Gracias, Gary Coleman, por habernos hecho reír durante tantísimas tardes.
28 mayo 2010
25 mayo 2010
Asamblea Nacional, meñique legislativo de Chávez
José Albornoz, segundo vicepresidente de la Asamblea Nacional, ha sido revocado de su cargo y sustituido por la diputada Marelys Pérez Marcano. Su revocación obedece a la propuesta presentada por el diputado Mario Isea, aprobada por la mayoría oficialista (PSUV) y rechazada por los parlamentarios de las facciones PPT, PODEMOS y Frente Humanista y Ecológico (FHE).
Estas son las razones aducidas por el proponente de la moción:
“El debió renunciar cuando decidió pasarse a la contrarrevolución. Yo le pido que asuma esto con hidalguía... De manera reiterada el PPT viene asumiendo una conducta desleal, contraria a las razones por las que se hizo la alianza con ellos, plegándose a la contrarrevolución”.
No hay alusión a las disposiciones del Reglamento Interior y de Debate de la Asamblea Nacional en referencia a las causales que dan lugar a una decisión como esta, sencillamente, porque no aparece ninguna que contemple nada semejante. Por supuesto, tampoco en la Constitución figura la deslealtad ideológica o política como causa de revocación, destitución, o sanción.
Pero este "pase de factura" que le han hecho a Albornoz (quien, dicho sea de paso, no me inspira confianza ni simpatía) tiene una explicación: nuestra infortunada Carta Magna es para ellos -los miembros del gobierno y los militantes del partido de gobierno- un librito insignificante lleno de estorbosos y ridículos preceptos, principalmente ese que promulga el "pluralismo político" como "valor superior". Está allí, en el artículo 2 del Título I que contiene los "Principios Fundamentales" del texto constitucional, pero daría lo mismo si no estuviera, o si todas las páginas de la Constitución estuviesen en blanco. Después de todo, hay una voluntad superior que se impone a las decisiones del pueblo, a la Constitución, a las leyes, al Derecho, en fin, que se impone y punto.
Esa voluntad no es otra que la de Hugo Chávez: suprema vox, suprema lex. Y a ella debe someterse todo aquel que quiera tener derecho a respirar dentro del hemiciclo: "Los candidatos a diputados del Partido Socialista Unido deben ser garantes y leales al presidente, tienen que tener compromiso revolucionario" (Luis Jonás Reyes Flores, miembro de la Comisión Regional de PSUV en el Estado Lara, El Universal, 25 de mayo de 2010).
¿Alguna objeción?
Estas son las razones aducidas por el proponente de la moción:
“El debió renunciar cuando decidió pasarse a la contrarrevolución. Yo le pido que asuma esto con hidalguía... De manera reiterada el PPT viene asumiendo una conducta desleal, contraria a las razones por las que se hizo la alianza con ellos, plegándose a la contrarrevolución”.
No hay alusión a las disposiciones del Reglamento Interior y de Debate de la Asamblea Nacional en referencia a las causales que dan lugar a una decisión como esta, sencillamente, porque no aparece ninguna que contemple nada semejante. Por supuesto, tampoco en la Constitución figura la deslealtad ideológica o política como causa de revocación, destitución, o sanción.
Pero este "pase de factura" que le han hecho a Albornoz (quien, dicho sea de paso, no me inspira confianza ni simpatía) tiene una explicación: nuestra infortunada Carta Magna es para ellos -los miembros del gobierno y los militantes del partido de gobierno- un librito insignificante lleno de estorbosos y ridículos preceptos, principalmente ese que promulga el "pluralismo político" como "valor superior". Está allí, en el artículo 2 del Título I que contiene los "Principios Fundamentales" del texto constitucional, pero daría lo mismo si no estuviera, o si todas las páginas de la Constitución estuviesen en blanco. Después de todo, hay una voluntad superior que se impone a las decisiones del pueblo, a la Constitución, a las leyes, al Derecho, en fin, que se impone y punto.
Esa voluntad no es otra que la de Hugo Chávez: suprema vox, suprema lex. Y a ella debe someterse todo aquel que quiera tener derecho a respirar dentro del hemiciclo: "Los candidatos a diputados del Partido Socialista Unido deben ser garantes y leales al presidente, tienen que tener compromiso revolucionario" (Luis Jonás Reyes Flores, miembro de la Comisión Regional de PSUV en el Estado Lara, El Universal, 25 de mayo de 2010).
¿Alguna objeción?
24 mayo 2010
El palestino
El palestino es el título del nuevo libro del periodista que se hace llamar Antonio Salas, en el que se narra cómo entrenan los terroristas cerca de Caracas. Sí, aquí mismo, en Venezuela, donde usted y yo vivimos y padecemos, entre otras calamidades, las que aparejan las muy inconvenientes relaciones del gobierno nacional con los gobernantes de países calificados de terroristas.
El autor se hizo pasar por musulmán venezolano con el nombre de Mohamed Abdalah, aprendió a hablar árabe, estudió el Corán, se circuncidó y vivió infiltrado durante seis años, con una cámara oculta, en la resistencia palestina, en un grupo armado bolivariano y en la facción venezolana de Hizbulá.
Según Salas, sólo alrededor de Caracas hay seis campos de entrenamiento terrorista donde aprendió a disparar toda clase de armas y conoció a miembros de las FARC y de ETA.
La presentación del libro se hará el próximo martes, 25 de mayo, a las 12 del día (hora de España) y, por razones de seguridad, el autor seguirá el evento únicamente a través de Antena 3 Noticias, que lo transmitirá en directo.
Haga click sobre esta imagen para leer el primer capítulo. Y después de leer el libro completo, hablamos.
Del mismo autor:
23 mayo 2010
Proyecto Nacional Simón Bolívar
El "proceso revolucionario" que se intenta desarrollar en Venezuela desde que Hugo Chávez asumió el poder, en 1999, con el lema de "Socialismo del siglo XXI", ha sido planificado en el "Proyecto Nacional Simón Bolívar", cuyo "Primer Plan Socialista (PPS)" contiene las indicaciones relativas al desarrollo económico y social de la Nación para el periodo 2007-2013.
En este documento de 45 páginas se definen las directrices del proyecto, a saber: la nueva ética socialista, la suprema felicidad social, la democracia protagónica y revolucionaria, el modelo productivo socialista, la nueva geopolítica nacional, la posición de Venezuela en la política energética mundial y la nueva geopolítica internacional.
La piedra filosofal de este proyecto no es otro que la moral, mediante la cual se pretende -una vez más- crear "el hombre nuevo": una pieza anónima, apenas numerada, sin voluntad propia, sin derechos individuales, sin metas personales, que forme parte del conglomerado social como una insignificante rama en el bosque, para dar a luz un "Estado moral-socialista".
El método para lograr semejante aspiración consiste en insertar la propaganda en la educación y hacer de ésta una fuente de divulgación de la ideología a través de la práctica de determinadas actividades (por ejemplo, la guerrilla comunicacional, conformada por niños, adolescentes y jóvenes estudiantes). Esta categoría de individuos, los más sensibles e indefensos de la sociedad, constituyen la materia prima por excelencia de los objetivos que el régimen se ha propuesto: "transformar la sociedad material y espiritualmente, desarrollar la conciencia revolucionaria y superar la ética del capital".
A quienes aún tienen dudas acerca de los planes, el modo de ejecutarlos y los fines últimos que persigue Hugo Chávez, les sugiero echar un vistazo al referido documento que LPL pone a su disposición en formato PDF.
Proyecto Nacional Simón Bolívar 2007-2013
En este documento de 45 páginas se definen las directrices del proyecto, a saber: la nueva ética socialista, la suprema felicidad social, la democracia protagónica y revolucionaria, el modelo productivo socialista, la nueva geopolítica nacional, la posición de Venezuela en la política energética mundial y la nueva geopolítica internacional.
La piedra filosofal de este proyecto no es otro que la moral, mediante la cual se pretende -una vez más- crear "el hombre nuevo": una pieza anónima, apenas numerada, sin voluntad propia, sin derechos individuales, sin metas personales, que forme parte del conglomerado social como una insignificante rama en el bosque, para dar a luz un "Estado moral-socialista".
El método para lograr semejante aspiración consiste en insertar la propaganda en la educación y hacer de ésta una fuente de divulgación de la ideología a través de la práctica de determinadas actividades (por ejemplo, la guerrilla comunicacional, conformada por niños, adolescentes y jóvenes estudiantes). Esta categoría de individuos, los más sensibles e indefensos de la sociedad, constituyen la materia prima por excelencia de los objetivos que el régimen se ha propuesto: "transformar la sociedad material y espiritualmente, desarrollar la conciencia revolucionaria y superar la ética del capital".
A quienes aún tienen dudas acerca de los planes, el modo de ejecutarlos y los fines últimos que persigue Hugo Chávez, les sugiero echar un vistazo al referido documento que LPL pone a su disposición en formato PDF.
Proyecto Nacional Simón Bolívar 2007-2013
19 mayo 2010
Procesos y sentencias al margen del Derecho
FORO
Ante la insólita sentencia que ratifica la condena de 30 años de prisión para los Comisarios Iván Simonovis, Lázaro Forero y Henry Vivas, y la no menos injusta que ratifica la medida privativa de libertad contra la Juez María de Lourdes Afiuni,el Centro de Estudios Derecho y Democracia (CEDED) ha organizado el Foro "Procesos y sentencias al margen del Derecho" que se realizará el próximo Lunes, 24 de mayo, a las 9:00 a.m., en el Auditorio de la Biblioteca de la Universidad Católica Andrés Bello.
El tema versará sobre los aspectos más discutibles, desde el punto de vista jurídico, de los procesos judiciales y las sentencias dictadas contra los mencionados presos políticos.
Las exposiciones estarán a cargo de los abogados José Luis Tamayo, Yajaira de Forero, defensores de los Comisarios; José Amalio Graterol y Theresly Malavé, defensores de la Juez María de Lourdes Afiuni; y Ligia Bolívar, Directora del Centro de Derechos Humanos de la UCAB.
La entrada es libre. Ver Afiche
El tema versará sobre los aspectos más discutibles, desde el punto de vista jurídico, de los procesos judiciales y las sentencias dictadas contra los mencionados presos políticos.
Las exposiciones estarán a cargo de los abogados José Luis Tamayo, Yajaira de Forero, defensores de los Comisarios; José Amalio Graterol y Theresly Malavé, defensores de la Juez María de Lourdes Afiuni; y Ligia Bolívar, Directora del Centro de Derechos Humanos de la UCAB.
La entrada es libre. Ver Afiche
15 mayo 2010
Vaudeville en el Consejo Federal de Gobierno
Agotaría los sinónimos para calificar esta nueva actuación -porque no es más que eso, otra actuación- de Hugo Chávez en el vaudeville ("Comedia frívola, ligera y picante, de argumento basado en la intriga y el equívoco, que puede incluir números musicales y de variedades", según el DRAE) en que se convirtió el acto de instalación del Consejo Federal de Gobierno. Faltaron únicamente los "números musicales" -¡qué raro!-, porque todo lo demás se ajustó perfectamente a la definición.
Esta escena circense hay que observarla desde más de un punto de vista.
Por una parte, la acrimonia y virulencia que caracterizan a los mensajes de Chávez cada vez que se dirige a la oposición, la ofensiva vulgaridad con que insulta a todo aquel que no piensa como él, la enconada actitud de venganza con que persigue, reprime y encarcela a quienes considera sus enemigos, no pueden borrarse de un plumazo, ni opacarse con el flash de una cámara, ni mucho menos olvidarse con el solo intento de mostrar otra máscara y pronunciar unas pocas palabras políticamente y, sobre todo, electoralmente, reflexivas, en tono dudosamente conciliador.
Hay que ser rematadamente ingenuo para creer que su supuesto reconocimiento de una realidad perturbadora (la imposibilidad de que el oficialismo gane todas las gobernaciones y alcaldías) pueda significar una auténtica aceptación de ésta. Pretender aparecer ante el país como "un Presidente que piensa, que es un ser humano con defectos pero que razona", y que "está dispuesto a trabajar junto [a los gobernadores y alcaldes de la oposición], sólo que pide respeto", y lograr que todos le creamos, es una estupidez. La mejor evidencia de que no hay intención de abrir espacios a la oposición es que la Secretaría del Consejo Federal de Gobierno está integrada por militantes del partido oficialista y la oposición no tiene allí ninguna representación.
Once años es tiempo suficiente para conocer a una persona. A Hugo Chávez lo conocemos bien, porque lo hemos tenido hasta en la pasta dental cada mañana. Conocemos sus mañas, la inmoralidad de su maquiavelismo, su desproporcionada falsedad. Él no es en lo absoluto un hombre de palabra. No es confiable, ni honorable, ni respetuoso de la Ley, ni de las reglas, sean sociales, políticas o morales. No es amigo de nadie. ¿Cómo piensa que puede convencernos de lo que dice, cuando estamos seguros de que este domingo o la próxima semana volverá a despotricar contra todos los que hoy se rieron con él, le estrecharon la mano y se fotografiaron juntos?
Es verdad que la política consiste en dialogar, intercambiar ideas, reconocer discrepancias, ceder posturas y lograr consensos. Así debe ser siempre la manera de dirimir conflictos y pactar acuerdos entre quienes participan en la vida política de un país. Pero en Venezuela, desde 1999 hasta la fecha, máxime en el último lustro, no ha sido esa la forma en que se ha desarrollado la política. Sencillamente, porque el Estado venezolano ha sido despojado de su carácter democrático y reemplazado por otro decididamente autocrático.
Por otra parte, las imágenes que muestran tan sonrientes a los gobernadores Henrique Capriles, Pablo Pérez, Morel Rodríguez y Pérez Vivas mientras saludan a Hugo Chávez, contrastan significativamente con la coherente y, en mi opinión, más decorosa conducta de Henri Falcón y Antonio Ledezma, que prefirieron salir del Palacio Blanco sin pasar por la alcabala de la fingida cordialidad. Henrique Salas Feo se ahorró la farsa al marcharse de la carpa antes de que comenzara el espectáculo.
Esta escena circense hay que observarla desde más de un punto de vista.
Por una parte, la acrimonia y virulencia que caracterizan a los mensajes de Chávez cada vez que se dirige a la oposición, la ofensiva vulgaridad con que insulta a todo aquel que no piensa como él, la enconada actitud de venganza con que persigue, reprime y encarcela a quienes considera sus enemigos, no pueden borrarse de un plumazo, ni opacarse con el flash de una cámara, ni mucho menos olvidarse con el solo intento de mostrar otra máscara y pronunciar unas pocas palabras políticamente y, sobre todo, electoralmente, reflexivas, en tono dudosamente conciliador.
Hay que ser rematadamente ingenuo para creer que su supuesto reconocimiento de una realidad perturbadora (la imposibilidad de que el oficialismo gane todas las gobernaciones y alcaldías) pueda significar una auténtica aceptación de ésta. Pretender aparecer ante el país como "un Presidente que piensa, que es un ser humano con defectos pero que razona", y que "está dispuesto a trabajar junto [a los gobernadores y alcaldes de la oposición], sólo que pide respeto", y lograr que todos le creamos, es una estupidez. La mejor evidencia de que no hay intención de abrir espacios a la oposición es que la Secretaría del Consejo Federal de Gobierno está integrada por militantes del partido oficialista y la oposición no tiene allí ninguna representación.
Once años es tiempo suficiente para conocer a una persona. A Hugo Chávez lo conocemos bien, porque lo hemos tenido hasta en la pasta dental cada mañana. Conocemos sus mañas, la inmoralidad de su maquiavelismo, su desproporcionada falsedad. Él no es en lo absoluto un hombre de palabra. No es confiable, ni honorable, ni respetuoso de la Ley, ni de las reglas, sean sociales, políticas o morales. No es amigo de nadie. ¿Cómo piensa que puede convencernos de lo que dice, cuando estamos seguros de que este domingo o la próxima semana volverá a despotricar contra todos los que hoy se rieron con él, le estrecharon la mano y se fotografiaron juntos?
Es verdad que la política consiste en dialogar, intercambiar ideas, reconocer discrepancias, ceder posturas y lograr consensos. Así debe ser siempre la manera de dirimir conflictos y pactar acuerdos entre quienes participan en la vida política de un país. Pero en Venezuela, desde 1999 hasta la fecha, máxime en el último lustro, no ha sido esa la forma en que se ha desarrollado la política. Sencillamente, porque el Estado venezolano ha sido despojado de su carácter democrático y reemplazado por otro decididamente autocrático.
Por otra parte, las imágenes que muestran tan sonrientes a los gobernadores Henrique Capriles, Pablo Pérez, Morel Rodríguez y Pérez Vivas mientras saludan a Hugo Chávez, contrastan significativamente con la coherente y, en mi opinión, más decorosa conducta de Henri Falcón y Antonio Ledezma, que prefirieron salir del Palacio Blanco sin pasar por la alcabala de la fingida cordialidad. Henrique Salas Feo se ahorró la farsa al marcharse de la carpa antes de que comenzara el espectáculo.
05 mayo 2010
Régimen militar, ni zurdo, ni diestro
Hay un interesante debate en uno de los foros de Noticiero Digital acerca de los éxitos y los fracasos de la dictadura perezjimenista, la democracia puntofijista y el actual régimen militarista-comunista. Para quienes tengan interés en conocer las opiniones allí expresadas, el foro se titula ¿Por qué la juventud admira al General Marcos Pérez Jiménez?
La mayor parte de los libros de Historia y de los testimonios de quienes disfrutaron y de quienes padecieron la miel y la hiel del régimen de Pérez Jiménez, dicen que fue un dictador, como todos los dictadores de América Latina y de cualquier otro país en el mundo, insensible y ajeno a los derechos de los ciudadanos, que suprimió las libertades, que persiguió, encarceló, torturó y asesinó a cantidad de disidentes, y que al ser derrocado, el 23 de enero de 1958, huyó en un avión llamado "La vaca sagrada" con una maleta llena de dinero.
De la lectura de esos libros, de las expresiones de tantas personas y de buena parte de la infraestructura que me rodea y de la que me sirvo, deduzco que su visión del país que quería construir, su resolución para ejecutar obras de gran envergadura y su determinación para enrumbar a Venezuela hacia el progreso, sólo es comparable a la visión y determinación del "Ilustre Americano", Antonio Guzmán Blanco, quien, al margen de sus excentricidades, importantísimos aportes hizo en su momento.
Por su parte, la democracia puntofijista, pese a sus múltiples fallas y vicios, durante la primera mitad de su periodo realizó diversas obras en todo el territorio nacional, pero lo más relevante, en mi opinión, es que nos permitió vivir en condiciones más amplias de libertad individual y entender el valor del sufragio en tanto que expresión de nuestras decisiones políticas.
En poco más de una década del régimen autocrático actual, ya deberíamos saber cuál es la diferencia entre un gobierno democrático imperfecto y una dictadura militar, sea ésta de derecha o de izquierda.
Ambos militarismos persiguen, encarcelan, torturan, desaparecen y matan si se les resiste políticamente, pero mientras el militarismo comunista, además, empobrece a las personas, destruye materialmente al país y moralmente a la sociedad, el militarismo capitalista suele garantizar el derecho a trabajar y a generar riqueza, mediante la estimulación de la producción y el impulso industrial.
En algunos casos, el militarismo de derecha monumentaliza su poder ejecutando grandes obras de infraestructura y ornamento público; el de izquierda, monumentaliza la figura del líder desdeñando la capacidad del individuo y colectivizando el miedo y la miseria.
Frente a las opciones que hoy día se me presentan, no dudo en afirmar que prefiero un gobierno democrático falible, pero perfectible, que un régimen castrense y castrador casi perfecto, indiferentemente de que sea zurdo o diestro.
Plugo porque NUNCA MÁS un militar, activo o retirado, ni por medio de la fuerza, ni por la vía electoral, vuelva a ser Presidente de mi país.
La mayor parte de los libros de Historia y de los testimonios de quienes disfrutaron y de quienes padecieron la miel y la hiel del régimen de Pérez Jiménez, dicen que fue un dictador, como todos los dictadores de América Latina y de cualquier otro país en el mundo, insensible y ajeno a los derechos de los ciudadanos, que suprimió las libertades, que persiguió, encarceló, torturó y asesinó a cantidad de disidentes, y que al ser derrocado, el 23 de enero de 1958, huyó en un avión llamado "La vaca sagrada" con una maleta llena de dinero.
De la lectura de esos libros, de las expresiones de tantas personas y de buena parte de la infraestructura que me rodea y de la que me sirvo, deduzco que su visión del país que quería construir, su resolución para ejecutar obras de gran envergadura y su determinación para enrumbar a Venezuela hacia el progreso, sólo es comparable a la visión y determinación del "Ilustre Americano", Antonio Guzmán Blanco, quien, al margen de sus excentricidades, importantísimos aportes hizo en su momento.
Por su parte, la democracia puntofijista, pese a sus múltiples fallas y vicios, durante la primera mitad de su periodo realizó diversas obras en todo el territorio nacional, pero lo más relevante, en mi opinión, es que nos permitió vivir en condiciones más amplias de libertad individual y entender el valor del sufragio en tanto que expresión de nuestras decisiones políticas.
En poco más de una década del régimen autocrático actual, ya deberíamos saber cuál es la diferencia entre un gobierno democrático imperfecto y una dictadura militar, sea ésta de derecha o de izquierda.
Ambos militarismos persiguen, encarcelan, torturan, desaparecen y matan si se les resiste políticamente, pero mientras el militarismo comunista, además, empobrece a las personas, destruye materialmente al país y moralmente a la sociedad, el militarismo capitalista suele garantizar el derecho a trabajar y a generar riqueza, mediante la estimulación de la producción y el impulso industrial.
En algunos casos, el militarismo de derecha monumentaliza su poder ejecutando grandes obras de infraestructura y ornamento público; el de izquierda, monumentaliza la figura del líder desdeñando la capacidad del individuo y colectivizando el miedo y la miseria.
Frente a las opciones que hoy día se me presentan, no dudo en afirmar que prefiero un gobierno democrático falible, pero perfectible, que un régimen castrense y castrador casi perfecto, indiferentemente de que sea zurdo o diestro.
Plugo porque NUNCA MÁS un militar, activo o retirado, ni por medio de la fuerza, ni por la vía electoral, vuelva a ser Presidente de mi país.
Los poderes subordinados
El diputado Carlos Escarrá, a la sazón, profesor de Derecho Constitucional desde hace muchos años, no se anduvo por las ramas para admitir públicamente, en el programa "Dando y Dando" que se transmite por el canal oficialista Venezolana de Televisión (VTV) -el canal del Gobierno, que no del Estado, ni de todos los venezolanos-, que en la Asamblea Nacional se discuten, reforman y aprueban únicamente los proyectos de Ley y las Leyes que interesan al Presidente de la República.
"Si Chávez nos dice 'esta es la ley que va', esa ley va. Él es el que dirige esta revolución", declaró rampante. Pero no es ésta la primera vez que el mencionado diputado reconoce el derrotero del activismo legislativo que despliega junto con sus camaradas. En enero de este mismo año, durante el acto de elección y juramentación de la actual Junta Directiva de la Asamblea Nacional, afirmó: "Sí, hacemos las leyes que le convienen al Presidente Chávez. ¡Claro que hacemos las leyes para la revolución bolivariana que establece el Presidente Chávez!" (Globovisión, 2010, 5 de enero) Escarrá: Se podría dictar una ley que regule las ganancias para evitar el abuso en exceso. (Últimas Noticias, 2010, 5 de enero) Escarrá reconoció que AN hace leyes para la revolución bolivariana.
Esta misma obediencia es la que exhibe la mayoría de los Magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, principalmente los integrantes de la Sala Constitucional, en un sinnúmero de sentencias mediante las cuales se han perpetrado aberrantes mutaciones a la Constitución y toda clase de violaciones a los derechos fundamentales de los ciudadanos.
Un comportamiento similar ha seguido por años la mayoría de los Rectores del Consejo Nacional Electoral, que han sabido imponer reglas y aplicar sanciones a los partidos políticos y a los electores de la oposición, mientras eximen de ellas al Presidente de la República, al partido oficialista y a los electores chavistas.
La pasmosa inactividad y el sordo silencio del Consejo Moral Republicano, órgano de expresión del Poder Ciudadano, hace de éste una muy deslucida figura ornamental que contrasta, engañosamente, con la desidiosa irresponsabilidad del Contralor General de la República, con el caradurismo antológico de los dos últimos Defensores del Pueblo y con la expedita animosidad inquisitorial de la Fiscal General de la República.
La impresión que dejan estos funcionarios en quienes a diario les observamos y escuchamos es que ninguno de ellos cree en la democracia, ni en la libertad de expresión, ni en el pluralismo político, ni en el respeto a los derechos humanos, ni en el poder soberano del pueblo, pero tampoco en el socialismo del siglo XXI, ni en el marxismo, ni en la igualdad social, ni en la redistribución de la riqueza. Y en el intento de suplir su carencia de convicciones con un exceso de atribuciones, por lo demás, ilegítimas e ilegales, han elegido obedecer servilmente a un hombre en lugar de servir dignamente al pueblo. Sólo para alcanzar ese roñoso y efímero orgasmo de poderío, han arremetido contra la Constitución y subordinado los órganos del Poder Público a la voluntad del autócrata.
¡Dios y la Patria os demandarán!
"Si Chávez nos dice 'esta es la ley que va', esa ley va. Él es el que dirige esta revolución", declaró rampante. Pero no es ésta la primera vez que el mencionado diputado reconoce el derrotero del activismo legislativo que despliega junto con sus camaradas. En enero de este mismo año, durante el acto de elección y juramentación de la actual Junta Directiva de la Asamblea Nacional, afirmó: "Sí, hacemos las leyes que le convienen al Presidente Chávez. ¡Claro que hacemos las leyes para la revolución bolivariana que establece el Presidente Chávez!" (Globovisión, 2010, 5 de enero) Escarrá: Se podría dictar una ley que regule las ganancias para evitar el abuso en exceso. (Últimas Noticias, 2010, 5 de enero) Escarrá reconoció que AN hace leyes para la revolución bolivariana.
Esta misma obediencia es la que exhibe la mayoría de los Magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, principalmente los integrantes de la Sala Constitucional, en un sinnúmero de sentencias mediante las cuales se han perpetrado aberrantes mutaciones a la Constitución y toda clase de violaciones a los derechos fundamentales de los ciudadanos.
Un comportamiento similar ha seguido por años la mayoría de los Rectores del Consejo Nacional Electoral, que han sabido imponer reglas y aplicar sanciones a los partidos políticos y a los electores de la oposición, mientras eximen de ellas al Presidente de la República, al partido oficialista y a los electores chavistas.
La pasmosa inactividad y el sordo silencio del Consejo Moral Republicano, órgano de expresión del Poder Ciudadano, hace de éste una muy deslucida figura ornamental que contrasta, engañosamente, con la desidiosa irresponsabilidad del Contralor General de la República, con el caradurismo antológico de los dos últimos Defensores del Pueblo y con la expedita animosidad inquisitorial de la Fiscal General de la República.
La impresión que dejan estos funcionarios en quienes a diario les observamos y escuchamos es que ninguno de ellos cree en la democracia, ni en la libertad de expresión, ni en el pluralismo político, ni en el respeto a los derechos humanos, ni en el poder soberano del pueblo, pero tampoco en el socialismo del siglo XXI, ni en el marxismo, ni en la igualdad social, ni en la redistribución de la riqueza. Y en el intento de suplir su carencia de convicciones con un exceso de atribuciones, por lo demás, ilegítimas e ilegales, han elegido obedecer servilmente a un hombre en lugar de servir dignamente al pueblo. Sólo para alcanzar ese roñoso y efímero orgasmo de poderío, han arremetido contra la Constitución y subordinado los órganos del Poder Público a la voluntad del autócrata.
¡Dios y la Patria os demandarán!