El presidente se echa aire con los pronunciamientos del Senado de Estados Unidos, el Parlamento europeo y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que expresaron su preocupación por la decisión del Estado venezolano de cancelar la concesión de un canal de televisión, crítico de su gobierno.
Se echa aire porque considera estas declaraciones trozos de papel sin ningún contenido, por su razonamiento entendemos que para el solo vale el poder, el que manda es el que tiene la iniciativa, sin importar las razones morales que se le puedan sugerir cuando actúa sin prestar atención a los intereses y derechos de los ciudadanos, en especial, los que están en minoría.
El presidente tiene tiempo echándose aire con muchas cosas, por ejemplo, con el Parlamento venezolano cuando le quita el poder de dictar las leyes. Lo mismo ha hecho con el poder judicial, cuando en lugar de adecentarlo como queríamos los venezolanos −convirtiéndolo en el poder de la justicia y del respeto a los derechos individuales de los venezolanos− lo único que ha hecho es quitar una tribu y poner otra, al servicio del poder.
En cuanto a la Constitución de 1999, hija de una Asamblea Constituyente hecha a su medida, ya no la saca del bolsillo ni habla del libro azul ni de la bicha, porque se ha transformado en un trozo de papel que tiene cierto poder que le molesta, porque fue aprobada por el pueblo y le impide perpetuarse en el poder e imponernos la ideología de su grupo político a todos los venezolanos, por eso, quiere cambiar el pedazo de papel para poder “echarse aire”.
La Constitución tiene algunos limites al poder como el respeto de la propiedad privada que ha sido vulnerado con la decisión del Tribunal Constitucional de confiscar propiedad de RCTV para dar paso a la señal de TVES, que al parecer “no tenía con que” iniciar sus trasmisiones sino la seguridad de aprovechar decisiones judiciales “interesadas” .
Una limitación importante es el artículo 23º de la Constitución de 1999 que informa a los venezolanos “que los Tratados, Pactos y Convenciones relativas a derechos humanos, suscritos y ratificados por Venezuela, tienen jerarquía constitucional”. Esto quiere decir que las convenciones firmadas en la OEA tienen el mismo rango que la Constitución y, la decisión contra RCTV viola algunas de sus normativas.
El articulo 23º declara que estas normativas “prevalecen en el orden interno, en la medida que contengan normas sobre su goce y ejercicio mas favorables a las establecidas por la Constitución y las leyes de la República”, como sabemos, los tratados y sus organismos son mas favorables a la libertad de expresión que el poder del presidente, por tanto, es seguro que Venezuela será condenada en la Comisión y la Corte Interamericana, al “echarse aire” con el articulo 23º de la Constitución
El presidente, adelantándose a una decisión de los organismos que defienden los derechos como límites al poder, ha dicho que si Venezuela resulta condenada, se saldrá de la OEA, así, se echará aire con el artículo 31º que establece el derecho ciudadano de usar los organismos internacionales para defender sus derechos y ordena al Estado cumplir “con las decisiones emanadas de los organismos internacionales.”
En definitiva, la camarilla que usurpa el poder al violar la Constitución, se echa aire con Venezuela y todos nosotros, que nos convertimos en “aspas del ventilador” que le echa aire a nuestros hermanos chavistas, empeñados en cimentar su poder sobre la muerte física y desaparición de las libertades de la mitad del pueblo venezolano.
Se echa aire porque considera estas declaraciones trozos de papel sin ningún contenido, por su razonamiento entendemos que para el solo vale el poder, el que manda es el que tiene la iniciativa, sin importar las razones morales que se le puedan sugerir cuando actúa sin prestar atención a los intereses y derechos de los ciudadanos, en especial, los que están en minoría.
El presidente tiene tiempo echándose aire con muchas cosas, por ejemplo, con el Parlamento venezolano cuando le quita el poder de dictar las leyes. Lo mismo ha hecho con el poder judicial, cuando en lugar de adecentarlo como queríamos los venezolanos −convirtiéndolo en el poder de la justicia y del respeto a los derechos individuales de los venezolanos− lo único que ha hecho es quitar una tribu y poner otra, al servicio del poder.
En cuanto a la Constitución de 1999, hija de una Asamblea Constituyente hecha a su medida, ya no la saca del bolsillo ni habla del libro azul ni de la bicha, porque se ha transformado en un trozo de papel que tiene cierto poder que le molesta, porque fue aprobada por el pueblo y le impide perpetuarse en el poder e imponernos la ideología de su grupo político a todos los venezolanos, por eso, quiere cambiar el pedazo de papel para poder “echarse aire”.
La Constitución tiene algunos limites al poder como el respeto de la propiedad privada que ha sido vulnerado con la decisión del Tribunal Constitucional de confiscar propiedad de RCTV para dar paso a la señal de TVES, que al parecer “no tenía con que” iniciar sus trasmisiones sino la seguridad de aprovechar decisiones judiciales “interesadas” .
Una limitación importante es el artículo 23º de la Constitución de 1999 que informa a los venezolanos “que los Tratados, Pactos y Convenciones relativas a derechos humanos, suscritos y ratificados por Venezuela, tienen jerarquía constitucional”. Esto quiere decir que las convenciones firmadas en la OEA tienen el mismo rango que la Constitución y, la decisión contra RCTV viola algunas de sus normativas.
El articulo 23º declara que estas normativas “prevalecen en el orden interno, en la medida que contengan normas sobre su goce y ejercicio mas favorables a las establecidas por la Constitución y las leyes de la República”, como sabemos, los tratados y sus organismos son mas favorables a la libertad de expresión que el poder del presidente, por tanto, es seguro que Venezuela será condenada en la Comisión y la Corte Interamericana, al “echarse aire” con el articulo 23º de la Constitución
El presidente, adelantándose a una decisión de los organismos que defienden los derechos como límites al poder, ha dicho que si Venezuela resulta condenada, se saldrá de la OEA, así, se echará aire con el artículo 31º que establece el derecho ciudadano de usar los organismos internacionales para defender sus derechos y ordena al Estado cumplir “con las decisiones emanadas de los organismos internacionales.”
En definitiva, la camarilla que usurpa el poder al violar la Constitución, se echa aire con Venezuela y todos nosotros, que nos convertimos en “aspas del ventilador” que le echa aire a nuestros hermanos chavistas, empeñados en cimentar su poder sobre la muerte física y desaparición de las libertades de la mitad del pueblo venezolano.
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