Por José Alberto Medina Molero
Hace prácticamente un mes se despidió, quedamente, de entre nosotros un gran venezolano y un sobresaliente narrador. Un ser que, conjugó honestidad y amor a su tierra, al campo, a la medicina y a las letras, las cuales movía con esa sapiencia del orfebre y la maestría del ceramista. Hablamos del Dr. José León Tapia, barinés de pura cepa y, por más señas, autor de una novela emblemática: “Barinas, tierra de Marqueses”.
Testigo de muchos de los avatares de nuestro convulso siglo XX, pues había nacido en la capital barinesa, en el no menos emblemático 1928. El Dr. León Tapía, logró llevar a la página el curso de la historia nacional de mucho tiempo atrás, novelando acontecimientos e incitando a la lectura en un país, que precisamente no se distingue por esa actividad del espíritu y del intelecto. De su pluma amena y talentosa salieron también: “Por aqui pasó Zamora”, “El Tigre de Guaitó” y la muy famosa en este régimen, “Maisanta, el último hombre a caballo”.
En palabras de Carlos Bermúdez, prologuista de “El Tigre de Guaitó”, se palpa la recreación novelada, que de la historia oculta tras la apergaminada, cincela el escritor: “Algo parecido hizo Sarmiento con Facundo Quiroga y los rastreadores y baquianos de las pampas argentinas. Y acá en Venezuela, el general Tosta García, cuando mezcla en la misma hazaña a Bolívar y Páez con “Malbañao” y “Cantabonito”, héroes también de Carabobo".
Su obra le valió ganar el Premio Nacional de Literatura (al cual renunció, por desacuerdos con el uso que se haría de su nombre por parte del gobierno al recibir el galardón). Esta, además de su faceta de médico con amplia figuración en su región llanera, le valieron siempre el reconocimiento de sus coterráneos, y en general del país, aunque dicho sea de paso éste último debió ser más caluroso y justo de lo que fue. Quiera Dios que nuevos venezolanos se acerquen a esa obra sencilla y compleja a la vez, sentida como el amor y dura como la vida.
Los miles de lectores que dejó, lo recordaremos siempre por haber creado al Márques José María Pumar, ese personaje de vida tan larga “que se escapaba de los recuerdos”.
Un gran adiós y un claro hasta luego al Dr. José León Tapia.
Hace prácticamente un mes se despidió, quedamente, de entre nosotros un gran venezolano y un sobresaliente narrador. Un ser que, conjugó honestidad y amor a su tierra, al campo, a la medicina y a las letras, las cuales movía con esa sapiencia del orfebre y la maestría del ceramista. Hablamos del Dr. José León Tapia, barinés de pura cepa y, por más señas, autor de una novela emblemática: “Barinas, tierra de Marqueses”.
Testigo de muchos de los avatares de nuestro convulso siglo XX, pues había nacido en la capital barinesa, en el no menos emblemático 1928. El Dr. León Tapía, logró llevar a la página el curso de la historia nacional de mucho tiempo atrás, novelando acontecimientos e incitando a la lectura en un país, que precisamente no se distingue por esa actividad del espíritu y del intelecto. De su pluma amena y talentosa salieron también: “Por aqui pasó Zamora”, “El Tigre de Guaitó” y la muy famosa en este régimen, “Maisanta, el último hombre a caballo”.
En palabras de Carlos Bermúdez, prologuista de “El Tigre de Guaitó”, se palpa la recreación novelada, que de la historia oculta tras la apergaminada, cincela el escritor: “Algo parecido hizo Sarmiento con Facundo Quiroga y los rastreadores y baquianos de las pampas argentinas. Y acá en Venezuela, el general Tosta García, cuando mezcla en la misma hazaña a Bolívar y Páez con “Malbañao” y “Cantabonito”, héroes también de Carabobo".
Su obra le valió ganar el Premio Nacional de Literatura (al cual renunció, por desacuerdos con el uso que se haría de su nombre por parte del gobierno al recibir el galardón). Esta, además de su faceta de médico con amplia figuración en su región llanera, le valieron siempre el reconocimiento de sus coterráneos, y en general del país, aunque dicho sea de paso éste último debió ser más caluroso y justo de lo que fue. Quiera Dios que nuevos venezolanos se acerquen a esa obra sencilla y compleja a la vez, sentida como el amor y dura como la vida.
Los miles de lectores que dejó, lo recordaremos siempre por haber creado al Márques José María Pumar, ese personaje de vida tan larga “que se escapaba de los recuerdos”.
Un gran adiós y un claro hasta luego al Dr. José León Tapia.
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