10 noviembre 2007

Fracaso del socialismo - V Parte

Por Nelson Maica C.

“Un soldado feliz no adquiere ningún derecho para mandar a su patria. No es el árbitro de las leyes ni del gobierno. Es defensor de su libertad.
Simón Bolívar


Imagínese a 11,3 millones de personas en una isla caribeña como Cuba, de 110.860 km2, socialistas, comunistas, “a juro”, por las armas, durante 48 años, con un solo dictador, hoy rey nepótico convaleciente. La URSS les resolvió sus problemas económicos y su supervivencia por buen tiempo. Ahora se los resuelve Venezuela. ¿Entonces para que les sirvió su revolución -Responda usted, apreciado amigo(a)-, si primero los mantuvo la URSS y ahora Venezuela?

Ese problema, esa situación, fue visualizada originalmente por el sueco Nicholas G. Pierson y por el inglés Max Weber, mucho antes de que fuese mostrado por Ludwig von Mises. Y el problema se enfoca en lo siguiente: “el valor es subjetivo y los precios reflejan la suma de esa subjetividad y la escasez de un bien, un sistema económico o industria que no cuente con precios libremente fijados –reales- va a desembocar siempre y cada vez en la entropía y el retroceso económico”. Eso esta mas que probado y comprobado y los socialistas, comunistas, ni en cuba, ni en china, ni en viet nam, ni en ninguna parte, le han dado repuesta ni solución a ese problema.

Cuanto afirmaba K Marx de que el mercado era una anarquía de la producción, no es cierto. El mercado, comprobadamente, hasta la saciedad, es el único mecanismo capaz de coordinar cientos de miles de actividades simples y complejas hacia la elaboración de bienes que eleven la calidad de vida del consumidor final. Repetimos: “¿Es perfecto? Nada humano lo es. ¿Existe desperdicio e ineficiencia en muchas ocasiones? Por supuesto, pero la alternativa socialista, comunista, es peor. Sencillamente no hay reemplazo para el sistema de precios, el cual refleja las prioridades sociales y guía el proceso económico. Intentar sustituirlo con planes nacionales, regulaciones económicas o nacionalizaciones es un esfuerzo vano y económicamente destructivo”.

¿Qué conocemos de atrás, de antes? ¿De los textos? ¿De las visitas a los estados socialistas, comunistas, de las décadas de los 60, 70? ¿De la transmisión verbal? Repetimos: “La socialización de la agricultura había ya acabado con la vida de millones de personas por hambrunas en la naciente Urss., cuando Lenin decide aplicar la llamada Nueva Política Económica (NPE). Lenin, un marxista de formación, introduce entonces y por emergencia los primeros elementos de capitalismo cabal en Rusia. Reprivatiza alrededor del 4% de granjas colectivizadas, elimina ciertos controles, y establece el patrón oro (moneda dura) con respaldo para el rublo.

Estos incipientes elementos de capitalismo fueron responsables por la supervivencia material del pueblo ruso. Ese pequeño porcentaje de kulaks que recuperaron su propiedad, generaron el 28% de la producción agrícola de la Urss durante los siguientes 70 años. Tan conscientes estaban los soviéticos de que los precios eran el sistema de señales de una economía (cosa que nuestros economistas neokeynesianos locales, por el contrario, pretenden obviar) que mantenían suscripciones regulares a catálogos industriales y de tiendas departamentales de los EEUU y Europa, para tener algún tipo de referencia. Alrededor de 18.000 economistas participaban de la tarea centralizada en el Kremlin por fijar precios sin mercado, un esfuerzo vano por definición. Cada año más fábricas quedaban paradas por falta de partes pequeñas que no podían solicitarse dinámicamente mediante compras libres. La economía soviética, en palabras de un economista ruso contemporáneo, era un "ferrocarril tosco y feo, detenido por falta de tornillos".

Lo mismo le sucede a Cuba. Aparentemente un poco mas del 10% de los ingenios azucareros que la Revolución confiscó a sus propietarios sigue en condiciones funcionales, el resto son chatarra gracias a la falta de piezas de repuesto. Ni la Urss ni Cuba pudieron ni podrían sostenerse sin socios más cercanos al concepto capitalista, ya sea por imitación permanente de industrias, métodos y especializaciones profesionales, o bien por comercio estatal, en lo que se conoce como "capitalismo de estado".

Los ciudadanos que habitaron y/o habitan en los modelos totalitarios que aun quedan, como Cuba, por su parte, complementan siempre sus necesidades en el mercado negro”. Igual que se esta haciendo aquí con las divisas y, desde ya, con algunas medicinas y alimentos. ¿Vamos a repetir la historia? ¿Somos más que estúpidos, idiotas? ¿Qué nos pasa?

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