31 marzo 2007

¡También le llegará su sábado!

Editorial

Veneconomía

Este domingo el presidente Hugo Chávez tomó para el Estado a punta de fusil más de 330.664 hectáreas de tierras privadas. Ésta es una nueva avanzada hacia el exterminio de la propiedad privada. Más grave, es que inexplicablemente no hubo reacción importante ni de los sectores vinculados al agro ni de de los otros sectores de opinión.

Al entender de VenEconomía, en su mayoría los 16 hatos tomados por el Gobierno estaban en plena producción, incluyendo el Hato Callejas, que sirvió de escenario para su Aló Presidente N° 278 donde anunció con gran alharaca la toma de las tierras. El Callejas es pionero en Venezuela de la cría de ganado Búfalo, gracias a la cual se come en el país el mejor queso mozarella.

El Gobierno justifica estas confiscaciones alegando que ninguno de los dueños de las 16 propiedades tomadas pudo demostrar la titularidad de sus tierras desde la época colonial, como exige el Gobierno. Se trata de un absurdo, dado que como es harto conocido son poquísimos los venezolanos que pueden demostrar tan larga cadena de titularidad, por muchas razones, la más importante es que durante la Guerra Federalen 1859-63 los ya escasos registros de propiedad fueron destruidos.

Más absurdo es este empeño del mandatario de hacerse de tierras en plena producción. Las motivaciones que aduce son vanas, el Gobierno no tiene ningún aval para decir que confisca propiedades por el bien del país. El ejemplo más emblemático son las 10.000 hectáreas expropiadas en 2006 del Hato El Charcote, actualmente en estudio de la Asamblea Nacional por no haber producido ni una res en el año que tiene en manos del Gobierno.

En su mayoría las tierras tomadas desde 2004 han dejado de ser productivas. Con Chávez lo único que se ha sembrado con éxito son las importaciones. Sólo ha beneficiado a los agricultores de otros países, mientras que en el campo venezolano se pierde la capacidad de empleo y producción. Pero, lo peor es que se ha sembrado la desconfianza y el temor, que incitan a quienes aún tienen propiedad en el campo a no invertir pues lo único cierto es que a todo agricultor le llegará su sábado.

Venezuela hoy está 24% por debajo del desempeño general de América Latina en el área agropecuaria. Por ejemplo, al contrastar la situación de Venezuela con la de México, país que tomó medidas contundentes para afianzar los derechos de de propiedad en el campo y hoy está registrando un crecimiento.

Un indicio de lo mal que está la situación en el campo venezolano es que el BCV no ha publicado cifras del PIB Agrícola desde 2004. Los analistas más ácidos sostienen que las cifras son tan malas que ni siquiera la cosmetología del BCV ha podido maquillarlas.

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