RCTV pasó ahora a ser bandera de lucha por la democracia en Venezuela. Se inmoló pero inició el rescate de la libertad para todos los venezolanos. RCTV es símbolo de la libertad.
Este rescate pasa por tener bien identificada la naturaleza de este régimen: enfrentamos a una autocracia totalitaria comunista. No haberla identificado antes le permitió ganar terreno. Después del atropello a RCTV ya nadie puede tener duda alguna. Pero la Fuerza Democrática mayoritaria que somos necesita organizarse si quiere derrotar a la Fuerza Totalitaria. Analicemos la fortaleza y las debilidades de ambas fuerzas.
EL REGIMEN tiene a su favor el poder que le otorga el secuestro de todas las Instituciones del Estado más los dólares que le produce la venta del petróleo. Ambos factores lo constituyen en una FUERZA. Como factores negativos hay que ubicar la manifiesta incapacidad de sus funcionarios y la enorme corrupción que denuncia una carencia total de mística. Estas dos cargas negativas se manifiestan en el total fracaso de su gestión de gobierno (ni la vida pueden garantizarnos), el descrédito de su propaganda que ya no preña y las consecuencias de ambos: la creciente toma de conciencia de que la revolución ha sido una estafa política que le arrebató a los venezolanos sus libertades sin hacer Justicia Social todo lo cual lo ha llevado a una pérdida creciente del apoyo popular que es lo que explica la necesidad del fraude electoral para ocultarla. Esto configura una situación de fragilidad y de quiebra que se convertirá en una bomba de tiempo al final de este año cuando explote una política económica suicida. Devaluación e inflación.
LA SOCIEDAD DEMOCRATICA tiene a su favor dos factores que son bien importantes: cuenta con la mayoría numérica de los ciudadanos, lo que se hizo visible con el cierre de RCTV que desmintió, de paso, todos los fraudes electorales anteriores, y cuenta también con la superior calidad de los ciudadanos que la integran pues en ella están ubicados los mejores profesionales y técnicos que tiene hoy el País. Sin embargo, esa mayoría numérica y de calidad superior que es la Sociedad Democrática no podrá derrotar a la Fuerza Totalitaria si no se constituye en otra FUERZA superior a la fuerza oficialista. Constituirse en una Fuerza pasa por lo siguiente: primero identificar la naturaleza totalitaria del régimen para que la conciencia del peligro llame a todos a la necesidad imperiosa de la unidad de los diferentes sectores – civiles, políticos y militares. Unidad en la meta y unidad también en la acción.
Lograr organizar esa mayoría que somos – por sectores y a nivel nacional –en una FUERZA para que esa mayoría organizada pueda demostrar y usar su fortaleza cuando y como sea necesario; designar, por consenso, un Directorio Democrático (D.D) como la cabeza que oriente a los ciudadanos en esta lucha por su libertad. La acefalía actual es fatal. Constituida esta mayoritaria Sociedad Democrática en la FUERZA DEMOCRATICA DE VENEZUELA entonces sí estará en condiciones óptimas para convocar a todos los venezolanos a la calle y que el Soberano exprese así su voluntad cada vez que sea necesario teniendo en cuenta que la vía electoral, como expresión de esa voluntad, ya no es confiable después de tantos fraudes y de lo que dicen todas las encuestas. Entonces… calle, calle y más calle es la consigna.
En este escenario y teniendo en cuenta las fracturas internas dentro del régimen y el creciente descontento popular el Teniente volverá a repetir su conducta histórica – la del 4F y la del 12 de Abril. Hará un “retiro táctico” que disfrace su cobardía. Guapetón enfrentado con el verdadero y auténtico poder popular desaparece de la escena. Unidad, Libertad y Paz es la consigna.
Este rescate pasa por tener bien identificada la naturaleza de este régimen: enfrentamos a una autocracia totalitaria comunista. No haberla identificado antes le permitió ganar terreno. Después del atropello a RCTV ya nadie puede tener duda alguna. Pero la Fuerza Democrática mayoritaria que somos necesita organizarse si quiere derrotar a la Fuerza Totalitaria. Analicemos la fortaleza y las debilidades de ambas fuerzas.
EL REGIMEN tiene a su favor el poder que le otorga el secuestro de todas las Instituciones del Estado más los dólares que le produce la venta del petróleo. Ambos factores lo constituyen en una FUERZA. Como factores negativos hay que ubicar la manifiesta incapacidad de sus funcionarios y la enorme corrupción que denuncia una carencia total de mística. Estas dos cargas negativas se manifiestan en el total fracaso de su gestión de gobierno (ni la vida pueden garantizarnos), el descrédito de su propaganda que ya no preña y las consecuencias de ambos: la creciente toma de conciencia de que la revolución ha sido una estafa política que le arrebató a los venezolanos sus libertades sin hacer Justicia Social todo lo cual lo ha llevado a una pérdida creciente del apoyo popular que es lo que explica la necesidad del fraude electoral para ocultarla. Esto configura una situación de fragilidad y de quiebra que se convertirá en una bomba de tiempo al final de este año cuando explote una política económica suicida. Devaluación e inflación.
LA SOCIEDAD DEMOCRATICA tiene a su favor dos factores que son bien importantes: cuenta con la mayoría numérica de los ciudadanos, lo que se hizo visible con el cierre de RCTV que desmintió, de paso, todos los fraudes electorales anteriores, y cuenta también con la superior calidad de los ciudadanos que la integran pues en ella están ubicados los mejores profesionales y técnicos que tiene hoy el País. Sin embargo, esa mayoría numérica y de calidad superior que es la Sociedad Democrática no podrá derrotar a la Fuerza Totalitaria si no se constituye en otra FUERZA superior a la fuerza oficialista. Constituirse en una Fuerza pasa por lo siguiente: primero identificar la naturaleza totalitaria del régimen para que la conciencia del peligro llame a todos a la necesidad imperiosa de la unidad de los diferentes sectores – civiles, políticos y militares. Unidad en la meta y unidad también en la acción.
Lograr organizar esa mayoría que somos – por sectores y a nivel nacional –en una FUERZA para que esa mayoría organizada pueda demostrar y usar su fortaleza cuando y como sea necesario; designar, por consenso, un Directorio Democrático (D.D) como la cabeza que oriente a los ciudadanos en esta lucha por su libertad. La acefalía actual es fatal. Constituida esta mayoritaria Sociedad Democrática en la FUERZA DEMOCRATICA DE VENEZUELA entonces sí estará en condiciones óptimas para convocar a todos los venezolanos a la calle y que el Soberano exprese así su voluntad cada vez que sea necesario teniendo en cuenta que la vía electoral, como expresión de esa voluntad, ya no es confiable después de tantos fraudes y de lo que dicen todas las encuestas. Entonces… calle, calle y más calle es la consigna.
En este escenario y teniendo en cuenta las fracturas internas dentro del régimen y el creciente descontento popular el Teniente volverá a repetir su conducta histórica – la del 4F y la del 12 de Abril. Hará un “retiro táctico” que disfrace su cobardía. Guapetón enfrentado con el verdadero y auténtico poder popular desaparece de la escena. Unidad, Libertad y Paz es la consigna.
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