Por Liliana Fasciani M.
Hugo Chávez no resistió los límites que imponía la Constitución de 1961. Se le hizo angosta la Constitución de 1999, no obstante ser un traje hecho a la medida de sus pretensiones. Ahora ha redactado -con su puño y letra- las reformas que, según su personalísima concepción del poder y de la fuerza, deben ajustarse a los objetivos y fines de la revolución bolivariana. Sólo así piensa que puede gobernar el timón de esta nave a la deriva para conducirla, contra viento y marea, hacia el naufragio socialista.
Con cuchillo carnicero tasajeó a su antojo 33 artículos. Con goma de mascar pegó en algunos de ellos pellejos ideológicos de fósiles exhumados. En otros se limitó a injertar el dedo mágico de cualquier dictador latinoamericano.
¡Desperdicio de tinta y de papel!
La verdadera reforma constitucional, que traduce su ambición desmedida de poder, apenas ocupa un par de líneas en las que han entrado holgadamente veinticinco palabras:
Artículo 230: "El periodo presidencial es de siete años. El Presidente o Presidenta de la República puede ser reelegido o reelegida de inmediato para un nuevo periodo."
Hugo Chávez no resistió los límites que imponía la Constitución de 1961. Se le hizo angosta la Constitución de 1999, no obstante ser un traje hecho a la medida de sus pretensiones. Ahora ha redactado -con su puño y letra- las reformas que, según su personalísima concepción del poder y de la fuerza, deben ajustarse a los objetivos y fines de la revolución bolivariana. Sólo así piensa que puede gobernar el timón de esta nave a la deriva para conducirla, contra viento y marea, hacia el naufragio socialista.
Con cuchillo carnicero tasajeó a su antojo 33 artículos. Con goma de mascar pegó en algunos de ellos pellejos ideológicos de fósiles exhumados. En otros se limitó a injertar el dedo mágico de cualquier dictador latinoamericano.
¡Desperdicio de tinta y de papel!
La verdadera reforma constitucional, que traduce su ambición desmedida de poder, apenas ocupa un par de líneas en las que han entrado holgadamente veinticinco palabras:
Artículo 230: "El periodo presidencial es de siete años. El Presidente o Presidenta de la República puede ser reelegido o reelegida de inmediato para un nuevo periodo."
Hola Liliana,
ResponderEliminarSolo para decirte que siempre leo tus articulos en El Universal, a pesar de ya no estar en Venezuela. Me pareces de las mejores escritoras de opinion hoy en dia, siempre muy elocuente en lo que escribes.
Que vaina la que nos estan echando, que impotencia no poder hacer nada y ver como se nos hunden los sueños por culpa de un resentido con poder, con la agenda mas oscura que haya conocido nuestro pais.
Que vaina con la gente que no entiende o no quiere entender que las cosas no se dan faciles, que las cosas hay que trabajarlas, que el que tiene mas es porque se esforzo mas (a excepcion de los gobierneros de antes y los lamesuelas, comunistoides basura de hoy en dia). Que vaina que la gente no entienda que un pais se hace buscando el entendimiento, entre nosotros y con los demas paises, aprendiendo de los demas y siendo humildes.
Te mando muchos saludos desde Santiago, Chile.