El Universal
Increíblemente muchos siguen sin entender que con el teniente coronel no hay convivencia posible. No se percatan que ya no tenemos derechos constitucionales, sino simples concesiones revocables en cualquier momento.
Algunos piensan que si se acercan cabizbajos, directamente o a través de intermediarios, el "macho dominante de la manada", inaceptable en sociedades humanas, les prorrogará indefinidamente las concesiones. ¡Qué equivocados están! Cuando el revolucionario de Sabaneta lo considere oportuno, cesarán las concesiones. Pruebas sobran.
Algunos empresarios intentaron acercamientos ingenuos o interesados, pero hoy la propiedad privada ha sido violada y el Seniat y Cadivi constituyen amenazas reales para la libre empresa. Políticos de oposición han reconocido al régimen y al CNE, pero siguen siendo tildados de golpistas. "Honorables" jueces, incluso del TSJ, dictaron sentencias acordes con instrucciones recibidas, pero ahora son vilipendiados y se les recrimina por actuar "a espaldas del líder de la revolución". Dirigentes sindicales silenciaron los reclamos contractuales con las empresas y organismos del Estado, pero ahora les exigen disolverse. Partidos políticos, tales como Podemos, PPT y PCV han avalado violaciones a los derechos humanos de los disidentes, para intentar ganarse la buena voluntad del jefe y hoy son execrados y acusados de contrarrevolucionarios. Aristóbulo y José Vicente soportaron sumisamente los gruñidos del macho y sin embargo fueron siquitrillados. Eleazar Díaz Rangel le jaló al jefe justificando la orden de cerrar a RCTV, pero le retribuyeron llamándolo cachorro de los Capriles.
Hace pocos días parte de la comunidad judía a través de la Confederación de Asociaciones Israelitas de Venezuela, trató de acercarse al régimen para evitar que sus voceros hagan mofa del Holocausto y que las emisoras oficialistas transmitan mensajes antijudíos. Este es un caso patético, ya que los judíos tienen una milenaria experiencia de injustos atropellos en su contra. Esa experiencia les enseñó, pero al parecer no a todos, que con totalitaristas y fanáticos no procede la negociación. Por ello actuaron en Entebe. Vaticinamos que la senadora Kirchner, quien por cierto nunca ha condenado las violaciones a los derechos humanos en Venezuela, fracasará en su misión de intermediaria.
Todos, inclusive Venevisión, Televen, diputados, jueces, sindicalistas, políticos y empresarios, estamos en un barco que navega hacia una gran tormenta. La situación impone que conjuntamente, inclusive con quienes simpatizan con el comandante pero no son fanáticos, tomemos acciones para cambiar el rumbo. La pretensión de algunos de abordar los barcos salvavidas no evitará que terminen ahogándose. No hay sector que por sí solo pueda salvarse de las consecuencias de esta tormenta. Para sobrevivir tenemos que desplazar constitucionalmente al inepto comandante del barco. No hay salvavidas.
Algunos piensan que si se acercan cabizbajos, directamente o a través de intermediarios, el "macho dominante de la manada", inaceptable en sociedades humanas, les prorrogará indefinidamente las concesiones. ¡Qué equivocados están! Cuando el revolucionario de Sabaneta lo considere oportuno, cesarán las concesiones. Pruebas sobran.
Algunos empresarios intentaron acercamientos ingenuos o interesados, pero hoy la propiedad privada ha sido violada y el Seniat y Cadivi constituyen amenazas reales para la libre empresa. Políticos de oposición han reconocido al régimen y al CNE, pero siguen siendo tildados de golpistas. "Honorables" jueces, incluso del TSJ, dictaron sentencias acordes con instrucciones recibidas, pero ahora son vilipendiados y se les recrimina por actuar "a espaldas del líder de la revolución". Dirigentes sindicales silenciaron los reclamos contractuales con las empresas y organismos del Estado, pero ahora les exigen disolverse. Partidos políticos, tales como Podemos, PPT y PCV han avalado violaciones a los derechos humanos de los disidentes, para intentar ganarse la buena voluntad del jefe y hoy son execrados y acusados de contrarrevolucionarios. Aristóbulo y José Vicente soportaron sumisamente los gruñidos del macho y sin embargo fueron siquitrillados. Eleazar Díaz Rangel le jaló al jefe justificando la orden de cerrar a RCTV, pero le retribuyeron llamándolo cachorro de los Capriles.
Hace pocos días parte de la comunidad judía a través de la Confederación de Asociaciones Israelitas de Venezuela, trató de acercarse al régimen para evitar que sus voceros hagan mofa del Holocausto y que las emisoras oficialistas transmitan mensajes antijudíos. Este es un caso patético, ya que los judíos tienen una milenaria experiencia de injustos atropellos en su contra. Esa experiencia les enseñó, pero al parecer no a todos, que con totalitaristas y fanáticos no procede la negociación. Por ello actuaron en Entebe. Vaticinamos que la senadora Kirchner, quien por cierto nunca ha condenado las violaciones a los derechos humanos en Venezuela, fracasará en su misión de intermediaria.
Todos, inclusive Venevisión, Televen, diputados, jueces, sindicalistas, políticos y empresarios, estamos en un barco que navega hacia una gran tormenta. La situación impone que conjuntamente, inclusive con quienes simpatizan con el comandante pero no son fanáticos, tomemos acciones para cambiar el rumbo. La pretensión de algunos de abordar los barcos salvavidas no evitará que terminen ahogándose. No hay sector que por sí solo pueda salvarse de las consecuencias de esta tormenta. Para sobrevivir tenemos que desplazar constitucionalmente al inepto comandante del barco. No hay salvavidas.
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