19 noviembre 2007

Justicia social

Por Saúl Godoy Gómez

El Universal

El filósofo Karl Popper advertía sobre la importancia que había que darle al "significado de los términos" cuando se enfrentaba a un enemigo tan formidable como el totalitarismo y todas esas otras derivaciones del historicismo entre las que incluía al comunismo.

Son corrientes políticas que se valen en gran medida de la confusión del adversario producida por una excesiva verborrea que tiene sus raíces en el escolasticismo, una corriente del pensamiento de la Edad Media donde se recurría a un parloteo intensivo y sin ningún sentido, con el fin expreso de agotar y doblegar la voluntad del contrario para que aceptara argumentos sin valor, mentiras ungidas como verdades valiéndose de palabras multívocas y mucha retórica; al final, aquellos razonamientos abstrusos se hacían ley y condenaban a hombres y mujeres a la desgracia y en muchos casos a torturas y muerte. F. P. Ramsay lo precisó de la siguiente manera: "tratar lo vago como si fuera preciso", el arte de hacer creer que se tienen la razón. Justicia social es un término tan vago, que a cada momento surgen interpretaciones y significados tan distintos que tiene la gran ventaja (o desventaja) que si no lo definen, nadie sabe de qué están hablando; en un buscador de internet existen registradas más de tres millones de entradas para esta palabra, es un mal augurio que la palabreja esté mencionada en el preámbulo de nuestra Constitución (la de 1999).

Nuestros socialistas endógenos les encanta usarla y la meten en sus discursos a cada momento para justificar una nueva prohibición, para anunciar un nuevo castigo, para arrebatarnos nuestras propiedades o un achique a nuestras libertades, si la imposición se asume como justicia social entonces no hay nada que se le oponga. Hay autores que opinan que la justicia social ha sido la causante de las mayores injusticias.

He ojeado una veintena de publicaciones que llevan justicia social en su título y todas quieren decir algo diferente pero con un mismo resultado: quitarle a unos (minoría productiva) para darle a otros (mayoría dependiente); la acepción más popular es aquella que señala una justicia conmutativa (dar a cada quien según sus méritos) y otra distributiva (a cada quien según sus necesidades), otros explican que se trata de una equitativa redistribución de lo público entre los ciudadanos sin manera de saber ¿equitativo para quién?, o de las cargas sociales, incluyendo las impositivas.

Todo parece indicar que tiene algo que ver con las clases sociales, o económicas, en algunos autores sólo se refieren a los pobres cuando se habla de justicia social, otros a los servicios públicos, su libre acceso, a su calidad y oportunidad, para los neoestructuralistas, opuestos a la globalización, la justicia social se logra sólo en el "desarrollo desde adentro", una cosa es "hacer" justicia social y otra "tenerla", su falta siempre significa la oportunidad de prometerla, hay textos que la emplean para indicar un Estado de Derecho; otros autores vinculan la justicia social a las masas, la Iglesia la incorpora en su nuevo Catecismo para tratar el espinoso asunto de la igualdad entre los hombres y la solidaridad, se usa para justificar supuestos comportamientos colectivos, muchos de ellos ilegales en su naturaleza. Hasta golpes de Estado, linchamientos, pobladas e invasiones se pueden ver como la justicia social en acción, situaciones tan disímiles como el resultado de las elecciones o el cierre de un canal de televisión, todo, aparentemente tiene que ver la justicia social.

Quizás sea por el uso compuesto de dos palabras tan generales como Justicia y Social lo que lleve a tanto equívoco; cuando aparece la palabrita, se le iluminan los ojos a todo aquel que tenga algún agravio o necesidad, cuando la utiliza un político está seguro de que alguna fibra toca, sobre todo si es para ponerle la mano a lo que no es suyo. Los comunistas usan la justicia social como instrumento de intimidación ideológica con el objetivo de conseguir el poder de coerción legal, hacen creer a los incautos que designan una virtud moral cuando en realidad, es una ruin manera de despojarnos de la libertad. Y con la justicia social están destruyendo al país y construyendo algo que ni huele bien ni se parece a lo que pensamos pudiera ser justicia social, sucede lo mismo con otras palabras como libertad, democracia, igualdad, verdad...

El problema de entendernos al usar estas palabras, radica en el conocimiento concreto de las mismas, cosa que les tienen sin cuidado a los revolucionarios socialistas del siglo XXI, pues para ellos "todo es relativo", las palabras significan lo que las masas, la circunstancia histórica y las clases dominantes del momento decidan, y como "todo" se reduce a ellos (ellos representan a las masas, son los creadores de las circunstancias históricas y son la clase dominante), entonces si dicen justicia social, es lo que ellos creen que es, aunque no lo puedan explicar o cada vez que lo expliquen quieran decir una cosa distinta.

1 comentario :

  1. Querida Liliana, son muchos días en silencio y ya me estoy preocupando; ¿todo bien?, espero que si.

    Quería invitarte a unir tu voz y tu pluma al Día de Acción Bloguero que estamos convocando muchos bloggers venezolanos para mañana 26de Noviembre en contra de la reforma constitucional.

    Puedes obtener más información aquí: http://freevenezuela.wordpress.com/
    Un abrazo

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