28 noviembre 2011

Hipótesis y dudas sobre las elecciones


Por muy cerca que estemos de la posibilidad de un cambio de gobierno, nada de eso alivia la "sensación" de incomodidad, desasosiego e incertidumbre que produce vivir en un país donde cada nueva ley que se promulga y cada nuevo fallo judicial es un empujón hacia el hombrillo del camino por donde a duras penas transitamos, esa zona de exclusión oscura y sorda adonde van a parar los derechos humanos de los presos políticos, de los expropiados, de los disidentes, de los indeseables enemigos o adversarios -¡qué más da!- de quienes detentan el poder.

Parece surrealista el ambiente de fiesta electoral que hay a propósito de las elecciones primarias, porque a pesar de la importancia de ese proceso y de su efecto oxigenante en medio de la contaminación política provocada por el régimen actual, las condiciones generales en que se desarrolla la campaña de los precandidatos no son normales, como no lo han sido desde 1999 hasta ahora, y como seguramente no lo serán en los meses venideros hasta el 7 de octubre de 2012.

En lo personal, me asaltan muchas dudas cuando analizo ciertos escenarios hipotéticos:
1) De los cinco precandidatos, hay uno que está en "veremos", debido a la sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia que declaró inejecutable el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y debido también a la ambigüa respuesta de la presidenta de dicho Tribunal sobre los límites de su habilitación. En el supuesto de que ese precandidato que está en "veremos" resultare electo en la primarias, sería el candidato único de la oposición que se enfrentaría con el candidato único del oficialismo en las elecciones presidenciales. Si la mayoría de votos le favoreciere, se entiende que debería asumir el poder y ejercerlo, tal como está previsto en la Constitución.

Sin embargo, considerando el "sí, pero no" de su singular inhabilitación, pues se le permite postularse a un cargo de elección popular, pero se le impide el ejercicio del mismo, cabe preguntarse: ¿El Consejo Nacional Electoral declararía nula la elección? ¿Se atrevería el Tribunal Supremo de Justicia a dictar una sentencia mediante la cual se desconozca la voluntad popular? ¿Se consideraría la inhabilitación administrativa una "falta absoluta" en el sentido que prevé el segundo párrafo del artículo 233 de la Constitución, y en consecuencia se encargaría de la Presidencia de la República el Presidente de la Asamblea Nacional mientras se convoca a una nueva elección dentro de los siguientes treinta días consecutivos? ¿Usurparían el poder las Fuerzas Armadas, so pretexto de mantener el orden interno? ¿El Presidente de la República se resistiría a entregar el poder? ¿Los electores saldrían a la calle a defender su voto?

2) Concluida la contienda electoral de las primarias, ¿reemprendería la Contraloría General de la República su función neutralizadora, inhabilitando también, bajo cualquier argumento espurio, al candidato elegido para representar a la oposición en las elecciones presidenciales? En el caso de que fuese Diego Arria, ¿procedería la Fiscalía General de la República a iniciar una investigación en su contra por supuestos crímenes de lesa humanidad que, según el Secretario General del PPT Maneiro, presuntamente cometió durante su gestión como Gobernador de Caracas? En el caso de María Corina Machado, ¿la Fiscalía General de la República insistiría en acusarla de traición a la Patria y conspiración "para destruir la forma republicana que se ha dado la Nación" por recibir recursos de la organización norteamericana National Endowment for Democracy (NED) cuando fue Directora de Súmate? En el caso de Henrique Capriles Radonski, ¿sería llevado a juicio por la Fiscalía General de la República por su presunta responsabilidad en las supuestas violaciones cometidas por funcionarios de Polichacao contra algunos detenidos, según denunciara la diputada oficialista Cilia Flores el pasado mes de mayo? En el caso de Pablo Pérez, ¿la Contraloría General de la República hurgaría quién sabe dónde para hallar algo que justificara su inhabilitación?

3) En el país los rumores corren como un río, y entre éstos hay uno que comienza a desbordarse: ¿Habrá o no habrá elecciones? ¿Tratará el gobierno de impedirlas, mediante un autogolpe? ¿Intentarán los grupos irregulares extranjeros, como las FARC, o los nacionales, como las FBL, alguna acción violenta con el fin de crear el caos y provocar la suspensión de las garantías constitucionales? ¿Logrará Hugo Chávez vivir lo suficiente para participar como candidato del oficialismo? Si el cáncer acaba derrotando a Hugo Chávez antes del 7 de octubre del próximo año y asume su lugar el Vicepresidente hasta completar el periodo constitucional, ¿habrá o no elecciones?

4) Si hay elecciones, ¿serán o no serán transparentes? ¿Se puede confiar o no en el Consejo Nacional Electoral? ¿Se les permitirá votar o no a los venezolanos que están en el exterior? Si votan, ¿llegarán sus votos a tiempo para ser contados? De todos los inscritos en el Registro Electoral, ¿votarán solamente los electores vivos o lo harán también los muertos? ¿Se permitirá la presencia de observadores internacionales de todos los países, medios y tendencias durante el proceso electoral?

5) Si el candidato de la oposición resultare favorecido en las elecciones presidenciales, ¿reconocerá Hugo Chávez el triunfo de su adversario? Si lo reconociere, ¿se convertirá en un político de oposición o eventualmente planificará el derrocamiento del nuevo gobierno? Si no lo reconociere, ¿las Fuerzas Armadas defenderán la decisión del pueblo soberano o defenderán la revolución bolivariana?

6) Si Hugo Chávez es reelegido, ¿convocará o no a una Asamblea Nacional Constituyente para redactar una nueva Constitución cuyos principios fundamentales se rijan por el ideario comunista, o propondrá una Reforma Constitucional para modificar y reemplazar las disposiciones vigentes por otras acordes con el modelo político, social y económico propio de un régimen autoritario? 

Por el momento, no tengo respuesta para ninguna de las anteriores interrogantes, lo único que sé es que cualesquiera de las mencionadas situaciones hipotéticas ocurrirá, tarde o temprano, y que incluso algunas de ellas serán coincidentes. La finalidad de compartir estos planteamientos no es otra que la de invitar a los lectores-electores a estimar las consecuencias de su decisión electoral, con la esperanza de que su voto, tanto en las elecciones primarias como en las elecciones presidenciales, sea producto del razonamiento y no de un impulso emocional.      

      

1 comentario :

  1. MARIA ESTHER GUIA TIRADO11/30/2011 4:00 a. m.

    Yo no ceso en hacerme el mismo catálogo de preguntas que tu formulas Liliana. Inspirada en el estilo dialéctico de Diego Arria yo diría: No es pesismismo ni derrotismo, no es restar mérito a los esfuerzos y los avances de la MUD, es la más pura realidad. No reflexionar en cada una de probables respuestas, por mucho que nos duela, es estar de espalda a esa realidad.

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