21 junio 2007

Política, pobreza y tierras

Por Nelson Maica*

Se está difundiendo la conseja de que la pobreza es causada por la excesiva tenencia de la tierra por parte de una minoría. Así le oímos a cada momento a la voz única. Debemos decirle que está equivocado. Que no está diciendo la verdad. Que está desfasado en cuanto a la información que usa para ese tema. Que está justificando sus actos de “quitar”, “ocupar”, etc., políticas populistas, gravosas para la colectividad y poco inteligentes. Pan hoy, hambre mañana. Veamos.

Antes de llegar Cristóbal Colón y, luego, los conquistadores a América, los únicos propietarios y/o copropietarios y/o ocupantes de tierra eran los aborígenes. Eran pocos en relación con la cantidad de tierra ocupada y disponible. ¿Acaso eran ricos por disponer de tanta tierra? Las evidencias muestran que no eran ricos, que no disponían tan a sus anchas de los inmensos recursos naturales. Los caciques mandaban y distribuían. El pueblo aborigen era pobre, sin animales domésticos y sin inventos o instrumentos, como la rueda, que les facilitara algunas labores para subsistir y sin escritura y archivos para legado y conocimiento de futuras generaciones. Mientras que los pobladores en Europa, en el mismo tiempo, en mayor cantidad y con menos tierra a su disposición, habían desarrollado una cultura bastante densa y documentada.

En México, a la llegada del conquistador, los aztecas, quienes practicaban sacrificios humanos en abundancia, en su mayoría eran pobres y las enfermedades les azotaban con frecuencia.

Hoy, ahora, gran parte de América Latina y África, para citar dos ejemplos, está despoblada. Muchas personas que se dicen pobres son poseedoras de tierra porque desde la década del 30 hasta el presente, los gobiernos les regalan tierras quitadas o baldías. Ahí está el caso de Venezuela, en América del Sur. ¿Cómo se explican las hambrunas en donde los pobladores disponen de tierras y créditos dados por los gobiernos? ¿Cómo se explica la escasez de rublos alimenticios en Venezuela cuando en ocho años del presente régimen se ha repartido tanta tierra “quitada y cogida” y se ha “echado” tanto dinero a los supuestos nuevos agricultores y agentes agro-económicos? Y siguen las importaciones masivas ¿Todo es mediático? ¿O Robolucion, destrucción y muerte? ¿Por qué, entonces, la poca productividad? La necesidad no es de tierra, es de ingenio, de trabajo, de conocimiento, de ambición, de habilidad, de esperanzas, de confianza, de seguridad jurídica y económica, de inversión privada, de capital productivo, entre muchas.

A principios del siglo XIX, en Europa, los judíos y los disidentes de la fe cristiana no tenían tierras ni mucho menos derechos políticos, sin embargo, no murieron de hambre y algunos acumularon riqueza. En Malasia, adonde llegaron gran parte de los inmigrantes chinos, pobres y analfabetos, no se les permitía poseer tierra, sin embargo, la mayoría de ellos consiguió vivir mejor que los nacionales y que los hindúes que llegaron en condiciones similares.

Podemos decir, entonces, que la prosperidad, hoy día, le debe poco a los recursos naturales, a la tierra. Otros ejemplos: Holanda, Venecia, Alemania, Suiza, Japón, Singapur, Hong Kong, Taiwan, casos a la vista de prosperidad con poca tierra y sin grandes recursos naturales, pero con una, sin duda, libre e inteligente población.

Mucha gente alrededor del mundo, especialmente en USA y otros países, sale de la pobreza todos los días. ¿Por qué los cubanos huyen todos los días a costa de su vida? ¿Por qué algunos de los africanos huyen todos los días de sus países? ¿Por qué los latinoamericanos emigran tanto? ¿Por qué los venezolanos están emigrando más desde 1999, desde que se instaló este régimen?

El logro económico personal depende de múltiples factores, tales como: política, habilidades, cultura, actitudes, educación, incentivos, la sociedad, etc. Cuanto hemos observado es que si las condiciones son favorables al desenvolvimiento personal y familiar, entonces el capital necesario es generado localmente mediante el trabajo, o traído del exterior, y si la tierra es escasa la comida será obtenida mediante cultivos intensivos o mediante la explotación de otros productos que puedan ser comerciados o canjeados en el mercado internacional.

Para concluir, deberíamos entender que la causa de la riqueza o de la pobreza, en este tiempo, no es la tenencia de la tierra. Que las satisfacciones personales y sociales dependen de las personas, su cultura, su organización, su sociedad, su política. La pobreza y la riqueza, hoy día, no dependen de la tenencia de la tierra. La prosperidad no depende hoy día de la tenencia de la tierra. Por favor, corrija su discurso voz única.

“La verdad no está de parte de quien grite más”. Rabindranath Tagore, 1861 – 1941, Filósofo y escritor indio.

* Politólogo

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