Por José Brechner
El secuestro
Bolivia se encuentra invadida por oscuros personajes, que se despliegan dentro del escenario oficialista, en forma ofensiva y humillante para sus ciudadanos. El gobierno regaló la soberanía del estado. La guardia personal del presidente está formada por esbirros venezolanos y cubanos, que informan a Chávez de todo lo que hace el servil mandatario.
¿A Evo lo están protegiendo o manipulando? La respuesta es obvia, el hombre no tiene la capacidad de pensar por sí mismo. Bolivia está secuestrada por los comunistas, que enviaron asesinos para controlar el país y adiestrar a grupos afines, de manera que puedan desarticular las protestas populares opositoras, que cada vez son más frecuentes y multitudinarias.
¿Por qué un presidente que se considera el auténtico representante de las mayorías, y que en su exacerbado etnocentrismo se rebela contra todo lo foráneo, acude a extranjeros para gobernar? ¿Por qué Morales no se apoya en su propia gente? Sencillamente, porque conoce a los suyos, y sabe que son tan poco fiables como él.
Los indigenistas vociferan contra 500 años de dominio criollo, pero no tienen problema en dejarse comandar por un paranoico ególatra venezolano. El gobernante aimara habla de no someterse a intereses imperialistas, pero nadie se arrodilló tan despreciablemente como él ante otro estado. Chávez es el presidente de Bolivia, Morales no es más que la fachada.
La quiebra
El líder cocalero, en su diminuto mundo intelectual, no percibe las consecuencias de sus viscerales decisiones. Rompió con el FMI y el Banco Mundial. Nadie quiere hacer negocios con Bolivia. El aislamiento que el presidente-campesino ha logrado, ocurrió en tiempo récord. El país está marginado de cualquier proyecto productivo de importancia.
Una de las compañías mineras más grandes del globo, que tenía planificado invertir cientos de millones en el altiplano boliviano, prefirió colocarlos en Pakistán y perder 15 millones de dólares que gastaron en prospecciones, antes que trabajar con Morales. Consideran que la nación asiática es más segura, pese a la guerrilla islamista en el sur del país, la presencia de Al Qaeda, los conflictos políticos internos y la disputa con India sobre Cachemira.
Las medidas tomadas por el régimen autocrático, que incluyen la confiscación de los hidrocarburos, la elevación de los impuestos a los mineros, la redistribución de tierras privadas, el asalto a los ingresos de los gobiernos regionales, la imposición de una caricaturesca Asamblea Constituyente integrada por analfabetos, que se escondieron en un cuartel para aprobar de forma sigilosa e ilegal una constitución marxista-indigenista, que restringe las libertades económicas, son rechazadas por el pueblo.
El salvajismo
La población pensante empieza a reaccionar, demandando su derecho a vivir en la cordura y la legalidad. Los enfrentamientos entre los estudiantes de la Universidad de San Francisco Xavier y los represores neocomunistas, en la ciudad de Sucre --que es la legítima capital de Bolivia y cuna de los próceres que dieron nacimiento a la independencia sudamericana del colonialismo virreinal-- son un aliento de esperanza para la nación, y demuestra que Chuquisaca mantiene vibrante su histórico espíritu libertario.
Desde que Evo Morales asumió el poder 22 meses atrás, se acreditó 27 muertos y más de 300 heridos. Sus desaforados paramilitares, los campesinos de Achacachi --un poblado de sanguinarios aimaras que visten ponchos de color rojo, y que alguna vez fueron acusados de canibalismo-- degollaron a dos perros vivos, entre risas y vítores amenazantes. En su sádico show, advirtieron que ese es el futuro que les espera a los opositores. El salvajismo de los indígenas comienza a asustar.
Ante los abusos del régimen y el desmoronamiento de la democracia, seis de los nueve gobernadores del país declararon la desobediencia civil, que ha pasado a convertirse en resistencia civil movilizada. Los eventos van cobrando envergadura y las posibilidades de diálogo con un presidente que no tiene cerebro ni corazón, son nulas. El departamento (provincia) de Santa Cruz, ha convocado a partir del 3 de Diciembre, a una huelga de hambre general e indefinida en todo el país. La situación es impredecible. Bolivia necesita de un líder con conocimientos políticos, carisma, experiencia, inteligencia, y fundamentalmente coraje, que según Aristóteles es la primera de las cualidades humanas, porque garantiza las demás. Ninguno de los dos partidos opositores cuenta con él, o ella…
Bolivia secuestrada, quebrada y salvaje
El secuestro
Bolivia se encuentra invadida por oscuros personajes, que se despliegan dentro del escenario oficialista, en forma ofensiva y humillante para sus ciudadanos. El gobierno regaló la soberanía del estado. La guardia personal del presidente está formada por esbirros venezolanos y cubanos, que informan a Chávez de todo lo que hace el servil mandatario.
¿A Evo lo están protegiendo o manipulando? La respuesta es obvia, el hombre no tiene la capacidad de pensar por sí mismo. Bolivia está secuestrada por los comunistas, que enviaron asesinos para controlar el país y adiestrar a grupos afines, de manera que puedan desarticular las protestas populares opositoras, que cada vez son más frecuentes y multitudinarias.
¿Por qué un presidente que se considera el auténtico representante de las mayorías, y que en su exacerbado etnocentrismo se rebela contra todo lo foráneo, acude a extranjeros para gobernar? ¿Por qué Morales no se apoya en su propia gente? Sencillamente, porque conoce a los suyos, y sabe que son tan poco fiables como él.
Los indigenistas vociferan contra 500 años de dominio criollo, pero no tienen problema en dejarse comandar por un paranoico ególatra venezolano. El gobernante aimara habla de no someterse a intereses imperialistas, pero nadie se arrodilló tan despreciablemente como él ante otro estado. Chávez es el presidente de Bolivia, Morales no es más que la fachada.
La quiebra
El líder cocalero, en su diminuto mundo intelectual, no percibe las consecuencias de sus viscerales decisiones. Rompió con el FMI y el Banco Mundial. Nadie quiere hacer negocios con Bolivia. El aislamiento que el presidente-campesino ha logrado, ocurrió en tiempo récord. El país está marginado de cualquier proyecto productivo de importancia.
Una de las compañías mineras más grandes del globo, que tenía planificado invertir cientos de millones en el altiplano boliviano, prefirió colocarlos en Pakistán y perder 15 millones de dólares que gastaron en prospecciones, antes que trabajar con Morales. Consideran que la nación asiática es más segura, pese a la guerrilla islamista en el sur del país, la presencia de Al Qaeda, los conflictos políticos internos y la disputa con India sobre Cachemira.
Las medidas tomadas por el régimen autocrático, que incluyen la confiscación de los hidrocarburos, la elevación de los impuestos a los mineros, la redistribución de tierras privadas, el asalto a los ingresos de los gobiernos regionales, la imposición de una caricaturesca Asamblea Constituyente integrada por analfabetos, que se escondieron en un cuartel para aprobar de forma sigilosa e ilegal una constitución marxista-indigenista, que restringe las libertades económicas, son rechazadas por el pueblo.
El salvajismo
La población pensante empieza a reaccionar, demandando su derecho a vivir en la cordura y la legalidad. Los enfrentamientos entre los estudiantes de la Universidad de San Francisco Xavier y los represores neocomunistas, en la ciudad de Sucre --que es la legítima capital de Bolivia y cuna de los próceres que dieron nacimiento a la independencia sudamericana del colonialismo virreinal-- son un aliento de esperanza para la nación, y demuestra que Chuquisaca mantiene vibrante su histórico espíritu libertario.
Desde que Evo Morales asumió el poder 22 meses atrás, se acreditó 27 muertos y más de 300 heridos. Sus desaforados paramilitares, los campesinos de Achacachi --un poblado de sanguinarios aimaras que visten ponchos de color rojo, y que alguna vez fueron acusados de canibalismo-- degollaron a dos perros vivos, entre risas y vítores amenazantes. En su sádico show, advirtieron que ese es el futuro que les espera a los opositores. El salvajismo de los indígenas comienza a asustar.
Ante los abusos del régimen y el desmoronamiento de la democracia, seis de los nueve gobernadores del país declararon la desobediencia civil, que ha pasado a convertirse en resistencia civil movilizada. Los eventos van cobrando envergadura y las posibilidades de diálogo con un presidente que no tiene cerebro ni corazón, son nulas. El departamento (provincia) de Santa Cruz, ha convocado a partir del 3 de Diciembre, a una huelga de hambre general e indefinida en todo el país. La situación es impredecible. Bolivia necesita de un líder con conocimientos políticos, carisma, experiencia, inteligencia, y fundamentalmente coraje, que según Aristóteles es la primera de las cualidades humanas, porque garantiza las demás. Ninguno de los dos partidos opositores cuenta con él, o ella…
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