Tan seguro se siente Hugo Chávez de su permanencia en el poder que desde que comenzó el año 2007 ha acelerado la implantación de su revolución Castro-comunista y una vez autorizada la Ley Habilitante, la cual que le permitirá a legislar sobre 11 áreas especificas, Chávez podrá apoderarse por completo del país. Entre estas se encuentra la Ley de los Consejos Comunales, los cuales al final se convertirán en los Comités de Defensa de la Revolución Bolivariana, en clara alusión a los Comités de Defensa de la Revolución (CDRs) contemplados en la Constitución Cubana, considerados como uno de los órganos más represivos de la historia cubana.
Los CDRs los creó Fidel Castro en Cuba, como respuesta al terrorismo contrarrevolucionario imperante en la isla en 1960. Entre sus objetivos fundamentales estaba la necesidad de vigilancia combativa y revolucionaria del pueblo, ante los actos de sabotaje, agresiones y delitos cometidos, por los elementos reaccionarios e imperialistas.
Pertenecer a un CDR era obligatorio, y al estar estructurados por cuadra o calle o edificio, su propósito principal era observar, vigilar, inspeccionar y controlar cada detalle de la vida de las personas que vivían dentro de esa área. Era de suma importancia para el régimen saber las actividades de cada uno de sus ciudadanos, principalmente si estos se expresaban mal del sistema o si eran políticamente activo.
Para evaluar el comportamiento y sumisión de cada cubano hacia el sistema, y poder detectar quienes son enemigos del gobierno, los CDRs instituyeron una serie de actividades, trabajos y tareas sin sentido con este propósito, y quien osara no asistir o tomar parte en estas actividades, podía ser declarada antisocial o contrarrevolucionaria; es decir, enemiga del régimen, lo que le podría traer como consecuencia el despido de su empleo o en muchos casos esa persona estaría marcada y sin derecho para nada que el gobierno pudiera otorgarle; posición en la cual todos en Cuba temen estar.
Los CDRs además organizan celebraciones políticas que surgieron a raíz del triunfo de Castro el 1ero de Enero de 1959. En estas fechas “patrias” no se programan apagones y el pueblo recibe raciones de ron, se cocina en público, y se le brinda música. Todos están obligados a asistir, bailar, cantar, tomar y celebrar las victorias y logros del sistema. Lo más aberrante de todo es que la comida tiene que ser donados por los miembros del CDRs, que diariamente no tienen que comer.
La formación empieza con los niños, en los CDRs infantiles, para dar atención política, ideológica y educar a las nuevas generaciones de cubanos, sobre los logros de la revolución cubana. Cuba cuenta con más de 133.000 CDRs y 8,2 MM de afiliados (cerca del 86% de la población mayor de 14 años), cuyo propósito principal defender la revolución contra el enemigo – el imperialismo Yanqui –. Para los cubanos la única salida de este régimen represivo es irse del país o esperar que el dictador muera; nadie piensa en rebelión armada debido muy bien montado sistema de represión.
La dictadura cubana se apoya en la hipocresía, el engaño, las mentiras y la doble moral, y el régimen bolivariano ha utilizado estas mismas artimaña para hacerle creer al pueblo venezolano que sólo Hugo Chávez puede sacarlos de la miseria en que hoy en día viven, hasta el punto que no se han percatado que cada día son más pobres. Se dice que varios alcaldes oficialistas han viajado a Cuba para estudiar la manera de implementar los CDRs en Venezuela.
Según el analista Carlos Blanco, “los Consejos Comunales no son estructuras de participación popular, sino estructuras de integración del chavismo, con dirigentes ya amarrados en el Partido Único; en los consejos no se dejará entrar a los oligarcas ni a sus representantes que, por supuesto, serán todos los que no concuerden con la verdad revelada por el Comandante.”
Reproducido con autorización del editor de Revonline.
Los CDRs los creó Fidel Castro en Cuba, como respuesta al terrorismo contrarrevolucionario imperante en la isla en 1960. Entre sus objetivos fundamentales estaba la necesidad de vigilancia combativa y revolucionaria del pueblo, ante los actos de sabotaje, agresiones y delitos cometidos, por los elementos reaccionarios e imperialistas.
Pertenecer a un CDR era obligatorio, y al estar estructurados por cuadra o calle o edificio, su propósito principal era observar, vigilar, inspeccionar y controlar cada detalle de la vida de las personas que vivían dentro de esa área. Era de suma importancia para el régimen saber las actividades de cada uno de sus ciudadanos, principalmente si estos se expresaban mal del sistema o si eran políticamente activo.
Para evaluar el comportamiento y sumisión de cada cubano hacia el sistema, y poder detectar quienes son enemigos del gobierno, los CDRs instituyeron una serie de actividades, trabajos y tareas sin sentido con este propósito, y quien osara no asistir o tomar parte en estas actividades, podía ser declarada antisocial o contrarrevolucionaria; es decir, enemiga del régimen, lo que le podría traer como consecuencia el despido de su empleo o en muchos casos esa persona estaría marcada y sin derecho para nada que el gobierno pudiera otorgarle; posición en la cual todos en Cuba temen estar.
Los CDRs además organizan celebraciones políticas que surgieron a raíz del triunfo de Castro el 1ero de Enero de 1959. En estas fechas “patrias” no se programan apagones y el pueblo recibe raciones de ron, se cocina en público, y se le brinda música. Todos están obligados a asistir, bailar, cantar, tomar y celebrar las victorias y logros del sistema. Lo más aberrante de todo es que la comida tiene que ser donados por los miembros del CDRs, que diariamente no tienen que comer.
La formación empieza con los niños, en los CDRs infantiles, para dar atención política, ideológica y educar a las nuevas generaciones de cubanos, sobre los logros de la revolución cubana. Cuba cuenta con más de 133.000 CDRs y 8,2 MM de afiliados (cerca del 86% de la población mayor de 14 años), cuyo propósito principal defender la revolución contra el enemigo – el imperialismo Yanqui –. Para los cubanos la única salida de este régimen represivo es irse del país o esperar que el dictador muera; nadie piensa en rebelión armada debido muy bien montado sistema de represión.
La dictadura cubana se apoya en la hipocresía, el engaño, las mentiras y la doble moral, y el régimen bolivariano ha utilizado estas mismas artimaña para hacerle creer al pueblo venezolano que sólo Hugo Chávez puede sacarlos de la miseria en que hoy en día viven, hasta el punto que no se han percatado que cada día son más pobres. Se dice que varios alcaldes oficialistas han viajado a Cuba para estudiar la manera de implementar los CDRs en Venezuela.
Según el analista Carlos Blanco, “los Consejos Comunales no son estructuras de participación popular, sino estructuras de integración del chavismo, con dirigentes ya amarrados en el Partido Único; en los consejos no se dejará entrar a los oligarcas ni a sus representantes que, por supuesto, serán todos los que no concuerden con la verdad revelada por el Comandante.”
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