Por Valentín Arenas Amigo*
Con este mismo título publicamos el día 8/11/2001 en el Diario El Globo un artículo que era un llamado desesperado a unificar al país ante el peligro que, desde entonces, amenazaba a su democracia y libertades. Grito en el desierto. Cayó en el vacío. El venezolano, acostumbrado como estaba a cuatro décadas de democracia, no veía entonces el peligro y pensaba que éste era un gobierno más de la democracia. No identificó a tiempo la copia del modelo cubano que disfrazaron, hábilmente, con aquello de “Democracia Participativa y Protagónica” en el marco de una estafa y traición programada.
El país fue conducido así con mucho jarabe de lengua, promesas, eventos nacionales e internacionales, escándalos y amenazas constantes a través de un túnel solapado por la carga de publicidad y largos discursos destinados a distraer la atención de los venezolanos para que creyeran que se conducía el país hacía una sociedad mas justa y mas feliz. Mientras esta publicidad incesante cumplía una función “anestésica” el proyecto solapado avanzó en la oscuridad…Se aprobó una nueva Constitución usando Las Morochas violándose el sistema que para su reforma se establecía en la Constitución entonces vigente, se le cambió el nombre a la República para encubrir “el criminal proyecto” arropado con el enorme prestigio de Bolívar y así se fueron apoderando, uno a uno, de todos los poderes del Estado y se inició la destrucción de la Fuerza Armada como institución al servicio de la nación.
La toma del Poder Electoral era clave en la estrategia de ir hacía un sistema totalitario pero “simulando democracia” algo especialmente importante de cara al exterior del país. Todo muy democrático. Por eso el CNE automatiza las elecciones, por eso el régimen siempre tuvo la mayoría de los rectores, por eso se vetó el conteo manual y por eso también la DIEX fue asumida por el Gobierno para expedir cédulas libremente. Los resultados del 15/8 y ahora del 3 de Diciembre probaron que el pueblo venezolano optó libremente, por obra y gracia de un poder electoral secuestrado, por un sistema político tan novedoso como el Castro comunismo cuyo resultado el mundo entero conoce bien: miseria y esclavitud.
Después del 3 de Diciembre el Teniente Coronel se adjudicó el triunfo logrado por Jorge Rodríguez a través de la Caja Negra Electoral (CNE) y con este supuesto respaldo del Soberano dió un paso publicitario mas con eso de los “cinco motores” y las “nacionalizaciones” de las empresa básicas. La Ley Habilitante inhabilitó para legislar al Poder Legislativo. La promoción de los Consejos Comunales intenta apoderarse del Poder Municipal. Moral y Luces proclama el derecho a adoctrinar a nuestros hijos y asomó, por supuesto si el pueblo lo quiere porque él respeta mucho al pueblo, la intención de reelegirse hasta que Dios lo llame a rendir cuentas. Todo esto con mucha publicidad, por eso es que necesita la hegemonía comunicacional, pues así el gusano de la “democracia participativa y protagónica” va evolucionando hasta convertirse, cual mariposa, en un sistema totalitario copia vulgar del sistema cubano.
Este escenario resume una verdadera TRAGEDIA NACIONAL pero cuenta para ser superado con la reserva de un pueblo acostumbrado a los valores de la democracia y vocación de vivir con libertades. Ese pueblo está ahí, parado y de frente. No se rinde. Cada día son más las protestas y mayor el rechazo. Pero faltan líderes conscientes de la gravedad de la situación que se está viviendo. Líderes que privilegien el interés nacional por encima de los pequeños intereses personales o partidistas. Dispuestos a darlo todo sin recibir nada a cambio. Coordinar todas las fuerzas políticas, sociales y económicas es necesario para salvar al país del caos hacía donde lo llevan. ¿No son acaso suficientes ocho años de engaño y de traición a la Patria para que estos aspirantes a dirigentes pasen el examen? ¿Cuanto tiempo más necesitan? Contarán con ese tiempo cada uno de ellos mientras se miran…en el espejo?
La consigna nacional sigue siendo hoy la misma de aquel artículo en el Globo: Unidad, Unidad, Unidad!.
Publicado originalmente 8/11/2001 Diario El Globo
El país fue conducido así con mucho jarabe de lengua, promesas, eventos nacionales e internacionales, escándalos y amenazas constantes a través de un túnel solapado por la carga de publicidad y largos discursos destinados a distraer la atención de los venezolanos para que creyeran que se conducía el país hacía una sociedad mas justa y mas feliz. Mientras esta publicidad incesante cumplía una función “anestésica” el proyecto solapado avanzó en la oscuridad…Se aprobó una nueva Constitución usando Las Morochas violándose el sistema que para su reforma se establecía en la Constitución entonces vigente, se le cambió el nombre a la República para encubrir “el criminal proyecto” arropado con el enorme prestigio de Bolívar y así se fueron apoderando, uno a uno, de todos los poderes del Estado y se inició la destrucción de la Fuerza Armada como institución al servicio de la nación.
La toma del Poder Electoral era clave en la estrategia de ir hacía un sistema totalitario pero “simulando democracia” algo especialmente importante de cara al exterior del país. Todo muy democrático. Por eso el CNE automatiza las elecciones, por eso el régimen siempre tuvo la mayoría de los rectores, por eso se vetó el conteo manual y por eso también la DIEX fue asumida por el Gobierno para expedir cédulas libremente. Los resultados del 15/8 y ahora del 3 de Diciembre probaron que el pueblo venezolano optó libremente, por obra y gracia de un poder electoral secuestrado, por un sistema político tan novedoso como el Castro comunismo cuyo resultado el mundo entero conoce bien: miseria y esclavitud.
Después del 3 de Diciembre el Teniente Coronel se adjudicó el triunfo logrado por Jorge Rodríguez a través de la Caja Negra Electoral (CNE) y con este supuesto respaldo del Soberano dió un paso publicitario mas con eso de los “cinco motores” y las “nacionalizaciones” de las empresa básicas. La Ley Habilitante inhabilitó para legislar al Poder Legislativo. La promoción de los Consejos Comunales intenta apoderarse del Poder Municipal. Moral y Luces proclama el derecho a adoctrinar a nuestros hijos y asomó, por supuesto si el pueblo lo quiere porque él respeta mucho al pueblo, la intención de reelegirse hasta que Dios lo llame a rendir cuentas. Todo esto con mucha publicidad, por eso es que necesita la hegemonía comunicacional, pues así el gusano de la “democracia participativa y protagónica” va evolucionando hasta convertirse, cual mariposa, en un sistema totalitario copia vulgar del sistema cubano.
Este escenario resume una verdadera TRAGEDIA NACIONAL pero cuenta para ser superado con la reserva de un pueblo acostumbrado a los valores de la democracia y vocación de vivir con libertades. Ese pueblo está ahí, parado y de frente. No se rinde. Cada día son más las protestas y mayor el rechazo. Pero faltan líderes conscientes de la gravedad de la situación que se está viviendo. Líderes que privilegien el interés nacional por encima de los pequeños intereses personales o partidistas. Dispuestos a darlo todo sin recibir nada a cambio. Coordinar todas las fuerzas políticas, sociales y económicas es necesario para salvar al país del caos hacía donde lo llevan. ¿No son acaso suficientes ocho años de engaño y de traición a la Patria para que estos aspirantes a dirigentes pasen el examen? ¿Cuanto tiempo más necesitan? Contarán con ese tiempo cada uno de ellos mientras se miran…en el espejo?
La consigna nacional sigue siendo hoy la misma de aquel artículo en el Globo: Unidad, Unidad, Unidad!.
Publicado originalmente 8/11/2001 Diario El Globo
* Profesor de Instituciones Políticas de la Universidad Católica Andrés Bello
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