencionados dirigentes políticos, publicado el pasado 11 de febrero bajo el título “Llamado a los venezolanos a un acuerdo nacional para la transición”**.

20 de febrero. 5:10 p.m. Un pelotón de efectivos del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) penetró por la fuerza en la sede del partido Alianza Bravo Pueblo. Sin identificación, sin orden judicial, sin notificación previa de una investigación en proceso, el Alcalde Mayor, Antonio Ledezma, electo por votación popular, fue sacado a empujones de su oficina y arbitrariamente conducido, primero hacia un sitio desconocido, después a la sede del SEBIN en el Helicoide, en un procedimiento tipo comando, como si se tratara de un terrorista internacional, en el que se violaron sus derechos fundamentales al debido proceso, a la presunción de inocencia y a la dignidad, consagrados en la Constitución nacional y en el Código Orgánico Procesal Penal.

Sobre las 7:00 de la noche, el Alcalde fue presentado en el Tribunal 6º de Control del Área Metropolitana de Caracas, donde se realizó la audiencia ante el Juez Miguel Graterol, con la participación de los Fiscales del Ministerio Público Katherine Haringhton, Yeison Moreno y José Orta, quienes le imputaron los delitos de conspiración y asociación para delinquir, previstos en el Código Penal y en la Ley Orgánica contra la Delincuencia Organizada, respectivamente.

Artículo 132 C.P. Cualquiera que, dentro o fuera del territorio nacional, conspire para destruir la forma política republicana que se ha dado la nación será castigado con presidio de ocho a dieciséis años.

Artículo 6 L.O.C.D.O. Quien forme parte de un grupo de delincuencia organizada para cometer uno o más delitos de los previstos en esta Ley, será castigado, por el sólo hecho de la asociación, con pena de cuatro a seis años de prisión. 

No fue sino hasta pasada la medianoche cuando Mitzy de Ledezma pudo ver a su esposo durante unos minutos, antes de que fuera trasladado y recluido en el Centro Nacional de Procesados Militares (CENAPROMIL) en Ramo Verde, donde también están Leopoldo López, Daniel Ceballos y una docena de otros presos políticos.

Es obvio que el «puño de hierro chavista» se cierra y golpea con fuerza «potencialmente mortal» sobre la agonizante Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en la que cada día expiran, uno tras otro, los derechos humanos. 

* Entrevista telefónica a Leopoldo López por Fernando del Rincón




** Llamado a los venezolanos a un Acuerdo Nacional para la Transición

El pueblo de Venezuela vive una de las circunstancias más difíciles de su historia, a la que ha sido llevado por un régimen que en los últimos dieciséis años aplicó un modelo fracasado y ha ejercido de manera impune la antidemocracia; un régimen ineficiente y corrupto que robó, regaló y despilfarró recursos públicos cuantiosos, con los cuales se hubiese podido impulsar el bienestar y el progreso de todos, en lugar de generar la ruina que hoy sufrimos. En fin, el desastre que vivimos responde al proyecto de una élite sin escrúpulos de no más de cien personas, que tomó por asalto al Estado para hacerlo totalitario, que se ha apoyado en grupos violentos y en un militarismo de cúpulas corruptas para controlar a la sociedad a través de la represión, que degradó las instituciones y que violentó todo ámbito de la sociedad hasta devastar la economía y dañar gravemente las bases de la paz.
La precariedad y las tensiones que resultan de esta crisis y la insistencia del régimen en “profundizar” el modelo que la genera, pueden llevarnos en muy corto plazo a una emergencia humanitaria y han deslegitimado en extremo al gobierno. Es claro que el régimen no resolverá la crisis y que el gobierno de Maduro ya entró en fase terminal.

Nuestro llamado: construir un acuerdo para conducir la transición en paz

Es la obligación de todo demócrata ayudar a resolver la actual crisis, defender la libertad, evitar que el ya ineludible derrumbe del régimen desborde los cauces de la paz y la constitucionalidad y hacer que la transición, es decir, el paso del sistema superado a uno nuevo lleno de esperanza, se produzca de la mano de la mayoría de los venezolanos y nos lleve sin retrocesos a recuperar el espíritu y el orden democrático.
Asumiendo ese compromiso hacemos un llamado, sin distingos políticos y trascendiendo las diferencias, para que pongamos en marcha, con la urgencia del caso, un Acuerdo Nacional para la Transición en el que esté representada la Unidad de todos los ciudadanos de Venezuela, a través de las visiones de los trabajadores, los jóvenes, los empresarios, los académicos, los políticos, los miembros de las iglesias y de la Fuerza Armada, en fin, de todos los sectores nacionales. Los consensos y compromisos del Acuerdo Nacional le darán solidez a las decisiones que deberán ser adoptadas para salir de la crisis en todos los ámbitos; para armonizar socialmente al país y para asegurar la estabilidad política en su paso por un proceso que experimentará riesgos, turbulencias y acechanzas de diverso orden.
A tal fin, proponemos un programa basado en tres agendas de acciones concretas, el cual se ha alimentado de las contribuciones que han hecho en los últimos tiempos diversos grupos de valiosos venezolanos. Como instrumento del Acuerdo Nacional, el programa que invitamos a acompañar y enriquecer con las perspectivas de todos los sectores, servirá de guía para superar la crisis y comenzar la reconstrucción del país.

1. Una agenda política-institucional dirigida a restituir las libertades conculcadas, la soberanía, la paz social y el Estado de Derecho:
- Restablecer la vigencia plena de las instituciones democráticas y los derechos humanos, liberar a los presos políticos, facilitar el inmediato retorno de los exiliados y solicitar del sistema judicial la apertura de los procesos a que haya lugar para el castigo de delitos graves cometidos al amparo del poder gubernamental;
- Reponer el ejercicio efectivo de la libertad de expresión y del derecho ciudadano a informarse sobre la gestión del Estado y revertir totalmente las violaciones y arbitrariedades cometidas en estos ámbitos;
- Rescatar la autonomía de los órganos del Poder Público, designar a sus directivos por las vías constitucionales y rehabilitar la pluralidad política y la soberanía del Estado nacional venezolano;
- Restituir plenamente la descentralización, el ejercicio de los poderes regionales y locales y la participación ciudadana genuina que establecen la Constitución y las leyes;
- Preparar y realizar elecciones presidenciales libres y absolutamente transparentes;
- Asegurar la lealtad y el apego de la Fuerza Armada Nacional a la Constitución y su desvinculación de toda injerencia extranjera y actividad político-partidista; y
- Abrir un proceso de despolarización política y de reconciliación nacional, que convoque e involucre activamente a toda la sociedad en la reconstrucción de las bases para la paz.

2. Una agenda para atender la emergencia social y asegurar la atención eficaz a los sectores más vulnerables:
- Restablecer a cortísimo plazo el abastecimiento normal de alimentos y otros bienes de consumo esencial de las familias y los suministros de repuestos e insumos que impiden la operación de las cadenas de distribución;
- Corregir las fallas de los servicios públicos fundamentales en todo el país, con especial prioridad en los de electricidad, agua, saneamiento, gas doméstico y transporte público;
- Garantizar que sean cubiertas las necesidades de salud de todo el pueblo de Venezuela, atendiendo las fallas y deformaciones existentes en la gestión de la salud pública y los sistemas hospitalarios; resolver el desabastecimiento actual de medicinas, insumos y equipos médicos y suplir los déficits de personal de salud de distintos niveles; y
- Enfrentar como prioridad de Estado la emergencia de seguridad ciudadana, desmantelar las redes criminales que proliferaron gracias a la impunidad y a la complicidad del régimen actual y abordar de manera integral el problema en sus facetas de prevención, acción policial, administración de justicia para eliminar la impunidad y elevación de la eficacia del sistema penitenciario.

3. Una agenda económica enfocada en estabilizar la economía, recuperar el ingreso familiar y generar confianza en el país:
- Recuperar la capacidad operativa y elevar significativamente la producción de la industria petrolera, revisar los marcos legales y los acuerdos lesivos a la misma y designar una nueva directiva de PDVSA, honesta y con capacidades, para garantizar su funcionamiento eficiente al servicio del país;
- Insertar nuevamente a Venezuela en los circuitos financieros internacionales y obtener de ellos los apoyos económicos necesarios para superar las dificultades del corto plazo;
- Desacelerar el proceso inflacionario actual, asumir una política cambiaria que promueva la producción nacional y, en general, corregir los desequilibrios macroeconómicos generados por años de excesos y corruptelas; restablecer la autonomía del BCV; poner en vigor un sistema eficiente y transparente para la coordinación de las finanzas públicas y designar nuevas autoridades de los entes económicos del Estado, con base en las normas y en criterios de capacidad y méritos;
- Llegar a acuerdos para la justa reparación de los daños a que hubiere lugar por expropiaciones arbitrarias; revisar el estado real de todas las empresas no petroleras que acabaron en manos estatales por la voracidad del régimen y decidir las formas de propiedad y gestión que ellas deban asumir para asegurar su recuperación productiva.
- Desmontar la maraña de controles que ahoga a la economía y reconstruir las bases jurídicas y económicas que son necesarias para atraer la inversión productiva que garantice un crecimiento estable en el futuro.
Venezuela será lo que los venezolanos hagamos de ella a través del cambio de rumbo que nosotros mismos decidamos. Ese rumbo estará asegurado por los consensos y compromisos del Acuerdo Nacional para la Transición.

Caracas, 11 de Febrero de 2015

Antonio Ledezma                        Leopoldo López                  María Corina Machado

29 enero 2014

La libertad está en la calle


En 15 años no hemos hecho más que correr la arruga y delegar en otros la responsabilidad de una reacción a nuestros problemas más acuciantes: derechos mutilados, libertad estrangulada, inseguridad, impunidad, escasez de productos. El argumento de la salida electoral perdió sentido y credibilidad. Tenemos que salir a la calle y asumir el riesgo de las consecuencias, considerando el talante especialmente violento de la gente que está en el poder. Probablemente, la salida no será pacífica, porque su revolución está armada y es terriblemente destructiva.

El miedo no debe paralizarnos. Nadie desea morir, pero si no salimos, nos matarán de hambre, o en un asalto de hampones, o moriremos en vida sin libertad y sin dignidad.

Seguramente algunos no estarán de acuerdo con lo que digo. En este caso, sus razones y postura son respetables, pero a mi se me hace cada día más difícil resistir desde la relativa debilidad de un teclado y de las limitaciones de los medios y las redes sociales. Compruebo que mi vida pierde valor cada vez que ocurre un atraco, un secuestro, un asesinato; que mi esfuerzo pierde valor cada vez que se imponen nuevas medidas que restringen el derecho a trabajar y a producir, puesto que destruyen toda posibilidad de desarrollo y bienestar.

Me niego rotundamente a ser humillada, despreciada, acosada y maltratada por un régimen inconstitucional, conformado por un pequeño grupo de retrógrados, corruptos y vengativos individuos que usan el poder, ilegítimamente, para abusar de los ciudadanos y desmantelar a la Nación.

No quiero irme a ninguna parte forzada por las circunstancias que unos cuantos resentidos insensatos han creado. No estoy dispuesta a ceder en el intento de contribuir al cambio definitivo de la situación. Nadie tiene el derecho de empujarme hacia la puerta de salida de mi propio país.

Los crímenes contra más de 200.000 venezolanos brutalmente asesinados en los últimos 15 años asustan y deprimen a la sociedad, pero esos hechos deben infundirnos valor y fortalecer nuestras razones para combatir la perversidad e ineptitud de este gobierno espurio desde todos los flancos. El miedo y la desesperanza nos inducen a huir, pero si huimos, estaremos renunciando a lo que somos.

Hay que espantar la apatía y ser consecuentes con nuestra necesidad y anhelo de libertad. Debemos salir a manifestar llevando a nuestros muertos, a nuestros presos políticos, a nuestros discapacitados por la violencia, a nuestros emigrados. Ya no somos libres ni siquiera en el hogar. Tenemos que salir a la calle a buscar la libertad que nos han arrebatado.

31 octubre 2013

Un lunes cualquiera


Son las 5:15 de la mañana de un lunes de trabajo como cualquier otro. En la parada del Metrobús ya hay treinta personas en fila. Todavía está oscuro, pero las calles empiezan a llenarse, poco a poco, de sonidos de motores en marcha. Tomo el primer café del día mientras observo cómo el cielo cambia sus tonos desde el negro cerrado de la noche hacia los matices de un azul todavía indefinido. A las 5:30 en punto el transporte se detiene y los pasajeros, que ya son más de cincuenta, suben y se acomodan. Cuando el largo autobús de color verde arranca, en la parada permanecen siete personas. Para entonces, el techo de la ciudad se ha pintado de azul lila, el Ávila se ha desperezado y yo me sirvo la segunda taza de café, deseando que la tranquilidad del alba se prolongue durante toda la jornada.

No será así, lo sé de sobra. Ya es una rareza que a esta hora algún conductor no haya tocado su bocina, o que algún autobusete no haya pasado por la calle dejando una estela de música a todo volumen. Me conecto a la Internet para dar un vistazo a los diarios digitales. Las noticias me devuelven a la cotidianidad de la que todos quisiéramos huir. "En Venezuela ocurrieron 200 mil asesinatos durante los últimos 14 años". "Van 454 cuerpos ingresados a Bello Monte durante octubre". Todos los ruidos de esta urbe enloquecida no alcanzan a apagar los gritos de dolor e impotencia. No me conformo. Busco una noticia buena, una que sea capaz de opacar con su belleza las fealdades de esta realidad. Consigo algunas en la sección deportiva, pero no son suficientes.

A las 6:35 de la mañana, la luz que iluminó los lienzos de Reverón se desparrama, dorada y tibia, sobre Caracas. En la parada, casi un centenar de personas espera el siguiente Metrobús para ir a sus sitios de trabajo, a sus escuelas y a sus universidades, para hacer las diligencias del día y las colas frente a los supermercados. Miro a toda esa gente y me pregunto si todos volverán ilesos a sus casas esta tarde. Supongo que se habrán encomendado a Dios antes de salir. La fe es lo único que nos queda cuando se vive en el más completo desamparo, pero ni siquiera la fe nos salva de la maldad. "Robaron a feligreses durante una misa en Valencia".