21 agosto 2007

Rechazo a las declaraciones del Canciller S. R. Insanally ante el desconocimiento de la reivindicación de la Guayana Esequiba por la Nación venezolana

Por Oscar J. Márquez

Caracas, 20 de agosto de 2007


Samuel Rudolph Insanally

Su Excelencia, usted en su entrevista del domingo 12 de agosto del presente año, concedida a la periodista Valentina Oropeza y publicada en El Diario El Nacional, repite los planteamientos de su embajador en Venezuela Odeen Ismael emitidos el 04 de febrero del presente año, en el mismo diario, en el sentido de solicitarle al Presidente Hugo Chávez que abandone el reclamo territorial del Territorio Esequibo, Guayana Esequiba o Zona en Reclamación, como generalmente se le denomina, en aras del socialismo del siglo XXI, y del antiimperialismo estadounidense, al señalar usted en esta ocasión que: "...El gobierno de Jagdeo confía en que la vocación socialista del presidente Hugo Chávez lo llevará a retirar el reclamo...".

Al respecto le señalamos, su Excelencia, con las consideraciones a su cargo e investidura, que ésta no es una decisión del señor Presidente de la República Hugo Rafael Chávez Frías, en razón de que ello es una decisión de la Nación Venezolana, independientemente de que al actual Presidente no le guste y rechace el concepto de "Nación Venezolana, o Nación Brasileña, Nación Uruguaya, Nación Peruana", etc., sino el concepto de "la Nación Suramericana", desconociendo y rechazando la formación de ella a través del tiempo y del espacio, de acuerdo a lo señalado por él en la Asamblea Nacional el miércoles 15 de agosto al presentar su propuesta de reforma constitucional.

Todas nuestras constituciones venezolanas desde 1811 han estipulado que el territorio de Venezuela es el mismo que comprendían a la antigua Capitanía General de Venezuela como heredera del Imperio Español en América de acuerdo a su organización político-territorial colonial derivadas de las Reales Cédulas emanadas de los Reyes que indicaban jurisdicciones absolutas. Con lo que queda demostrado que el utis possidetis juris de 1810 es de mero derecho, y es fundamentalmente la transmisión de los títulos y, por ende, de la possesion iure de los territorios de las nuevas naciones independientes.

Por otro lado, su Excelencia, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, elaborada por una Asamblea Nacional Constituyente integrada por más del 95% de sus integrantes identificados con el actual proceso (¿Bolivariano-Socialista?) y aprobada mediante un referéndum aprobatorio por el pueblo de Venezuela, en su artículo 10º establece que "El territorio y demás espacios geográficos de la República son los que correspondían a la antigua Capitanía General de Venezuela antes de la transformación política iniciada el 19 de abril de 1810, con las modificaciones resultantes de los tratados y laudos arbitrales no viciados de nulidad", texto que difiere sustancialmente del articulo 7º de la derogada Constitución de 1961, al remplazar donde dice el territorio nacional por "el territorio y demás espacios geográficos", suprimiendo a su vez la frase "celebrados válidamente por la República" por "... y laudos arbitrales no viciados de nulidad".

Términos estos que se refieren específicamente a la sentencia del Laudo Arbitral de París del 03 de octubre de 1899, que reservan y pretenden reivindicar la posición tradicional de la Nación Venezolana sobre sus derechos y aspiraciones respecto a los territorios ubicados al Oeste del río Esequibo que se traducen en las gestiones diplomáticas y de otra índole ante el gobierno ingles (Foreing Office, Colonial Office), los EE.UU (Congreso, Presidencia, Departamento de Estado), y ante el Sumo Pontífice en Roma, así como frente a otras naciones que seria largo de enumerar y explicar en sus respectivas oportunidades.

Esto nos señala categóricamente que la Nación Venezolana, el Soberano (pueblo) y el Estado venezolano no reconocen el caso referido a la sentencia de Laudo Arbitral de Paris del 03 de octubre de 1899, por estar ésta viciada, y que ha modificado el territorio nacional al despojarnos de la Guayana Esequiba que le disputaba la Gran Bretaña a Venezuela. Al examinar dicha sentencia a la luz de la impresionante documentación reunida por Venezuela, innumerables expertos, (juristas, internacionalistas, historiadores, diplomáticos y ciudadanos comunes) concluyen que la sentencia es nula de toda nulidad, por sus singulares irregularidades, observando en ella abuso de poder y errores de hecho y de derecho. Razonamientos estos que vienen a confirmar las innumerables investigaciones basadas en documentos y testimonios de excepción, que demuestran la existencia de grandes vicios de forma y fondo en las etapas sustanciadoras y decisorias en el seno del Tribunal Arbitral de París. (Tratado de Washington, elaboración y presentación del Case, Contra Case y Argumento o Alegato, Contra Alegato y Argumento, así como su debate con los argumentos orales de sus abogados). Y no como usted dice al señalar que "Consideramos que el asunto fue resuelto en 1899."

Las múltiples evidencias y documentos originaron la reclamación de los territorios de La Guayana Esequiba a partir de 1962 en las NN.UU y culminaron con el Acuerdo de Ginebra en 1966. Acuerdo este que en su artículo primero establece crear una Comisión Mixta con el encargo de la búsqueda de soluciones satisfactorias para el arreglo práctico de la controversia entre Venezuela y el Reino Unido (Colonia de la Guyana Inglesa). Pero la Colonia adquirió su independencia ese mismo año y pasó igualmente a formar parte del citado Acuerdo.

En lo que sí estamos de acuerdo con usted, pero dentro del contexto del Acuerdo de Ginebra y no de otro, es lo indicado por usted "En el caso de la controversia sobre el Esequibo estamos buscando una solución...".

Canciller Samuel Rudolph Insanally, me atrevo a señalarle que a pesar de lo establecido en la CRBV y de la argumentación anterior, así como de la tradicional posición de la Nación Venezolana por la Reclamación de los territorios al oeste del Esequibo, el Gobierno Nacional presidido por el Sr. Hugo Rafael Chávez Frías, en algunas de sus alocuciones, ha pretendido desconocer nuestros justos reclamos por los derechos sobre los territorios de la Guayana Esequiba, al emitir unas serie de opiniones que contrastan con los mencionados derechos, objetivos y aspiraciones nacionales como fueron las emitidas en su viaje a Guyana en Georgetown en febrero del 2004, en la concentración popular frente al jardín Botánico 29-02-04, en su programa Alo Presidente No 289, del 05-08-07 y especialmente las del día jueves 01, de febrero del presente año con motivo de la rueda de prensa e inauguración de la Sala de Prensa Simón Bolívar en Miraflores.

Al referirse a la Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba), entre otras cosas, señaló: "... ¿Qué pasaba aquí antes? Estos que tanto me critican a mí, estos dirigentes de oposición que dicen que yo estoy regalando no sé cuántos miles de millones de dólares, ellos se los regalaban al imperio. ¿Cuándo Venezuela se preocupó por los países vecinos?..." Y seguidamente señaló:

"…Ahora empezamos a enviarle petróleo a Guyana, Petrocaribe, los hermanos de Guyana. En una ocasión nos querían poner a pelear con Guyana. ¿Quiénes?, los gringos. Los documentos están. Yo lo vi, yo era oficial muy joven, y llegaron a Fuerte Tiuna, empezaron a llegar gringos con mapas, no sólo militares, civiles y venezolanos. Algunos intelectuales venezolanos empezaron a escribir por la prensa, y empezaron las televisoras venezolanas a hablar de Guyana y de que Venezuela tenía que recuperar Guyana. Estaban preparando una agresión de Venezuela a Guyana, instigada desde Estados Unidos. ¿Por qué? Porque gobernaba la izquierda en Guyana, era Forbes Burnham el presidente de Guyana. Era Raúl Leoni Presidente aquí. El Presidente sabía de esto y el Alto Mando Militar sabía de esto. Incluso andaban buscando unos generales guyaneses que derrocaran a Forbes Burnham desde aquí. Era la Venezuela subordinada al imperio norteamericano. Eso se acabó y para siempre".

Estas palabras del Sr. Presidente Hugo Rafael Chávez Frías nos indican que para él ¡la reclamación venezolana sobre el territorio Esequibo fue el producto de la presión de Estados Unidos! Argumento este que indujo al Sr. Embajador de Guyana en Venezuela, Odeen Ishmael, a tomarle la palabra al primer mandatario y días después, aprovechando una entrevista concedida a la periodista de El Nacional, Valentina Oropeza, le solicitó al Sr. Presidente por esa vía la renuncia a la reclamación Venezolana de la Guayana Esequiba en aras el Socialismo del Socialismo del Siglo XXI.

Como toda doctrina derivada del Marxismo-Leninismo-Trotskismo, se desconocen e ignoran los límites fronterizos entre los Estados-Naciones y se pretende crear una Patria Grande, de acuerdo a los diferentes conceptos esgrimidos por el Libertador Simón Bolívar o, lo que es lo mismo, crear una Federación de Estados Socialistas.

Los marxistas, a su vez, han pretendido reivindicar a Simón Bolívar en virtud que los teóricos de la Academia de Ciencias de U.R.S.S. fundamentaban sus especulaciones de que si en la Rusia zarista (la cárcel del pueblo) la esencia de la política nacional del proletariado era el "derecho de separarse"; en América Latina la base de la posición marxista en la cuestión nacional consiste en el "derecho a unirse", o lo que es lo mismo, para existir como naciones normales, los pueblos atados al yugo autocrático zarista debían separarse de ese yugo que les impedía el desarrollo económico y cultural. Para obtener los mismos fines, por el contrario, los pueblos de América Latina deben de federarse. El enemigo de los pueblos diferentes de la Rusia zarista era la autocracia, que ejercía su poder reuniéndolos bajo su manto; el enemigo fundamental de los pueblos latinoamericanos es el imperialismo estadounidense, que mantiene su control económico directo y su dominio político indirecto fundado en la separación de las partes constituyentes de la nación latinoamericana. Por lo tanto esa unión no adquiriría carácter económico sino después de la unidad política.

El primer marxista que planteó este problema de la unidad latinoamericana fue León Trotsky, jefe del Ejército Rojo y héroe de la Insurrección de Octubre, desde su exilio mexicano, luego de confrontar y de huir de sus antiguos compañeros, y antes de ser asesinado por un agente de la policía política de Stalin. Una vez que estudió los aspectos fundamentales de la América Latina, escribió en 1934, en su obra titulada "Por los Estados Socialistas de América Latina" que "El imperialismo sólo puede existir porque hay naciones atrasadas en nuestro planeta, países coloniales y semicoloniales. La lucha de estos pueblos oprimidos por la unidad y la independencia nacional tiene un doble carácter progresivo. Pues, por un lado prepara condiciones favorables de desarrollo para su propio uso, y por otro asesta rudos golpes al imperialismo. De donde se deduce en parte que en una guerra entre la República democrática imperialista civilizada y la monarquía Bárbara y atrasada de un país colonial, los socialistas deben estar enteramente del lado del país oprimido a pesar de ser monárquico y en contra del país opresor por muy democrático que sea". Y como solución en contra del imperialismo de USA plantea: "Los Países del Sur y Centroamérica no pueden librarse del atraso y del sometimiento si no es unido a todos sus Estados en una poderosa federación. Esta grandiosa tarea histórica no puede acometerla la atrasada burguesía suramericana, representación completamente prostituida del imperialismo, sino el joven proletariado latinoamericano, señalado como fuerza dirigente de las masas oprimidas. Por eso, la consigna de lucha contra las violencia e intrigas del capital financiero internacional y contra la obra nefasta de las camarillas de agentes locales, es: los Estados Unidos socialistas de Centro y Suramericana".

Trotsky fundamentaba sus ideas en la tentativa del Libertador Simón Bolívar de crear una nación o confederación latinoamericana en el Congreso Anfictiónico de Panamá.

Los marxistas-leninistas, especialmente los primeros, con esta simple fórmula resolvían el programa bolivariano en las condiciones de las clases sociales modernas; no era una consigna extranjera, sino una de las manifestaciones teóricas del pensamiento marxista como revelador de la historia latinoamericana. En base a esa tradición de una patria grande que se remonta a Simón Bolívar, Fidel Castro en Cuba, el periodista francés Debray en sus escritos, el partido Socialista de la izquierda nacional de argentina, Velasco Alvarado en Perú, y ahora Hugo Chávez Frías en Venezuela, han tomado sus ideas como base para establecer "un socialismo para cada país", "un socialismo latinoamericano para una nación latino americana", "un Socialismo Militar", o "un Socialismo del Siglo XXI".

Al respecto los socialistas argentinos utilizaban como consigna estratégica: "Quien quiera una patria grande, abrazará el camino de la revolución. Pero esta revolución nacional latinoamericana que un día lejano concibió el Libertador Simón Bolívar, será un paso de gigante hacia la revolución socialista mundial", que resume todo lo anterior.

Podemos apreciar que bajo esta premisa del "socialismo" los funcionarios guyaneses pretenden evadir su responsabilidad para con la Nación venezolana y buscar una solución satisfactoria y práctica en el marco del Acuerdo de Ginebra.

Su Excelencia, por otra parte es necesario aclarar las palabras del Sr. Presidente Hugo Rafael Chávez Frías, las de su embajador en Venezuela Odeen Ismael y las de usted mismo, aunque los planteamientos del segundo de los señalados se despejaron en una repuesta pública a sus planteamientos en referencia a los diferentes hechos históricos, jurídicos y de otra índole especialmente:

En primer lugar: En referencia a que la reclamación de la Guayana Esequiba obedecía a una estrategia del imperio de U.S.A. al demostrar en los escritos: "Una Repuesta en Defensa de la Guayana Esequiba" ante la Solicitud del embajador de Guyana Odeen Ismael y "La Guayana Esequiba, Reclamación y Descolonización", publicadas en La Pluma Liberal el 25 de Febrero y el 12 de abril respectivamente, que sus argumentos no se corresponden con la realidad de los hechos.

1º. Porque Venezuela inicia unilateralmente su gestiones oficiosamente en el año de 1962, en la persona el General de División (FAV) Antonio Briceño, por instrucciones del Presidente Rómulo Betancourt, para que planteara bona fide el caso de la reivindicación de la Guayana Esequiba en la Casa Blanca, entrevistándose con el Presidente John F. Kennedy, con el Secretario de Estado, el señor Deán Rusk, en el Departamento de Estado en compañía del Dr. Carlos Pérez de la Cova, encargado de negocios, y en el Pentágono con el General Lemminzer, Jefe del Estado Mayor, con la presencia de los comandantes del Ejército, Armada y Aviación estadounidense, asistido por el General Marcos A. Morin, agregado Militar de Venezuela en USA.

2º. Porque posteriormente Briceño Linares se traslada a Inglaterra donde se entrevista con Sir Lord W. Sempill, perteneciente a la Cámara de los Comunes, con el Ministro de Aviación Civil, Sir Hugh, y posteriormente con representantes del Foreing Office en compañía del Dr. Iribarren, con la finalidad de llegar a un arreglo con la Gran Bretaña por los territorios de la Guayana Esequiba y evitar un sentimiento antibritánico de consecuencias impredecibles, una vez publicados los documentos y evidencias en poder del Gobierno venezolano que demuestran las irregularidades en el Tribunal Arbitral de París.

3º. Porque ante la indiferencia de estas dos grandes potencias angloamericanas especialmente la de los Estados Unidos de buscar una solución de nuestra reclamación sin crear mayores conflictos, el Estado venezolano en la persona del Dr. Marcos Falcón Briceño, el 12 de noviembre de 1962, denuncia ante la ONU el Laudo Arbitral y su sentencia, con lo cual queda demostrado que el ímpetu por la Reclamación de la Guayana Esequiba obedeció sólo a los intereses y objetivos nacionales venezolanos.

En segundo lugar, usted señala que "... fue en el contexto de la Guerra Fría y la lucha contra el colonialismo, cuando Venezuela decide cursar el contencioso". Al respecto, tal y como se lo señalamos en su oportunidad en repuesta pública al Embajador Odeen Ismael, uno de los aspectos políticos en que la antigua URSS y USA estaban de acuerdo o coincidían plenamente, a pesar de sus enfrentamientos ideológicos, geopolíticos, y comerciales, era la cuestión de la descolonización. Y usted, por haber sido funcionario de ONU, me imagino que debió de haber leído el proyecto Dumbarton Oaks, nombrado así por el nombre del barrio en Washington D.C. donde se reunieron los representantes de la URSS, RU, USA, del 21-08 al 28-09-1944 con los delegados de China y de todos los gobiernos de las UN, del 29-09 al 07-10 de 1944. Este proyecto sirvió para la Conferencia de San Francisco de 1945, que elaboró la Carta de las NN.UU, así como las actas del IV Comité de la II Comisión que intentó conciliar a los colonialistas y anticolonialistas, y que gracias al delegado Stassen, ciudadano que puede considerarse adversario (enemigo) de la URSS y lo que ésta representaba en ese entonces, por haber nacido en los Estados Unidos, elaboró un papel de trabajo que luego de algunas modificaciones pasó a formar los capítulos XI de la Declaración Relativa a territorios no Autónomos, XII del Régimen de Administración Fiduciaria, XIII sobre el Consejo de Administración, Fiduciaria de la Carta de las NN.UU.

Todos estos funcionarios plantearon una solución aceptada por todos al establecer dos regímenes diferentes para las Naciones que no habían logrado su independencia. El primero recibió, de acuerdo a la Carta de la NN.UU., el nombre de Administración Fiduciaria, y a este régimen debían de ser sometidos, según el articulo 77 de la Carta, los territorios entonces bajo mandato de la sociedad de las Naciones, y que debido al resultado de la Segunda Guerra Mundial, fueron segregados de los Estados vencidos, más los que fuesen colocados en igual situación por los estados responsables de administrarlos. Sin embargo, ninguna potencia colocó alguna de sus colonias o protectorado bajo esta figura. En el segundo régimen, Territorios No Autónomos, fueron incluidos aquellos territorios que hasta la fecha estaban clasificados como colonias, protectorados, y otros semejantes, incluyéndose en esta figura de Colonia a la Guayana Británica o inglesa.

En el capitulo XI sobre la Declaración Relativa a Territorios No Autónomos, en sus artículos 73 y 74 se establece una serie de principios para la descolonización, reconociendo la igualdad por los derechos y la libre determinación de todos los pueblos. Estos artículos obligan a las naciones, potencias o imperios coloniales administradores como la Gran Bretaña y Francia, dueños de los más amplios imperios coloniales, a reconocer que los intereses de los territorios dependientes están por encima de todo, a promover el progreso social, económico, político y educativo en los territorios, a prestarles asistencia en la creación de formas apropiadas de gobierno propio, y a tomar en cuenta las aspiraciones políticas y las etapas de desarrollo y adelanto de cada territorio.

Su Excelencia, como usted puede observar, gracias a los delegados de las potencias triunfadoras especialmente a los de USA y a la URSS y de otras naciones, se les deben la elaboración de estos capítulos que a la postre los beneficiarían a ustedes en la independencia de su Nación, en perjuicio de la Nación Venezolana.

En tercer lugar, como se lo señaláramos al Embajador Odeen Ismael, gracias a una moción de Declaración de Independencia presentada por el Primer Ministro de la URSS N.S. Krushev en la décima quinta Asamblea de la O.N.U a favor de la descolonización, en 1960, se dio inicio a este trascendental tema para la humanidad. Sin embargo, posteriormente se presentó otro proyecto en el mismo sentido, auspiciado por cuarenta y tres países afroasiáticos.

Por otra parte, está el problema de los territorios vinculados en alguna forma a un estado, y sobre los que existen reivindicaciones por parte de otro como lo eran y lo son los de Belice u Honduras Británica, las islas Malvinas o Falkland, la Guayana Británica o Inglesa, los de Guinea neerlandesa, los de Irán occidental y de Gibraltar. Con respecto a la decisión de su futura suerte por el ejercicio de su autodeterminación por sus habitantes fue claramente previsto por la delegación de Guatemala, al presentar una enmienda para que el proyecto de Resolución de los cuarenta y tres países afroasiáticos se agregase un nuevo párrafo que expresara una reserva "que el derecho de autodeterminación de los pueblos no podrá afectar en ningún caso al derecho de integridad y de reivindicación territorial de ningún Estado". La enmienda guatemalteca fue retirada ante la declaración hecha por varios delegados de que el derecho que aquella quería reservar se encontraba garantizado plenamente por el párrafo 6to. de la Resolución: "... todo intento encaminado a quebrantar total o parcialmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país es incompresible con los propósitos y principios de la Carta de la Naciones Unidas". Por lo tanto, de acuerdo a este párrafo de la Declaración de la O.N.U de 1960 sobre la Concesión de Independencia para los Países y Pueblos Coloniales, Venezuela tiene pleno derecho sobre los territorios ubicados al Oeste del río Esequibo.

Al final se impuso la moción de los países afroasiáticos al ser sometidos a votación los diferentes proyectos. El de la Unión Soviética fue rechazado imponiéndose el de los países Afroasiáticos por una mayoría de ochenta y nueve votos, ninguno en contra y se abstuvieron los siguientes nueve: Estados Unidos, Portugal, España, Reino Unido, la Unión Surafricana, Australia, Bélgica, República Dominicana y Francia. Desde el punto de vista político constituyó un hito el hecho de que ningún miembro de la O.N.U. votase en su contra, así como el escaso número de abstenciones.

Para los diferentes expertos y estudiosos del tema, la abstención de los EE.UU. se debía a las próximas elecciones que debían de reemplazar a Eisenhower en la Casa Blanca, y al hecho cierto que la delegación estadounidense no podía votar contra la resolución, sin apartarse de su tradicional línea de conducta respecto a su política internacional (ya que siempre propuso y sostuvo el proceso de descolonización). Ni en su favor, sin demostrar con los hechos que la URSS se le había adelantado con su iniciativa, por lo que queda descartado que en el contexto de la Guerra Fría (enfrentamiento entre Este-Oeste) y la lucha contra el colonialismo se haya producido la reclamación de la Guayana Esequiba, ya que esta fue una decisión de la Nación y del Estado venezolano.

Bajo estas circunstancias, Venezuela decidió denunciar el Laudo Arbitral de París. Y contrario a todo lo señalado por usted y el Embajador Odeen Ismael, así como por el Presidente Hugo Chávez Frías, el Estado venezolano, en esa oportunidad, en representación de la Nación Venezolana, decidió enfrentarse en el contexto internacional a la URSS, a USA, al Reino Unido (Gran Bretaña o Inglaterra) y a las NN.UU. al invocar sus derechos, al tratar de reivindicar los territorios ubicados al oeste del río Esequibo.

En cuarto lugar, su Excelencia, en referencia a sus palabras de que "Georgetown argumenta que el contencioso fue una estrategia que fuerzas extranjeras habrían aplicado contra el régimen de Cheddi Jagan, en 1962 para frenar la instalación de un líder socialista en la región", según el reportaje, usted -como buen diplomático- se cuida de señalar cuáles son esas "fuerzas extranjeras". Y precisamente contrario a todo lo señalado por el primer magistrado Hugo Chávez Frías el día jueves, 1º de febrero del presente año, era al Dr. Cheddi Jagan a quien querían desalojar del gobierno y no a Forbes Burnham, por sus arraigadas convicciones de izquierda, marxistas, leninistas, pero no el Estado venezolano, ni su gobierno y mucho menos la Nación Venezolana.

Al respecto, veamos las opiniones de Ved Prakash Vatuk en su obra "La Guayana Inglesa", en donde se señala que Jagan "cree en su rama del comunismo, para la que ha elegido el lema. A cada uno de acuerdo a su necesidad, de cada uno de acuerdo a su capacidad; la frase mi propia rama es sumamente importante para él. En realidad, califica su ideología como Comunismo Cristiano. Creer en esto, dice, no significa recibir órdenes de Khruscheev, Castro o algún otro, como sostienen sus contrincantes políticos". En referencia a estas palabras respecto de su posición ideológica, recordemos los lamentables sucesos de octubre de 1953, cuando las tropas británicas, al considerar que Jagan ponía en peligro la seguridad y estabilidad de la Colonia de la Guayana Inglesa, lo desalojaron del poder, y para ese entonces gran parte del pueblo venezolano rechazó esa intervención y fue solidario con su persona y gobierno.

Por otra parte, el Dr. Raúl Leoni asumió la presidencia el 11 de Marzo de 1964 y le entregó a su sucesor, el Presidente Caldera, el 11 de Marzo de 1969. En la Colonia de la Guayana Británica, para ese año de 1964, el Gobierno estaba presidido por Cheddi Jagan, quien había ganado las elecciones de la Colonia de la Guayana Británica para los periodos 1957-1961 y reelegido para el periodo 1961-1964. Por lo tanto, para el año de 1962 se encontraba ejerciendo el gobierno y no se necesitaba "frenar la instalación de un líder socialista en la región", como lo señala usted. Pero los problemas de la Colonia de la Guayana se habían incrementado en el orden económico, produciéndose el caos financiero, la pobreza había aumentado, aunado a los conflictos raciales y a la confrontación política influenciados por los enfrentamientos de Este Oeste, de la lucha de clases y los perjuicios religiosos. En el lapso de 1957 a 1964 se suscitaron dos huelgas generales, tres estados de emergencia, así como una serie de motines raciales que dio como resultado que para 1962 el desempleo aumentara en un 20%, la economía se estancara, el ingreso per cápita descendiera y aumentaran las tensiones raciales.

Con esta grave crisis política en la colonia se produjo la Conferencia Constitucional de Londres de 1962, en la que participaron Cheddi Jagan por el Partido Progresista del Pueblo (PPP), Forbes Burnham por el Congreso Nacional del Pueblo (PNC) y D'Aguiar por el de la Fuerza Unida (UF), y ante la amenaza de los ingleses de posponer indefinidamente la fecha de la independencia de la Colonia de la Guayana Británica, los diferentes partidos acordaron con el gobierno ingles lo siguiente:

Primero, realizar unas nuevas elecciones para finales de 1964, bajo la supervisión británica;

Segundo, se procedería a cambiar el sistema electoral por uno de representación proporcional para elegir un Parlamento unicameral de cincuenta y tres miembros; y,

Tercero, el gobierno británico prepararía igualmente una lista de electores bajo su supervisión. Todo esto con el fin de lograr derrotar al Dr. Cheddi Jagan para desalojarlo del poder.

Para septiembre de 1964 el gobernador inglés se vio obligado a utilizar tropas británicas para restaurar el orden. Una vez Logrado esto, se completaron las inscripciones electorales con unos 250.000 electores aproximadamente, de los cuales concurrió el 98% para las elecciones generales programadas para el 07 de diciembre de ese año, bajo el estricto control del Gobernador y sus oficiales designados. Dos nuevos partidos de poca existencia se presentaron al proceso, orientados hacia la comunidad hinduguyanesa, siguiendo una línea anticomunista en un esfuerzo por restarle votos a Jagan, pero a la postre esto no dio el resultado esperado.

El PPP de Jagan obtuvo y mantuvo el 45% de los votos de la comunidad hinduguyanesa registrados, el PNC de Burnham obtuvo el 40.8% de la votación, un 5% más de los votos de los afro descendientes registrados, y la UF de D´Aguiar obtuvo el 12.5% con un 4% menos de los votos de los amerindios, hinduguyanesa, chinos, portugueses, e ingleses. Combinados, el PNC y el UF acumularon 29 escaños en el Parlamento, y los 24 restantes fueron del PPP, por lo que Burnham y D´Aguiar decidieron unir sus fuerzas en el parlamento bajo el liderazgo del primero y, a su vez, el Gobernador inglés le pidió a Burnham que formase un gobierno. D´Aguiar aceptó ser su Ministro de Finanzas.

Había sido despojado del poder Cheddi Jagan, no mediante una derrota electoral, ni una conspiración internacional, sino mediante la alianza de Burnham (su antiguo aliado y compañero de partido) y D'Aguiar, o lo que es lo mismo, sus propios compatriotas lo sacaron del poder y frustraron sus aspiraciones y proyectos, independientemente de las cruzadas y propaganda anticomunistas guayanesas y estadounidenses, y mucho menos por alguna acción directa o indirecta del Gobierno o pueblo de Venezuela.

Así se refleja en la obra de Stephen G. Rabe U.S. "Intervention in Bristish Guiana a Cold War Story", quien tuvo acceso a una serie de informes desclasificados al efectuar una excelente investigación en la Central Intelligence Agency (CIA), Federal Bureau of Investigation (FBI), National Security Council ( NSC), American Federation of Labor and Congress of Idustrial Organizations (AFL-CIO), la Inter Americam Regional Organization (OIRT), People´s National Congress (PNC), People´s Progressive Party (PPP), Trade Union Council (TUC), la United Front (UF), así como de otras organizaciones y agencias.

En este libro se indican todos los ajustes colonialistas entre 1953 y 1960, las intervenciones secretas entre 1961 y 1962 en la Colonia de la Guayana Inglesa; y, contrario a todo lo señalado por usted, su embajador y el presidente Hugo Rafael Chávez, en ella podemos apreciar comentarios favorables hacia Venezuela al mencionar su autor: "Jagan también amplió su búsqueda para la ayuda más allá de Cuba. En septiembre 1960, él visitaba Caracas en la vecina Venezuela, que era conducida por el presidente Rómulo Betancourt, un anticomunista valiente, a quien pidió ayuda para desarrollar la industria maderera de la Guayana Británica y que contribuyera con un proyecto hidroeléctrico para facilitar la capacidad de colonia para fundir la bauxita". Stephen G. Rabe, por otra parte, señala en su libro que en una comunicación de la embajada del Reino Unido en Caracas al Foreing Office del 15 de septiembre de 1960, entre otras cosas señala: "Jagan le comentó a los venezolanos que él presentía que el Colonial Office (la oficina colonial) no lo dejaría aceptar el préstamo de Cuba, y que él esperaba que Venezuela estimulara o intercediera frente a Londres para que su ayuda fuera mayor".

Para octubre de 1965 viajaron a Londres Burnham y D'Aguiar para la última Conferencia Constitucional. Jagan había adoptado una política de no participación y no cooperación, boicoteando la Conferencia. A pesar de que en ella se confrontaron los alegatos independentistas de la colonia con los colonialistas de la Gran Bretaña, Burnham y D´Aguiar regresaron a Georgetown llevando en su poder la futura fecha para la independencia de la Colonia de la Guayana Inglesa que se materializaría el 26 de de mayo de 1966.

Luego de lograda la independencia se produjeron una serie de diferencias que conllevaron a un estado de tensión política dentro de la alianza del Congreso Nacional del Pueblo (PNC), Fuerza Unida (UF). D´Aguiar renunció a la cartera de Ministro de Finanzas a finales de 1967, dejando a su partido en la coalición gubernamental.

En referencia a las palabras del presidente Chávez: "En una ocasión nos querían poner a pelear con Guyana, ¿quiénes?, los gringos...", podemos descartar estas palabras en base a la amplia correspondencia de los años 1962 a 1966, desclasificadas por el Departamento de Estado de Estados Unidos en 1997, que señalan que a partir de 1962 Venezuela trató inútilmente de convencer a los Estados Unidos de que la apoyara en su reclamación frente a la Gran Bretaña, a fin de lograr una revisión del Laudo Arbitral de 1899 por considerarlo nulo e írrito, apremiada a su vez por el hecho que la Gran Bretaña pensaba otorgarle la independencia a la Guayana Británica.

De acuerdo a esta amplia documentación, la petición venezolana llevó al Departamento de Estado de USA, a petición del director de los Asuntos de Venezuela y Colombia, Daniel Morgolies, quien "era partidario que los Estados Unidos se mantuvieran fuera de la controversia y dejase a las partes la búsqueda de una solución amistosa", recomendó efectuar un estudio jurídico a través de su Consultoría Jurídica sobre la contención limítrofe por la Guayana Esequiba dictaminando su consultor Jurídico el Dr. Jeromy Henry Silber: "la no injerencia en el diferendo", y ante la insistencia del Gobierno venezolano posteriormente en contraposición a la postura anterior. El Secretario de Estado Suplente, Adams, en forma irrespetuosa y de falta de tacto diplomático, en nota del 28-02 de 1965 señaló: "Me parece ridículo que el Canciller venezolano esté solicitando nuestros buenos oficios ante el Reino Unido y al mismo tiempo nos amenace con chantajearnos con supuestos descubrimientos de un fraude cometido por un norteamericano hace 66 años... No debemos aceptar que esas supuestas pruebas requieran una repuesta sustantiva por parte nuestra".

Argumentos estos que permitieron a los EE.UU. desligarse formalmente de la controversia limítrofe, asumiendo una actitud de no intervención en el caso venezolano, la cual ha mantenido a lo largo de los años, e incluso se opuso al movimiento separatista del Rupununi, impidiendo su apoyo por parte de Venezuela cuando el embajador Bernbaum de los Estados Unidos en Venezuela, el 26 de diciembre de 1968, por instrucciones de Washington entregó a la Cancillería Venezolana un nota que señalaba que "el Gobierno norteamericano estaba sumamente interesado en el mantenimiento del orden en Guyana, que conocía los sentimientos pacifistas muy arraigados del Gobierno venezolano y que por esa razón no creía en ninguna acción violenta de parte de de Venezuela. Que el Gobierno de los Estados Unidos también estaba sumamente preocupado porque en caso de que tuvieran lugar los acontecimientos violentos en la Guayana Esequiba y el Gobierno de Guyana llevara el asunto a las Naciones Unidas, los Estados Unidos se verían en el caso de votar junto con la Unión Soviética en contra de un país amigo. Se repetiría así el caso de Suez de tan ingrata recordación para el Gobierno norteamericano". Con lo cual queda perfectamente demostrado que el Gobierno estadounidense nunca apoyó, ni en la década de los sesenta, ni en las siguientes cuatro décadas, al Gobierno Venezolano. Todo lo contrario, a partir de los setenta hasta la presente ha permanecido indiferente, o al menos se ha mantenido neutral, frente a la Nación Venezolana en su justa reclamación por la Guayana Esequiba.

Su Excelencia Samuel Rudolph Insanally, la Nación Venezolana rechaza categóricamente sus argumentaciones y las de cualquier otro funcionario. 1º) Que la reclamación de la Guayana Esequiba no tiene bases legales. 2º) Que fue producto de la Guerra Fría (enfrentamiento Este-Oeste). 3º) Que fue a instancias del Imperio estadounidense. 4º) Así como la de impedir la consolidación de un Gobierno Socialista en la Región (el de Cheddi Jagan) por las razones anteriormente expuestas que señalan la infinidad de documentos, hechos históricos y evidencias que indican todo lo contrario. Además, la realidad nos indica que existe la reserva del párrafo 6º de la Resolución de la ONU sobre la Declaración de Independencia para las Colonias y el Acuerdo de Ginebra que compromete a la República Cooperativa de Guyana, al Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte y a Venezuela en la búsqueda de una solución satisfactoria para el arreglo práctico de la controversia por los territorios al Oeste del rio Esequibo conocidos como la Guayana Esequiba.

1 comentario :

  1. Me topé con su blog buscando informaciones y opiniones sobre la reforma constitucional. De verdad que me sorprendió la existencia del mismo y la calidad de las palabras expuestas.

    Por lo que me tomaré el atrevimiento de añadirle a mis links. Espero no le incomode.

    En lo que respecta a la reclamación del Esequibo, entiendo que eso tiene mucho tiempo muerto además de que existe una extraña complicidad gubernamental en permitir la presencia e invación de Guyana en este territorio, al punto de que esta zona está colonizada, literalmente, por Guyana.

    Dudo que sus palabras, desde esta tribuna, tengan el eco necesario pero definitivamente abren los ojos a aquellos ciudadanos que nos preocupamos sinceramente por nuestro país.

    Saludos,

    AR
    antonioricaurte.blogspot.com

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