Por Maruja Tarre*
El Universal
El Presidente, la semana pasada en una de sus intervenciones televisadas, viendo unas vacas argentinas, se dedicó a alabar la sabiduría y el conocimiento científico, necesarios para que estos animales produzcan 17 litros de leche al día, añadiendo esta perla: "¡No es como el petróleo, en donde basta con abrir un hueco!".
Oyéndolo, recordé la cantidad de profesionales que tuve el gusto de conocer en otras épocas, geólogos, geofísicos, ingenieros de yacimiento, ingenieros petroleros, ingenieros químicos y pare usted de contar, que se dedicaban, después de años de preparación, a "abrir huecos" para encontrar y producir nuestro petróleo. Recuerdo el orgullo que sentían por la industria, recuerdo cómo hablaban de los yacimientos maduros, que había que tratar con un cuidado extremo para que el petróleo siguiese fluyendo. Recuerdo a la gente del CIED, de Intevep, científicos de alto nivel en cualquier parte del mundo y que aparentemente sólo abrían huecos.
La ignorancia presidencial explica el despido de los 23.000 mejores profesionales y técnicos del petróleo y su reemplazo por individuos expertos en hacer huecos en el presupuesto y en la reputación de Pdvsa. Se comprende porqué cambia a las compañías que tienen experiencia en el manejo de hidrocarburos por gente de Bielorrusia, que debe compartir su visión "científica" de la industria. También entendemos las razones para modificar la misión esencial de nuestra compañía nacional, la misión de encontrar el petróleo, extraerlo y venderlo al mejor precio posible, por nuevas y vagas tareas de sembrar caraotas, fabricar electrodomésticos y repartir uniformes. Todo es preferible al elemental trabajo de abrir huecos.
Mientras Chávez expone su visión petrolera, Pdvsa se hunde en los huecos cavados por los técnicos rojos: el hueco de la corrupción, de la ignorancia, de la ineficiencia.
El Universal
El Presidente, la semana pasada en una de sus intervenciones televisadas, viendo unas vacas argentinas, se dedicó a alabar la sabiduría y el conocimiento científico, necesarios para que estos animales produzcan 17 litros de leche al día, añadiendo esta perla: "¡No es como el petróleo, en donde basta con abrir un hueco!".
Oyéndolo, recordé la cantidad de profesionales que tuve el gusto de conocer en otras épocas, geólogos, geofísicos, ingenieros de yacimiento, ingenieros petroleros, ingenieros químicos y pare usted de contar, que se dedicaban, después de años de preparación, a "abrir huecos" para encontrar y producir nuestro petróleo. Recuerdo el orgullo que sentían por la industria, recuerdo cómo hablaban de los yacimientos maduros, que había que tratar con un cuidado extremo para que el petróleo siguiese fluyendo. Recuerdo a la gente del CIED, de Intevep, científicos de alto nivel en cualquier parte del mundo y que aparentemente sólo abrían huecos.
La ignorancia presidencial explica el despido de los 23.000 mejores profesionales y técnicos del petróleo y su reemplazo por individuos expertos en hacer huecos en el presupuesto y en la reputación de Pdvsa. Se comprende porqué cambia a las compañías que tienen experiencia en el manejo de hidrocarburos por gente de Bielorrusia, que debe compartir su visión "científica" de la industria. También entendemos las razones para modificar la misión esencial de nuestra compañía nacional, la misión de encontrar el petróleo, extraerlo y venderlo al mejor precio posible, por nuevas y vagas tareas de sembrar caraotas, fabricar electrodomésticos y repartir uniformes. Todo es preferible al elemental trabajo de abrir huecos.
Mientras Chávez expone su visión petrolera, Pdvsa se hunde en los huecos cavados por los técnicos rojos: el hueco de la corrupción, de la ignorancia, de la ineficiencia.
* Internacionalista
maru1789@yahoo.com
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